A principios del Siglo XIV, la Orden del Temple ha sido aniquilada por la Santa Inquisición. Es en ese momento cuando nace la historia de Wolfgang Stark, uno de los pocos Caballeros de Dios que ha sobrevivido; un alma errante que se impondrá a sí misma la ardua tarea de peregrinar por el mundo, luchando contra el pecado y la tiranía.