LA SORTIJA

A mí también me ha pasado esta mañana, Germinal, y me ha dado rabia porque tenía un micro que seguramente sería el premio Pulitzer de los micros, jajajaa.

Desde luego, Barón. Cuando he leído tu micro no daba crédito y he pensado: "¿cómo ha podido escribir hepicentro cuando todo el mundo sabes que es epicehntro?".

La palabra sigue siendo Magnético.

El increíble hombre magnético

Trabajaba en una ferretería. Departamento de seguridad. En la puerta.

El comisario

Finalizada la dictadura, en su jardín dejó de crecer los geranios, las rosas y las margaritas para brotar fémures, rotulas quebradas y cráneos tiroteados.

Guarderia

Quería acabar con las lágrimas, quería que ningún niño llorase jamás. Lo intentó con peluches, con nanas, con caramelos; fracasó. Al final quien no pudo evitar llorar fue ella.

La palabra es ella

Relevo

Cuando la muerte me dio cita a la medianoche sobre el puente del río, me dirigí resignado hasta el lugar. Ella me esperaba, guadaña en mano. Sigiloso, entre sombras, me acerqué. La empujé desde lo alto. Aunque lo intentó, no consiguió arrastrarme. Acariciando la guadaña, alerta, espero al siguiente.

Inspiración

Se despiertan con la mente bulliciosa y se ponen a escribir. No saben que la Luna, desvelada, cuenta personas para intentar dormir.

En el Olimpo, Morfeo el dios del sueño se lamenta que en la Tierra existan tantos dormidos y tan pocos soñadores

Escuadra suicida

-Dejadme en paz. Voy a saltar.
-¡No lo hagas! Hay mucho por lo que vivir -le decían la regla y el cartabón.

Zapatero

Cada vez que una clienta entra en el local, se las ingenia para convencerla de que le deje medirle las plantas. Está loco por descubrir de quién son los pies con los que sueña noche tras noche, esos que todas las mañanas le dejan su huella en el corazón. 

Lo siento, Barón  Estaba chulo tu micro. 

La palabra es corazón. 

Jajajajjaaaa, nada de que disculparte Chupito. Ya sabemos que como poco hay que ser el Usain Bolt del microrrelato si no quieres que se te adelanten!!!

La palabra era, es, y sigue siendo CORAZÓN.

DECLARACIÓN DE INFARTO

Una nota furtiva clavada a una rosa en una de sus espinas consiguió por fin sonrojar a la anestesista de Cardiología:

"Amanda,
No hay sístole ni diástole que mi corazón no bombee plasma sanguíneo por ti. Te amo hasta la carótida..
Tuyo es mi miocardio.
Doctor Segura."

¡¡¡¡¡Ohhhhh!!!!!!

La palabra es pobladores

Rueda de reconocimiento

Solo había un sospechoso tras el cristal, y aunque tenía exactamente el mismo aspecto que él, la mujer era incapaz de reconocer en aquel asesino a su hijo.