"La cerverza se desliza por la barra dejando nubes de espuma"
"La cerveza es interceptada por una mano invisible..."
Bueno, otra vez por estos lares. Ya veo que la cosa está que arde!
"La cerverza se desliza por la barra dejando nubes de espuma"
"La cerveza es interceptada por una mano invisible..."
Bueno, otra vez por estos lares. Ya veo que la cosa está que arde!
¡¡¡Devuélveme mi cerveeeeeeeezaaaa!!!
"La orden fue directa, pero esa mágica combinación entre belleza y elegancia le distrajo. Un nestea se desliza por la barra dejando nubes de estupor"
Salino, he de decir que viendo los comentarios que ponéis algunos en los relatos, me da una envidia tremenda verme atrapado en el rol de juez A ver si este año me puedo escapar al taller pulp, demonios.
Entiendo perfectamente tu reflexión y además la comparto. Si bien es cierto lo que dice Jane, que los palos, bien encajados, es de lo que más ayuda a mejorar la técnica, también es cierto (o al menos yo así lo he experimentado) que una palabra de aliento en el momento adecuado te da fuerzas e incluso te guía en la dirección correcta para crear tu propio voz.
En este sentido, me gusta mucho cómo monta las reseñas Sergio Mars en Rescepto: siempre se menciona algo positivo y algo negativo. Siempre. Porque todo texto ha de tener algo, por mucho que bascule hacia uno de los polos.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Yo insisto en lo importante del diálogo que se establece entre lector-crítico y autor, ya no solo sobre el propio texto concreto, sino detalles extra que te abren horizontes. Eso sí que hace aprender. Por eso, pese a ser en principio defensora del anonimato en un concurso, ya dije que en este, para mí, primaba la posibilidad de réplica o explicación del autor sobre lo comentado (imposible si es anónimo).
Dicho esto, opino que para que se pueda establecer un diálogo tiene que haber un clima determinado, positivo y de cierta confianza.
Que las críticas sean constructivas, que traten de rescatar algo en cada trabajo presentado y que, como decía Jane, dejen claro que se juzga un trabajo, no a una persona. Y, con el mismo peso, que los autores vigilen sus egos y excesos de sensibilidad. Se puede "pecar" desde ambos lados.
(Y sí, está siendo una mierda el papel de jurado )
Por favor, ha vuelto a pasar. No saquéis como lectura de una crítica el que sois malos autores, como mucho, la valoración sería que el malo es el relato (y de esos tenemos tooodos los autores, los que epiezan y los que no).
Es que como esto siga así, nadie va a comentar con la riqueza de hasta ahora y acabaremos con las estrellas a secas.
Sí, todos tenemos relatos mejores y peores. Yo lo veo como un laboratorio, genial para explorar con algo nuevo. Usar relatos antiguos, sobre todo que no tratan la temática directamente, puede ser muy contraproducente. A ver si encuentro tiempo para terminar mi borrador, estoy deseando leer las críticas
A mí, más que para experimentar, este certamen me ha servido para afianzar mi estilo. Yo escribía muy cómoda pero no estaba segura de que muchos lectores conectaran con él. Así que el exponerme en las dos ediciones anteriores, me ha hecho quitarme inseguridades de encima
Un momento, me he perdido. Aquí se juzgan relatos, no personas ni autores. A mí me mola esta mecánica porque así veo lo que le parece mi trabajo a un amplio espectro de lectores y saco conclusiones sobre mis puntos fuertes y débiles. Nunca me ha gustado tener que dar opinión jajaja me da cosilla, otros hacen unos análisis insuperables que ya me gustaría ya jajaja yo, en mi caso, habitualmente primero expongo lo bueno y luego lo malo.
(Y sí, está siendo una mierda el papel de jurado )
Ah, te aguantas. Eso te pasa por ganar.
Por favor, ha vuelto a pasar. No saquéis como lectura de una crítica el que sois malos autores, como mucho, la valoración sería que el malo es el relato (y de esos tenemos tooodos los autores, los que epiezan y los que no).
Es que como esto siga así, nadie va a comentar con la riqueza de hasta ahora y acabaremos con las estrellas a secas.
Totalmente de acuerdo. A quién le molesten las críticas, le recomiendo que participe en un concurso tradicional en el que, al final, sabes el resultado pero no las deliberaciones.
Yo nunca saco como lectura de un crítica que soy mal autor sino que, quién me critica, no tiene ni idea de literatura. Jajajaja.
Sí, todos tenemos relatos mejores y peores. Yo lo veo como un laboratorio, genial para explorar con algo nuevo. Usar relatos antiguos, sobre todo que no tratan la temática directamente, puede ser muy contraproducente. A ver si encuentro tiempo para terminar mi borrador, estoy deseando leer las críticas
Sí, sí yo también lo veo así. Es mejor escribir algo para la ocasión.
