Durante los últimos tiempos muchos foreros han estado hablando de eso de "escribir para vivir". Que se viva de escribir, como fuente principal de ingresos. Otros, entre los que me encuentro, no coincidimos con esa percepción idílica. Algunos porque creen que para vivir de sus obras tendrían que hacer aquello que no les gusta. Otros... otros porque pensamos que nos ocurriría lo mismo que a Steph Swainston:
http://www.independent.co.uk/arts-entertainment/books/features/steph-swa...
Resumiendo para aquellos que no leen en inglés: Swainton ganó varios premios con su primer libro, traducido al español ("El año de nuestra guerra", en Bibliópolis). Ha escrito tres más, con considerable éxito de venta. Vive de escribir. Y lo deja.
Lo deja porque no puede aguantar la presión de tener que estar conectada 24 horas al día, pendiente de los fans como buena escritora 2.0. Lo deja porque no puede aguantar el ritmo editorial de "un libro al año" (otros tienen 2) y porque piensa que eso baja la calidad media de las obras. Y va a volver a ser profe de química en un instituto.
¿Deja de escribir? No. Deja de ser escritora, como ella dice "No sé si publicaré otro libro, pero si lo hago será en mis términos". Creo que justo lo que ella describe, me pasaría a mí si pudiera vivir de escribir.
Puedo alcanzar a comprender a qué tipo de presión se encontraba sometida esta buena mujer, haciendo cierto ejercicio de imaginación. Escribir parece un trabajo idílico, sobre todo por la visión romántica que se tiene del oficio; pero creo que la realidad está muy alejada.
Llevo unos seis meses dedicándome en exclusiva a escribir, por llenar mi tiempo hasta que encuentre trabajo de nuevo, y no es para nada un trabajo fácil. Y eso sin fechas límite, o sin la presión de saber que mi sustento depende de lo que escribo…
(Claro, que de ahí al "sufrimiento creativo" tan cacareado va un abismo, claro.)
Publicar una novela al año ya me parece todo un reto, sobre todo si se busca un nivel de calidad y complejidad alto, que sería lo deseable.
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