Se inaugura un nuevo reto. Como dije, aquí están las diez palabras nuevas:
sátrapa, ceporro, obradera, contubernio, musgo, crisol, espadaña, perverso, cacofonía, seso
DIVIÉRTANSE :)
El texto debe tener alrededor de 500 palabras, dentro de las cuales deben estar presentes las diez anteriores señaladas en negrita. El plazo para colgar los textos es de dos semanas.
¡Suerte a todos!
¡Me cago en diez! Ni con bola de cristal, ni frotando la joroba de Quasimodo me salvo de ésta. Sí que lo has puesto dificil. Me pido "Caballito blanco".
LAS ÚLTIMAS PALABRAS DEL EFEBO
Ovidio Recaredo siempre había pensado que su florido nombre tenía un aspecto connotativo de déspota, que le recordó mucho esa tarde a algún sátrapa del que hablaba el libro de su hijo de quince años, el cual él mismo le regaló con cariño y emoción. Ciertamente, el matiz de ceporro de la España profunda no lo tenía en absoluto su nombre, que cuando menos sonaba glorioso y cuando más, solemne y marcial. Su tierra estaba demandando un caballero del más respetado linaje. El mundo me necesita y yo alzaré mi espada con forma de espadaña, eliminando cualquier rastro de contubernio ignominioso, indecente e impío, pensaba nuestro humilde personajillo.
Se sentó en el musgo y pensó en todas las batallas que había vencido y en todas las que tenía que salir como victorioso y con cierta fama más. Para ello pergeñó de una forma algo rudimentaria un plan que tenía mucho de perverso. Cómo se podía siquiera pasar por la cabeza de algún herrero trabajando con el crisol la herradura de la suerte de su estirpe. Quería decir con esto que no comprendía el analfabetismo imperante y su no logrado plan de rescate. Mandaba huevos el asunto.
Ovidio Recaredo urdió el plan más perverso: propuso condecorar a todo aquel que osara desafiar a la magna lengua y decir en quince minutos un texto sin ninguna cacofonía, sin ningún lapsus linguae del que se pudiera arrepentir el concursante. Las normas estaban muy claras: quien no pasara la prueba sería castigado de la forma más denigrante que se le ocurriera al alguacil de turno.
Esta prueba llevaba haciéndose en aquel territorio desde antes de la invención del día de la anchoa. Cuentan los viejos gurús que los padres de los padres de los abuelos de sus ancestros lo hacían con tal dedicación que meses más tarde erigían un monumento rememorando tales momentos honrosos e inolvidables. Fue en este punto de la historia cuando Ñanduzame contó que su abuelo fue castigado con ser lanzado a los cocodrilos de una forma directa y sin escrúpulos. A lo que replicó Sisturubu que eso no era nada comparado con lo que le hicieron a su bisabuelo (según le contó su bisabuela cuando vivía) y es que al pobre lo pusieron en medio de una manada de hienas hambrientas.
Una risa floja empezó a sonar desde algún punto del poblado y era el efebo Staurocenutrius que asustó a medio centenar de personas alborozadamente relinchando como un caballo semental montando a una hembra deseosa.
― Yo, el más joven del pueblo, te reto, Ovidio no sé qué.
Y comenzó a hablar impresionando por doquier mirara la gente anciana y llegó a la última frase y dijo así:
― Pue me parece que me sá’ olvidao el final del chiste, mire usté; ―dijo mientras se rascaba los genitales impúdicamente.
En esto, un rinoceronte que pasaba por allí actuó de juez universal e incontestable: lanzó una obradera de sesenta kilos y con moscardones verdes hacia la cara pasmada del joven, el cual perdió el seso de por vida.
Tengo una duda: ¿Es obradera y no obradora? No encuentro esa palabra, por ningún sitio. Gracias.
Gracias Jane, acabo de caer en la cuenta. Es una auténtica obradera de más de setenta kilos la que acabo de hacer: iba a colgar el texto ya, pero con la palabra obradora, lo cual cambia todo... 
. Tengo que volver a rehacerlo con lo bien que me había quedado.
