Novedades Marvel febrero-abril 2012 IV

Lincoln vs robots nazis, Odín a cabezazos con Galactus y los parisinos, de piedra

Vengadores Secretos 13-15

Nick Spencer rellena los números de esta colección dedicados a Miedo Encarnado con historias centradas en miembros de este equipo que tienen un interés desigual. Mientras que la de la Bestia resulta más llamativa (siempre lo es ver cómo un estatua de Lincoln destroza un robot nazi gigante), las otras resultan más anecdóticas.

Tras Spencer llega el Huracán Warren Ellis dispuesto a hacer de las suyas en un puñado de números siguiendo el espíritu de su Global Frequency. El primero de sus episodios, que narra cómo los Vengadores Secretos se adentran en una ciudad subterránea que fue construida por el Imperio Secreto es, quizás el mejor cómic unitario de la editorial en este último año. Un Ellis arrollador.

El Poderoso Thor 10-12

Lo que aventurábamos la última vez que hablamos de esta colección se confirma ahora: Fraction se ha puesto las pilas y en esta saga de Asgard contra Galactus todos los actores principales de la serie (los habitantes de Broxton, Loki, Odín y, por supuesto, Thor) crecen en desarrollo dramático. Pero, además, esta historia es espectacular como pocas: no suele verse cómo le rompen el casco a Galactus de un cabezazo, y menos aún dibujado por Coipiel. Interesantísima.

X-Men: Legado 74-76

La saga Legiones perdidas es un apéndice a lo narrado en La era de X. Magneto, Pícara y compañía ayudan a Legión a buscar a sus pocos poderes que se han hecho independientes y campan a sus anchas por el mundo. El hijo de Xavier sale muy reforzado de estas dos aventuras y puede considerarse el gran legado (ejem) que Mike Carey deja tras todos estos años en la serie. Otra cosa es que sus sucesores estén a la altura.

No obstante, queda una historia más que el guionista de Lucifer quería contar en X-Men: Legado. En Diez kilómetros al sur del universo, los protagonistas van a la búsqueda de Kaos, Polaris y el resto de la tropa mutante de los que poco sabíamos tras los eventos cósmicos narrados por Abnett y Lanning.

Los 4 Fantásticos 50-52

Mientras la mayor parte del universo Marvel está a tortas con la Serpiente y sus huestes, Reed Richards y los suyos andan metidos ellos solos en la Guerra de las Tres Ciudades que venía anticipándose desde que Hickman se hizo con la colección. El fregado que se ha montado es de aúpa, con los supervivientes del consejo de Reeds Richards medrando en cada bando y un cónclave de malvados clásicos ayudando a Los 4 Fantásticos a salvar el mundo. En fin, un momento un poco complicado para engancharse a la colección. Claro que solo el cielo sabe por qué no habrías de engancharte a semejante etapa cuando tuviste la ocasión.

Vengadores: La Cruzada de los niños 6-8

Si al hablar de Miedo Encarnado en un artículo anterior comentábamos que dicho evento necesitaba más páginas para madurar y era víctima de su propia naturaleza, con La Cruzada de los Niños pasa al revés. Es también una víctima, pero por elongación. Charlas, peleas y arreglos innecesarios del Vengadores Desunidos de Bendis se suceden no se sabe muy por qué, cuando un Roger Stern (o un Hickman, no hacía falta remontarse tan atrás) lo habría solucionado en un par de entregas. Ay, si no fuera por los estupendos dibujos de Jim Cheung...

Invencible Iron Man 13-15

La brutal pelea de Iron Man con la Gárgola Gris poseída por La Serpiente en París es, sin duda, uno de los momentos más impresionantes de todo Miedo Encarnado. Tras ella, Tony Stark acudirá a Asgard para que Odín le ayude, no sin antes hacer un sacrificio que, a buen seguro, traerá cola en los próximos meses.

Mientras, Rescate y Acero de Detroit intentarán hacer frente a la Gárgola Gris. Junto con los Vengadores de Bendis y la Patrulla-X de Gillen, uno de los complementos más importantes de Miedo Encarnado.

Patrulla-X 75-76

En efecto, otro de los títulos relevantes durante el evento anual. Juggernaut, mucho más imparable que de costumbre al haber sido poseído, él también, por los poderes de La Serpiente, se acerca pasito a pasito hacia San Francisco sin que Cíclope ni ninguno de los mutantes de Utopía pueda hacer nada por evitarlo. Aunque quizás ese ruso que desciende a los infiernos pueda hacer algo al respecto.

Kieron Gillen sigue dando a la colección un aroma muy millariano, ayudado por esos calcos de Greg Land tan espectaculares como, en ocasiones, impúdicos.