Recuperación de relatos de "El pozo:estadio letal"

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asavar kul
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Pequeña introducción: Trata de un torneo que se realizó entre personajes en ociojoven,unos narradores hacían el combate en sus casas y colgaban el resultado,transcurre en una isla gobernada por un poderoso mago y protegida por un elfo medio asus medio druchii que está un tanto loco y es potentísimo.Asavar es un señor del caos,un imperial renegado que a los 16 años perdió a su familia en una incursión del caos,se enrola en el caos para conseguir poder y vengarse, combatía(en al final) junto a sus lugartenientes agrael y epheron contra otro señor del caos y su lugarteniente(baturn y randuk) Landin es el bretoniano campeón del anterior torneo,y deragaar un vampiro campeón de la primera edición. La legión negra son los guardianes de élite de la isla Espero que os guste

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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La final:

Batun y Randuk VS. Asavar Kul II,Agrael y Epheron

El torneo llegaba a su fin,así que ningún espectador quiso perderse el combate que enfrentaría a los dos mejores equipos de la Isla,en el que sería el mayor baño de sangre de sus tristes vidas.
La hora elegida fue las 12 de la noche,pero a pesar de haber aumentado(de forma obviamente mágica)el aforo del coliseo a casi 150.00 personas cuando cayó la noche el estadio estaba a rebosar.
Se oían murmullos,pues el Señor de la Isla dijo que prepararía un campo de batalla especial,así que poco antes del comienzo se corrió la lona que cubría la superficie de combate para poder observar cómo los contendientes combatirían en un pequeño terreno volcánico rodeado de lava incandescente.
El ambiente era sobrecogedor, cuando los tambores dieron el duodécimo golpe las puertas de hierro se abrieron a la par que se encendían las antorchas.
De la puerta sur salieron Baturn y Randuk,Baturn tenía su habitual aspecto impresionante,a lo que contribuía su enorme espadón procedente de las forjas del mismísimo infierno,montaba su corcel negro,en su armadura de color ébano se reflejaban las luces titilantes de las antorchas.Detrás de él iba Randuk,que a pesar de no imponer tanto como su señor montaba un imponente carruaje de hierro y madera,mientras sostenía con orgullo un blasfemo estandarte con multitud de runas ondulantes y calaveras que alababan a los Dioses Oscuros.
Por la otra puerta salió montado y en cabeza Asavar Kul II.En su indumentaria destacaba su armadura de evidente manufactura imperial pero adaptada a sus más de dos metros de altura y su magnífico mazo que manejaba en la diestra,Averno Aullante,formado por un trapecio de de mithril oscuro revestido de pinchos y un largo mango de acero negro ,mientras que en la zurda llevaba su recio escudo de acero.Tras él salió Agrael con su característico yelmo cubierto de runas relucientes que le proporcionaba una impresionante velocidad para manejar el rojo espadón aserrado de gigantescas proporciones que requería de sus dos manos para moverlo y por último apareció Epheron,portando el escudo comemagia que había salvado la vida de sus compañeros en distintas ocasiones,escudo que sólo tenía una pega:su portador y sus problemas de incontinencia.
Baturn y Asavar cruzaron sus ojos rojos en una mirada de puro odio que heló los corazones de todos los espectadores e hizo enmudecer al estadio,tan intensa que no hubo espectador al que le pasase desapercibida.
Rompiendo el silencio sepulcral Randuk lanzó un gutural grito de guerra y espoleó los caballos de su carruaje hacia Asavar,que cuando intentó contraatacar se quedó embelesado mirando el estandarte de su rival,así que el carro arrolló a su caballo.Sin embargo Asavar era un guerrero curtido,así que cuando se percató de lo que se le venía encima se apartó de un salto,hizo de tripas corazón al ver a su caballo destripado y asestó un golpe tan brutal al lateral del carro que lo hizo astillas,partiendo el eje por la mitad y alcanzando a Randuk de forma que lo empotró contra el suelo en el proceso.
Mientras tanto Baturn se había dirigido hacia Agrael y Epheron,pero cuando se preparaba para asestar un golpe a Agrael brilló su yelmo y se movió como un rayo para seccionar los cuartos delanteros de la montura del señor del caos,pero éste al igual que Asavar no era ningún novato,así que se las arregló para caer de pie y con suficiente equilibrio como par empezar a soltar golpes a diestro y siniestro,forzando a Epheron a proteger a su compañero.Sin embargo a pesar de que ninguno de los dos paladines estaban a la altura de su rival cuando luchaban juntos se complementaban a la perfecció,haciendo que Baturn se pusiera a la defensiva en cuanto empezaron a coordinarse,ya que mientras Epheron detenía todo con el escudo Agrael propinaba un aluvión de potentes golpes diagonales con su sable que el señor del caos,sin las propiedades mágicas de su arma,se veía en apuros para parar.
Randuk se había repuesto bien,así que se lanzó sobre Asavar todo lo rápido que pudo,procurando ondear el estandarte para distraer a su rival.A pesar de que Asavar era más diestro el susodicho estandarte de Randuk igualaba la balanza,pero eso no evitaba que al paladín le hormigueasen los brazos cada vez que detenía a Averno Aullante.En poco tiempo la resistencia física comenzó a pesar,cosa que el señor del caos aprovechó para imprimir más ritmo a sus golpes y empezar a usar el escudo también como arma ofensiva abriendo las defensas de su rival con él,cosa que permitió lanzar un potente golpe al tórax de Randuk,que le fracturó más de la mitad de las costillas a la par que lo mandaba volando hasta caer en la lava haciendo estallar al público en rugidos de satisfacción mezclados con los gritos agónicos de Randuk,que se cocía en su propia armadura.
La espada de Agrael se coló entre las defensas de su rival pero cuando atravesó la armadura se vio repentinamente repelida,los Dioses Oscuros protegían a Baturn,que comenzaba a cansarse del jueguecito,así que pasó a la acción atizando un barrido con la pierna que derribó a Agrael e hizo crujir sus piernas para después saturar las defensas de Epheron con una amplia gama de golpes de ida y vuelta a distintas alturas,y cuando en esa marea de tajos el escudo de Baturn se estrelló contra la cara de su rival Epheron claudicó,totalmente desbordado y con los brazos entumecidos por las continuas paradas,lo que propició que pronto regueros sanguinolentos cruzasen su pecho.Sin embargo,cuando el señor del caos iba a propinar el golpe de gracia un aserrado sable se interpuso,Agrael volvía a estar en pie,pero ya no estaba fresco,acusaba el peso del arma y su compañero poco podía ayudarle,ya que tenía el cuerpo destrozado y plagado de hemorragias tanto internas como externas.Entonces es cuando el señor del caos estaba en su ambiente,dominando,mientras que Agrael sólo sobrevivía gracias a la velocidad sobrenatural que le otrogaba su yelmo.Los ojos de los espectadores no podían apartarse del continuo balanceo de las armas,soltando algún “ooooh” cuando un contendiente dejaba un hueco y vítores cuando ese hueco era cerrado por una parada extraordinaria.Agrael seguía dando guerra,y hasta consiguió atravesar las defensas de su rival en varias ocasiones,pero todos los cortes que infligía a Baturn eran meramente superfciales.Entonces,a pesar del instinto de supervivencia de Agrael el señor del caos demostró que no sólo era más grande,sino más experimentado así que fue arrinconando a su rival contra la lava,y aunque éste echó el resto la mera fuerza de los golpes del señor del caos lo hizo retroceder,inexorablemente,hasta que sus pies no tocaron tierra firme y cayó al río de lava mientras el público gritaba enfervorizado.
Ya estaban solos,Baturn y Asavar Kul II,cara a cara los dos mejores luchadores del torneo y paladines predilectos de los dioses del norte.
-Me han dicho que eres un renegado del Imperio-Dijo Baturn
-Sí-
-Creo que se me bien tu historia,pobre de ti,arrasaron tu pueblecito y acudiste al Caos en busca de poder para vengarte de los que hicieron eso a los tuyos,qué altruista-comentó sarcásticamente Baturn
-Mi pasado no es cosa tuya-respondió secamente Asavar
-¡Claro que lo es!YO soy tu pasado,¿quién sino dirigió la incursión a tu pueblo?¿quién sino quemó las casas y cultivos?¿quién sino mató a todos …excepto a ti,el úncio pobre diablo al que dejamos vivir para que divulgase la noticia,aunque veo que preferiste tomarte la justicia por tu mano,y tu historia no ha pasado desapercibida a los ojos de los Dioses Oscuros.Los hombres del Impero no deberían asentarse tan cerca de mi territorio,aunque no sabes como disfruté oyéndoles gritar,ardiendo vivos…
Con un rugido de pura rabia animal Asavar cargó y lanzó un torrente de golpes.Averno Aullante se cruzó con el sable de Baturn,al fin encontraba un arma arma del mismo calibre.Los escudos se golpeaban mutuamente,pero ambos aguantaban.Hasta el espectador menos perspicaz se daba cuenta de que combatiendo eran como dos gotas de agua,y eso a Asavar no le gustó.
-Vamos,de qué te enfureces,mírate,seguimos el mismo camino... Herr Schneider-soltó Baturn en tono picajoso
-Ese ya no es mi nombre-
A continuación Asavar y Baturn volvieron a cruzar sus armas formando una jaula de acero.El público estaba sudoroso,ya que la temperatura iba en aumento,pero si los luchadores lo notaban no daban la más mínima muestra de ello.
Baturn tomó las riendas lanzando un rodillazo contra la espinilla de su rival,que perdió la concentración una fracción de segundo,tiempo más que suficiente para que se llevase un tremendo tajo en el hombro,pero su armadura absorbió la peor parte del golpe.Baturn,aprovechando que Asavar estaba desequilibrado lanzó un cabezazo a las costillas,el crujido sonó como el tañido de una campana,más de una se había roto,pero el antiguo comandante imperial recuperó el equilibrio rápidamente,y tras soltar dos relampagueantes golpes que dejaron una estela verde soltó su escudo,se apoyó en la mano libre y a medio giro de una voltereta lateral pateó el rostro del señor del caos,lanzándolo contra el suelo bruscamente para recibir los aplausos del extasiado público.
Baturn se incorporó algo aturdido,un hilillo de sangre manaba por debajo de su casco,así que se lo quitó dejando a la vista un rostro extremadamente pálido y con unos ojos rojos que destacaban en su rapada cabeza.Lo que le sangraba era la boca,escupió al suelo y lanzó su escudo contra Asavar de forma tan rápida que fue incapaz de interceptarlo,provocándole un impacto en la espalda que le hizo arquearse de dolor.Baturn corrió hacia él e invirtiendo la empuñadura de su espada fue a clavársela en medio del pecho,pero su rival estuvo lo suficientemente rápido para no morir en el acto,aunque se vio clavado por el hombro en el suelo,entre los rugidos de alegría del enfervorizado público.Cuando Baturn se preparaba para asestar el golpe final,Asavar reaccionó pateando su cara repetidas veces,y mientras la nariz de su némesis crujía se sacó la espada del hombro entre gruñidos de dolor para incorporarse,mas había tardado lo suficiente para que Baturn también lo hiciese.
De nuevo los contrincantes cruzaron sus miradas en las que se leía el odio reconcentrado,la aversión de quien se mira en un espejo y no le gusta lo que ve,así que se lanzaron el uno contra el otro con la adrenalina disparada en su cuerp.Las armas dejaban estelas,negra la de Baturn,verde Averno Aullante,cada vez que chocaban saltaban chispas y relumbraban con más fuerza en un crescendo que hizo que acabasen brillando como luceros,desatando toda su potencia en busca de una mínima superioridad hasta llegar al punto de que el suelo empezó a agrietarse.Ambos señores del caos se movían de una forma nada acorde a sus voluminosos cuerpos y costaba distinguirlos en la maraña de tajos,desvíos y contragolpes,pero parecía que Baturn llevaba el mando,ya que las machadas costillas de Asavar hacían que cada respiración fuese un suplicio,así que al público no le sorprendio que poco a poco empezase a verse acorralado contra la lava.Baturn comenzó a imprimirle más velocidad a sus combinaciones de golpes diagonales de ida y retorno hasta que su rival,más cansado por la falta de oxígeno incó la rodilla en el suelo,su cuerpo había claudicado.Baturn vio entonces su oportunidad e imprimió un tremendo golpe con su puño izquierdo que hizo que Asavar se precipitarse a la lava,aunque no sin antes agarrar a su rival en un último esfuerzo,con lo que dejó a un público excéptico,no concebían la final sin ganador.
En la tribuna Landin miró al Señor de la Isla y dijo:
-Y ahora¿qué?-
El Señor de la Isla le miró con expresión serena y contestó-Tranquilo,tendrás tu duelo,un poco de lava no detendrá a ese par,no hace falta que mires tanto por su salud¿no ves que esta pelea no es sólo suya sino también de sus dioses?-El Señor de la Isla no se equivocaba,y entre vítores del público vieron dos pares de guanteletes alzarse,unos negros,otros plateados,y empujar con fuerza los enormes cuerpos de los señores del caos a la arena.Ambos presentaban un aspecto totalmente desastrado,de sus armaduras salía humo y Baturn tenía algunas quemaduras en la cara,pero sus deidades y su extraordinaria resistencia les había protegido.
-¿No me libraré de ti ni tirándote a la lava,eh Schneider?-gritó Baturn
Asavar contestó mientras alzaba lentamente la cabeza para mirarle a la cara-Schneider murió el mismo día que su aldea,yo sólo soy su odio y vivo para una cosa: cumplir la sentencia de muerte que dictaminé hace mucho tiempo.La tuya-
Ambos empuñaban sus armas,aunque los escudos se habían perdido.Asavar y Baturn trazaron cada uno un arco de arriba a abajo provocando un destello cegador que los tiró de espaldas,pero no tardaron en levantarse y volver a intercambiar golpes a tal velocidad que en vez de un repique se oía una música constante.Tan importantes eran las armas como el resto del cuerpo,pues ambos señores intercambiaban puñetazos.Asavar lanzó una magnífica combinación con sus puños que alcanzó a su rival en el rostro aturdiéndolo brevemente, suficiente para darle un brutal mazazo que detuvo con su brazo libre e inmovilizó a Averno Aullante para soltar un tajo con su sable,detenido a su vez por la mano libre de Asavar.Ambos rivales forcejeaban,el sudor corría por la frente de Baturn mientras que el pecho del otro señor del caos subía y bajaba como un fuelle.Poco a poco Asavar fue imponiéndose,y cuando estuvo en posición ventajosa lanzó una patada baja que derribó a su rival,para todo lo rápido que pudo hacer descender su mazo.Baturn rodó por el piso, pero el golpe le alcanzó en el hombro dando lugar a un espantoso crujido,aunque éste se levantó y tomó el arma con el otro brazo,ya que el derecho le colgaba inerte.
Entonces Asavar comenzó su ofensiva final,aprovechando que su rival estaba manco tomó la iniciativa lanzando un tajo con el fin de trabar y bajar las armas para aporrear con su puño izquierdo la cara de Baturn hasta que un chasquido y un reguero de sangre anunciaron la rotura de su mandíbula.Ensangrentado Baturn disparó su arma a la desesperada a las piernas de su rival,pero Asavar no cayó en esa trampa y de un salto lo esquivó para asestar un mazazo a las costillas de su antagonista.El público estalló en gritos al ver como las rodillas de Baturn tocaban tierra,pero fue sólo un momento y aunque hecho un cuadro se levantó,para ganar tiempo pateó la entrepierna de su rival a la par que le atizaba un codazo en la cara.Con ambos contrincantes algo aturdidos pero en pie el combate se reanudó y las armas volvieron a cruzarse.Los golpes cada vez eran más lentos,y si ambos se mantenían en pie era por pura voluntad.Asavar,decidido a tomarse venganza se lanzó adelante de nuevo y desbordó a Baturn con una serie de tajos diagonales,que previsiblemente fueron detenidos o esquivados,pero Asavar no buscaba un impacto,sólo mejorar su posición,entonces dio un empujón a Baturn alejándolo de él mientras trastabillaba,inspiró fuertemente,su pecho sonaba de forma extraña por las costillas rotas,se encontraba cansado,sus hombros estaban caídos y Baturn lo notó,así que se lanzó a la carga.Cayó en la trampa,Asavar sólo quería que se lanzase en línea recta contra él,así que con todas las fuerzas que le quedaban propulsó a Averno Aullante en un lanzamiento perfecto.El mazo giró varias veces en el aire y se estrelló contra el pecho de su rival empotrándolo en su armadura,hacíendole caer, y arrancando el arma de sus manos.El público contuvo la respiración.Asavar se aproximó con pasos lentos y seguros y extrajó su arma del pecho de Baturn,lo que hizo salir un chorro de sangre mientras una mueca cruzaba el rostro del caído señor del caos.Asavar se quitó el yelmo dejando ver un rostro ovalado,de pómulos altos,pelo corto moreno y unos ojos marrones que nadie diría que pertenecen a un adorador de los Poderes Ruinosos
-¿Es capaz Scheider de matar a un rival desarmado?-
-Yo ya no soy Schneider-contestó Asavar con voz gélida.
Todo pareció ir a cámara lenta.Averno Aullante ascendió y reflejó las primeras luces del día.El público miraba ansioso levantado sobre sus asientos.Averno Aullante comenzó su descenso,lento e inexorable hasta clavarse en el cráneo de Baturn,haciéndolo estallar.El público gritó como nunca,había ganador el torneo,gente lloraba,se había arruinado al fallar el pronóstico de su apuesta,otros bailaban por sucederles justo lo contrario,y entre tanto jolgorio una sonrisa de suficiencia y satisfacción cruzó el semblante del Señor de la Isla.
-Te dije,Landin,que tendrías rival,y yo que tú le tendría hasta miedo-
-No ha hecho nada que yo no haya logrado,cuenta con mi respeto,pero no con mi temor-
El Señor de la Isla con un sencillo conjuro amplificó su voz para hacerse oír entre la enardecida multitud:
-!El equipo ganador es el compuesto por Asavar Kul II,Agrael y Epheron!Entonces una flamante traca de fuegos artificiales explotó mientras dejaban estelas mágicas en forma de criaturas mitológicas multicolores.
Asavar ya comenzaba a retirarse cuando oyó una voz dirigida a él:
-Esto no se ha acabado señor del caos,aún te quedan obstáculos que superar y yo soy el primero de ellos-dijo Landin
-Lo se-fue la respuesta que recibió
-Pienso vencer y matarte,no dejaré vivo a un adorador de los Dioses del Norte-
-Yo ya puedo morir tranquilo-Acto seguido se dio la vuelta,los sanadores habían bajado a la arena y hacían su trabajo con Agrael y Epheron,el sol ya había ascendido hasta mostrarse entero,y con él relumbrando en su armadura Asavar salió del coliseo como vencedor de la tercera edición del estadio letal.

