Cuando uno es afortunado y tiene suerte en la vida, tiende a imaginar cómo va a ser todo de perfecto, todo lo que irá encontrando por el camino. Las cosas luego no salen perfectas, ni mucho menos. De hecho, se parecen poco a lo que uno pensaba. ¿Creías que tu imagen podría estar en carteles enormes de películas? Tal vez no podías... no era para ti. No eres buena. "Quizá no quería, en el fondo", te dices, y a otra cosa, mariposa.