Batman, luz de gas
Reseña del particular cómic de Brian Augustyn y Mike Mignola, en el que el héroe de Gotham se enfrenta, nada menos, que a Jack el Destripador
Como parece inevitable en los personajes carismáticos, Batman se ha visto abocado a protagonizar aventuras de todo tipo y calaña, algunas más afortunadas que otras. En este caso, con un guión de Brian Augustyn nos encontramos una propuesta bien peculiar: ¿y si Batman no fuera un héroe de la “actualidad”, sino de la época victoriana? (Luz de gas, gaslight en inglés, hace referencia a la instalación de los primeros alumbrados públicos masivos en las grandes ciudades durante el siglo XIX, los cuales se componían de redes de farolas de gas).
Partiendo de este escenario decimonónico, no es de extrañar la elección de la trama. ¿Qué personaje lunático y terrible sería un buen adversario para este caballero de la noche? Tópico, pero eficaz sin duda, Jack el Destripador se perfilaba como la opción natural. Y, para qué vamos a decir el contrario, funciona.
Para que el invento fuera por donde tenía que ir, tenían que conjugarse varios elementos, el principal de los cuáles, sin duda, es que no se sabe realmente cuál era la identidad del famoso asesino de Londres. Gracias a ello, se puede tejer una nueva historia de intriga introduciendo al particular hombre murciélago y, cómo no, trasladando la acción a la indispensable Gotham.
Obviamente, para que una aventura como ésta adquiriera la magnificencia necesaria y su ineludible tono siniestro, hacía falta un dibujante con un fuerte carácter y que se moviera a gusto en cócteles como éste. Sin duda, Mike Mignola fue una elección más que acertada: sus trazos vivos y sugerentes, sus juegos con las sombras y la expresividad de sus escenarios dan la profundidad que la obra requería, permitiéndose, incluso, algunos toques magistrales.
De este modo, con una premisa peregrina y algo manida, un guión que consigue encajar las piezas a la perfección, y un buen peso pesado como dibujante, tenemos una mezcla en la que podría haber salido de todo, pero que, para bien de los lectores, dio a luz un cómic más que entretenido.
La trama, aunque de una relativa complejidad, discurre bien en el breve espacio de sus cuarenta y ocho páginas, las cuales se disfrutan largamente gracias a los dibujos de Mignola y a la habilidad narrativa de Augustyn. Los guiños a la archiconocida historia de Batman se resuelven con elegancia, evitando caer en lo grotesco pero sin dejar los huecos que los fans más acérrimos hubieran acusado (después de todo, ¿qué gracia tendría coger a Batman y llevarlo al siglo XIX si luego no fuera realmente el Batman de siempre?).
Bien es cierto que el planteamiento hubiera dado todavía más de sí, y que resolver el complejo misterio planteado en tan poco espacio deja una ligera sensación de precipitación que, no obstante, se salva por la buena ejecución del trabajo. No obstante, creo que el objetivo de la obra no era, ni más ni menos, que hacer una breve incursión fantástica. Y, qué duda cabe, es realizada con maestría.
Así, tenemos una historia curiosa, bien construida tanto a nivel argumental como a nivel estilístico, que a unos dejará con ganas de más, y a otros les brindará una lectura entretenida, sin más pretensiones.
Sinopsis
Un asesino legendario ha llegado a Gotham City: Jack el destripador. Será necesario una nueva leyenda para derrotarlo: El Señor de la Noche. Una historia imaginaria de Batman, de la mano de Brian Agustyn y Mike Mignola en la que el hombre murciélago deberá aprender a sobrevivir desde el infierno.
Autores
Brian Augustyn es un guionista y editor de cómics nacido en 1954. Durante los ochenta y los noventa trabajó para DC cómics, donde se encargaba de las series The Flash, Justice League e !mpact Comics. Como guionista, ha desarrollado títulos como Batman: Gotham by Gaslight, The Flash, Imperial Guard, Out There, Crimson, y Mega Man. Su trabajo se vio reconocido con el Wizard Fan Award al mejor editor en 1994. Actualmente trabaja como editor para Visionary Comics Studio.
Mike Mignola nació en California en 1960. Es dibujante y guionista de cómics, y también ha trabajado en proyectos de animación como Atlantis: The Lost Empire o la adaptación de The Amazing Screw-On Head. Empezó su carrera en 1983 ilustrando cómics como Daredevil y Power Man & Iron Fist para Marvel. Después de algunos trabajos primerizos para DC Cómics, Mignola se encargó de algunos trabajos mayores, como Cosmic Odyssey o Gotham by Gaslight, el cual inspiró el concepto "Elseworlds".
Al principio de los noventa, continuó trabajando con Marvel y DC, y en la adaptación a cómic del clásico de Bram Stoker “Dracula” para Topps Comics después de haber trabajado como asistente de Francis Ford Coppola en su película homónima. A partir de 1994, Mignola empieza a trabajar en personajes propios, dando a luz a Hellboy, que sería publicada por Dark Horse Comics, y que constituiría su consagración como autor.
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