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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asavar kul
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¿-Que haces tú aquí...?
Saeras se revolvió molesto al notar la presencia del humano del humano al otro lado de la ventana.
-¿Tanto te molesta mi presencia, Landin D’Languille?
-Hace tiempo que no se te ve por aquí... Encontrarte sentado en el alfeizar de mi ventana es cuanto menos... Sorprendente. ¿Donde has estado?
-Eso no es de tu incumbencia humano... Mañana es la final...
-Si, ¿Acaso te interesa?-Landin miró con sorna al asesino que seguía sentado en un estrecho bloque de piedra a más de 90m del suelo
-Por supuesto... Quizá pueda combatir yo mismo de una vez... Siempre que me obligan a estar en esta isla me aburro, ni siquiera surgen disturbios de los que me pueda encargar, solo ogros y orcos borrachos, y no me valen la pena
-¿Viste combatir al Caótico?
-A los caóticos, tendrás que combatir contra todos.
-¡¿Que?!
-Exacto, eres el campeón del torneo, debes vencer al campeón del actual. En este caso, al menos... Quizá necesites mas ayuda que la de la Dama
-No oses...
-No oso, Landin D’Languille, caballero del Grial... A ellos les protegen los Dioses del Caos, a ti la Dama de Bretonia... No negare que la protección de una diosa sea algo loable- Landin vio como pasaba los pulgares por las runas de Isha grabadas en sus manos- Pero son muchos y poderosos...
-Venceré, con la bendición de la Dama sobre mi no puedo ser derrotado, venceré o caeré con honor... ¿Conoces alguna debilidad en la forma de combatir de los Caóticos?
-¿Es esto noble, poderoso Landin? –Una sonrisa cruzo el rostro del elfo mestizo- obviamente, hay bastantes, la forma de combatir de esos bárbaros deja mucho que desear... Los paladines menores no son rivales para ti, caen en fintas con facilidad, son relativamente lentos y además combaten a pie... El señor, ese tal Asavar-Kull, ya es un punto aparte... Quizá le vencieses quizá no. Por eso estoy aquí...
-No aceptaré ayuda alguna...
-Quieras o no, llevas puesto el yelmo de campeón-le corto el elfo-eso implica un poder que, por desgracia no sabéis utilizar... Parte de mi habilidad está ahí, parte de la habilidad de Deragaar también y mucho más. No seas inocente humano, tu solo... No puedes ganar.
-Pero...
-Me limitaré acumplir mi cometido, quizá ya he hablado de más... Haz lo que quieras después. De todas formas el Yelmo del Campeón jamás será portado por el Señor del Caos.
Me limitó a comunicarte que el Señor quiere verte, ahora... Y yo no le haría esperar.
Acto seguido el elfo se dejó caer hacia el vació, Landin no pudo evitar maravillarse de la habilidad del asesino mestizo.

Los corredores de la torre central estaban aún más concurridos de lo habitual a pesar de que la medianoche tiempo hacia que había pasado. Ingenieros enanos que discutían acerca del entramado de las gradas y de las runas para proteger a los espectadores; hechiceros elfos de todas las razas preparando encantamientos de todo tipo y, sobre todos, la inefable Legión Negra vigilando las habitaciones de los invitados por el Señor y aquellos visitantes mas acaudalados.
Subió hasta las estancias del Señor, y fue acompañado por varios de sus ayudantes a la sala del Trono...

El día amanecía sin nubes en el cielo, colas en las entradas del estadio central de la isla, peleas de borrachos y Legionarios Negros evitando los disturbios de mayor orden (una tribu de ogros con ganas de pelea) con brutal y gélida eficacia.
El hecho de que la final de las finales fuese a realizarse en el estadio en un principio desconcertó y decepciono a la concurrencia, pero los heraldos del señor que un combate así no debería perder lucimiento alguno por culpa del terreno. La mayoría se dio por satisfecha, los otros temían demasiado a los elfos acorazados de negro.

La final comenzó con Saeras exterminando a 50 orcos para disfrute del público, que pedía sus golpes de ejecución favoritos. Cuando el último pielverde cayó al suelo, el Señor entro en el estadio, seguido de sus colaboradores. No dirigió palabra alguna, se limitó a señalar al portón situado al sur, y el trío de guerreros del caos entro a la arena.
Gritos de ánimo, abucheos, humanos y bestias que mostraban banderas con la estrella de ocho puntas coreaban los nombres de los elegidos de los Dioses.

Del otro lado ondeaban dos pabellones Bretonianos. Uno, el emblema de L’Anguille, sobre el portal por el que habría de salir el Campeón, elegido del Señor de la Isla... El otro mostraba la imagen de un dragón rojo, atravesado por una espada que surgía de un lago...
Del primer portal salió Landin, a lomos de su corcel de batalla, ataviado con la Corona de Campeón... Por el otro portal, un guerrero de elevada estatura que portaba una espada roja... Un murmullo creció por el estadio, cuando la multitud reconoció al segundo jinete... Los espectadores susurraban:
-“Deragaar, el vampiro ha vuelto...”

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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-Ei!! escoria!! en pie...
La habitación donde "descansaban" los caoticos estaba practicamente destrozada, los muebles rotos, y llena de suciedad por todas partes. Epheron estaba tirado encima de los restos de un colchon empapado en orines, profundamente borracho y Agrael tirado sobre lo que en su día fuera un armario. Sin embargo, Asavr-Kull parecia mantener su dignidad y estaba sentado placidamente sobre un butacn de madera oscura.
-Como osas elfo...
-Calla escoria... Os tratare con el termino que me plazca.
Agrael se levanto empuñando la monstruosa cuchilla con ambas manos, el elfo se limito a echar atras su capucha mostrabdo la runa de Khaine que ardia en su frente, al tiempo que apoyaba la mano en la empuñadura de su espada.
-Dame un motivo caotico, y te aseguro que te matare con gusto...

-Basta!-Asavar se levanto del trono, Averno Aullante colgaba de su cintura- Di lo que tengas que decir elfo, y no provoques a mis guerreros.
-Hablaras cuando te lo permita, imperial...-las palabras del elfo calleron como un latigazo sobre el grupo de caoticos, Epheron incluso alzo la cabeza- El señor os eper...
Agrael se arrojaba sobre el asesino con el pesado sable sobre la cabeza, el problema era que el elfo ya no estaba alli... Escapando incluso al temible Yelmo de Incontables Ojos el asesino aparecio de la nada detras de Agrael y lo golpeo en la zona de la cadera con la palma, arrojandolo al suelo.
Se giro, ya con las dos espadas elficas en las manos y a su alrededor ahora parecia haber un aura de peligro y terror que paralizo a los paladines del Caos, solo Asavar se alzo en toda su enorme estatura, pero no alzo la terrible maza encantada.
-Elfo, di lo que tienes que decir y largate, antes de que se agote mi paciencia.
-Como decia-la sonrisa del elfo se torcio transformandose en una mueca de desprecio- el señor os espera en sus aposentos (agradeceria que la inutilidad porta escudos esa se lavase un minimo), para daros las indicaciones necesarias para mañana, vuestros rivales y demas estupideces, dado que en mi opinion el señor jmás deveria perder el tiempo con basura caótica...
-Voy a ganar en esa última batalla elfo, y hare que te arrepientas de tus palabras en la arena...
-Ahora escuchame bien caotico, tu a mi, de guerrero a guerrero. Nunca, nunca, un servidor de los poderes de la ruina portara sobre su frente la corona de campeón. Nunca un caótico obtendra un menor aprovechamiento de las habilidades que llevan intrinsecas.
-Pues tu portas la runa de un dios tan asesino como los nuestros-Observo Asavar con una sonrisa, en seguida se dio cuenta de su error...

La runa de Khaine se había encendido como una lampara, y de debajo de los guantes del elfo salian brillos verduzcos. Echo mano de la espada que colgaba de su espalda... Y la temida T'saris Dranch vio la luz ante el todopoderoso señor del Caos emitiendo un chillido bestial que se escucho en toda la torre.
Los ojos del elfo eran faros de color azul y su cuerpo estaba completamente tensionado. El aura que le rodeaba era ahora obviamente maligna.
-ESCUCHAME IMPERIAL!! TE MATARÉ, JURO QUE TE MATARÉ!! nUNCA, NUNCA GANARÁS ESTE TORNEO. YO, SAEL SAERAS JURO ANTE LA SANGRE DE KHAINE EXTERMINARTE!
Un orbe de energia rodeo al elfo, que antes de ser teleportado de alli tubo tiempo para golpear con la espada... A pesar de la distancia y los rapidisimos reflejos de Asavar la cuchilla encantada atraveso su armadura como si hendiese mantequilla y le hizo un corte no demasiado profundo del que sin embargo broto sangre borbotones. Un familiar se presento de repente ordenando a los caoticos que se presentasen ante el señor de la isla.

-Estais bien mi señor- Agrael se acerco cogeando al enorme señor del Caos
-Si solo fue un rasguño...Vamos!!-No obstante, Asavar no pudo evitar pensar en que habria pasado si esa espada le hubiese impactado de lleno... Ante esa hoja parecia que la proteccion de los dioses hubiese desaparecido. Observo a Agrael que se tocaba la zona de la cadera, obviamente dolorido y se pregunto que clase de ser era el elfo...
El señor les recibio en su sala principal, les aseguro que el elfo que había desobedecido sus ordenes seria castigado, dio orden de curar al señor del caos, de reparar su armadura y les indico donde seria el combate y su rival, además de asegurarles que la corona de Campeón y el capricho que conformaba el premio estaba al alcance de sus manos...
Finalmente les ofrecio un festin con otros grandes señores de la ruina, aunque la fiesta estaba duramente vigilada por la terrible Legión Negra, los caoticos y demas calaña semejante pudieron festejar a us anchas (si bien un Paladin de Nurgle que intento tocar a una de las camareras fue empalado en las Gujas de la guardia elfica, y varios paladines de Slaanesh fueron castrados como escarmiento general.
En medio de la fiesta, y a pesar del ambiente, Asavar no pudo evitar pensar en el combate del día siguiente, en el poderoso Bretoniano tocado por la Diosa, y en las furiosas palabras del elfo, que había jurado matarlo. Dudaba que fuesen a castigarlo, pero decidio no preocuparse más...