Saqué la definición de la RAE, así que después de todo, resulta que los españoles tenemos una manera fina de decir que nos estamos cagando vivos
. Y ahora mi aportación:
GEMELOS
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Quiso el destino azaroso, cruel y perverso convertir el seno de una madre en un crisol inexplicable de caracteres y aptitudes que ni el más sabio de los estudiosos ha sabido nunca dar esclarecimiento alguno.
De la misma simiente y del mismo seno vinieron dos hermanos gemelos tan dispares entre ellos como el musgo y la espadaña.
Igual que estas dos plantas sólo tienen en común el reino vegetal al que pertenecen, los hermanos sólo tenían como vínculo de semejanza personal: pertenecer a la especie humana.
Uno era todo un sátrapa, hombre sagaz dónde los hubiera que demostraba gobernarse con una astucia y una inteligencia que sobrepasaba el entendimiento de los sabios que lo estudiaban.
El otro personalizaba la otra cara de la moneda. Un ceporro, la persona más torpe e ignorante que pudiera imaginarse cualquiera. Hasta el habla era disonante, una verdadera cacofonía que se oía confusa e inarmónica frente a la combinación perfecta y elocuente de los elementos, de las palabras que su hermano usaba en su oratoria para transformarlas casi en arte.
Tal era la diferencia entre la utilización del seso de ambos, que hasta un simple diagnóstico médico se veía condicionado por semejante rareza: mientras uno padecía una vulgar diarrea, al otro le era diagnosticada con la palabra obradera.
Pero, a pesar de las diferencias abismales, lo que traía de cabeza a los sabios que se enfrentaban al caso, era que ambos hermanos disfrutaban de un contubernio perfecto, como si fueran dos piezas que encajaban a la perfección. Dos partes complementarias que formaran un todo sublime.
impecable Jane, me has dejado sin palabras. Me voy a poner las pilas... ¡Vaya relatos!
UN MAL DÍA LO TIENE CUALQUIERA
Definitivamente no habíamos elegido el mejor día para aquello. Marisa y yo, habíamos acordado iniciar el contubernio en mi piso de soltero tras años de noviazgo, la misma mañana en que la terrible obradera zarandeaba mis intestinos obligándome a expulsar entre retortijones y desagradables efluvios todo lo que mi vientre quería desechar. Yo haciéndome el machote, había fingido sentirme bien y acepté encantado la propuesta de hacer una excursión por el monte vecino. La alegría de tener a Marisa conmigo no era fingida desde luego, pero me costó trabajo mantener la compostura a lo largo del paseo.
Al final, no pudiendo aguantar más, decidí alejarme un poco del sendero por el que íbamos, con la pareja de amigos que nos acompañaba. Encontré un buen sitio, junto a unos matojos y pequeñas rocas que estaban adornadas con musgo. Usé como escudo, para no ser sorprendido en tal comprometida postura, un grupo de espadañas que crecían alrededor de aquella laguna. En mi mente imaginaba a mis amigos y a mi novia, confabulados en una especie de acuerdo perverso intentando capturar el momento, tan desagradable para mí, con una foto. La prolija imaginación de mi seso, por la que siempre me he caracterizado, me atormentaba también pensando cómo se divertirían luego a mi costa tachándome de cagón, cagueta y de ceporro por no haber contado desde el principio que no me encontraba bien. Me prometí a mí mismo que eso no pasaría: debía actuar con la astucia de un auténtico sátrapa y derivar la atención a otros temas. Sabía de todos modos que no iba a resultar fácil la tarea, porque mi vientre se notaba terriblemente juguetón y ésa, sin duda, no sería la última parada.
Cuando regresé junto a ellos, sus miradas me hicieron tartamudear, como me sucede siempre que no me siento seguro, y mi habla torpe se convirtió en la vergonzante cacofonía, que me delata cuando estoy nervioso. Marisa se dio cuenta de inmediato que algo no andaba bien; me apartó a un lado e intentó hablar conmigo, interesada por saber qué me pasaba. Contraje el rostro al mismo tiempo que un nuevo espasmo me retorcía las entrañas. Aguanté el tipo como pude. La respondí con evasivas, incapaz de mirarla a los ojos sin sentirme infantil por mi sospechosa actitud. Quise besarla para tranquilizarla, pero no pude. Manu, unos metros por delante gritaba nervioso instándonos a que corriéramos. Señalaba a un objeto que estaba escondido entre algunas zarzas. Bajamos a investigar, creo que fue el rato que más tranquilos estuvieron mis intestinos. Alguien, no recuerdo quién, dijo que se trataba de un crisol, lo cual era probable dado que estábamos cerca de lo que había sido una forja hacía años.
