Justeros y gentes de mal vivir, dejad el café encima de la misa, al chico o a la chica entre las sábanas, la colada, la merienda, dejad todo lo que estéis haciendo y acercaros al ordenador, al móvil, a la tablet, porque los tres implacables jueces d de las Microjustas están a punto de emitir su veredicto sobre quién debe ser el vencedor de esta edición...
En breve....
Barra libre en la taberna...
Por imprevistos y ocupaciones inexcusables de los jueces, se retrasa la hora del crepúsculo vespertino. Así que, mientras esperáis por la final de Las justas, podéis aprovechar para dar un paseo que hoy anoche más tarde.
Esa calma hubiese comprado yo para la final de La Sortija, esa calma, sin importarme el precio.
Los caminos del Humor son inescrutables...