Al día siguiente aparecieron muertos por toda la isla caóticos, hombres rata, orcos y ogros; todos con tajos de espada por todo el cuerpo... Muchos decian que durante la noche, un espiritú furioso, entre terribles alaridos, se había cebado en los seguidores de los poderes de la ruina

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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Asavar durmio en medio de sueños extraños... En ellos veia a un enano ataviado como un matador y portando una terrible hacha rúnica luchar en el norte contra oleadas de demonios... Veia el orbe lleno de oscuridad, y como, sobre la isla de Ulthuan una pantera negra enfrentaba a un mastin rojizo, una enorme montaña de inmundicia, un ser completamente androgino y un ave de cambiantes colores. La pantera cambiaba de forma y ahora era un escorpión que atacaba con su cola envenenada, luego era un halcón resplandeciente, un enorme dragón blanco y finalmente, se transformo en un noble paladín elfo, ataviado con una coraza completa y un poderoso escudo. Cuando el elfo desenvaino la espada, el arma se inflamo con la luz de mil amaneceres.
En el norte el enano fenecia, pero con su ultimo golpe destruia un enorme pilar que parecia sostener un portal habierto y este se cerraba en parte... El paladín elfo arremetía ahora contra sus rivales, abatiendo al extraño ser, a la montaña de inmundicia y al pajaro. Solo el mastín (que ahora tenia tres cabezas) le enfrentaba, lanzando mordiscos salvajes. Uno de ellos hizo saltar de la hoja una minuscula esquirla, que pareci precipitarse hacia el mundo (Asavar se dio cuenta de que la batalla parecia librarse en los cielos). Finalmente el elfo, con un grito de rabia, abatio al mastin con un tajo en el cuello, y satisfecho alzo la espada en señal de victoria.
Ahora Asavar veia la esquirla del arma, que era una hoja descomunal que relucia con un brillo impresionante, y como un grupo de elfos la guardaba en una camara en una torre junto al mar. Veia invasiones del caos de nuevo, veia la guerra de elfos y enanos, veia la llegada de los jinetes humanos que se asentaban en las ruinas de las ciudades elficas. Veia el decaer de esa tierra y como un poderoso Vampiro habitaba las ruinas.
La imagen cambio a un elfo desangrandose en el suelo con una herida en el cuello y otro que atravesaba al vampiro con dos espadas, y el ser de la noche lo arrojaba contra la pared como a un muñeco. El elfo caia al suelo y algo brillaba bajo el... Un grito aterrador desperto en ese momento a Asavar, un grito que se parecia al lamento de batalla del Paladín elfo...
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EL ogro devio de llevarse la mayor sorpresa de su vida (y la última) cuando su arremetida se transformo en un vuelo sobre la cabeza del elfo, que se giró y hundio una de las dos espadas elficas que llevaba en las manos en su aorta, dejando que el enorme ogo se desangrase en el suelo...

-¿A ti no tenian que haberte castigado?
El asesino, en vez de girarse a toda velocidad y atacar antes que su rival tuviese tiempo a hacer nada se enderezo tranquilamente y envaino cuidadosamente sus espadas despues de limpiarlas a los ropajes del ogro...
-Deverian... Quizá si...En el fondo el señor no va a castigarme, sabe que soy asi...-Saeras se giró con una sonrisa en el rostro, una sonrisa que por una vez no era ni burlesca ni amenazadora.-Asi que al fin as despertado... Ya era hora
-Por lo que me comentaron los magos elfos, era mejor para estar en perfectas condiciones dentro de unas horas... Demasiada inactividad, ya sabes.
-Ohh, lo se, he tenido que trabajar muchisimo para que tu recuperación fuera la adecuada, esa final te dejó para el arrastre, esperaba más de ti bretoniano.
-Ya ves, las justas son duras, hay que mantener el honor y todas esas cosas...
-Ahhh si, el voto del caballero, o era el de el Grial, el Grial creo...
-Bahh, despues de portar esa corona dudo que merezca siquiera el nombre de Caballero de Bretonia, seguramente la dama me habra abandonado...
-Jajajajajaj... Como si necesitases a la Dama, eres mas letal que un escorpión...Deragaar...
-Aún no se como has echo para devolverme a la vida, maldito asesino sin escrupulos, pero la daré gustosa combatiendo y siendo el escudo de Landín mañana.
-Ahora uqe sabes que podemos volver a levantarte no tiene merito
Ambos guerreros estallaron en carcajadas, un espectaculo dantesco para aquellos que pudiesen haberles visto, pues estaban rodeados por los cadaveres de una tribu Ogra entera.
-Y bien-comento el vampiro limpiandose las lagrimas producto de la risa- te queda aun ira que descargar... Mira que dejar que el caotico esquivara a Dranach...
-Ahora que lo dices, aun no fui a la zona donde acampan los caoticos-una sonrisa cruel cruzo el rostro del elfo- ¿Que tal si vas calentando un poco...
-Sea-el vampiro desenvaino su espada de hoja roja con la flor de lis en la empuñadura- Por Ahnuroc...
-Y por Bretonia...

El grito de Khaine y las plegarias a la Dama se alazaron en armonía en loq ue quedaba de noche...

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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Deragaar vio como Saeras desafiaba a toda una banda de guerreros del caos, y como antes de que ninguno sacase algun arma el elfo había saltado entre ellos y con rapidisimos movimientos derribaba a uno detrás de otro.
Con una sonrisa que dejaba ver los largos colmillos, el bretoniano Dragon Sangriento dejó caer la espada contra la cruz del corcel que montaba un caballero del Caos, habriendo a la desgraciada bestia un tajo enorme... El tajo de regreso arranco el brazo al sorprendido caballero de Khorne, para luego rematarlo en el suelo.
Deragaar descubrio agardecido que la monstruosa capacidad de combate que había adquirido despues de ganar el torneo seguia estando allí. Se habrio camino entre la turba de barbaros que se arrojaban contra el golpeando a un enemigo detras de otro, pero esa no era la manera de combatir de un verdadero caballero.
Toco el talismán que el ñor le había entregado y un magnifico corcel, la viva imagen del que fuera su compañero de aventuras apareció ante el. En el fondo el señor no parecia tan cruel.
Subio a lomos de la montura de batalla y sintio una sensación extraña, mezcla del enorme placer y la gallardia que sentia cargando a lomos de un corcel de batalla de Bretonia y la furia roja que le poseia en combate. Gui al animal con las rodillas y este se movio obedientemente. Con el nombre de la Bretonia y la Dama en sus labios cargo contra otro grupo de barbaros, volvia a estar vivo.
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Gritos de guerra seguidos por lamentos de dolor, lamentos que se alzaban por encima de la noche... Que estaba pasando¿?
Asavar salio del pabellon donde había festejado con el resto de caoticos su "futura victoria". Vistio la armadura y empuño a Averno Aullante".
Las calles de la zona caotica estaban encharcadas en sangre, pero los hombres del norte no batallaban entre si como de costumbre. Alguien había entrado y enfrentaba a los seguidores de los dioses. Recorrio las calles siguiendo el rastro de cadaveres. Había cuerpos donde reconocia el estilo de batalla de aquel elfo. Lo había visto combatir varias veces con aquellas espadas élficas de hoja curva. Pechos llenos de cortes profundos y estocadas que dejaban un rosario de heridas por la cara de los vencidos. Arterias seccionadas con punteria vestial, yelmos taladrados por el visor, cabezas separadas del tronco... Pero el elfo no era el único. Había otros muertos, eran distintos, los golpes los había dado un jinte, de eso no había duda, eran golpes que habían hendido craneos y entraban desde los omoplatos hacia abajo, el guerrero no obstante tenia que ser habil... Seria el Bretoniano¿? Asavar no podía esperar, un guerrero como aquel... Las recompensas de los dioses serian superiores a cualquier premio anterior, armaduras más potentes, talismanes indestructibles... Incluso, incluso si abatia al elfo y al Bretoniano... Por que no, por que no poder exigir la inmortalidad, la demoneiidad, el último premio... Acaso no había llegado tan lejos como para no ser seguido por nadie¿? venciendo todas las pruebas que le habían arrojado los dioses¿? Sentia la adrenalina corriendo por sus venas... Mientras el resto de señores y grandes paladines corrian en tropel Asavar entro en sus aposentos, vistio la armadura runada del caos, colgo de su brazo su gran escudo negro, monto a lomos del enorme corcel del Caos y galopó por las calles.

Había muchos mas cadaveres, y ahora si podía escuchar la voz del elfo... Recordaba las reglas no combatir aquellos que entran en el contra otros participantes si no era dentro de la arena, pero no podia evitarlo...
Un chillido estremecedor lo hizo detenerse. A traves de un estrecho callejon vio rebotar al elfo contra una pared y descabezar a cuatro paladines de nurgle que habían quedado paralizados por el temor.
Había oido hablar del grito de Khaine, pero jamás habria imaginado que tuviese ese poder... El elfo ya no estaba allí, pero oia los golpes.
Giró a su montura y avanzo rapidamente por una calle paralela, pero algo cerró su acometida... Una peña de guerreros del caos huia en esa misma dirección...Freno a su montura de golpe y esta se alzo de manos. Entonces lo vió...
Vestia una grues armadura de placas de color rojizo con los bordes rematados en negro, montaba un magnifico corcel y en su mano brillaba una espada de filos rojos... Obviamente mágica. El rostro descubierto delataba que no era Landin. Sus cabellos eran blancos y largos, y lucia una fina tira de barba rodenado la mandibula, recortada de forma pulcra... Sus ojos eran pozos negros.
Lo que mas molesto a Asavar es como lo miró el jinete, sin respeto alguno y con una curiosidad evidente, su voz, aunque armoniosa y grave tenia un tono maligno.
-Con quien tengo el honor de cruzarme señor caótico¿? Podriais decirme vuestro nombre antes de que crucemos los aceros¿? O Antes de que intenteis descabezarme con esa maza mágica¿?
-Mi nombre no te interesa en absoluto caballero, la cuestión es quien sois vos¿?
-Oh... Que falta de educación tan inexcusable... Yo he preguntado primero, mi señor... En mi tierra se considera una falta de respeto enorme. Suficiente motivo para un duelo incluso- la voz del caballero sono extrañamente dulce al pronunciar esas palabras
-Bastá de palabrerias... Mataré al elfo y al bretoniano, y si hace falta a ti...
-Lamento informaros, que Landin no se encuentra aquí, y que Saeras a estás alturas estrá totalmente fuera de control y demasiado lejos de tu alcance... Al menos porla distancia desde la que llega el grito de Khaine...
-Quien eres caballero, y apartate de mi camino o no habrá Dios que te proteja...
-Sigh- el caballero bajo la cabeza divertido- Ya le dijé a Saeras que la armadura parecia demasiado oscura y amenazante... Tendre que usar un sobrebeste mañana...
-Quien sois¿?-Asavar empezaba a comprender algo, y no le gustaba en absoluto...
-Mi nombre es Deristas Deragaar, caballero de la orden del Dragón Sangriento. Paladín de Bretonia, ganador del Torneo Estadio letal, compañero de armas de Sael Saeras... Aunque me habría gustado que os presentaseis de forma correcta, señor Asavar-Kull, o deveria llamaros Herr Schneider¿?
Asavar dejó de pensar, de actuar de forma racional y con un grito salvaje se lanzo sobre el jinete, la respuesta de este le sorprendio en parte.
Su rostro se transformo en una mascara de furia, sus ojos se encendieron de rojo, lanzo a lsu corcel contra el...
Deragaar sentia la furia de sangre liberada al fin por sus venas, toda la fuerza de su cuerpo vampirico volvio a impulsarle, se sintio vivo de nuevo. Adelanto el escudo y trabo el brazo del arma del caotico, este a su vez detubo a Noche Sangrienta con su escudo mágico, impresionante... Dejo al corcel pasar de largo, le hizo dar una corbeta y cargo de nuevo contra el caotico que a pesar de que giro con más dificultades se volvio a arrojar contra el. Una pasada detrás de otra ambos guerreros se enfrentaron, las armas rebotaban contra los escudos, y las corazas, si bien Deragaar empezo a darse cuenta de que ese mazo estaba entumeciendole el brazo del escudo y que los golpes le agotaban, el caotico era un guerrero formidable... También sintio como en uno de los golpes, que le habría golpeado en el pecho, una sensación de paz momentanea en medio del frenesí de la furia de sangre, lo invadia y lo protegia de todo mal...

Al verlo cargar lleno de furia Asavar comprendió que su rival no era humano... SU fuerza igualaba la suya propia y su habilidad y velocidad incluso superaban las suyas. No obstante Averno Auyante era un arma superior a la espada de su rival y le daba la sensación de que el brazo del escudo del vampiro estaba cada vez más dañado... No obstante la cuchilla rojiza hbía llegado a atravesar su armadura y solo la divina protección de los dioses habría provocado una herida grave. Giro a su montura que ya estaba agotada y la hizó girar, cargo de nuevo contra el guerrero enemigo y el caballero de armadura roja hizo lo mismo... Consiguió golpearle en el hombro con Averno Aullante, dislocandoselo, aun así noto un liegro dolor en el costado y vio un tajo en la zona de la cadera...La protección de los dioses había evitado que le empalase el riñon de un lado a otro, y era obvio que a su rival le costaria mucho seguir combatiendo como hasta ese momento.
Desmontó, para dejar ver que no sentia respeto alguno por su adversario, y el caballero hizo lo mismo. Tiro el escudo al suelo y cambio la postura... Asvar se lanzo contra el pero en el suelo la ligera superioridad de habilidad del vampiro y su mayor rapidez le permitia esquivar los golpes con más facilidad, mientras se defenndia y contra atacaba con tajos de retorno... Asavar intento patearle pero el vampiro alzo su pierna en una guarida extraña y despues de desequilibrar al señor del caos le devolvio la patada arrancadole el yelmo, a lo que Asavar respondio golpeandole con el escudo.
Deragaar contesto dandole un cabezazo y golpeandole con la espada, pero el Señor del Caos lo paro con el escudo. lA batalla se hacia mas rapida por momentos y Asavar se sorprendia cada vez más del estilo eclectico y variado del vampiro, que atacaba con golpes con piernas y pies relamente complicados y que no eran tipicos en un jinete, fuera ya de su habilidad sorprendente con la espada.
Deragaar golpeaba en rapidos contraataques, evidentemente molesto con el dolor creciente de su brazo, e impresionado con la habilidad del señor del caos, se preparo para pasar al ataque despues de una serie de golpes evitada cuando sintio un dolor agudisimo en la pierna, giró la cabeza y vio como uno de los caoticos que creia haber matado (muchos habían intentado meterse en la reyerta para caer tanto ante Noche Sangrienta como Averno Aullante) le había estocado una rodilla . El caotico no se percato de ello y volvio a lanzar su mazo negro contra el, y con la pierna asi no le iba a dar tiempo a aprtarse. Habrío los ojos para recibir la muerte de frente y alzo su espada a pesar de ser consciente de que con la pierna tocada jamás podria detener la pesada maza del caótico...

-Ohh, vamos!!-una risa totalmente cruel y extrañamente dulce- así no vale...
Una sombra negra aparecio de repnete cayendo sobre Averno Aullante. Dos pies golpearon la maza desde arriba, mientras Saeras aparecia de la nada acuclillado encima dela maza mágica, desviando el golpe. Las espadas curvas del elfo salieron disparadas haia atrás, pasaron rozando a Deragaar y se clavaron en el cuello del caotico que le había atacado. Acto seguido el elfo se echo hacia adelante y catapulto a Asavar hacia atrás con una llave que dejo a los dos combatientes asombrados.

Asavar se levanto pesadamente, era cosa suya o el elfo había echoq ue la caida fuera algo más suave de lo que tocaba...

-Basta- el elfo no gritaba esta vez, pero el aura que le rodeaba era de una superioridad aplastante, obvio a Asavar totalmente y arranco sus espadas del cuello del caotico, se quedo de espaldas observandolas con detenimiento- Mañana ya tendreis oportunidades más que de sobra para mataros... Caotico, ni te molestes... Quizá en campo abierto tuvieses una minima oportunidad, una pequeña, pero la tendrias... Aquí no.

