Hombres cabra, bestias, cornudos, gors... poco importa cómo se los denomine. Al final, cabezas duras ¡y un magnífico juego de penetración!
Las bases del complicado arte de hacer volar cosas en una dirección concreta en Brutal Ball
No son, en efecto, lo que se dice el jugador ideal de Brutal Ball, pero, por algún motivo, se obcecan en saltar al terreno de juego ¡y nadie se lo impide!
No demoniaca, sino de balón, claro...
Ni tan siquiera la muerte, ni el paso de los siglos, es capaz de mantener alejados a los jugadores de raza de los terrenos de juego...
Lo primero que aprende un jugador de Brutal Ball es a sujetar un balón; después, solo después, se le enseña a sobrevivir.
Por mucho que hagan ver lo contrario, estos hermosos y distantes comeflores adoran jugar al Brutal Ball
Un campo de Brutal Ball no es como un sembrado de minas... ¡sino algo mucho peor!
Grandes, violentos, vanidosos... ¿en serio alguien creía que se iban a perder la fiesta?
El delicado arte de saber dónde poner los pies para no morder el polvo en una arena de Brutal Ball...
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