Fuere como fuere, aquel descubrimiento debió de alguna manera mística que no comprenderé jamás, sincronizar nuestros organismos, porque de inmediato regresábamos todos a casa con el alma en un puño por ver quién llegaba antes al baño.
Me han descubierto! jaja sí, soy de la Atenas Suramericana: Bogotá. Sin embargo, acá nadie, nadie, nadie utiliza la palabra OBRADERA para referirse a una diarrea. Sólo que una persona con la que vivo dió por accidente con ella en un diccionario de sinónimos y antónimos y pues voilá, aún hoy me sigue divirtiendo.
Los relatos hasta ahora me han gustado bastante, el ultimo me hizo mucha gracia, me reí desde la tercera línea hasta el final.
Queda poco más de una semana, vamos a ver qué resulta.
Saludos ultramar a todos
Ya se va a acabar el plazo y sólo hay tres aportaciones. Necesito opiniones, alguien tiene ganas de participar y no lo ha hecho aún? o cierro y elijo a un ganador?
yo voy a poner este relato y quiero sus opiniones 
A ti amor
Te añoro tanto que me rebano los sesos tratando de encontrar las palabras arraigadas en mi corazón de este perverso deseo de quererte estando con alguien, mi verdadero amor, mi primer amor que esta con ese ceporro que abusando de tal sátrapa te encandila, te mima con sus regalos mientras yo varado en la calle te expreso mis sentimientos y me dices que no, que sería contubernio, demasiado grande es esa palabra para ti, cuyo amor por el esta clavado como el musgo en la roca o la espadaña en el suelo que tratando en vano de sacarlo no puedo
Ahí aquel que contigo esta que lo retaría a cualquier cosa con tal de tu amor incluso a una cacofonía de esas que te sabes que a mí se me dan fatal, todavía recuerdo el día que me lo presentaste cual puñal al rojo vivo me hincaste en mi quebradizo corazón solo de recordarlo me entra obradera de palabras vulgares contra su persona
Aun recuerdo cuando te lo dije cual estúpido era al contarte que mi corazón no dormía pensando en ti, solo de ver aquella funesta reacción me entrar ardores como si estuviera en un crisol y allí me gustaría encerrarlo por ti mi amor
Hasta el próximo lunes entonces?
Incluso hasta yo me puedo animar a escribir algo, sólo para ver qué tan jodidas están las palabrejas.
abrazos
sátrapa, ceporro, obradera, contubernio, musgo, crisol, espadaña, perverso, cacofonía, seso
Antes de empezar, acalro el significado que uso de algunas de las palabras, ya que algunas tienen varios significados que son casi opuestos:
Sátrapa: 2. m. coloq. Hombre sagaz, que sabe gobernarse con astucia e inteligencia
Obradera: 1. f. coloq. rur. eufem. Hond. y Nic. diarrea.
Contubernio: 3. m. Alianza o liga vituperable. También Cohabitación ilícita.
Espadaña: 2. f. Planta herbácea, de la familia de las Tifáceas, de metro y medio a dos metros de altura, con las hojas en forma casi de espada, el tallo largo, a manera de junco, con una mazorca cilíndrica al extremo, que después de seca suelta una especie de pelusa o vello blanco, ligero y muy pegajoso. Sus hojas se emplean como las de la anea.
Crisol: 2. m. Ingen. Cavidad que en la parte inferior de los hornos sirve para recibir el metal fundido
Y ahora ya puedo empezar...
