Venganza
- Pronto morirás. ¿Una última voluntad?
- Recuerda mi nombre, te estaré esperando.
Venganza
- Pronto morirás. ¿Una última voluntad?
- Recuerda mi nombre, te estaré esperando.
Fe
Esperaba tanto de los demás que, irremediablemente, estaba condenada al desespero.
La vida es un juego de estrategia
Plantón
Desespero hoy y mañana que lo haga él.
Lo que haga él me jode a mí: saber que mi espera es más larga que el momento que tendremos juntos entristece a mi reloj y a mi autoestima.
Somos mentira.
Paradero
Junto a mi dignidad y cariño, al otro lado de la cuneta. Ahí está mi autoestima. Justo donde la arrojaste.
La vida es un juego de estrategia
Se arrojó a las vías del tren para que éste llegara a tiempo a la estación de su muerte.
Somos mentira.
Coherente
Murió como había vivido: con indecisión. La peor parte se la llevó el tórax, en su intento por evitar el golpe a última hora.
La vida es un juego de estrategia
Psicópata
La muerte es mi socia desde que le proporciono cuerpo calientes.
Compensados
Ella ardía por debajo de las costillas, a él se le escurría de ahí hacia el pantalón.
La vida es un juego de estrategia
La decencia
Hasta que no le pusieron el pantalón al espantapájaros las mujeres tenían prohibido acudir al huerto.
Puerto
El huerto del tuerto acabó por estropearse cuando cayó muerto en una pelea.
La vida es un juego de estrategia
Simbiosis
La pelea fue preciosa y horrible o viceversa: acabó con tres dientes rotos, un esguince de tobillo, una fractura de peroné y quinientos dólares en mi bolsillo. Caí justo cuando me lo dijeron. Soy el puto amo o todo lo contrario.
Somos mentira.
Fracaso
El vecino de arriba se cansó de estar debajo y me pidió un cambio de postura. Como yo me cansé de él, le propuse el salto del tigre. Imagino que arañaría el asfalto tras mi morboso empujón.
Somos mentira.
¿Por qué no te callas?
Aquella chica era tan estúpida que se enamoró de ti.
Somos mentira.
Abordaje II
Los cactus no fallan
Puede que me fallara la luz de mi flexo para mirarte bien; puede que, saliendo afuera, me fallara la luz de la luna que robé para ti. Pero una cosa tenía clara: los pinchos del cactus son perennes.
"Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje..."
Permanencia
En el trayecto me preguntaba, como lo hice muchas veces, si esas calles que son testigos de toda mi vida serán también testigos de toda mi muerte.
Yo no soy esa
Hereo de tebeo
Es tuya la culpa, tu me has hecho así y ahora mi presencia, plana, en papel, en blanco y negro, fracasada en cualquier caso, te resulta penosa y dolorosa a partes iguales.
Sé valiente, si lo eres, coge la goma y borramé, pero sabes que ya para siempre habitaré tu mente.
Recuerdo
Entre el porotito hecho nariz y su boca de fresa, un leve surco vertical.
La huella que el ángel dejó en el instante mismo de nacer, sellando la memoria del paraíso dentro de su ser.
Suspira, cada suspiro hace obra en mí y me permite intuir el paraíso aquel.
Adan y Eva
Al paraiso aquel, del que huímos perseguidos por un Dios, no volveremos nunca -dijo Adán.
-Estoy de acuerdo- Estábamos presos de las normas, rodeados de tentaciones prohibidas; era insoportable.
-No pises el jardin -dijo él.
-No me mires las tetas -contestó ella.
Dios les miraba desde arriba y.... no entendía, no entendía
TORRE DE BABEL
Utilizaban la misma lengua pero no hablaban el mismo idioma, por eso las palabras, muy dignas, se fueron en busca de un lugar donde poder demostrar lo que eran capaces de hacer.
https://elrastrodelapalabra.blogspot.com
Decision
Hacer o no hacer nada, ese había sido siempre el dilema.
Durante años no había hecho nada pero... ahora... todo había cambiado: estaba embarazada.
Empezó a incorporar un nuevo ingrediente en las comidas, a él le siguieron gustando, ella estaba por primera vez feliz cocinando para él.
Mientras el niño crecia en su interior. Cuando lo tuviese, todo estaría resuelto
Varios pájaros de un tiro
PALABRAS EN EL CIELO
Sebastián estudió durante años astrología. En cuanto terminó su propia carta astral encargó una mortaja.
Mar Horno
Amor
Siemrpe le había despreciado, pero ahora al verle tan guapo y elegante, se enamoró perdidamente de él. Lloró desonsoladamente sobre su ataud, era demasiado tarde.
Yo soy la Justicia... en MegaCity One
OcioZero · Condiciones de uso
Etapas
Después del libro descatalogado empezó a encontrar todo lo que había perdido perdiendo el tiempo.
La vida es un juego de estrategia