Este me parece un buen momento para recordar que el tema de esta convocatoria es "Posesiones".
Este me parece un buen momento para recordar que el tema de esta convocatoria es "Posesiones".
Me escapo para relajarme, entro y me encuentro con 34 comentarios. Bien vamos.
Los leo y me parecen todos de lo más interesante y de lo más sugerente. Esto mola.
Como no voy a ir buscando comentario tras comentario para citar, contracitar y demás, expongo:
a) Yo no participo jamás en concursos de relatos, no escribo. Pata sabe dónde me tiene cuando me necesita.
b) Que no comente, porque he ido muy pillada ultimamente no quier decir que no entre por aquí para relajarme un poco y lea los relatos y los comentarios. Y tengo varias cosas que decir:
-Respecto al anonimato: podría participarse con un nick distinto al del usado en el foro para concursar y usar ese para debatir el relato. Es decir, Morgan puede registrarse para el concurso con el alias de Sisebuta, colgar su relato como Sisebuta y participar en la discusión del mismo con ese alias. Sería ponerse una máscara para explicar o defender lo que tuviera que decir del mismo. A mí también me gusta que el autor se pueda defender y explicar cosas sobre lo que ha escrito y por qué lo ha hecho.
-como han dicho por ahí arriba, el autor que no soporte las críticas al relato y a su forma de escribirlo, mejor haría no participando. Si quieres recibir críticas debes estar preparado tanto para las buenas como para las malas. También estoy de acuerdo en que casi todos los relatos tienen algo de bueno, aunque solo sea el título .
No, en serio, creo que siempre, en una crítica, se ha de decir todo, lo bueno y lo malo. Lo malo para que el autor aprenda, y lo bueno para lo mismo, para que sepa cuales son los puntos a reforzar y a cambiar para seguir escribiendo y mejorando.
-No veo bien que se ataque a la persona, ni que la persona se sienta atacada como tal por una crítica a su relato. Yo puedo decir que un relato me parece malo y que está mal escrito, por supuesto con razones, y que me parece que el autor no sabe escribir, y no por ello ataco a nadie, es mi opinión, mi impresion, y me afecta a mí. El relato seguirá siendo el mismo diga yo lo que diga, y no lo digo de la persona. Esa persona puede caerme de maravilla, ser mi mejor amigo, pero debe aceptar la opinión sincera y fundamentada de los lectores. Si no, me temo que se ha equivocado de sitio y está presionando a los lectores con sus pataletas.
De igual modo, esto es mi opinión, simplemente, tal y como yo lo veo, y con ello no quiero que nadie lo vea como lo veo yo. Al igual que las opiniones de los libros, eso es algo que tenemos que tener siempre en cuenta y aprender a distanciarnos de las opinones de los demás. Debemos saber leerlas, analizarlas, y tomar de ellas lo que nos interese o aproveche. ¿Que no nos aprovecha nada porque es una lista de tonterías o insultos sin fundamento? pues nada, ni caso, a por las opiniones que aportan cosas positivas, tanto porque señalan que se ha hecho algo mal y me ayudan a aprender, como las que refuerzan mi ego señalando lo que les ha gustado o he hecho bien.
Creo que eso vale tanto para escritores como para comentaristas.
Por lo demás, me encanta el ambiente y muchos de los relatos. si no pasa nada, pasado mañana respiro un poco y entro de nuevo a comentar.
Somos el tejido del que estan hechos nuestros sueños.
www.codexiuvenis.com
Este me parece un buen momento para recordar que el tema de esta convocatoria es "Posesiones".
¿Pero no era "Posiciones"??
A ver qué hago yo ahora con medio relato sobre el kamasutra :(
No, ni "Posiciones", ni "Relaciones inmorales entre familiares" ni "Jesucristo y su manto sanador".
Pues nada, a guardar el relato de los Positrones, que por cierto me había quedado muy bien, no es por presumir. Pero es que sus acertadas descripciones, llenas de lirismo pero sin cargar, diálogos punzantes y réplicas ingeniosas, una atmósfera compacta y absorbente, unos personajes ricos y diferenciados que se mueven en una trama sin fisuras, entretenida y original, junto a mil bondades más, lo hacían un excepcional relato, y no es que lo diga yo.
Hubiese ganado de calle, estoy seguro. Tanto como de mi belleza.
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP
Fuera coñas, que sois muy dados a ellas, creo que está claro el tema de la convocatoria en curso. Yo al menos lo tengo claro.
Mi relato va de un tipo que tiene de todo, casas, yates, esclavas...
Mírame a los ojos...
Este me parece un buen momento para recordar que el tema de esta convocatoria es "Posesiones".
Ayyyyyy que acabo de caer.