Salino, he de decir que viendo los comentarios que ponéis algunos en los relatos, me da una envidia tremenda verme atrapado en el rol de juez A ver si este año me puedo escapar al taller pulp, demonios.
Participa el año que viene. Si puedes delega en alguien el papel de Juez y, si no quiere nadie, podrían serlo el ganador absoluto y el ganador del voto popular. ¿No te parece?
Yo insisto en lo importante del diálogo que se establece entre lector-crítico y autor, ya no solo sobre el propio texto concreto, sino detalles extra que te abren horizontes. Eso sí que hace aprender. Por eso, pese a ser en principio defensora del anonimato en un concurso, ya dije que en este, para mí, primaba la posibilidad de réplica o explicación del autor sobre lo comentado (imposible si es anónimo).
Dicho esto, opino que para que se pueda establecer un diálogo tiene que haber un clima determinado, positivo y de cierta confianza.
Esta reflexión es la que me ha incitado a intentar abrir un diálogo en mi relato para explicarlo. Eso sí, ruego a todos que no se lean esas explicaciones hasta que el relato no haya sido leído y valorado.
Todos participamos en más concursos. Hay vida más allá del Polidori. Lo más seguro es que el relato que salgo después de las correcciones, puede tener su momento de gloria en otro lugar.
podrían serlo el ganador absoluto y el ganador del voto popular. ¿No te parece?
A mi me parece una idea fantástica
Ya que las bases citan con claridad el deseo de estimular la creacción literaria y el diálogo entre autor y lector, tengo una propuesta para potenciar los objetivos y, a la vez, comprobar si se cumplen.
Como los seleccionados serán trece, propongo que los veinte (o si se presentan muchos, veintiseis u otro número sensato en función de los textos participantes) relatos mejor valorados por los lectores entren en una final. Como finalistas, los autores tendrán derecho a modificar y corregir sus textos antes de volver a presentarlos. Ahí se verá, de verdad, si el diálogo ha funcionado (o no) y cuánto de lo expuesto por los lectores en sus comentarios ha llegado a ser del interés de los autores.
Esos textos finalistas volverán a ser votados por los lectores y serán esos de los que salga la selección de trece, con la votación de 1/3 jurado popular y 2/3 jurado oficial, siempre con la mente puesta en que sólo un trabajo de cada autor podrá ser elegido. Menos trabajo para los jueces y más peso, aunque relativo, para los laboriosos comentaristas.
¿Tiene algo de sentido mi propuesta? ¿Es factible? ¿Mejor me callo porque estoy mucho más guapo en silencio, si es que semejante belleza pudiera ser humanamente posible?
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP
A mí la propuesta me gusta. Me parece interesante de llevarla a cabo y, como bien dices, es un buen experimento para ver si el autor hace caso a algunas de las propuestas del lector o no. Además habría un bonito sube y baja en las votaciones, pues un relato podría ganar muchos enteros o perderlos según hayan sido sus cambios.
Pero por otro lado considero que, si ya se alarga bastante el concurso debido a que se suele dejar un tiempo margen para votar a los relatos presentados en el último momento, hacer esto sería estirarlo demasiado. Incluso estoy convencido que los no seleccionados (al menos la mayoría) perdería el interés por volver a votar a sabiendas de haberse quedado fuera, y nadie asegura que los que estuvieran dentro fueran a leer y comentar de nuevo.
Salino, he de decir que viendo los comentarios que ponéis algunos en los relatos, me da una envidia tremenda verme atrapado en el rol de juez A ver si este año me puedo escapar al taller pulp, demonios.
Participa el año que viene. Si puedes delega en alguien el papel de Juez y, si no quiere nadie, podrían serlo el ganador absoluto y el ganador del voto popular. ¿No te parece?
A valorar. Tiene sus pros y sus contras. Si me mantengo como jurado, la línea editorial de Saco tiene más peso que si no lo hago. Tampoco es un concurso en el que, como autor, vaya a sentirme cómodo al 100% (ya me pasó en las microjustas).
Gracias en cualquier caso por la sugerencia.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Ya que las bases citan con claridad el deseo de estimular la creacción literaria y el diálogo entre autor y lector, tengo una propuesta para potenciar los objetivos y, a la vez, comprobar si se cumplen.
Como los seleccionados serán trece, propongo que los veinte (o si se presentan muchos, veintiseis u otro número sensato en función de los textos participantes) relatos mejor valorados por los lectores entren en una final. Como finalistas, los autores tendrán derecho a modificar y corregir sus textos antes de volver a presentarlos. Ahí se verá, de verdad, si el diálogo ha funcionado (o no) y cuánto de lo expuesto por los lectores en sus comentarios ha llegado a ser del interés de los autores.