Para demostrarlo el elfo practcamente desparecio de la vista, reboto en la pared y apreció detrás de Asavar antes casi de que este se diese la vuelta. Al instante reboto y paso por encima del caotico con un elegante salto acrobático para recuperar su postura junto a Deragaar, Saeras envaino sus espadas.
-Gana mañana, cosa que dudo, y si los matas bajaré a la arena en ese momento y podrás enfrentarte contra mi... Pero yo esperaria-la sonrisa del elfo se torcio divertida- a que crezcas un poco, no se si me entiendes... Vamonos Deragaar.
El vampiro se llevo la mano al hombro, dejo fluir su magia para curarse y luego realizo una reverencia ante Asavar
-Nos vemos, Asavar-Kull II, espero más cirtesia por vuestra parte mañana... Ahh, mañana, evitaré que mates a Landin por todos los medios... La corona, jamas sera tuya...

Asavar vio como ambos guerreros se alejaban, el paso firme y decidido del vampiro que llebaba a su corcel por la brida y lo acariciaba,; los movimientos elásticos y suaves del elfo, que ocultaban su velocidad extrema y su enorme fuerza... El encuentro había sido distinto... La primera vez solo sentia respeto por la espada del elfo, ahora, ese aura, esa superioridad, hacian que sintise una mezcla de miedo y deseo de enfrentarse con un guerrero tan impresionante... Esa forma de hablar que denotaba una seguridad terrorifica en si mismo, y las calles llenas de cadaveres eran una prueba aterradora de su habilidad. Asavar se giró y volvio hacia sus aposentos...No podia esperar a que saliese el sol...

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-Estarás contento- Saeras miro con una sonrisa divertida a Deragaar- mira que estropicio...- Verás que bronca nos hecha Astilandir... Y el cabreo de mi tio si los caóticos dejan de acudir puede ser fino...
Ambos miraron hacia el distrito caotico... Totalmente devastado, lleno de cadaveres y chozas y tiendas en ruinas...
-Bahh, simpre podremos decir que somos jovenes...
-Seeh...-Saeras sonreia abiertamente- estarás contento, parece que el espiritú de Bretonia te ha perdonado finalmente...
-Ya lo había hecho...
-No, te había perdonado Landín- Saeras miro de frente a Deragaar sonriendo- la protección de la Dama te abraza de nuevo...
Deragaar inspiro profundamente y salto a lomos del corcel purasangre. Su rostro pareció iluminarse como nunca lo había hecho desde su maldición...
-Una carrera¿?-Comento espoleando al caballo
-Sabes que no tienes ninguna posibilidad contesto Saeras echando a correr detras del corcel de batalla.
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El señor de la isla sonreia desde lo alto de la torre al ver a Saeras ponerse rapidamente a la par del corcel de batalla y empezar a adelantarse... El combate del día siguiente seria grandioso... No obstante algo preocupaba al gran hechicero... Las runas de portección se habían inflamado y relucian como si de pequeños soles se tratase... A pesar de la matanza, o quizá a consecuencia de ella, la mirada de los dioses del Caos se había fijado en la isla... Flexiono los dedos y respiró para calmarse. Sabía que saeras estaba allí, la Legión Negra estaba allí y su extraordinario poder mágico y el de sus acólitos protegian la isla.
Si ese paladín era el foco de los Poderes de la Ruina moriria... Pero esperaba que no fuese necesario... A fin de cuentas sus campeones eran guerreros impresionantes...
Landín estaba a su lado, observando y tambien sonreia, esperando el día siguiente, cuando la sangre comenzaria a brotar...

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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El universo giraba sobre si mismo, galaxias ardían y nacían de nuevo, constelaciones enteras cambiaban de forma, un tranquilo jardín, el lugar más bello del mundo, una tierra que prometía paz.
Allí una hermosa fémina vestida con una túnica blanca discutía con un paladín acorazado.

-Préstamelo
-Dudo que en esta situación puedas permitirte ese orgullo sanadora...
-Sabes perfectamente que también te afecta a ti. Dudo que tu orgullo vaya a permitir esto.
-Si eso es verdad, pero posiblemente puedan sobrevivir sin mi intervención...
-El es poderoso, pero no imparable, aun no. Dale poder.
-Te resistes siempre a entregarme a tus hijos, ¿Y ahora me pides que ceda a tus ruegos?
-También es tu hijo... tu mismo quieres que siga vivo que sea el vivo retrato de su padre... Eso acordamos, después será para mí.
-Sea, tendrás mi ayuda- El portentoso guerrero se digno al fin a mirar a su bella acompañante- Pero dejarás que más tarde el finalice la misión que yo le encomendé, y no le retiraras tu propio manto...
-Nunca deje que muriese, incluso cuando sus acciones hacían que me sangrase el pecho y mis ojos derramasen lagrimas, habrá perdón para el en un final.
-Eso es cosa tuya, hasta ese final es mío...No oses mirarme con esos ojos, si, has ganado esta vez. Yo, le cedo mi ira...

Un elfo de cabello azabache se levanto del lecho sobresaltado, apartando en su acción a su acompañante de cabello dorado.
-¿Que os pasa mi señor?
El elfo no bajo la mirada y miro por una de las ventanas de la habitación... el día despuntaba, parecía mentira que el mundo pudiese acabar en un día tan hermoso de otoño.
Saeras el elfo, salto del lecho y miró hacia fuera, el sol ardía de forma intensa, demasiado para horas tan tempranas, pero la luz parecía no bañar la tierra, era como si una niebla, una película de oscuridad rodease la isla, el mar que la rodeaba se alzaba embravecido.
Denudo de cintura para arriba como estaba hecho mano a la pesada espada a dos manos que estaba poyada en la pared y salto al alfeizar de la ventana.
-Permanece pegada a los magos y sus guardias, ni se te ocurra alejarte de ellos. Por tu bien, por el de todos, no intentes ayudar a ningún herido del público ni nada semejante. Quiero que estés cerca de Astilandir y le apoyes como puedas. Le hará falta. El elfo desapareció...
La isla despertaba, la gran final, el combate definitivo, la tormenta de espadas. Los más ansiosos hacían cola desde la noche anterior, vigilados por la tropa de armadura negra que protegía la isla y por guerreros elfos ataviados con corazas pesadas y escudos largos. El estadio se llenaba y aún no había salido el sol. Asavar podía escuchar a la gente esperando sobre el, mientras acompañaba a uno de los magos elfos que le guiaba hacia la sala donde esperaría el combate. Para desgracia de Agrael y Epheron el hechicero se había hecho acompañar de medio centenar de Legionarios Negros, por lo que no había opción de revancha sobre los elfos por el ataque al campo caótico.
Los pocos adoradores de la ruina que habían quedado con vida se negaban a creer que dos guerreros nada más hubieran devastado completamente el campo y habían dado por cierto que los magos del Señor de la Isla les habían ayudado.
A Asavar le daba igual, no le importaban el resto de caóticos, no le importaban los Dioses de la Ruina, solo quería poder, y lo obtendría a cualquier precio.
La sala donde les dejaron, era la misma antesala de la arena, por lo que les dijo el elfo, ellos saldrían los primeros... Asavar se quedo mirando las espaldas desnudas de los guardianes y empuño a Averno Aullante con fuerza, algún día, ese mismo martillo se estrellaría en la cabeza de un elfo, y entonces el seria un Dios.

Deragaar observó a Landin, estaba arrodillado en la hermosa capilla de la Dama que el segador en persona había ordenado construir para homenajear al primer campeón, y que había sido ampliada para el segundo. Los frescos, pintados por artistas élficos venidos de Ulthuan hacían palidecer a la más bella estampa que se pudiese encontrar en Bretonia. Columnas labradas por enanos se alzaban hacia el techo con el motivo de la flor de lis y los blasones de los 12 compañeros del grial. Hermosas vidrieras dejaban pasar la luz del amanecer, bajo esa luz, Landin parecía aún más bendito por la Dama.
-Porque no rezas tu también, Deragaar, caballero de Bretonia.
-Nunca osará un monstruo como yo pedir su favor a la Dama...
-Si bien ella te ha perdonado, puedo sentirlo, puedo ver su bondad rodeándote. Arrodíllate y reza conmigo, caballero de la Dama, reza por la destrucción del mal.
Dos caballeros, uno luz del día, otro esperanza en la noche.

La sombra del elfo cayó sobre la plaza que se alzaba sobre la torre central de la fortaleza que era la ciudad de la isla.
-Tú-los largos dedos de Saeras apuntaron al señor de la isla amenazadoramente- tu lo sabias...
-No te confundas, Asuryan no quiso o no pudo desvelarme el camino hasta esta noche, de nada servia despertarte, lo que tenga que pasar pasará, espero que estés a la altura...
-Y teniendo horas por delante, no has hecho nada!?
-No oses subestimarme Saeras Príncipe de la Muerte, todo lo que se podía hacer se ha hecho, Serathay viene ahora hacia aquí, su flota está cerca, pero necesitaremos tiempo, te repito, podrás detener la marea.
-Mis guerreros no pueden estar en todas partes, o el puerto y la fortaleza o el nuevo estadio, una de dos.
-Podéis defender el puerto y la fortaleza?-la voz del hechicero sonó irónica- Es mucho terreno.
-Si tus magos y tu cubrís el estadio, la fortaleza solo tiene un acceso; la puerta del camino del puerto. Las bestias voladoras no serían un problema en absoluto, no pueden entrar, nada puede entrar en una fortaleza diseñada por Sain I el Grande si se defienden las puertas, el puerto está erizado de bocas de Dragón y lanzaalquimicos, defendido por marinos veteranos y por corsarios, demasiada potencia de fuego, no, ellos vendrán a por los Hijos de Khaine, y estos nunca retroceden...Estaremos dispuestos
-Y los grandes, y el centro...
-Ahora el que me subestimas eres tú, hechicero....
De las manos del elfo salieron haces de luz blanca que rodearon su cuerpo, de la runa de Khaine grabada en su frente salieron líneas de energía que grabaron sobre su frente una extraña corona trenzada, de líneas negras. En sus manos, Quil-Isha, la marca de Isha. Su brazo izquierdo se empapó en sangre brillante como rubíes que no dejaba de manar.
-Yo siempre estoy preparado Astilandir, siempre- La vista del elfo se perdió en el amanecer

Deragaar!! Deragaar!! Deragaar!! Las aclamaciones del público hacían temblar el enorme coliseo abarrotado de público, muchos recordaban al primer campeón del torneo, brillante finalista en el segundo, y que regresaba para combatir en este último asalto...
-Damas y caballeros venidos de tierras lejanas, sin más dilación, que comience el torneo!!-La voz amplificada del Señor de la Isla se alzó por encima de los gritos, un paño cayó al suelo, tres caballos fueron espoleados hacia delante y dos guerreros echaron a correr.
Landín le lanzo una última mirada a Deragaar, que condujo a su montura contra Agrael y Epheron, mientras el mismo enristraba la lanza de caballería y atacaba al señor del caos.
Deragaar fue el primero en llegar ante sus rivales, pero el yelmo encantado de Agrael le permitió lanzar su espada contra el vampiro, desmontándolo con el poderoso golpe... El público contuvo la respiración solo para ver como el vampiro rodaba sobre su espalda y se ponía en pie sin dificultad, para acto seguido hundir su espada de forma desdeñosa en el cráneo de Epheron, que pareció no darse cuenta de nada de lo ocurrido.
-Este Saeras... que cosas le enseña a uno-comentó desdeñosamente Deragaar mirando a su oponente caótico y calibrando las distancias mediante pasos defensivos...-Realmente si es algo personal caótico, te odio, a ti y a todos los demás como tu, y de hecho, harían falta cien más como tu, bueno, algunos de los que mate anoche bastarían para que tuvieses alguna oportunidad...
Agrael no esperó a escuchar más y se lanzó a la carga. El sable se encontro con Noche Sangrienta es medió de una danza de muerte.

La lanza de Landin impacto de lleno en el pecho del Señor del Caos que obvió el golpe y continuó galopando para intentar estrellar a Averno Aullante contra la cabeza del Bretoniano, pero la corona cantó y protegió a Landin del golpe de la maza negra.
-Morirás caótico-la corona abierta permitía ver el rostro de Landin, que se mostraba totalmente controlado mientras desenvainaba su hoja finamente trabajada- Así sea lo último que haga en vida.
-Esto es lo último que harás en vida!!
Asavar dejó que la furia lo invadiese y se lanzo de nuevo sobre el humano, pero la habilidad de este estaba por encima de cualquiera que hubiese visto, quizá no al nivel terrible del vampiro, pero casi el suyo... Imposible!! Eso no podía estar sucediendo, aún así, Asavar estaba seguro de si mismo, de su poder, y de su necesidad de aún más poder, por lo que continuó atacando mientras el bretoniano esquivaba y se defendía con elegancia. A ojos de Asavar, que había enfrentado a miles de enemigos, su estilo no era humano... Buscaba sacar ventaja más de la colocación y la anticipación, y dejaba que el enemigo se le fuese encima para... Asavar detuvo a Averno Aullante con esfuerzo y alzo el escudo para protegerse de un tajo inesperado, que el Paladín había lanzado de repente.
-Tu, te pareces al elfo, yo le vi combatir... y tu no eres el, no eres tan hábil tan rápido... no puedes igualarle...
-Yo, veo y escucho en mi alma los movimientos con los que voy a matarte, me da igual quien me los enseña.
Allí podía ver el estilo agresivo, elegante y rápido de Saeras, los agresivos y poderosos mandobles de Deragaar, la forma de luchar del humano parecía la de los dos guerreros y la de muchos más, sin ser una sola, era una tortura combatir contra ese estilo cambiante y terrible, pero el no iba a perder, el no podía perder.

El estilo tan agresivo del caótico estaba perjudicándolo, era incorrecto, lento pese a su yelmo mágico, lleno de movimientos sobrantes y que dejaba demasiados espacios.
Esa facilidad para leer un combate, es poder jugar con un enemigo al que se es superior de esa manera... El entrenamiento con el maldito elfo no había sido en vano. Deragaar se había prometido dejar a Asavar para Landin, pero aún así seguía el combate por el rabillo del ojo. Landin estaba llevando el combate a la perfección, pero el furor guerrero del caótico era tremendo, incluso cuando Landin conseguía la ventaja parecía negarse a perder y recuperaba el terreno perdido. Landin utilizaba cada vez movimientos más complejos, utilizando golpes de una dificultad máxima... si seguía así pronto tendría que ir en su ayuda, había algo que impulsaba al caótico más allá de una forma impresionante, un deseo que incluso era superior al de Landin...

-No puedes permitirte ignorarme- El sable de Agrael se precipito contra su vientre
-Ah no?- Deragaar reacciono exactamente como Saeras le había enseñado. Dejó pasar la espada con el movimiento minimo necesario, bloqueo el brazo del caótico con el codo de su armadura y giró a Noche Sangrienta para hundirla en el hombro de su rival, dejándolo inutilizado. Luego rotó sobre si mismo, soltó el brazo del caótico y lanzo un golpe con su escudo contra la mano del Paladín del Caos, segando la muñeca con el.