POSESIONES
Entre las posesiones de Bote y el kamasutra innacabado de Invierno casi echo el café por la nariz, Jajaja
Sin embargo, me siento mal porque no habéis contestado a la parte más importante de mi pregunta, escondida entre las divagaciones. ¿Creeis que es humanamente posible ser más guapo de lo que ya soy?
XDDD
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Madre mía... Estoy escribiendo algo para este Polidori, pero lo que me aterroriza es tener que valorar tantos relatos. Se me da como el culo.
No es obligatorio valorar todos los relatos, aunque, desde luego, es una de las gracias del concurso. Lo digo porque no os agobiéis: lo mejor es ponerse y ver hasta dónde se llega. Hay bastante tiempo, además.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
-Respecto al anonimato: podría participarse con un nick distinto al del usado en el foro para concursar y usar ese para debatir el relato. Es decir, Morgan puede registrarse para el concurso con el alias de Sisebuta, colgar su relato como Sisebuta y participar en la discusión del mismo con ese alias. Sería ponerse una máscara para explicar o defender lo que tuviera que decir del mismo. A mí también me gusta que el autor se pueda defender y explicar cosas sobre lo que ha escrito y por qué lo ha hecho.
Por la experiencia de las microjustas literarias, es complicado ocultar la identidad de un autor que conoces ya en un relato (Mariano Villareal lo comentaba hace poco en Facebook en relación a una convocatoria de relatos de ci-fi anómina en la que participaba de jurado), pero si además hay que hacerlo en los comentarios la cosa puede derivar a otro tipo de aguas. Me explico: en las microjustas se ha terminado formando una fiesta tremenda en torno a la ocultación de identidades que, a veces, se pone por delante de los propios textos literarios. Es otro juego en sí, pero puede distraer.
Por otro lado, yo soy partidario de que los autores desarrollen madurez frente a las críticas y que los críticos nos curtamos un poco. Todo el que haya reseñado con sinceridad, pondría la mano en el fuego, se ha tenido que oír al menos un par de borderías (en ocasiones, cosas que rozan a la amenaza o el insulto), lo sé, pero en esto tenemos que formarnos entre todos.
Yo me he visto en la tesitura de tener que criticar con bastante dureza el trabajo de algún amigo, y no es fácil, pero, si no lo hacemos, si no tenemos esa honestidad, estamos convirtiéndonos en algo nocivo para nosotros mismos.
En ese sentido, a día de hoy, me atraen enfoques como el taller Pulp de Salino, tender menos al galardón y más al entrenamiento. Aunque tiene sus riesgos, claro.
Mi madre, mi propia MADRE, me dijo que "La casa de las sombras" era un desaguisado y lo peor que había escrito con diferencia... cinco minutos antes de la presentación del libro
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
XDD Estoy en las mismas. Voy a acabar despertando al bebé. Mal asunto.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Mi madre, mi propia MADRE, me dijo que "La casa de las sombras" era un desaguisado y lo peor que había escrito con diferencia... cinco minutos antes de la presentación del libro
Amor de madre, lo llaman.
A lo comentado por Olethros sobre dejar un tiempo de edición en los relatos he de hablaros sobre mi experiencia en el taller Pulp, el cual no está en activo. Allí pasábamos por tres fases: presentación, comentarios y edición. Luego pasábamos a las votaciones. Para llevar a cabo este planteamiento (votando antes o después de la edición) se necesita mucha implicación por parte de los participantes y mucho tiempo para que dé lugar a comentar y releer los relatos una vez editados. Como ya han comentado, había quien solo editaba los cambios ortográficos, omitiendo buenas ideas sobre estilo o tomar diferente punto de vista con el narrador o posibles añadidos en la trama; bien por falta de tiempo o por decisión propia como autor. O sea, a algunos nos vino bien y a otros no tanto. Todo dependía de la implicación.
Tanto tiempo necesitado para el desarrollo de las tres fases fue un detonante para que poco a poco desapareciera el taller, pues en un certamen la mayoría lo que quiere es ver su relato publicado y que otros aplaudan su originalidad. Al principio todos queremos lo mismo.
Yo, para bien o para mal, he aprendido de esta manera a no coger cariño al primer borrador, a sacar las tijeras o a reducir a cenizas todo lo escrito sin escrúpulo ninguno; y eso lleva a reescribir el relato unas 4 veces y releerlo dejando margen de tiempo entre lectura y lectura. Un trabajo lento que desciende a la locura.
Ahora lo veo muy necesario para escribir algo que medio me deje satisfecho.
No, no funciona editar los relatos en un certamen. Aunque es la mejor forma de aprender y funcionaría en un grupo seleccionado, sin votaciones por medio entre los participantes.