Su andar seguro, su respiración tranquila, pero en especial aquellos ojos vivos y brillantes hacían inevitáble reconocer en Juan a un hombre hecho a sí mismo, con mundo a sus espaldas y cuidado de sus actos. Todo un sátrapa. Su torso bien definido y su hablar seco y viril, pero siempre impregnado de una dulzura oculta le hacían parecer un Dios a sus ojos. Ni tan siquiera la cacofonía de voces que llegaba desde más allá de la arboleda conseguía sacarla de su ensimismamiento. En sus brazos se sentía derretir solo para caer sobre él otra vez, igual que el hierro fundido cae en el crisol de los hornos: endeble, abrasador y peligroso. Peligroso. Sabía que aquella unión, el contubernio en el que se habían metido presos de un amor imposible les daría problemas. Aquella casa oculta entre espadañas y recubierta de musgo no les ocultaría mucho tiempo de los ojos de su marido. Sin embargo no iba a consentir que aquel ceporro la separara de él. Lo había pensado mucho, con cuidado y había llegado a la conclusión de que solo su muerte la haría libre. Era un acto perverso, impropio de una dama de su posición, mal visto a los ojos de Dios y muy arriesgado. Sin embargo su marido nunca sospecharía, hacía tiempo que había cambiado el seso por el vino y esa sería su perdición. Un poco de veneno para ratas y el muy imbecil caería pronto víctima de una repentina obradera. Y mientras seguiría soñando en aquellos brazos, derritiéndose sobre las caderas su hermoso hijo.
Es cierto. Ya le llegó la hora a este cuento. Creo que nadie más participará...
en breve, los resultados del duelo...
¡¡¡Ya era hora !!!!!!
Las últimas palabras del efebo de Jspawn:
Me perdí, total e irremediablemente y aún después de releerlo varias veces no encontré la relación entre la 1ª y la 2ª mitad del texto. Lo siento.
Gemelos de Jane Eyre:
Aún no puedo creerme lo que me ha salido 
Un mal día lo tiene cualquiera de Sechat:
La obradera como protagonista jajjajaj, sin embargo el crisol me parece una entrada demasiado forzada y llama demasiado la atención. El conjunto me gusta porque es una escena sencilla y bien descrita.
A ti amor de loloz:
Creo que es el texto que ha quedado más artificial de todos. Se trataba de introducir las palabras con cierta naturalidad y me parece que lo has conseguido con muy pocas de ellas. Supongo que deberías haberle dado una vuelta más.
Sin titulo de Coon:
¡¡Incesto!! Texto genial porque me parece muy difícil dar un giro sorprendente al relato cuando se está tan pendiente de que las palabras encajen bien. Si estuviera en mi mano, el reto sería tuyo.
AcaColaboren con la supervivencia del duelo. ¡Sugar, elige el ganador de una vez!
Por favor 
Prongo que si de aquí a cinco días Sugar Free no ha aparecido para dar su veredicto, Pilpintu como moderadora haga de juez.
Yo voto que si, pero por tres nada más, al fin y al cabo, hace semanas que sugar ya se hubiera podido presentar.
Comentarios:
Gemelos: Lo vi un texto demasiado expicativo y además, un gemelo no puede tener tantas diferencias notables físicas, pero sí psíquicas. El musgo y la espadaña tienen miles de diferencias, por tanto, el símil no es nada conveniente aquí.
A ti amor: ¿Te has planteado revisar los textos? Lo digo porque está muy mal puntuado y con dejadez en la escritura, hasta el punto de que se truecan letras o son comidas por arte de magia.
Un mal día lo tiene cualquiera: Un texto muy natural, divertido y que cumple a la perfección con las normas. Me ha gustado especialmente la interpretación de las fuerzas telúricas que apuntas al final, Bravo.
Sin título (De Coon): Una buena historia; si bien encuetro algo forzado o precipitado el final con el hijo; unos pocos detalles me lo habrían dejado más claro. Aunque claro, dejarlo así con suspense tienes sus logrados efectos. Una cosa, lo de la "cacofonía de voces" está muy cogido por los pelos. Si el narrador estaba lejos de allí dudo mucho que sea verosímil decir que sea eso una cacofonía, pues el término se usa básicamente en gramática. Yo habría puesto un término como "algarabía" o "estruendo".
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Joer... Este va a estar díficil...
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