Fun, fun, fun
La cordialidad acudía siempre envuelta en bellísimas sonrisas de pega, pero nunca estaba invitada a los postres. Este año, sin embargo, no hubo sentimientos rotos; sólo huesos.
—¿Qué ha ocurrido aquí? —preguntó el médico de urgencias, boquiabierto.
Respondieron a coro, como una familia unida:
—Es Navidad.
La Razón, Parte II
Dije aquí mismo que te daba la razón porque no la tenías. Y tú, tonto como pocos, te creíste el ganador de la discusión.
Somos mentira.
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