En Leyenda.net abrimos un hilo para que unos cuantos escribiéramos y comentáramos el trabajo, para luego hacer un recopilatorio. Pero tampoco cuajó porque la mayoría eramos muy noveles o no nos implicábamos lo suficiente. Además, no a todo el mundo le es fácil hacer comentarios. Muchos dan un feedback, pero pocos apoyan sus comentarios con explicaciones coherentes. Tal vez primero habría que aprender a hacer comentarios literarios. Visualizar que algo va mal en relatos ajenos es más fácil que en los propios, pero se necesita experiencia para señalar el engranaje que falla y explicar el porqué.
Por ejemplo en este certamen, por mostrar la implicación, hay más relatos que comentaristas en activo, cuando las matemáticas acusan de lo contrario. La implicación de un autor en un taller literario se debería apoyar en la crítica y en la experiencia, la cual no todo el mundo sabe afrontar o compartir. Unos cuestionan una parte del relato que flojea, otro supone que la presentación es redundante, que el final puede ser acelerado… Pero no aporta soluciones constructivas y directas. Si conociéramos las herramientas podríamos usar dichos protocolos en nuestros relatos y sería genial. Es como todo, si no practicamos la crítica en certámenes como este, ganando herramientas y poniendo nombre a los engranajes, no ganaremos confianza en nuestros propios trabajos.
A mí me gusta este certamen tal y como está. Pero participaría en un taller con escritores no principiantes a puerta cerrada, colaborando para presentar relatos a los “calabazas”, por ejemplo.
Perdón por explayarme tanto.
Me parece muy interesante todo de lo que estáis hablando. Si he de seros sinceros, yo suelo autocensurarme. No cuando escribo, si no cuando comento lo que ha escrito otra persona. Tengo mucho cuidado de lo que digo, porque no sé cómo va a reaccionar esa persona, ni si va a aceptar mi opinión. He participado en varios talleres literarios (tanto presenciales como a través de internet) y casi siempre me he topado con el ego del escritor. Es muy difícil aceptar las críticas. A mí también me cuesta y, muchas veces, me duelen. Pero es algo con lo que el escritor tiene que convivir si va a exponer al público su trabajo.
Por eso, me interesa lo que acaba de exponer Salino. Yo también participaría en un taller en el que se pudiera decir abiertamente todo lo que se piensa del texto de otra persona.
Madre mía... Estoy escribiendo algo para este Polidori, pero lo que me aterroriza es tener que valorar tantos relatos. Se me da como el culo.
No es obligatorio valorar todos los relatos, aunque, desde luego, es una de las gracias del concurso. Lo digo porque no os agobiéis: lo mejor es ponerse y ver hasta dónde se llega. Hay bastante tiempo, además.
Intentaremos valorar los máximos posibles siendo lo más sincero que se pueda ser, pero ya digo, y viendo el gran nivel valorador de algunos, van a ser una "valoraciones" entre comillas y posiblemente redundantes y aliteratosas.
Mírame a los ojos...
Lo "fácil" (entre comillas, atención) es comentar los textos de otros. El trabajo ya está hecho, la creatividad funcionó, las horas ante el teclado ya pasaron. El mérito primario es del autor. Corregirlos es más sencillo que escribirlos, sobre todo porque no hay lazo sentimental con el texto ni se conocen todos los recovecos, incluso los que no están en la narración, como le pasa a quien lo escribió.
De hecho, el autor conoce tanto su texto, lo escrito y lo que no está escrito, que su cerebro le engaña y rellena huecos, corrige errores, minimiza cosas, etc... No conozco a ningún autor al que no le pase eso, de verdad. Por eso se necesitan lectores beta, correctores o amigos voluntariosos que les señalen lo que podría no funcionar.
Que te corrijan se consigue pagando (el corrector es una figura denostada pero básica, en mi opinión; de hecho, cuanto menos profesional el escritor, más suele denostar al corrector) o buscando un grupo de personas con el mismo interés que tú en los textos y que, a cambio de que tú desmenuces los suyos, hagan lo mismo con los tuyos.
En el primer caso, puedes exigir porque pagas. En el segundo, puede ocurrir que alguien se canse de aportar y no recibir lo mismo a cambio; es un asunto a manejar con cuidado.
Si alguien corrige tu texto, más allá de decir si le gusta o no le gusta, o te quiere a ti en cierto modo o ama la narrativa en general. No te enfades con esa persona si dice lo que no quieres escuchar. No se trata de si estás o no de acuerdo con lo que dice. Se trata de si podría ser cierto o no. Y no se refiere a ti, sino al texto, que es mudo y no puede pedir ayuda al autor, aunque la necesite.
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP
Muy cierto todo lo que comentas, Olethros.
