La Gran Saga de Microcuento sobre Gatos Negros (IV)
Esa noche de luna llena, los ánimos en el Club de los Gatos Negros no eran los óptimos: La guerra contra los gatos continuaba.
De pronto los perros vagos tomaron por asalto la vieja casona.
Un nuevo enemigo había llegado.
Buscando correspondencia
Muerto el cartero por un golpe de calor, su sustituto se topó con un fardo de postales de amor dirigidas a Helen Sullivan. Su primer propósito fue entregárselas, pero cuando descubrió su sonrisa seductora y supo que aún esperaba al firmante de las postales, imitó a su predecesor.
Ruptura
La primera decisión del nuevo alcalde fue desmarcarse completamente de su predecesor: Para comenzar ordenó substituir a todos y cada uno de los ciudadanos.
Sr. invisible, ya no se haga ver más por aquí. Completado su cupo. Descanse.
La Gran Saga de Microcuento sobre Gatos Negros (V)
Ese día quedo grabado en muchos ciudadanos. Nunca se había visto una enorme fila de gatos negros ir al encuentro de otra multitud de gatos grises y oírlos ronronear al unísono para luego ir a pelear contra los perros callejeros.
Sueños
No tenían techo, vivían en la calle, entre paredes de cartón y ropas mugrientas. Un viejo saxofón era su posesión más preciada. Con él se sacaban unas pocas monedas para ir subsistiendo. Pero tenían sueños ambiciosos. Pensaban ahorrar lo suficiente para comprar una guitarra.
Sonata
Cuando él la olvidaba, ella se tumbaba de lado para que pudiera encontrar su guitarra en la curvada silueta de sus caderas. Entonces, la música trepaba por su memoria y despertaba sus dedos. Siempre aguardaba a que el compositor acabara su partitura con un beso de media noche.
Perro fiel
La noche que decidimos dejarlo sin correa, mi perro comenzó a orinarse en mi sillón preferido. A la mañana siguiente que decidí que ya era demasiado, desperté a la cucha encadenado.
Cadenas de cristal
Abrió el mueble bar. Cogió una de las botellas y echó un largo trago. Era imposible escapar de allí, aquellas botellas lo mantenían atrapado.
Disfraz
Atrapado por la turba pienso. Es la última vez que salgo sin disfraz si no es 31 de octubre.
Lamentaciones de noviembre
–Maldito mes. Malditos tus 31 días y sus 31 noches. Por tu culpa soy el onceavo. Siempre quise ser el décimo y lo sabías.
Te aborrezco.
Un RECREO. Regreso cuando vuelva. La palabra sigue siendo sabías.
Perdone la señora jueza, pero creo que la palabra debería ser Aborrezco.
Isla desierta
Me gustaba la playa y jugar con la arena a ser Dios. A veces, construíamos castillos; otras ocasiones, estatuas. Hasta que una tarde Mariví modeló un adonis al que, insuflándole aire como a un ahogado, le otorgó la vida. Desde entonces, mi deseo concedido es una verdadera pesadilla.
Bucle
Despierto bañado en sudor y con el corazón galopando en mi pecho. Me acerco a ella en la cama y la abrazo con fuerza. Tengo miedo y eso me tranquiliza.
De pronto recuerdo que siempre duermo solo. Grito y me despierto de nuevo, bañado en sudor...
Bucle
Despierto bañado en sudor y con el corazón galopando en mi pecho. Me acerco a ella en la cama y la abrazo con fuerza. Tengo miedo y eso me tranquiliza.
De pronto recuerdo que siempre duermo solo. Grito y me despierto de nuevo, bañado en sudor...
Pido perdón. No me he dado cuenta de que los jueces aún no habían puesto la palabra final, por lo tanto, supongo que seguirá siendo PESADILLA.
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Palabra: club