Pues yo estoy con Maddmax.
Se ha demostrado por activa y por pasiva lo desastrosos que suelen resultar los planes y políticas a corto plazo, que por desgracia en las democracias representativas como la nuestra suelen ser lo que más abunda.
Normalmente para que algo funcione a la larga es necesario prepararlo y llevarlo a cabo siguiendo los pasos adecuados y teniendo la paciencia suficiente. El problema es que eso requiere ciertos sacrificios (por ejemplo, un anciano concienciándose de que quizás él no llegue a ver su sueño cumplido pero sus hijos probablemente sí) y aquí nadie quiere hacer sacrificios de ningún tipo, se exigen resultados a la de ya y si no puede ser se monta un berrinche y se patalea haciendo el máximo ruido posible.
En gran medida la oleada independentista actual viene estimulada por los deseos de CIU de lanzar una cortina de humo sobre la pésima situación actual de Cataluña tras décadas de mayorías absolutas nacionalistas. Dicho de otra modo, resulta más cómodo hablar de independencia que de miseria y recortes. Claro que ahí entra otro factor, el de la culpa y la responsabilidad. CIU no admitirá jamás que la Cataluña de hoy es culpa suya, y desde luego los votantes que durante décadas los mantuvieron en el poder con una mayoría absoluta detrás de otra tampoco. Ergo la culpa tiene que ser de un tercero, hace falta un chivo expiatorio para los políticos corruptos e incompetentes y el electorado borrego e inculto. El recurso ha sido uno de los más habituales en la historia contemporánea: nacionalismo en vena y trapos de colorines.
Así que sí, niños caprichosos y sin el menor sentido de la responsabilidad.
No espero que entiendas lo ofensivo que resulta tu comentario para mucha gente, pero no creo poder esperar más de alguien que considera el futuro político de 7 millones de personas algo propio de niños caprichosos.