Discordancias en un mongol
El cuerpo del desorientado guerrero menguaba a cada paso en el desierto del Gobi, de tal forma, que la sombra de su cuerpo hacia muchas leguas que lo había dejado atrás, riéndose de él en señal de venganza.
Discordancias en un mongol
El cuerpo del desorientado guerrero menguaba a cada paso en el desierto del Gobi, de tal forma, que la sombra de su cuerpo hacia muchas leguas que lo había dejado atrás, riéndose de él en señal de venganza.
Yo, yo, yo... lo sé. ¿Es el huevo, Doña Margarita?
Venganza
Varios sentimientos de rencor bien maduros, una pequeña porción de pretendida justicia, dos cucharadas de voluntad de hacer daño, una buen chorro de obsesión y sal para que escuezan más las heridas. Se tritura bien y se pasa por el chino para que quede bien fina. Sírvase muy fría.
A fuerza de pintar con los dedos su sangre se tornó acuarelas y un manto de grafito envolvió su corazón multicolor.
Suicidio por un imposible
Encontraron el cuerpo pendiendo de una viga, junto a la perfección en mármol que había plasmado con su cincel. Tan bella, tan perfecta.
Tan fría, parecían decir los ojos ausentes del escultor.
He inventado algo sobre mí mismo que va más allá de mí mismo. Moebius no está detrás, sigue una existencia paralela a la mía.
La fuerza del arte
El escultor realizó una representación tan realista del general que pronto aparecieron algunas arrugas en el rostro de mármol. Con el tiempo la estatua se fue encorvando hasta que apenas pudo sostener el sable. Entonces derribamos la dictadura.
Por si acaso, no te cruces conmigo.
EL PODER
Las pocas veces que el dictador se sentía triste, sacaba de debajo de su cama de baldaquino el maletín nuclear, lo abría, se arrodillaba ente él y se quedaba contemplándolo, mudo de felicidad.
Me bebí tu vida
Busqué la felicidad en una copa sin fondo. Olvidé fechas, nombres; olvidé quererte. Una noche te abracé, te dije que se acabó, que ya no más. Pero tú eras un peso inerte, y en tus ojos solo quedaba el brillo verde de la botella vacía.
Siempre es agradable conocer caras nuevas
El run run de los estómagos hambrientos
Nunca imaginé el verdadero significado de la nada hasta que abrí la nevera. Allí la encontré en todo su esplendor.
Necrópolis
Ventanales de alabastro, columnas marmóreas, escalinatas de granito y lápidas de bronce labrado. Las osamentas, mayestáticas, salen de la piedra en macabro homenaje al monarca difunto, incapaces, no obstante, de igualar el esplendor de Ella, la muerte.
En un rincón, una brizna de hierba pasa desapercibida.
Bienvenidos al Circo Dragosi
EPÍLOGO
Arrellanado en el sofá ante el televisor, ordenó una vez más a su mujer que le trajera una cerveza bien fría, sin advertir que la tenía justo a su espalda, empuñando el atizador con ambas manos.
Amor
Tras muchos meses imaginando, deseando aquel momento, escribiendo versos, notas, regalándole flores del parque y chupa-chups, sus labios le supieron a gloria. Un temblor recorrió su ser y perdió la noción de todo. Arrebolado, descubrió que no había sido dueño de sus manos cuando volvió en sí del bofetón.
Plas
Si me despierto tarde, bofetón.
Si me quejó de la comida, bofetón.
Si no hago los deberes, bofetón.
Si llevo la camisa por fuera, bofetón.
Si no le doy la paga, bofetón.
Bofetón
Ya le habíamos puesto mote al maestro y no era por su capacidad de seducir.
Quiero ser canalla y vividor. Aún más.
Talento derrochado
Le seducía la idea de pasar a la posteridad, por eso escribió novelas, pintó cuadros, ascendió grandes montañas, se alistó en las Brigadas Internacionales… Afligido por no conseguir su propósito, se armó con una pistola para dispararle a Dios. Error, porque éste ordenó censurarlo antes de morir.
Yo, yo, yo... lo sé. ¿Es el huevo, Doña Margarita?
Hasta que la muerte os separe
Sintió el dolor afilado y vio el brillo metálico alojado en su estómago.
Ella no le tenía miedo. Ya no… pero lo leyó en sus ojos demasiado tarde y su mano cortaba el aire en la que sería su última bofetada.
He inventado algo sobre mí mismo que va más allá de mí mismo. Moebius no está detrás, sigue una existencia paralela a la mía.
Reliquía
Pujé el máximo por aquella mano incorrupta:
–… a las tres. Queda adjudicada al poseedor del número ocho esta incomparable reliquia.
No pude resistir el impulso de poder destruir el arma ejecutora de aquella tropelía contra Gilda.
