Pues cayó en mis manos El buldócer asesino, una antología del año la polka con relatos de Theodor Sturgeon, Brian Aldis, Arthur C. Clarke, Lucy Rees, Robert F. Young, Christopher Anvil, Roald Dahl. Disfrute casi todos como un enano.
Luego me leí El lado de la sombra una antología de Adolfo Bioy Casares. Agradables y entretenidos, sin estar a la altura de su colega Borges, me ha gustado lo suficiente como para que le dé más oportunidades en el futuro.
Sigo con una antología de uno de mis ídolos, Horacio Quiroga. En esta ocasión disfruté especialmente Anaconda y El desierto.
Ahora me acabo de terminar Ciudad Embajada, de China Miéville. Me flipa la capacidad camaleónica que tiene este autor para cambiar de escenarios, géneros y estilo, respetando su voz, con historias que no pueden ser más originales y bien construidas, donde la extrañeza va asociada a la maravilla. Le doy el pase definitivo para mi Olimpo personal del buen escritor.
Entre medias me estoy leyendo La isla, de Aldous Huxley, pero me está costando Dios y ayuda. Aunque el contenido me resulta de lo más interesante, un poco al estilo del Siddharta de Hermann Hesse, el continente, la historia en sí, me resulta de lo más aburrida. Su construcción de la utopía es impecable, pero... necesito tiempo de descanso entre párrafo y párrafo para combatir el sopor . Nada que ver con Un mundo feliz, uno de mis libros favoritos de todos los tiempos, donde había misma calidad de contenido pero con una historia simplemente genial.
En la mesilla me están haciendo ojitos Luces de Bohemia, de Valle-Inclán, y La isla de cemento, de J.G. Ballard, libro que elegí por diversos comentarios de este foro. Uno de los dos será el siguiente en caer .
Maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov. Una sátira sobre la Rusia comunista, sus hambrunas y su esnobismo cultural, de la mano del diablo y sus pandilla.
A. Blond