Esos textos finalistas volverán a ser votados por los lectores y serán esos de los que salga la selección de trece, con la votación de 1/3 jurado popular y 2/3 jurado oficial, siempre con la mente puesta en que sólo un trabajo de cada autor podrá ser elegido. Menos trabajo para los jueces y más peso, aunque relativo, para los laboriosos comentaristas.
¿Tiene algo de sentido mi propuesta? ¿Es factible? ¿Mejor me callo porque estoy mucho más guapo en silencio, si es que semejante belleza pudiera ser humanamente posible?
Una propuesta interesante, sin duda. Le veo el problema que dices Sanbes: que se pierda el interés por parte del grueso una vez llegados a la segunda ronda. Por otro lado, ahora los comentarios y sugerencias han valido para dar un valor añadido a la antología publicada. En ella, los relatos no son exactamente como en el concurso, sino corregidos con las sugerencias de los lectores. Si los exponemos ya corregidos y mejorados, quitamos ese valor añadido al recopilatorio y le queda solo el sentimental (que no tiene por qué ser poco).
A valorar, en cualquier caso. A ver qué más pros y contras salen.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
¿Tiene algo de sentido mi propuesta? ¿Es factible? ¿Mejor me callo porque estoy mucho más guapo en silencio, si es que semejante belleza pudiera ser humanamente posible?
Hola, Olethros. Por supuesto que tiene sentido tu propuesta. Creo que el sistema puede y debe ir mejorando edición tras edición, con lo que ideas como la tuya son siempre bienvenidas. Personalmente, esta en particular no desearía verla implantada. Explico por qué.
Por un lado, es cierto que sería interesantísimo apreciar la evolución de un relato tras las críticas y consejos recibidos, pero no comparto eso de que dichos cambios sean los indicadores absolutos de si ha existido o no diálogo entre autor y participante. Porque es eso, diálogo, y el autor puede estar de acuerdo con lo que se le dice, tanto como podrá respetar y agradecer las sugerencias pero rechazarlas por creerlas erróneas o poco convenientes. Hablo de casos en los que se comenten enfoques, cambios en la trama, etc. Obviamente burro se escribe con "b" y un sobretodo es un abrigo. Tampoco es raro que existan comentarios de compañeros que sean contradictorios. Unos ven poca acción, otros demasiada; a unos les parece que el mayordomo asesino sobra, a otros les parece lo mejor del cuento. Que luego el autor hiciese caso a uno o a otro no significaría necesariamente que lo que ha dicho el otro no le interese. No me gustaría, al fin y al cabo, que esa segunda ronda consistiese básicamente en un "a ver si Fulanito ha hecho los deberes" y en un posterior "Fulanito es un desagradecido que no me ha hecho ni caso".
Por otro lado, esa segunda ronda estaría justificada si los cambios fuesen de gran importancia y tuviesen lugar en la mayoría de relatos. No tendría tanto sentido, creo, si en veintidós de los veintiséis relatos que pasasen a siguiente ronda las diferencias fuesen cuatro erratas o faltas corregidas y poco más, con lo que las variaciones en las notas serían mínimas. Una variación mínima puede terminar siendo clave en algunos casos, por supuesto; sobre todo para esos relatos que se cuelan o se quedan fuera de la selección de publicados por los pelos, pero se trataría de casos puntuales y excepcionales que no sé si justificarían que se alargara el chicle de la competición, tal y como ha dicho Sanbes, con el riesgo asociado de que a muchos participantes les parezca tedioso y se bajen del carro.
Para finalizar, para mí es clave que los jueces lean todos los relatos presentados. No veo necesario quitarles carga de trabajo; están más que dispuestos y capacitados para comerse el plato entero, y en caso de que hubiese avalancha de participantes o que por circunstancias personales se les venga el plazo encima, siempre podrían concedérseles, como medida excepcional, una semana o dos extra. Puedo entender el encanto que destilaría una primera ronda con voto exclusivamente popular, pero también veo lo descorazonador que sería que ni siquiera lleguen a leerte los jueces oficiales y, por qué no decirlo, lo conflictiva que podría llegar a ser dicha ronda en general.
Pienso exactamente como Invierno. No sé, esa mecánica le haría perder frescura, suena como examen final obligado, sería redundante :/
Yo estoy de acuerdo con lo dicho por mis compañeros. Entendería el cambio si los relatos fueran inamovibles, pero como a dicho Patapalo, se permite que la versión definitiva que se publica en la antología haya sido retocada y hasta alargada, así que no veo la necesidad.