Para los espectadores no élficos con una vista excepcional, y a pesar de que el combate era ampliado por grandes cristales que colgaban de las vigas del Coliseo, todo quedó reducido a una serie de borrones que terminaron con el vampiro detrás de un caótico que se miraba con incredulidad el muñón que era su brazo derecho mientras de su hombro izquierdo salía sangre a borbotones.
-A quien no podía permitirme ignorar?- Añadió Deragaar con la vista fija en el combate entre los dos campeones
El público enloqueció coreando el nombre del vampiro.
-Se que seguramente querrás matarme a patadas... todos los caballeros negros sois iguales...- La espada roja del vampiro se hundió en ambas ingles con dos tajos como relámpagos, cortando los tendones y dejando al caótico inútil en el suelo- Disculpad mi cobardía señor Agrael, de no enfrentar también a su cabeza, pero tengo cosas mejores que hacer.-Su vista volvió al que ya era combate principal y último.

El caótico se volvía más rápido por momentos más fuerte, parecía crecer y combatir con más energía según el combate avanzaba... Landin estaba usando ya movimientos exclusivos del asesino elfo, podía evocarlos gracias a la corona, podía verlos lentos en su mente, pero Asavar tenia razón. El no era Saeras, no podía moverse como el... Aquello, ¡Era imposible! El golpe de Averno aullante había impactado en su pecho rompiendo su guardia, pero la corona y la Dama le había protegido de todo mal. Otro golpe, que consiguió desviar, y otro, y otro... Se veía obligado a retroceder, algo empujaba al caótico, algo le daba fuerzas más allá de su habilidad y deseo de victoria.
Averno Aullante alcanzó a Landin en el pecho, y el caballero cayo al suelo. Asavar se alzó sobre el, dispuesto a terminar el combate, la corona, al fin era suya...
-Es mía elfo, dondequiera que estés, es mía!!
Alargo las manos para hacerse con ella, rozando con el guante el rostro del caballero.
Algo impacto contra su cuerpo, lanzándolo al suelo. El cuerpo de Agrael, empapado en sangre; que salía de su cuello, hombro, muñeca e ingles.
-Agradecería que no te olvidases de mí...
El vampiro otra vez, ayudando al Bretoniano a levantarse mientras mantenía esos ojos negros como carbones fijos en el. Ambos caballeros se miraron y prepararon sus espadas, el odio brillaba en su mirada. La corona, justo ahora, que era suya, se alejaba, su propia vida...

Un rugido de rabia resonó en el cielo, todo tembló, como si un seísmo retorciese la isla.
El aire ardió y se congelo, mil colores ocuparon el cielo, la realidad aulló.
Una sombra pareció ocuparlo todo, tan enorme que podría inundar todo el estadio, una cara cruel sonreía dentro de ella, una garra avanzo hacia el coliseo.
Un estallido de luz, un chillido cruel corta el viento, Dranach golpea y la oscuridad parece remitir por un instante, la sombra desaparece y el cuerpo de un demonio cae deshaciéndose hacia el coliseo, donde un brillo dorado lo consume.

La figura del asesino elfo cae sobre el arco principal que marca el medio del coliseo, y señala el cielo con un brazo empapado en sangre.

La realidad se colapsa, una grieta corta todo, una marea de oscuridad...
-Huh, parece que van a ser bastantes... Pero que haces tu aquí?
-No creas que voy a dejarte toda la diversión a ti, por muy avatar de Khaine que seas- El señor estaba allí...-Además sabes perfectamente quien saldrá de ahí no?
-Como siempre... Tu gente protege el coliseo?
-Si
-Pues déjales salir ya, que los pobres lo están deseando...-la sonrisa de Saeras se torció mientras miraba hacia la grieta que a duras penas se mantenía entera

Miles de colores, olor a azufre intenso, algo irrumpe en la realidad...
-DAEMON!!!!!!!!!!
Cientos de gargantas élficas acorazadas en negro cerraron filas sobre los muros de la ciudad, el estadio fue envuelto en un orbe de energía, en el puerto enormes lanza virotes boca de Dragón abrieron fuego contra la marea de oscuridad, secundados por torrentes de virotes de ballesta... Un segundo combate había comenzado.

Saeras bailaba entre la marea del Caos. Empuñando la cuchilla con las dos manos y abatiendo a una bestia del Caos tras otra, filtrando la horda, enfrentado a los más poderosos... siendo consciente de que lo peor estaba por llegar, mientras las piedras de protección de la isla aguantasen los grandes demonios estarían imposibilitados de entrar en tromba, y el podía derribar a cualquier heraldo que el enfrentase, pero un verdadero Señor de la Deimonicidad? Tendría que averiguarlo.

Landin y Deragaar observaron como el cielo cambiaba de color, como un Príncipe Demonio se abalanzaba sobre el coliseo y como Saeras lo abatía en cuestión de instantes, para a continuación ver como el coliseo era cubierto y protegido por los hechiceros y como el mismo Señor salía fuera a combatir.
Ambos se giraron hacia Asavar que parecía tan sorprendido como ellos mismos.
-Matadle!!-el grito de Saeras sonó fuerte saliendo desde la corona, el elfo parecía estar demasiado ocupado como para explicar nada más.

-Es el nexo...
Landin y Deragaar se lanzaron contra Asavar, atacando con veloces tajos de espada, formando una verdadera tormenta al rededor de Asavar que se defendía con pesados golpes de mazo. Landin parecía fatigado, y Deragaar se interponía entre en y el martillo de guerra una y otra vez para evitar que fuera aplastado. Era obvio que Landin combatía ya solo por pura voluntad.

Asavar estaba agotado, su deseo de victoria lo empujaba a seguir combatiendo pero su cuerpo no daba más... El bretoniano sangraba pero no caía, el vampiro estaba colocando su cuerpo entre el y Landin para evitar que cayera, parecía dispuesto a hacer honor a su promesa de protegerlo hasta las últimas consecuencias, apenas podía mirar arriba... el público gritaba asustado pero acababa volviendo su atención a los combates del foso, y los de las gradas superiores también hacia fuera...

Que estaba pasando... No lo sabía, demonios en el plano material, y un combate eterno, cuanto llevaban peleando ya? El brazo del escudo de Deragaar colgaba muerto de tato protegerle, Asavar tenia la armadura llena de cortes, el mismo se sentía roto por dentro, apenas se mantenía en pie, fuera Saeras enfrentaba a un poderosos y enorme demonio, a uno más, a otro... el señor enviaba oleadas de magia que lo arrasaban todo, pero salían más, y más...En su mente veía a los guerreros elfos de armaduras negras morir uno a uno, sin ceder, sin volver la espalda, para proteger a toda la población de la ciudad...humanos, elfos, enanos... viejos, mujeres, niños...Por el amor de la Dama, que el iba a detener eso.
Se movía más ágilmente, Deragaar acababa de caer al suelo para evitar otro golpe destinado a el... un último movimiento, solo uno... evito el golpe de retorno, arqueo la espalda, lanzo una pierna entre las de Asavar, bloqueo el hombro del caótico con su escudo y hundió su espada en las junturas de la armadura...Asvar volvió a golpear arrojando lejos a Landin, se alzo, perdía muchísima sangre... El golpe final...Dolor.
-Y una mierda... muere de una vez...-Deragaar acababa de golpearle desde el suelo, clavando a Noche Sangrienta en medio y medio de su espalda. Asavar cayó de rodillas.

Deragaar estaba semiincorporado sobre una rodilla, utilizando su energía arcana para curarse...La brecha, arriba, se cerraba...

Saeras estaba empapado en sangre, en su sangre, en la de los demonios, en la que fuese. La mano ensangrentada había cristalizado en una garra con la que golpeaba, mientras segaba a un enemigo detrás de otro con su espada, la brecha, se cerraba... Más sombras.
Rugidos en las alturas, fuego que todo lo asola... un elfo sonríe mientras se apoya en una cuchilla que emite destellos radiantes. Un elfo que estalla en luz blanca y enfrenta a un devorador de almas, esquiva un hacha bestial y golpea con la espada arrancando uno de los brazos de la bestia, un látigo que destroza...Una figura impresionante. Un enorme dragón, fuego, el devorador destruido y un asesino que cae al suelo aún más ensangrentado... Un asesino que ahora sonríe ya abiertamente.
-Has tardado mucho jodido colmilludo...
-Archaradon no puede volar más rápido, estás hecho un asco primo.
-Muérete
-Después de ganar la batalla...
-Como siempre, la fama para Serathay el invencible y el trabajo duro para Saeras, bah, siempre serás un blando...Esto se acaba, Astilandir esta haciendo que arda la mayoría, y tu armada los expulsa del puerto y de los muros... huyen...-el elfo se deja caer al suelo-¿No era que se deshacían al fallar los chequeos?

Asavar sentía que su vida le abandonaba, que la fuerza que lo impulsaba dejaba de latir, moría, y no podía hacer nada para evitarlo. Se sintió flotar, pero no notaba las carcajadas de los dioses del Caos, prestos a devorar su alma. Veía como todo fluía, como la realidad volvía a imponerse al caos... Un haz de luz, alguien hablaba pero no podía saber lo que decían, algo lo arrojaba hacia un lugar más rápidamente, todo avanzaba de nuevo, pero ahora estaba inmerso en el caos...era capaz de ver el mundo real, como si estuviese mirándolo por una ventana, finalmente el impulso de dejarse ir venció a su voluntad de hierro.

-Nooooo!!!
El grito de rabia de Saeras se alzó sobre el campo de batalla donde elfos acorazados de la tropa de Choque de Ahnuroc y compañías de veteranos barrían los restos de las fuerzas demoníacas.
Saeras se alzo de repente y avanzo hacia la brecha en la realidad, el cuerpo de Asavar era enviado al Caos, el nexo tenia que morir. Era necesario.
-Mierda, mierda, mierda...-herido como estaba nunca llegaría a tiempo. Astilandir enfrentaba al último gran demonio, un Señor de Tzeentch, un ave azul de varias cabezas, que cerró la brecha tras Asavar... El grito de rabia y odio que salio del interior del elfo parecía más propio del dragón que ahora se posaba a su lado.

-Se escapó...-
-Si, pero el torneo ha terminado al fin...

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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Asavar sintió que caía a toda velocidad por un pozo sin fondo, hasta que, repentinamente, la caída cesó y abrió los ojos. Se encontraba en un espacio totalmente yermo, con columnas de humo alzándose sobre ríos de lava a su alrededor. Tras comprobar rápidamente su estado observó que estaba entero, con sus armas y escudo aunque no su caballo, y cómo el tremendo corte de su espalda había desaparecido.

-¿Dónde estoy?- preguntó al aire
-¡Estás en el Reino del Caos, o cómo muchos llaman, en el Infierno!- le contestó una voz colérica
-¡ Quién eres tú para dirigirte así a mí!- rugió Asavar con rabia
-¡ Soy el mismísimo Khorne, como has sido un guerrero está en mi mano juzgarte y has fracasado! Has sido orgulloso, despreciaste a tus propios dioses declarándote independiente, creías que podrías hacer la guerra por tu cuenta, mortal ignorante, tus enemigos estaban respaldados por sus propias deidades y ahora estás aquí por pasarte de listo-
-Ah, venga ya, si lo habéis jorobado todo con la dichosa invasión, me desconcentró por completo y me fallaron los inútiles de Agrael y Epheron, por cierto, ¿qué ha sido de ellos?-
-¡No oses hacer tú las preguntas! ¿¡y cómo te atreves a cuestionar los planes de apocalipsis que los dioses hemos elaborado!?
-Si te digo la verdad el apocalipsis carece de importancia para mi, vivía bastante bien, salvo algún detalle sin demasiada importancia-
-¡Mortal insolente! No sólo fracasas y reniegas de los Poderes de la Ruina sino que te mofas y provocas mi cólera, ha llegado la hora de tu castigo-

Una lejana grieta en la disformidad se abrió de repente, por la que salieron centenares de desangradores. Asavar preparó el escudo y desenfundó Averno Aullante.

-Con que toca luchar, Averno, más vale que te portes si no quieres que esta sea nuestra última batalla-
-Sí, lo veo chungo- Contestó una voz en la mente de Asavar
-¿Me has respondido?
-Pues claro, todas las armas mágicas tenemos una conciencia que varía en función de la potencia del arma, así que teniendo en cuenta que conmigo podrías hablar durante horas has tenido suerte-
-¿y por qué nunca has dado señales de vida?-
-Nunca hemos llegado a una situación tan desesperada que viese que no podías tú sólo, así que ahora me toca revelar unas cuantas cosas. Primero, mi nombre original es Alondite, y ya que te has esforzado bastante, te has reído en la cara de Khorne y a que si te matan yo caigo en el olido creo que es hora de poner de mi parte-
-Date prisa, se acercan-
-Por partes. Te conozco de sobra y aunque no presentes mutaciones tienes una cantidad enorme de energía disforme en tu interior que reprimes en vez de controlarla-
-¿Pero y si no puedo dominarla?-
-Ahora es el momento de tomar riesgos. Otra cosa, voy a desplegar todo mi potencial-
Alondite empezó a cambiar de forma: mango plateado con ribetes de oro, empuñadura dorada en cruz y una soberbia hoja que parecía de cristal de dos metros de longitud recorrida constantemente por rayos de energía azul.
-Realmente sorprendente-dijo Asavar con asombro
-¿A que sí? Ahora a por ellos

Asavar pegó un tremendo salto cayendo en medio de la multitud demoníaca. Tras soltar un par de barridos en círculo se hizo un hueco en el que poder maniobrar, pero en breve fue literalmente sepultado por los desangradores.
-Mierda,esto no puede acabar así- gritó Asavar
-¡Usa la energía disforme!- le contestó Alondite

Una lucha estalló dentro de Asavar, sintió como sus fuerzas se volvían contra él, pero su desesperación fue más fuerte. Sonó un rugido, volaron docenas de desangradores y Asavar emergió de la marea sangrando y con la armadura destrozada pero con una tenue aura blanca rodeándolo. En cuanto se irguió desafiante el corro de demonios a su alrededor retrocedió un par de metros.

-Parece que no se atreven con nosotros- bromeó Alondite
-Sí, vaya lujo de arma estás hecha- contestó Asavar

Entonces la voz de Khorne volvió a sonar:
-Asavar, no has pasado lo peor, aún quedan muchas cosas por venir, pero como nos has servido más o menos bien seré benevolente y tendrás una muerte rápida-

El rugido subsiguiente helaría el corazón de un humano e hizo retirarse a los desangradores, pero Asavar estaba por encima de eso. La potencia de la voz anunciaba la llegada de algo realmente grande.

-¿Qué se nos acerca?- preguntó Asavar
Alondite no tuvo tiempo a responderle, un devorador de almas se plantó delante de Asavar blandiendo un látigo y un hacha, dispuesto a descuartizarlo.

