Presión
En pocos años habían convertido la atmósfera afable laboral en un infierno de presiones y prisas: Un hormiguero absurdo donde ya ni se reconocían. Cuando sus hijos iban a verlos al trabajo huían despavoridos. Tal era la monstruosidad en que se habían convertido sus rostros.
El gran golpe
Tardaron tantos años en planearlo, tan meticuloso debía ser el plan, que cuando decidieron llevarlo a cabo, el banco llevaba cerrado más de diez años.
... y si de viejo me arrepiento... deja al menos que llegue a viejo.