Swainston is also unhappy with the "book a year" ethos of modern publishing: "Publishers seem to want to compete with faster forms of media, but the fast turnover leads to poorer books, and publishers shoot themselves in the foot. And it's as if authors have to be celebrities these days. It's expected that authors do loads of self-publicity – Facebook, Twitter, blogs, forum discussions – but it's an author's job to write a book, not do the marketing. Just like celebrities don't make good authors, authors don't really make good celebrities."
Totalmente de acuerdo. Uno de los problemas que veo a esto de la "profesión" de escritor es que en el pack parecen haberse incluido muchas cosas que no tienen nada que ver con la literatura (y que a mí, personalmente, me desbordan un poco).
Si me ofrecen lo mismo por escribir, sin compromisos, sin fechas, sin limitar a quién puedo enviar mis relatos cuando no quiero cobrar por ellos, sin cerrarme puertas por ser un autor profeesional, claro que sí. Evidentemente esta oferta no existe, así que disfruto de mi escritura como algo que acompaña a mi "trabajo oficial".
Este es un punto que veo importante: ¿qué pasa con el resto de cosas que escribo? Porque como se señala en el artículo, el mercado literario tiene muy delimitado qué se puede hacer y qué no, y los contratos de exclusividad están ahí. ¿Qué pasa con el resto de la producción, de la que haces por placer? Porque a mí no me importa dedicar una jornada de ocho horas a redactar el producto X con las especificaciones Y, porque escribir en sí me divierte y es ejercicio para luego, pero ¿y si me bloquea o coharta el resto de mi trabajo literario? Yo con eso no podría.
Luego está el tema de cumplir los requisitos, porque como dice Ángeles, así en caliente, sí, todos escribimos bestsellers románticos paranormales (sobre todo si nos hemos bebido unas cervezas antes de hacer las declaraciones), pero ¿a la hora de la verdad? ¿Seríamos capaces?
Mira, a ver quién recoge el guante: ¿nos animamos a escribir un relato breve de literatura juvenil romántica paranormal y vemos qué opinan los lectores? (doble guante para los que dicen que una novela es más trabajo que un relato :-) Por mí como si la propia Ángeles nos pone las condiciones como si fuera esa hipotética editora que nos va a dar 30.000 euros al año (A mí con 10.000 me sobra, por otro lado).
Lo de la formación, como comentaba Ángeles, es una gran verdad. Hace poco dejaba caer Eximeno un comentario por Facebook sobre la pésima imagen que destila un editor o un agente cuando te manda mails plagados de faltas ortográficas, o cuando en su website te encuentras auténticas aberraciones lingüísticas. A mí me ha pasado, y ufff, qué mal rollo, te quedas pensando "¿¿el pavo éste me va a evaluar mi texto??". Extensible, sin duda, a los escritores. La formación nunca está de más, y la humildad para reconocer las propias limitaciones.
http://labibliotecadelmercenario.wordpress.com/