Ambos contendientes cargaron y chocaron, pero la potencia del devorador de almas se impuso y lanzó a Asavar por los aires. Asavar dio una voltereta en el suelo para esquivar el golpe de hacha mas el látigo lo cogió por los tobillos, lo volteó y lo hizo morder el polvo.

-Vamos, levántate rápido- le apremió Alondite
-Ese último porrazo me ha molido-
-Venga, eres más rápido que él-

El devorador se lanzó de nuevo a la carga entre bramidos de furia. Cuando el devorador estaba a escasos metros de distancia Asavar se lanzó entre sus piernas, se incorporó rápidamente y fue ascendiendo por la espalda del demonio mientras le clavaba a Alondite. Cuando llegó a la cabeza se agarró fuertemente, pero los tremendos bandazos del devorador hicieron que su espada saliese volando hasta caer lejos de él. Asavar, totalmente desarmado, agarró la cabeza del demonio y en una tremenda muestra de brutalidad empezó a tirar hasta que la arrancó de cuajo haciendo manar chorros de icor negro.

Asavar saltó, corrió hacia Alondite para empuñarla y alzándola al cielo cubierto de nubarrones gritó desafiante:
-¿!Es esto todo lo que sabéis hacer!?- Después dirigiéndose a Alondite -¿Ahora cómo salimos?
-Tenemos que abrir una brecha en el tejido, clávame en el suelo y rómpelo-
Asavar así lo hizo, provocando un desgarrón en la realidad pequeño pero suficiente.
-Ahora salta- dijo Alondite
- ¿Y dónde apareceremos-
-Cruza los dedos para aparecer en un lugar seguro, y salta ya que esto empieza a cerrarse-

Acto seguido Asavar sintió como en vez de caer ascendía por la negrura del agujero, mientras se abría paso entre las sombras sintió lo cansado que estaba y lo machacado que le había dejado su encuentro con los demonios, en poco tiempo Asavar perdió el conocimiento.

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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El señor de la Isla de encontraba en un balcón de su palacio contemplando el mar, ensimismado en sus pensamientos acerca de futuros eventos cuando un oficial de la Legión Negra le interrumpió:
-Señor, hemos detectado una fisura en la realidad, podría tratarse de demonios de nuevo, un cuerpo ya la h traspasado-
-Dad la orden de búsqueda y captura, me ocuparé de cerrar la fisura a su debido tiempo- contestó el lord
-¿A quién buscamos milord?-
El señor de la Isla se concentró y proyectó su mente hacia el acantilado.
-Al campeón del torneo y casi destructor de este lugar-
-¿Es estrictamente necesario traer al intruso con vida?-
-Sí, quiero saber cuales son sus motivos para aparecer aquí, pero podéis usar la fuerza-

*****************************

Asavar abrió los ojos lentamente y se incorporó.
-¿Dónde estamos?- preguntó a Alondite
-No tengo respuestas para todo, mira a tu alrededor-
El ex caótico se deleitó observando el espectacular paisaje: el sol arrancaba brillos a las olas que rompían en las rocas, produciendo un relajante sonido sólo interrumpido por las gaviotas. Estaba en un acantilado
-Juraría que esto es la Isla- dijo Asavar
-Si ya me imaginaba yo que acabaríamos aquí, pero ¿se puede saber qué tarea pendiente tienes aquí?- inquirió Alondite
-Necesito medirme con Sael Saeras- contestó Asavar
-Ni tú tienes oportunidad de vencerle ni yo ganas de que te suicides, así que mejor piensa en otra cosa-
-Ahora que controlo energía disforme y tú funcionas a máxima potencia estoy seguro de poder plantarle cara-
-¿No vas a cambiar de opinión por mucho que intente hacerte razonar?
-No-
-Pues entonces ya que no queda otra salida tengo que decirte que no empleas ni la mitad de energía disforme de la que dispones, puedes dar mucho más, pero si intentas controlarla toda de golpe lo más seguro es que te desgarre, por eso convendría que no te enfrentaras a Saeras ahora, sino dentro de unos años cuando la domines del todo-
-Ya te dije que no cambiaría de opinión, así que de momento vamos a intentar encontrar el palacio, hablar con el señor de la Isla y organizar el combate-
-Por cierto Asavar, después de que casi destrozases la Isla con la incursión demoníaca, ¿qué te hace pensar que el señor aceptará tu petición en vez de fulminarte?-
-Supongo que estará al tanto de que me he desvinculado de los Dioses Oscuros, además, un combate contra Saeras llenaría tres estadios como poco, y eso son beneficios para él-
-Visto así…-
-En marcha, atravesaremos la selva para atajar hasta el palacio-

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El calor de la selva es asfixiante- se quejó Asavar
- No protestes, has de reconocer que las plantas están muy cuidadas para ser una selva, hasta hay caminitos de vez en cuando- se mofó Alondite
-Menos bromas, que tú no llevas 40 kilos de armadura, ¡qué digo, si tú no sientes!-
-Ventajas de ser un arma-
-He oído pasos- dijo Asavar poniéndose en tensión
-Ya deben saber que estamos aquí- respondió Alondite
-Son ellos, ¡adelante!-ordenó una voz
Inmediatamente diez legionarios negros emergieron de los árboles para rodear al renegado.
-Soy oficial de la legión Negra, el señor de la Isla ha ordenado vuestra captura y encarcela…-
-Ya se ir yo solito- le cortó Asavar
-¡Insolente, a él legionarios!- vociferó el oficial

Totalmente coordinados los diez guardias de negra armadura se abalanzaron sobre Asavar desde todas las direcciones, pero no contaban con un dato: Asavar era más rápido que ellos.
El ex caótico saltó sobre uno, le empotró contra el suelo y agarrándole la cabeza con su mano libre le partió el cuello, se incorporó a tiempo para detener el golpe de su oponente más cercano y rebanarle las piernas de un barrido, arrancando un horrible alarido a su víctima. Aprovechando la inercia se volvió para hacer frente a dos nuevos rivales, aguantó estoicamente golpes que su armadura desvió casi por completo y en dos brutales tajos diagonales los abatió sin que sus escudos o armadura aguantaran.

Tras esta demostración los legionarios negros retrocedieron un par de pasos y tomaron posiciones defensivas.

-¿Negociamos?- preguntó Asavar
-De acuerdo, mis condiciones son las siguientes. Irás desarmado, custodiado y atado. Como pago por la muerte de mis camaradas nos quedaremos tu equipo- dijo desafiante el oficial.
-Arrogante- espetó Asavar con desprecio

El renegado saltó de nuevo con Alondite lista para ensartar al oficial, aunque éste se tiró en plancha esquivando el golpe. Los otros cinco legionarios cayeron sobre Asavar, tumbándole y haciendo que mordiese el polvo. Asavar se incorporó todo lo rápido que pudo, deshaciéndose de sus rivales, aunque no sin llevarse sendos golpes y un feo corte en el brazo.

-¿Está bien ese brazo? - se interesó Alondite
-Operativo y listo, terminemos con esto- contestó Asavar

El ex caótico lanzó la espada al legionario más cercano atravesando su pecho, arrancó un árbol con el que aplastó a otros tres, agarró al último e ignorando sus golpes le elevó y le partió la columna contra su rodilla. Asavar arrancó a Alondite del cuerpo del legionario contra el que la arrojó y habló:

-Sólo quedas tú, así que me parece que ahora las condiciones las pongo yo: irás desarmado, me guiarás a palacio y como pago por las heridas y por hacerme perder el tiempo conseguirás que el señor de la Isla no me desintegre en cuanto se entere de que he matado a nueve de sus legionarios-
-¡Nunca!- gritó el oficial
-Sigues igual de arrogante…-se lamentó Asavar

Ambos oponentes se movieron en círculos, estudiándose, hasta que la ira del oficial de la Legión Negra pudo con su calma y provocó el ataque. El elfo recorrió la distancia que le separaba de su rival como una exhalación y comenzó a soltar una lluvia de tajos furiosos, pero Asavar los detuvo sin problemas hasta que el legionario reculó jadeando.

-No he salido del infierno para morir bajo tu espada en esta selva, mi destino está en la arena- dijo Asavar orgulloso.
-Tu seguridad en ti mismo raya en la prepotencia, no me menosprecies- le contestó el elfo
-He matado a incontables héroes, he derrotado a un Devorador de Almas, eliminado al verdugo de mi familia y desafiado a mis dioses. Tú eres un mero estorbo-

Tras estas palabras el renegado se aproximó a su rival tan rápido que no tuvo tiempo de defenderse, de un hábil mandoble le desarmó y colocó a Alondite en su garganta.

-¿Aceptas el pacto? Tú me guías, yo te perdono la vida- preguntó Asavar
-¿Iría armado y suelto? Mejor para mí, pero me sorprende- contestó el oficial
-Sí, ya has visto que soy más rápido que tú y que no puedes hacerme daño-
-Acepto- cedió el legionario bajando la cabeza

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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El señor de la Isla volvió a ver interrumpidas sus meditaciones en el balcón:

-Adelante- invitó el lord
El oficial de la Legión Negra entró:

-Señor, he localizado y traído al intruso-
-Excelente, di a tus soldados que le lleven a las mazmorras, ya me ocuparé yo de hablar con él-
-Hay un problema señor, bueno, un par de ellos- dijo el oficial cabizbajo
- ¿Se puede saber qué pasa?-
-El intruso no viene en calidad de prisionero sino por voluntad propia. El otro problema es que no hay soldados, Asavar los mató a todos- se lamentó el oficial
-Asombroso- exclamó el señor de la Isla
-¿No está enfadado milord?-
-No, más bien sorprendido-
-Por cierto, el campeón deseaba hablar con vos-
-Que pase, puedes marcharte-

Asavar entró en la habitación con el porte de un príncipe, la seguridad de un guerrero y la firmeza que sólo él tenía.

-Parece que tu paso por el averno te ha sentado bien- comentó jocoso el señor de la Isla
-Sobreviví, que no es poco, a base de hacerme más fuerte- respondió el ex caótico, dejando pasar el sarcasmo
-¿Y qué te trae por aquí?-inquirió el señor
-¿No lo sabes aún?-
-Podría haberlo escrutado, pero prefería oírlo de tu parte-
-Primero pedir disculpas por la incursión demoníaca, no me lo esperaba. De hecho me he desvinculado de los Dioses Oscuros-
-Uhm, qué detalle- comentó mordaz el mago
-Lo segundo, quiero impugnar mi combate contra Landin y Deragaar por la interferencia de la invasión, a cambio me jugaría el derecho a llevar no la corona sino otro símbolo ( la corona se la puede quedar Landin, no la necesito) contra Saeras-
-Jajajaja-
-¿He dicho algo gracioso?- preguntó Asavar molesto
-No, pero me deja pasmado lo lejos que te ha llevado tu orgullo, saliste del infierno por orgullo guerrero, dejaste plantados a tus dioses porque por orgullo no querías depender de ellos y vienes hasta aquí porque sabes que si derrotas a Saeras habrás vencido al maestro de landin y Deragaar. Realmente asombroso- dijo el mago entre sorprendido y divertido
-Buen análisis- respondió secamente el ex caótico
-Lo que no se es si has valorado los riesgos de una lucha contra Saeras, tus posibilidades son mínimas-
-Por mi parte está todo decidido-
-Bueno, esto llenará de nuevo el estadio, y como hasta el próximo torneo no hay combates por mí bien, sólo falta que Saeras te considere un rival digno, hablaré con él, tú búscate una alcoba en el palacio, descansa, te lo has ganado-

El señor de la Isla continuaba en el balcón, mirando al mar, cuando una voz cargada de ironía sonó a sus espaldas:

-Así que has convertido este lugar en tu sala de audiencias, espero que mi presencia sea grata en este momento-
-Tu presencia siempre se agradece Saeras- contestó el mago sin necesidad de volverse
-Supongo que me esperabas, o al menos así se me comunicó-
-Así es, pasemos al salón y hablemos de ello con calma-
-Preferiría ir al grano si es posible. Ah, por cierto, llegó a mis oídos que había un intruso-
-Las noticias vuelan. Bien, ese intruso no es otro que Asavar. Ese tipo fue al infierno en el que moran sus dioses, se rió de la muerte que me prometían, escapó y aparece aquí como un renegado libre de toda servidumbre, con su aura de poder tremendamente incrementada y un desafío contra ti-

El señor de la Isla cerró la historia entre carcajadas al ver cómo iba cambiando la expresión de Saeras desde la indiferencia al más puro asombro.

-Y bien, ¿aceptas el combate contra Asavar?- preguntó el lord
-Esa escoria no es digna de mi espada- Espetó el elfo, recuperando el aplomo
-Ahora sí, aunque tú tienes más posibilidades que él. Además, este combate venderá mucho, aunque ojo, no te confíes, él no es el mismo-
- Nunca me confío y lo sabes-
-¿De acuerdo entonces?-
-Bueno, con que me sirva para divertirme un rato….-
-Perfecto, me pondré manos a la obra-

Al día siguiente la Isla era un hervidero de gente, todos los que poseían pasajes de vuelta en barco los cancelaron al oír a los pregoneros gritando: “El mayor combate de la historia de la Isla, el campeón Asavar vuelve de la tumba para retar a Saeras”
La misteriosa reaparición de Asavar y la promesa de ver a Saeras en acción eran dos imanes irresistibles para un público que después de los últimos sucesos se sentía vacío, creyendo que no iban a ver nada más sorprendente.

Las tabernas se llenaron de gente haciendo apuestas clandestinas sobre el resultado del combate, el dinero cambiaba rápidamente de manos provocando broncas que no hacían otra cosa que aumentar la excitación del ambiente.
Con todo este bullicio a nadie extrañaba el cartel de “no quedan entradas”, a pesar de que el coliseo tenía unas proporciones titánicas. Faltaba poco para contemplar el mayor espectáculo de sus vidas.

Asavar estaba a punto de dormirse cuando oyó una voz en su cabeza:

-Scheider- repetía en un susurro
-Alondite, ¿eres tú?- inquirió el renegado sin respuesta
-Scheider, me alegra sacer que estás vivo, mis esfuerzos no han sido en vano-
-¿Quién habla? ¿Cómo conoces mi verdadero nombre?-
-El quién no importa Scheider, siempre he estado guiándote hasta que te pasaste al caos, la muerte de tu familia fue demasiado para ti, siempre te culpaste por ello, ahora que has enderezado tu camino he vuelto-
-¿Pero quién eres?- Asavar estaba cada vez más intrigado
- Sólo debes saber que velo por ti, ahora descansa, mañana es tu día-
Asavar sintió que perdía la consciencia mientras una gran placidez le invadía.

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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Aún no había amanecido en la Isla cuando miles de personas estaban ya en movimiento hacia el estadio. Con la última ampliación había adquirido proporciones colosales, constituyendo una verdadera maravilla mágica y arquitectónica.

Unos instantes después los primeros rayos del alba iluminaron la arena, que esta vez era totalmente lisa, cualquier variación en el terreno era innecesaria con semejantes luchadores. Faltaba ya muy poco para el combate.