Lo mismo. Por las razones expuestas, especialmente dos de ellas:
1. Las opiniones de cada lector son algo subjetivo (salvo lo que apunta Invierno de ortografía y gramática. Y aun así, el peso que se concederá a cada error en la valoración final será decisión personal de cada uno). Muchas veces opuestas entre sí. Y, a menudo, simplemente cuestión de gusto o estilo. Por otra parte, como autor creo que uno tiene que tener soberanía total sobre su obra. Que diga exactamente lo que quiere decir, y de la manera en que elija. Debe ser libre de aplicar o no los consejos o sugerencias recibidos. Porque, de todas formas, el lector ya ha juzgado su obra y la ha puntuado según sus criterios.
Como lectora, también veo opiniones sobre textos ajenos que son contrarias a la mía. No me gustaría ver esos textos alterados o cambiados contra mi gusto. ¿A quién debería entonces hacer caso el autor, a mí, o a los que piensan de distinta manera? Yo creo que a ninguno. Tener en cuenta lo que se le dice y aplicar únicamente lo que de verdad crea que mejorará su trabajo, no lo que le pueda hacer ganar más votos.
2. No creo que aplicar o no cambios propuestos por los lectores sea índice del diálogo entre lector-autor. Para mí ese diálogo tiene otras finalidades. Por una parte, y en efecto, feedback entre ambos, que un autor pueda ver cómo se percibe su trabajo, y el lector pueda ver qué pensaba el autor o qué "mensaje" quería enviar, y por qué adopta ese estilo, esa forma, para contar su historia. Pero por otra, igual de importante para mí, ese diálogo versa sobre literatura y conceptos que tenemos sobre ella, pudiendo usar ejemplos concretos; y también sirve para intercambiar y ampliar conocimientos, teorías y conceptos del mundo en general. (Ambicioso, sí Pero ciertamente se ha dado. Yo he salido de aquí con referencias que no imaginaba ).
Edito: Repetido por el énfasis que le he puesto
El éxito del diálogo entre autor-lector no puede medirse por cuánto influyen las opiniones del último en el trabajo del primero.
La inclusión de esa final en la que se presentarían historias ya conocidas por todos, pero modificadas y corregidas de acuerdo al diálogo existente, convertiría un certamen o concurso en un taller literario, y los lectores y jueces en esa última fase deberían prestar toda su atención a los detalles corregidos, no las historias en sí, ya conocidas.
Para mí, el éxito del diálogo autor-lector del certamen Polidori reside en la propia interacción.
Entiendo las reticencias, de verdad, pero que conste en acta que no he dicho en ningún sitio que a los relatos finalistas se les debiese votar comprobando las correcciones aplicadas (o ignoradas); sólo he dicho que, con ese sistema, se podría ver si funciona o no el diálogo.
Ni siquiera había pensado en algo como "Ah, que no ha puesto la importantísima coma de caracter que le indiqué yo, que tanto sé y que tan poco presumo de saber. Pues se va a enterar este escritorzuelo con la mala nota que le voy a dar".
Pero entiendo las susceptibilidades del autor, en serio, y con vuestros comentarios veo ahora la potencial problemática que podría surgir.
Sin embargo, me siento mal porque no habéis contestado a la parte más importante de mi pregunta, escondida entre las divagaciones. ¿Creeis que es humanamente posible ser más guapo de lo que ya soy?
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP
Entiendo las reticencias, de verdad, pero que conste en acta que no he dicho en ningún sitio que a los relatos finalistas se les debiese votar comprobando las correcciones aplicadas (o ignoradas); sólo he dicho que, con ese sistema, se podría ver si funciona o no el diálogo.
En este sentido, se puede comprobar el éxito o fracaso del diálogo entablado con los relatos seleccionados ya publicados en papel. Muchos están corregidos de acuerdo a los comentarios recibidos.
Pero entiendo las susceptibilidades del autor, en serio, y con vuestros comentarios veo ahora la potencial problemática que podría surgir.
Esto te honra, pero me temo que la segunda ronda de votaciones podría convertirse en algo similar a la frase que has escrito. Y aunque la mayoría no actuara así (que no lo haría) sí que creo que les costaría seguir actuando como jurado. ¿No me he leído ya la historia? ¿Tengo que volver a léermela prestando atención a las erratas? Porque la mayoría de los que hacen de jurados populares son autores que participan y no tienen voluntad (ni oficio) de correctores o críticos como Dios manda.
Por eso argumentaba la comparativa con un taller literario. Que no es nada malo, pero no es un certamen y es, para bien o para mal, mucho menos atractivo.
Yo no he conocido un casco de guerra tan guapo como tú.
jajaja eres un legionario invisible de lo más majo.
OcioZero · Condiciones de uso
Me estás llevando controvérsica o algo ¿no? jajjajjajajajja
No sé, creo que en el momento en el que decides enseñar tu trabajo al público, has de prepararte para recibir opiniones negativas, muy negativas y peores, si no mal vamos.