Un relato de Relator
El cortejo cruzó la calle entre vítores y cantos proclamados desde los balcones. Llevaban sobre un estandarte el botín que con tanto esfuerzo habían buscado y finalmente conseguido. Se dirigieron sin apuro al palacio real, donde otra comitiva, integrada por los rangos más altos de la ciudad, los esperaba con esas sonrisas desdentadas tan particulares. Tras recibir el presente, pregonaron unas cuantas palabras al pueblo, hablando de esperanza y otras cosas que pocos podían comprender.
En los bares, los más críos hacían chocar sus copas y agitaban las cucharas en el aire imitando las proezas que debían haber realizado los guerreros para conseguir el ansiado tesoro. Mientras en las esquinas se reunían los sabios que, degustando la nata más sublime, criticaban duramente el éxito de la cruzada. Los más audaces, de tanto celebrar, se atrevían a burlarse airosamente de sus bigotes de crema.
Finalmente, fue presentada la ofrenda al rey, que lleno de emoción rasgó la envoltura y descubrió perplejo su obsequio. El gran salón enmudeció esperando una respuesta de su majestad.
-¡Ornitorinco, yo pedí un ornitorinco! -gritó con rabia.
Desenfundó su imponente espada de caoba, aquella con la cual había enfrentado a temibles brujas y dragones, y le atinó un golpe certero al siervo más cercano quien, dramáticamente, cayó al suelo y tuvo que seguir el desenlace final tan solo de reojo, como el reglamento lo ordenaba. Los niños se miraban unos a otros sin comprender la situación, y sin saber a quién culpar sobre lo acontecido.
Aún se podían escuchar por todo el castillo los alaridos del inocente médico, encerrado en una jaula de diminutas dimensiones para un hombre de su estatura.
Un relato simpático y sencillo, tal vez demasiado sencillo. Es casi un chiste más que un relato. Creo que le podrías haber dado una vuelta de tuerca, quizás ampliar el escenario y la escena, para darle más cuerpo dentro de la misma línea humorística. En cualquier caso, una lectura agradable.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.