Pues resulta que me he dejado el cargador del móvil en casa de Haplo, y como no me presta recorrer los casi seiscientos kilómetros que separan mi casa de la suya, he decidido armarme de valor e improvisar uno sobre la marcha.
Tenía un cargador de Nokia en casa. ¡Uhm! Quizá sean compatibles. Pero meeec, la entrada no lo era. La entrada del ídem es demasiado angosta y el que tengo tiene una clavija más gorda que los penes que a Mauro han penetrado, por lo que he tenido que hacer magia.
Así que tomé papel Albal, lo pegué a un cacho de celo (para que fuese conductor por un lado y aislante pr otro) y eso envolvería la clavija central, en forma de tubito. La coloqué cuidadosamente en el móvil mientras crimpé un par de cables con unas tijeras oxidadas. Dispuse un cable fuera del tubito y otro dentro. Parece que se mantenía sólo. ¡Tachán! Pegué los otros dos cables al cargador y ¡chas! chispazo en el móvil, a tomar por culo, seguro que se quemó todo y ahora me tengo que comprar un móvil nuevo majagüendiós.
Pero no, aparece un dibujito en el móvil que pone "cargando", quizá no esté tan estropeado. Hoy a la noche, veremos si he hecho un buen invento.
http://www.youtube.com/watch?v=keATV1YuNZc