Hace mucho, mucho tiempo, en un lugar muy cercano, la elección de juegos de cartas se reducía a la baraja napolitana y los juegos de las familias. Algunos niños de la época debemos tener alguna espina clavada al respecto, porque seguimos ideando juegos que reutilicen el “poco” material disponible y escribiendo artículos nostálgicos antes de peinar canas.