Asavar fue conducido a los subterráneos del estadio escoltado por miembros de la Legión Negra que le miraban con odio.

-Hemos llegado, espere aquí como es habitual- comentó un legionario

Asavar se limitó a sentir con la cabeza. El túnel por delante ascendía para acabar en un enorme portón de hierro.

-Te noto nervioso- dijo Alondite
-Este puede ser mi último combate- contestó el renegado con tristeza
-Todos los combates pueden ser el último, en eso este no es diferente-
-Salvo cuando pasé por el infierno siempre he creído en mis posibilidades, vine aquí por honor y orgullo. Me he enfrentado ya muchas veces a la muerte y esta se que es la última, mi vida expirará en la arena. Es el final que he elegido para ella-
-¿Si sabes que es casi un suicido por qué lo haces?-
-No podría vivir con la deshonra del fracaso del combate con la corona, necesito redimirme-
-Supongo que sabes lo que haces-
-Así es-

La voz del señor de la Isla, amplificada mágicamente, llegó a oídos de Asavar.

-Almas aquí congregadas, prepárense para el espectáculo, el campeón que volvió del infierno Asavar Kul II contra el letal asesino y guardián de la Isla Sael Saeras-

Asavar entró en el coliseo en medio de una atronadora ovación, el colosal estadio estaba a rebosar, más de 100.000 personas que olvidaban sus vidas para ver correr la sangre una vez más. El es caótico cruzó su mirada con la de Saeras y habló con sorna:

-Veo que has traído a Dranach, qué honor-
-Aún no estoy seguro de que seas digno de ella sucio caótico, no la desenfundaré hasta que lo considere oportuno- contestó el elfo con orgullo.

Antes de que el renegado respondiese el señor de la Isla se levantó de su palco y dio la orden que todos esperaban:

-¡Que empiece el combate!-

Asavar cerró los ojos un momento escuchando la voz de Alondite:

-¡Busca la energía!-

El renegado se concentró, ganó la pugna, abrió de nuevo los ojos y se puso en guardia. Sentía más ligera la espada, más rápidas las piernas y lo más importante: confiaba en sí mismo.

Saeras observó a su rival, ahora envuelto en un aura blanca y desenfundó a Dranach.
Los dos rivales volvieron a mirarse desafiantes, esta vez sobraban las palabras.

Saeras y Asavar corrieron a cruzar aceros, pero el elfo era más rápido y se encontraron en terreno del ex caótico. Tras un par de golpes de Asavar que Saeras esquivó sin problemas el asesino saltó, apartó a Alondite con Dranach y pateó la cara de su rival repetidas veces hasta volver a tocar tierra detrás suya.

La voz del elfo sonó burlona:

-Te creía más rápido, y pensar que ganaste este torneo-
-Tú para ser el maestro de Landin y Deragaar pateas como un elfo cualquiera- contestó Asavar, más herido en su orgullo que en su cuerpo.

El asesino volvió a la carga soltando un tajo a las rodillas de Asavar, que saltó y lanzó una patada esquivada hábilmente por su rival.

-¡Eso está mejor!- gritó Saeras

El renegado pasó al ataque, dos tajos diagonales, uno vertical, un barrido, todo era detenido o esquivado por el asesino élfico que harto de defenderse pegó un tremendo tajo de arriba abajo con Dranach que Asavar detuvo, pero cayendo al suelo. Tras rodar evitando el filo del acero el renegado se incorporó, lanzó un sablazo desequilibrando a Saeras y agarrándole con la mano libre le empotró contra la pared del estadio.
El rugido del gentío fue tremendo, pero duró poco porque volvía a haber movimiento.

A pesar de haberse roto numerosas costillas Saeras se levantó, recorrió el trecho que le separaba de su rival en un abrir y cerrar de ojos y descargó un mar de golpes sobre él. Dranach y Alondite chocaban con rabia soltando lluvias de chispas y chirridos estridentes.

-¿Aguantas?- preguntó Alondite
-No mucho más, ¿y tú?- respondió Asavar
- Dranach es potente, pero aún puedo seguir su ritmo, tienes que liberar más energía-

Como Asavar aún no había probado el filo de Dranach Saeras subió el ritmo aún más. Los espectadores contenían la respiración, veían como el campeón del torneo retrocedía obligado por los furiosos golpes de su rival hasta que su espalda chocó contra la pared, veían como Alondite y Dranach se cruzaban dejando estelas de luz y haciendo saltar chispas, pero Dranach estaba ganando la partida y en un hábil movimiento de su dueño la espada de Asavar salió volando para quedar clavada en la otra punta de la arena.

-¿Te rindes?- preguntó el elfo apuntando a la garganta de su rival, ahora desarmado

Asavar se concentró, miró dentro de sí mismo “más, necesito más, más”. La batalla en su interior cobraba intensidad por momentos, nunca antes había intentado usar tanta energía junta.

-No lo vuelvo a preguntar, ¿te rindes?- dijo Saeras

Como única contestación un haz de luz blanca emanó de Asavar, obligando al asesino a taparse los ojos. Cuando la luz desapareció Asavar no estaba allí, así que se volvió con Dranach lista para encontrarse a su rival de nuevo armado y brillando con más fuerza.

-No he llegado aquí para rendirme- exclamó el renegado con firmeza

El cuerpo de Saeras se tensó, las runas de Khaine e Isha comenzaron a destellar a plena potencia, su pelo se movía agitado por un viento etéreo. Saeras contestó, y esta vez su voz sonó mucho más grave y autoritaria, como si un dios hablase a través de él.

-Ni yo para perder, en guardia Asavar-

Ambos contendientes corrieron al combate, lanzándose uno sobre otro, haciendo temblar el suelo y cayendo los dos. Saeras se levantó más rápido de nuevo y de una patada tumbó a su rival, lanzó un sablazo que Asavar detuvo con Alondite a costa de que su hombro se dislocase y una vez abiertas las defensas del ex caótico el elfo le sacudió una brutal lluvia de golpes de los cuales Asavar sólo podía detener los mortales.
Cuando el renegado estaba a punto de caer inconsciente la voz de Alondite le rescató de las tinieblas:

-Vamos, levántate, resiste y lucha-

Gruñendo como respuesta Asavar pegó un inesperado barrido con la pierna que tiró a Saeras, se levantó aprovechando la situación, agarró al elfo que estaba aturdido por la mandíbula y tras partírsela sin esfuerzo le volvió a empotrar contra una pared del coliseo.

El público se deshizo en aplausos ante el brutal y sangriento espectáculo. En un lado del estadio Saeras ya se había recuperado (dejando un boquete en la pared) y sus habilidades regenerativas le habían recompuesto la mandíbula y unas cuantas costillas. En el otro lado Asavar se colocó el hombro provocando un crujido, tiró su casco, escupió sangre y se puso en guardia, dando a ver que su ahora abollada armadura le había protegido de males mayores, aunque sangraba por docenas de cortes y tenía un profundo tajo en la pierna.

-Me toca- dijo Asavar

El renegado se tiró contra su rival buscando un combate a corta distancia, pero Saeras le esquivó. Asavar se rehízo rápidamente, trazó dos amplios arcos con Alondite y de un inesperado gancho tumbó al asesino. Tras unos intentos fallidos de ensartar al elfo en el suelo el renegado amagó un sablazo y pateó brutalmente a su rival haciéndole volar varios metros.

Esta era la oportunidad de Asavar, así que viendo a Saeras renqueante volvió a la carga: tajos de ida y vuelta sucedían a un par de barridos para hacerle retroceder hasta la pared, y por último un tajo diagonal cuyo ángulo invirtió in extremis. Asavar sabía que la finta era buena pero que Saeras la detendría, pero no el tremendo puñetazo que lanzó con la mano libre al abdomen.

Con su rival doblado y acorralado el ex caótico procedió a atravesar su corazón, pero Saeras en un acto reflejo se echó a un lado y propulsó a Dranach hacia delante.

La siguiente imagen quedaría grabada a fuego en la mente de los espectadores: Saeras estaba clavado por un hombro a la pared, sosteniendo a Dranach cuyo filo ensangrentado sobresalían tras la espalda de Asavar, atravesando en el proceso su corazón.
El público contuvo la respiración, el tiempo parecía haberse congelado, retrasando la muerte del renegado. La escena sucedió a cámara lenta, Saeras retiró a Dranach haciendo saltar un chorro de sangre, la mano de Asavar se abrió, soltando a Alondite, sus rodillas temblaron hasta que cayó sobre ellas, la luz que desprendía se apagó.
Asavar estaba arrodillado, tomó un puñado de arena regada con su sangre, se le escapaba como los últimos instantes de su vida, sentía el vacío en su pecho, su corazón dejó de latir, desgarrado y entonces, cuando se sentía caer en la negrura, escuchó la voz de la noche pasada:

-Creíste que podrías escapar de los Dioses Oscuros sin problema, te preguntabas quién era yo, ahora te contesto ¡Soy Tzeencht iluso mortal!, puede que burlases a Khorne pero nadie escapa de mis redes, ahora tú mueres y tu alma me pertenece-

El renegado sintió como la poca esperanza que le quedaba se desvanecía mientras Tzeencht le susurraba entre cacareos y carcajadas los tormentos que iba a sufrir. Su mente se rendía cuando sintió en su interior esa enorme energía contenida que esta vez en vez de intentar dominarle se le entregaba sin condiciones.

-Me niego a morir- susurró el renegado alzando la cabeza, reuniendo su voluntad
-Me niego a morir- repitió más alto, con voz quebrada mientras trataba de incorporarse
-¡¡¡¡ME NIEGO A MORIR!!!!-el grito al cielo rasgó el alma de los espectadores, liberando todo su potencial interior. Un mar de luz inundó el estadio, obligando a todos a cerrar los ojos para no quedarse ciegos. Cuando pasó Asavar estaba en pie, brillando como un faro y con una tremenda determinación en la mirada, todas sus heridas habían dejado de sangrar aunque seguía teniendo un gran agujero en el pecho. Con una orden mental atrajo a Alondite desde el hombro de Saeras hasta su mano, arrancando un reguero de sangre al elfo y se dispuso a combatir.

El público no podía creérselo, habían visto como el campeón era ensartado y le daban por muerto. Cuando se recuperaron de la sorpresa una lluvia de vítores y aplausos recayó sobre Asavar, que había escapado de la muerte. Una vez más.

Saeras estaba tremendamente furioso por la milagrosa recuperación de su rival, así que se ocupó de poner sus capacidades regenerativas al máximo para cerrar la fea herida del hombro y acabar definitivamente con el renegado.

-Te niegas a morir -dijo el elfo con rabia

La voz de Asavar sonó distinta, dictando sentencia:

-Hoy no voy a caer bajo tu hoja, te toca a ti, aunque te estoy agradecido porque me has ayudado a escapar de mis límites-

Saeras no aguantaba más, el grito de Khaine resonó en el aire con más fuerza que nunca, dejando al ex caótico momentáneamente paralizado.
Empuñando a Dranach con las dos manos el asesino se dispuso a partir a su rival por la mitad. Asavar luchaba para librarse del agarrotamiento de sus músculos y con muchísimo esfuerzo interpuso a Alondite y se mantuvo firme. Tras volver a tomar el control de su cuerpo lanzó un sablazo horizontal que Saeras esquivó de un salto, no sin evitar un corte superficial. A Saeras le enardeció ver su sangre manchando la arena y se dispuso a desencadenar una tormenta de acero sobre ASavar. Dranach y Alondite eran borrones a ojos de los espectadores que apenas distinguían lo que sucedía. Las armas se cruzaban, y con cada choque desataban haces luminosos en un crescendo que provocaba ondas expansivas, resquebrajando el suelo.

A pesar de su sorprendente recuperación Asavar no las tenía todas consigo, cada vez le costaba más seguir el ritmo frenético de Saeras, ya había recibido varios golpes leves, era cuestión de tiempo que el letal elfo abriese sus defensas y lo sabía.
Saeras entró a fondo golpeando el arma de Asavar, se coló entre sus piernas y en un ágil movimiento le tumbó de una patada mientras se incorporaba. Trató de ensartar la cabeza del renegado pero este rodó y Dranach cayó sobre su brazo, atravesándolo mientras el público rugía por la sangre.

Asavar cambió a Alondite al brazo izquierdo y se dispuso a poner en jaque a Saeras saltando a por él con Alondite por delante en un movimiento aparentemente suicida. El elfo se echó a un lado y propulsó a Dranach, pero el rengado lo esperaba, clavó su sable en el suelo y dio un giro brusco, para aprovechando la inercia estampar sus piernas en la espalda del elfo haciéndole volar.

Saeras escupió sangre intentando disimular el penoso estado de su espalda y se fue a por Asavar mientras este sacaba a Alondite del suelo y hacía lo mismo.

El choque siguiente resonó en toda la Isla, ambos luchadores concentraban toda la poca energía que les quedaba en ese golpe. Fuerza y resistencia contra velocidad y precisión, dos guerreros que superaron horribles pruebas. La última estaba en curso. Tanto Saeras como Asavar eran conscientes de que estaban en las últimas y se lo jugaban todo a su lance, sus cuerpos no daban para más. Saeras invirtió la trayectoria de Dranach en el último momento, pero Asavar milagrosamente detuvo el golpe y las dos espadas salieron despedidas.
El elfo salió corriendo a por Dranach, pero el renegado en vez de ir a por Alondite corrió tras su rival. Cuando Saeras se acercaba a Dranach Asavar se tiró en plancha, derribándole y convirtiendo el duelo en una pelea a puñetazos.

Aunque el asesino golpeaba más rápido estaba en mala posición y los golpes dl renegado eran brutales, destrozando lo poco que quedaba de sus costillas.

Saeras estaba desesperado, a pesar de haber roto la nariz, pómulos y varias costillas a Asavar este ignoraba sus golpes y le seguía machacando, su organismo no aguantaba más el castigo. Intentó zafarse pero se dio cuenta de que el derribo del ex caótico y su caída sobre él le habían inmovilizado las piernas, así que, en un último esfuerzo estiró un brazo hacia Dranach. Sentía que no llegaba y cada instante que transcurría era un suplicio para su cuerpo, necesitaba alcanzarla o moriría apaleado. Tocó algo. Asavar le miró extrañado, estaba sonriendo.

Acto seguido, en un fogonazo dejó de sentir los brazos. Estaban en el suelo, tintándolo de rojo mientras daban esporádicas convulsiones entre gritos de horror del público. Saeras se escabulló como pudo mientras su rival rugía de dolor, se incorporó tambaleante y alzó su sable al cielo.
Los espectadores miraban asombrados, el final estaba próximo y no podían ni respirar, el silencio era sepulcral.

