Pesadilla
—¡Quítamelos! ¡Quítamelos! —gritaba Ender, tratando de arrancarse el alzacuellos de su uniforme.
—Despierta amigo, estás soñando otra vez con los insectores —exclamó Petra.
Ender abrió los ojos.
Sudaba.
—Esta vez eran los captcha —musitó.
Angel exterminador
— Tú no puedes juzgarme.
— Y no lo hago, yo solo soy el mensajero —espetó Callahan, mientras blandía su espada de fuego, apuntando justo al alzacuellos.
Se acabó el cuento.