Los hijos de la libertad

Reseña del cómic de Marc Levy y Alain Grand publicado por Planeta Cómic

Los hijos de la libertad es una adaptación a cómic realizada por Alain Grand de la experiencia vivida por Marc Levy durante la ocupación nazi de Francia. Es un acercamiento modesto, casi mundano en algunos momentos, a la realidad cotidiana de la Resistencia, en concreto a la de grupos que no estaban coordinados prácticamente con el mando oficial en el exilio, sino que se oponían al ejército alemán y boicoteaban sus infraestructuras desde su propia casa, por decirlo de alguna forma.

Lo primero que sorprende es la gran capacidad narrativa de la obra. No se articula en torno a objetivos grandilocuentes ni se desarrolla como una epopeya bélica o una crónica militar, sino que va concatenando la realidad diaria de sus protagonistas con una sencillez pasmosa. Gracias a la honestidad del discurso, podemos percibir hasta qué punto algunos eran inocentes e impetuosos, ingenuos incluso, cuando se unieron a la Resistencia, cómo aun en un estado de excepción como el de la ocupación nazi la vida sigue discurriendo, sobre todo cuando eres joven y estás lleno de ideales y energía.

Esta aproximación cercana no resta, sin embargo, un ápice a la épica. Más bien la resalta porque, al final, los protagonistas de la acción no son héroes idealizados, sino gente de a pie que en un momento dado intenta tomar el toro por los cuernos. En sus páginas encontramos momentos estremecedores, se nos hace partícipes de la rabia y de la duda, vemos cómo distintas personas encontraron distintas soluciones para convivir con su realidad y, al mismo tiempo, intentar hacer cambiar las cosas.

La serie de anécdotas que conforman la historia resultan vívidas y, al mismo tiempo, extraordinarias. Tiempos únicos y terribles de los que algunos observadores supieron extraer historias que no deberíamos olvidar, que pueden servir de inspiración o para ayudarnos a entender un pasado doloroso.

Los hijos de la libertad no busca darnos una panorámica general de la II Guerra Mundial. De hecho, no incluye prácticamente información al margen (a pesar de los interesantes anexos de la edición de Planeta Cómic que muestran reproducciones de los documentos de la época). Aunque se cubre casi en su totalidad el periodo de la ocupación hasta la liberación por parte de los aliados, el foco está sobre el narrador / protagonista y es su visión, emocional, parcial sin duda en algunos momentos, pero siempre honesta, la que nos interesa, la que nos transporta.

Esto hace que uno se sienta privilegiado en cierto sentido por haber sido hecho partícipe de una experiencia tan traumática y terrible. Hay una intimidad en la narrativa de este cómic que lo diferencia de las historias bélicas al uso y que le da un valor añadido muy especial. En definitiva, una obra de lo más interesante en el que se han aunado dos grandes talentos narrativos, el de Marc Levy y el de Alain Grand, para revisitar un periodo histórico largamente rememorado, aunque rara vez desde una perspectiva tan lúcida.