Otro fracaso del neoliberalismo

...aquí en mi tierra es que ha pasado algo curioso, yo lo llamaría karma o justicia divina. Resulta que, al ser Culiacán una ciudad llena de especuladores por su naturaleza agropecuaria wannabe (está llena de agricultores, ganaderos y constructores que se quieren hacer ricos de la noche a la mañana), la mayoría de los ramos de las grandes industrias están hasta el cuello de créditos. Pues bien, de un tiempo para acá, una camarilla de los empresarios más pudientes de la zona Noroeste accedieron al gobierno local por medio de influencias con las cámaras industriales y demás colegas. Ahora que se ha disparado la crisis, consientes de su situación, la mayoría de los empresarios se acercaron al gobierno local para poner las cartas sobre la mesa y evitar el naufragio económico. Pues los hombres a quienes ellos pusieron en el poder, en vez de regalar créditos a diestra y siniestra a sus compinches, decidieron de una vez por todas sacudir el mugrero y barrer a las cucarachas: diseñaron un plan de salvamento por medio de créditos otorgándoselos (sí, escuchen bien) a las micro y pequeñas empresas, y dejaron que sus adinerados camaradas se hundieran con todo y bote. Así, Sinaloa es uno de los pocos estados de México en que los desempleados y liquidados de las grandes empresas al borde de la quiebra tienen para comer decentemente, y les sobra para pagar colegiaturas y alguna mensualidad de tarjeta de crédito y habitación.

...nunca le había dado las gracias a un especulador, pero estos señores han hecho que se me salga una lágrima.