A fuerza de pintar con los dedos su sangre se tornó acuarelas y un manto de grafito envolvió su corazón multicolor.
En blanco y negro
Cuando subí a la habitación, ella me esperaba sentada en la cama. Llevaba el pelo suelto y un vestido transparente. Se acercó hasta mí y me dijo: Tú me odias, Johnny. Cuando iba a besarla, el director gritó: ¡Corten! Y todo recuperó su aburrido color original.
Por si acaso, no te cruces conmigo.
¿Pecado original?
Adán mordía del fruto prohibido mientras ella sonreía con malicia. Nunca le gustaron las manzanas, aunque adoraba el delicioso sabor de los labios de su ángel guardián. Ya era hora de que aquel compañero, impuesto, abriera los ojos.
La carnicera
Desde que te fuiste, mamá, la gente me quiere más. Me tratan con cariño y, cuando les atiendo, siempre me dicen que tengo tu voz y tus gestos. Si supieran que también tengo tus ojos en el congelador…
"Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa." (C. Baudelarie)
Sevilla
En verano no había más remedio: la abuela tenía que meterse en el congelador para evitar derretirse, como le pasó al abuelo. Y es que aunque mi madre era feliz con nuestra nueva vida, nuestra ascendencia finlandesa tenía un precio.
Al pasar la parca
Caronte guarda con celo cada moneda de plata obtenida de las almas que suben a su bote para cruzar el río. El viejo barquero aún no ha perdido la esperanza de saldar su deuda, regresar al mundo y navegar en aguas más clementes.
Siempre es agradable conocer caras nuevas
LA CUEVA
Suplicó para que le exculparan. Había aprendido la lección, no lo volvería a hacer. Otra oportunidad, sólo necesitaba eso: algo de clemencia.
-Qué aburridas son estas ejecuciones en vivo, Pepe.
-Uf, sí, siempre lo mismo. Cambia al canal de los indigentes, que hay más variedad.
Eficacia probada
Aquella variedad de maíz lo soportaba todo: plagas, heladas, sequías, inundaciones... Todo, menos la competencia. Tardó menos tiempo en acabar con la biodiversidad de la zona de lo que duraba la exclusividad de su patente.
Bienvenidos al Circo Dragosi
EL INVENTOR
Todavía no se habían ideado las patentes cuando un día un humilde agricultor inventó la rueda. Pero al ver tamaño artilugio el sumo sacerdote lo declaró brujo, disponiendo que lo ataran de inmediato a ella y abandonándolo a su suerte para que fuera pasto de las alimañas.
El amor es ciego, o no.
Ella era la única en todo el pueblo que no apreciaba que su Faustino era una alimaña, pero por el contrario, se sentía dichosa por ser la elegida para disfrutar de sus secretos noche tras noche.
Yo, yo, yo... lo sé. ¿Es el huevo, Doña Margarita?
Noche Buena
La cesta de navidad les había cambiado la vida. Ahora, a la luz de las velas, contemplaban el hueso como símbolo sacralizado de tiempos mejores.
He inventado algo sobre mí mismo que va más allá de mí mismo. Moebius no está detrás, sigue una existencia paralela a la mía.
El engaño blanco
Somos los amos cuando hacemos del mundo un baño sucio con el pestillo echado: los pasos de cebra que llenan el espejo nos llevan al otro lado de la calle; allá donde vosotros nunca llegaréis.
Venganza
Varios sentimientos de rencor bien maduros, una pequeña porción de pretendida justicia, dos cucharadas de voluntad de hacer daño, una buen chorro de obsesión y sal para que escuezan más las heridas. Se tritura bien y se pasa por el chino para que quede bien fina. Sírvase muy fría.
Palabra: llegaréis.
Nací libre y moriré libre.
Palabra: llegaréis.
Nací libre y moriré libre.
Venganza
Varios sentimientos de rencor bien maduros, una pequeña porción de pretendida justicia, dos cucharadas de voluntad de hacer daño, una buen chorro de obsesión y sal para que escuezan más las heridas. Se tritura bien y se pasa por el chino para que quede bien fina. Sírvase muy fría.
Palabra: llegaréis.
Este humilde Dragón se alegra de que te haya gustado su micro y se muestra agradecido, Arturo
Palabra: llegaréis.
A fuerza de pintar con los dedos su sangre se tornó acuarelas y un manto de grafito envolvió su corazón multicolor.
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Chico tímido
Estaba junto a la puerta. Era tan bonita, me hubiese muerto allí mismo por ella. Al irme acercando noté sus nervios, su mirada huidiza, un saludo comenzando a brotar de sus labios. Cuando me di cuenta ya estaba fuera, maldiciéndome y sin mirar atrás.
Quiero ser canalla y vividor. Aún más.
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