Hay un tema particular también en cuanto a la sensibilidad de los autores: cuando se recibe una crítica, da en cierto modo la impresión de que quien la hace cree que él podría hacerlo mejor, cuando muchas veces es algo que al crítico ni le pasa por la cabeza. El crítico o el reseñador no juzga en relación a sí mismo, sino a sus lecturas. De hecho, algunos críticos ni siquiera escriben (y debería haber más de estos).
Como editor, me pasa alguna vez que me siento incómodo dando el rechazo a alguna obra porque igual como autor no me veo a la altura de ese autor al que rechazo. Corrigiendo, lo mismo. ¿Quién soy yo para poner en cuestión los textos de algunos autores de Saco de huesos? Al mismo tiempo, es mi trabajo.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Totalmente de acuerdo contigo, Olethros. Has acertado de lleno. Eso a lo que te refieres es a lo que llamamos la «ceguera del escritor», que ve lo que quiere que ponga, pero no lo que pone en realidad.
Creo que tienes mucha razón en lo que dices, Pata, sobre la humildad del corrector. Por eso creo que el hecho de que el corrector no escriba es mejor, pues no se plantea, sobre todo a la hora de ser lector cero, cómo habría escrito él eso, sino, simplemente, si eso está bien escrito así o no, y si se podría mejorar. El ser capaz de distanciarse de eso, de mantenerse en ese punto de no imponer su estilo, puesto que no lo tiene, es un valor añadido para el corrector, a mi modo de ver, pues muchas veces veo en textos que han pasado por lectores cero, casi siempre otros escritores, cómo han querido dejar la impronta de su estilo sin darse cuenta.
Respecto a lo de rechazar textos... no suelo hacerlo. Solo en dos ocasiones lo he hecho, y fue porque estaba aquello tan mal escrito que no necesitaba una corrección, sino una reescritura de principio a fin, y eso excedía mucho del contrato. Yo no escribo, no me gusta y no es lo mío, me cuesta horrores y para mí supone un esfuerzo demasiado grande que no me compensa en absoluto. En ambos casos era claro, y a pesar de eso, me costó horrores hacerlo, decírles lo que pensaba y rechazar las correcciones. La suerte es que yo no decido si se publica o no algo, yo intento ser lo más aséptica posible, valorando todo lo que puedo valorar, de la manera más objetiva y analítica posible, y luego, en la editorial, que decidan.
Somos el tejido del que estan hechos nuestros sueños.
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No me extraña nada, la verdad. Es muy difícil cambiar de chip cuando haces ambas cosas y resulta hasta frustrante.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Error.
Somos el tejido del que estan hechos nuestros sueños.
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Momento desmoscópico.
Salvo error u omisión involuntaria, problemas de los que sería el único culpable, en 24 días de concurso se han presentado 17 obras de 13 autores distintos, aunque sospecho que la palabra "usuarios" sería más precisa, con una media de 4,17 votaciones por obra (9 la que más, 1 las que menos), con una puntuación media de 2,37 estrellas (4,13 la media del relato mejor valorado hasta ahora, 1 las de los que menos estrellas llevan).
Los redondeos se han hecho a dos decimales.
En cuanto a los voluntariosos votantes, uno ha calificado el 100% de los trabajos (los 17), el siguiente el 82% (14), el siguiente el 59% (10) y otro el 53% (9). Por otra parte, dos han calificado el 6% de los trabajos (1) y otros dos el 12% (2).
Los relatos que están en la media teórica de la calificación del concurso o por encima de ella (2,5 estrellas o más) han tenido un mayor número de votaciones que el resto (59% de las votaciones frente al 41%).
Los porcentajes han sido redondeados al entero más próximo.
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP
Gracias Olethros, por los datos. A ver si me aplico, que creo que yo soy el del 53%.
Diecisiete ya Dioses. Toca ir espabilando.
Me consta que hay bastante gente escribiendo como posesos () para colgar su relato, así que habrá que ponerse las pilas para que no se acumule la faena.
Perdón por el gerundio, Olethros.
No hay problema. Los bellos gigolós internacionales de élite sabemos perdonar, si nos lo piden, hasta lo que no es de nuestra competencia.
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP
Al final tendrás que colgar una foto de cuerpo entero para que disfrutemos no solo de tus análisis críticos, sino de tu magna belleza.
Sin duda..
Pero al final, no antes.
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP
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Madre mía... Estoy escribiendo algo para este Polidori, pero lo que me aterroriza es tener que valorar tantos relatos. Se me da como el culo.
Bueno, en breves lo cuelgo. Mientras, iré dándole a las "valoraciones". Sí, entre comillas.
A ver qué sale.
Mírame a los ojos...