-Gastaste toda tu fortuna- sentenció Saeras
-Llegó mi hora, sabía que hoy podía morir, pero no lo esperaba- contestó Asavar agónico
-Has sido un rival digno, querías averiguar quién era mejor, morirás sabiéndolo-
-Acabemos con esto-

Asavar apretó los dientes, había jugado con la muerte tantas veces que esta vez se sabía perdedor.
El sol se reflejaba en el filo de Dranach cuando empezó Saeras la alzó mientras los espectadores inmortalizaban el momento en sus retinas.
Dranach empezó su descenso, con lentitud al principio pero ganando velocidad por milésimas. Asavar exhaló su último aliento cuando sintió el acero en su cuello, hasta que de repente se detuvo en seco y una autoritaria voz habló:

-No permitiré que ninguno de los dos muera, en pie- era el señor de la Isla
-Saeras, has demostrado una vez más tu talento, esta vez de forma espectacular. Asavar, has puesto en jaque a Saeras y alcanzado un poder con el que muy pocos pueden competir. No recibirás la corona, pero tampoco la muerte y se te tratará como campeón absoluto, ¿conforme?-
-Por supuesto- contestó el renegado entre estertores
-Y ahora, por si quedaban dudas, ¡El ganador es Sael Saeras!- exclamó el señor

El griterío subsiguiente fue ensordecedor, los espectadores eran conscientes del maravilloso choque de titanes que se quedaría grabado para siempre en sus memorias. Habían visto el tremendo talento de Saeras al máximo rendimiento y la heroica resurrección de Asavar con una voluntad de acero.

Las piernas de Asavar comenzaron a temblar hasta que no le sostuvieron más y cayó inconsciente.

-El campeón ha perdido muchísima sangre y tiene heridas graves, ¿¡Quién me ayuda a llevarlo a palacio!? gritó una voz entre el gentío.
Una marea viviente bajó de las gradas para cargar con su cuerpo, enanos, elfos, humanos, caóticos, goblins… todos dejaron de lado sus rivalidades por respeto y admiración a Asavar. La adrenalina y emoción se desvanecieron del renegado, en su rostro apareció una sonrisa, estaba en paz.
La comitiva que portaba a Asavar abandonó el estadio arropada por los aplausos y lágrimas de un público en pie. Saeras había desaparecido .

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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Guauu eso es lo que yo llamo un buen ladrillo (en el buen sentido de la palabra, claro :P) en cuanto pueda lo leo que ahora vengo de estudiar y no me apetece mucho leer más xD

Un saludo.

"Venera a tus ancestros, obedece a tu rey, lleva tus armas con orgullo, no tengas miedo al enemigo, odia a los pielesverdes, desconfía de los Elfos y no te equivocarás."

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Bestial, lo he leido todo de una tacada y me ha encantado:)

No lucho para ganar sino por el mero placer de combatir y pelear.Viva el Waaagh y todos sus practicantes!!!

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ghazkull,esto forma parte de un trasfondo mucho mayor,así que para cualquier aclaración pregunta.
Gracias por leerlo y dar tu opinión

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Os cambio lo de "realtos" del titulo del post para que los enanos no se sientan marginados :P

Espero no os importe ni estuviera puesto asi a posta.

Cuidaos todos y VIVA RUSS.

Prefiero vivir un dia como leon a vivir cien años como oveja....

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aivá,no me había dado cuenta,gracias

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up!

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cuando hayamos terminado este estadio letal podrias poner esto alli despues de los personajes y las batallas, esta muy bien y que se perdiese seria una pena

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De acuerdo,ningún problema,de hecho no me importaría narrar algún combate más adelante,que Asavar se pasase por allí(teóricamente,en su trasfondo personal,aún está en la isla recuperándose de las heridas,que Saeras le amputó los brazos...)

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ah claro y le vuelven a crecer?XD

era broma, pero seria genial que posteases mas batallas del estadio letal"antiguo"

No lucho para ganar sino por el mero placer de combatir y pelear.Viva el Waaagh y todos sus practicantes!!!

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El estadio letal antiguo se perdio por el W.C....

No es que le vuelvan a crecer los brazos,pero se los reimplantan,jaja

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hola, soy nuevo en este foro pero veterano en el de OJ, estuve presente cuando se hizo el primer estadio letal y me tome la molestia de formar un  m¡ni librito con todos los combates. si quereis lo subo a megaupload o lo voy colgando poco a poco. como querais

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te estaremos bastante agradecidos si lo haces, ya sea de una forma o de otra

No lucho para ganar sino por el mero placer de combatir y pelear.Viva el Waaagh y todos sus practicantes!!!

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bueno pues aqui os empiezo dejando todos los combatientes:

1. Deragaar(Principe Sain)
2. La peña de Nogg (jorgesp92)
3. Corpus el "Enfermo" (Viento de Nurgle)
4. Thorkan (Morkar, el Elegido)
5. Caladai (Lathain)
6. Kai-Loq (Viejoelfo)
7. Bizandril (Manzanitas)
8. Oogie boogie , el hombre del saco (xouman)
9.Thurk Grugnisson, señor del clan de Karak-Thruk (Tharik)
10. Gurag (Naar-Saeras)
11. Señor de la Plaga
12. Dorash el traido de los dragones sangrientos (jmagon)
13. Luigi van der MErk y Frank Hoidon "El tirillas": Defensores de Sunland (Ivan91)
14. Vampiro Neonato Von Varen (Tyrion54)
15. Braugh, Maton Ogro (DASE82)
16. Roe-entrañas (Amat tu Slaanesh)
17. Aerun "de la esperanza" (BillyBoy)
18. Itza-Zlat (AriOcH, señor de lo infiernos)
19. Liadon, el aplazta kokoz y Ranin arranca ojos (Grimgoras)
20. Arian y Calmert (Boris Todbringer)
21. Callius (Sain)
22. Braugh el Bramador(Sain)
23. Escindilliadan (Sain)
24. Doniñaki( van gontan)
25. La rata albina (tharik)
26. Los hermanos matadores de lathain.
27.Xavimatador (mata20)
28. Grashak(mutilamiembroz)
29.Matón buscafauces (gonxo)
30 Chiron (grimgoras)
31 Natnog (van gontan)
32. Kenhad el Feo ( tharik)

 

PD: yo era lathain, hice dos personajes porque faltaban para hacer los 32

 

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aqui tenemos los emparejamientos de la primera ronda:

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  Primera ronda:


La peña de Nogg (jorgesp92) vs Corpus el "Enfermo" (Viento de Nurgle)

-Thorkan (Morkar, el Elegido) vs Arian y Calmert (Boris Todbringer)

-Bizandril (Manzanitas) vs Vampiro Neonato Von Varen (Tyrion54)

-Oogie boogie , el hombre del saco (xouman) vs Los hermanos matadores de lathain.

-Gurag (Naar-Saeras) vs Kai-Loq (Viejoelfo)

- Dorash el traidor de los dragones sangrientos (jmagon) vs Caladai (Lathain)

-Aerun "de la esperanza" (BillyBoy) vs Chiron (grimgoras)

-Itza-Zlat (AriOcH, señor de lo infiernos) vs Luigi van der MErk y Frank Hoidon "El tirillas": Defensores de Sunland (Ivan91)

-Callius (Sain) vs Braugh, Maton Ogro (DASE82)

- Braugh el Bramador(Sain) vs Blaked Gula (naftor el traidor)

-Escindilliadan (Sain) vs Roe-entrañas (Amat tu Slaanesh)

-Doniñaki( van gontan) vs Deragaar(Principe Sain)

-La rata albina (tharik) vs Xavimatador (mata20)

-Grashak(mutilamiembroz) vs Liadon, el aplazta kokoz y Ranin arranca ojos (Grimgoras)

-Matón buscafauces (gonxo) vs Kenhad el Feo ( tharik)

-Natnog (van gontan)vsThurk Grugnisson, señor del clan de Karak-Thruk (Tharik)

 

 

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y aqui el primer combate, ire poniendo un combate por dia o como querais, para iros dejando con la intriga jeje

Oogie boogie , el hombre del saco (xouman) vs Los hermanos matadores de lathain

La hora había llegado, el estadio letal daría comienzo una generación mas en busca de los mejores héroes, aquel que saliese vencedor se proclamaría como el mejor guerrero del mundo y obtendría un poder infinito que lo convertirían en un semi-dios, todo eran leyendas para locos hasta que uno a uno fueron reclutados para luchar bajo el juramento Estadio Letal. Nadie se lo creía al principio, pero todos se reunieron en el puerto desde donde zarparía la nave que llevaría a los guerreros a la arena de la lucha. Todos estuvieron separados, el odio acumulado entre razas lo obligaba, y todos se fueron preparando para el combate.

Al llegar a la isla, cada uno desembarco en su propia nave y cada uno llego a su propio redil, donde esperaría en la playa hasta la llamada para la lucha. aquellos que derrotasen a su enemigo, conseguirían pasar de la playa y llegar al estadio letal.

El primer cuerno sonó, y las primeras jaulas se abrieron, el primer Rin de combate consistía en una playa totalmente lisa donde se derramaría la primera sangre del este campeonato. Todos los espectadores estaban ansiosos por ver el primer combate. Miles de seres de todas las razas de todas las épocas estaban animando por igual buscando solamente violencia y sangre en el lugar sagrado del estadio.

Las dos primeras jaulas se abrieron, y de una de ellas surgieron dos matadores gemelos, su aspecto era intimidador, uno llevaba la barba afeitada, y el otro tenia las dos orejas cortadas, ambos tenían quemaduras por todo el cuerpo y buscaban la muerte con el mejor héroe posible. La segunda jaula estaba abierta pero de ella no salía nadie, los dos matadores se quedaron asombrados, pero el menor de ellos atisbo una sombra que los esperaba en el centro de la playa, al principio eran sombras que desaparecían, pero poco a poco un espectro se les apareció delante de ellos, una sabana negra con dos huesudos brazos colgando de su cuerpo, los dos matadores no lo dudaron y cargaron contra el monstruo, el espectro chillo y algunos espectadores lloraron, gritaron, e incluso huyeron debido al terror que le provocaba el espectro, pero a los dos matadores no les traía en cuento lo que pudiera hacerles y atacaron, antes de atacar ninguno, el espectro extendió su garra hacia los dos matadores intentando arrebatarles el alma, pero ambos consiguieron resistirse a la voluntad de la misma muerte en persona, primero ataco con increíble velocidad el hermano mayor, el espectro Oogie boogie sonrió con su cadavérica cara, ningún arma podía herirlo, pero su pudiera haber sentido algo parecido al miedo lo hubiera sentido cuando vio la estela azul que dejaba el hacha del matador, era un arma rúnica de mucho poder y consiguió atravesarlo de lado a lado, provocándole múltiples daños. Se obligo a permanecer en su sitio y ataco a ese enano con el hacha rúnica, ya que el otro no suponía ningún problema para él. Pero aparte de ser brutalmente salvaje, era muy hábil con su arma, y no conseguía atravesar sus defensas. El enano menor ataco, pero para su sorpresa atravesó al espectro sin causarle ningún daño.

Esto no pintaba bien, y al menos que hiciese algo, tendría que esperar otros 100 años para poder volver a combatir, el espectro volvió a lanzar su garra hacia la garganta de los dos matadores, pero estos ya estaban sobre aviso y con un barrido del hacha, el hermano mayor destrozó los huesos etéreos del espectro y le obligó a desaparecer de este mundo. EL espectro chilló antes de desaparecer, obligando a algunos a evacuar sus necesidades antes de tiempo, cuando el espectro desapareció y el chillido dejo de levantar la arena, se veía a los dos matadores de pie levantando sus hachas en señal de victoria, el público aplaudió pero se sintió engañado, era la primera vez que no se derramaba sangre en el combate inaugural, pero el espectáculo estaba asegurado.

Los dos matadores se sentían aliviados, no hubiera sido digno morir a manos de un esqueleto con una manta y menos delante de tantos espectadores, esperarían a un guerrero mejor y serían vencidos, pero sus canciones serían cantadas por los representantes de todas las razas, de como dos matadores gemelos habían sido vencidos por el mayor de los héroes delante de todas las razas del mundo, al pensarlo, al hermano pequeño se le encogió el alma un poco.

Con paso decidido, los dos matadores pasaron a la siguiente ronda cruzando el arco de la playa.

 

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lo hicieron 32 personas?lo que me perdi y se ha perdido

No lucho para ganar sino por el mero placer de combatir y pelear.Viva el Waaagh y todos sus practicantes!!!

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yo viví el segundo estadio letal y la decadencia de OJ,pero los principios de OJ fueron espectaculares

Bienvenido lathain,me acuerdo de ti,y gracias por los combates

-Ya no me queda nada en este mundo,la sangre de miles de almas de inocentes mancha mis manos,sus gritos me persiguen en mis pesadillas.Tengo miedo,miedo al día que caiga en el campo de batalla,pues entonces¿quién estará a mi lado?-Confesiones de un señor

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Callius (Sain) vs Braugh, Matón Ogro (DASE82)

El primer combate había tenido lugar, pero los espectadores estaban ansioso por ver quienes eran los próximos combatientes. Querían sangre, querían lucha, y querían muerte.

Otras dos jaulas se abrieron, de una de ellas salió un caballero negro con un caballo de guerra impresionante, salió al trote, como dejando ver su estupenda doma sobre la bestia, que los demás supieran lo bueno que era cabalgando y lo caballeresco que resultaba. El caballero callius , de mousillion, llego al centro del óvalo que era el estadio, su armadura negra absorbía los rayos del sol y el largo mechón del casco era la única nota de color en su vestimenta, incluso su caballo, negro como la noche, portaba una barda oscura como el alma de un demonio. El caballero esperó a su contrincante.

De las profundidades de la jaula abierta surgió un eructo que casi hizo retroceder al caballo de Callius. De la jaula salió un ogro que le sacaba dos cabezas a Callius a pesar de que este estuviera montado sobre un caballo. El aspecto de Braugh era de una bestia salvaje, los harapos que vestía le cubrían la escasa armadura que llevaba, su larga espada, de un diseño extraño, sobresalía en su espalda, y su oronda tripa, signo de poder entre los suyos, descansaba en un protegetripas de bronce tan grande como la armadura del caballo del bretoniano.

 

Los dos combatientes se miraron el uno al otro, y en una señal de desprecio, Braugh lanzó un escupitajo hacia el caballero, que impacto de lleno en el escudo del atónito siervo de la Dama, el público lanzo una exclamación. Ante tal injuria, el caballero se arrodillo delante de el y empezó a rezar a su benefactora. El ogro esperó, nuca entendió porque lo caballeros de colores se arrodillaban antes de luchar, pero no era el momento de comprenderlo, Braugh se lanzó a una carga bestial hacia el caballero ya montado lanzando arena por todas partes mandando insultos en todas las lenguas que conocía. El caballero montó con agilidad y se lanzo a la carga, el encuentro fue brutal, los dos se lanzaron a la carga, pero el ogro fue quien golpeó primero con su oronda tripa a la vez que desenfundaba su larga espada, el caballo de Callius casi se cae, pero consiguió aguantar la embestida bajo las ordenes de las rodillas de su amo, que combatía con el como una extensión de su cuerpo.

El combate no pintaba bien para Callius, el orondo ogro era mucho más rápido de lo que parecía y su larga espada era de un filo increíble, y para colmo, la blandía con una maestría inusual. su espada, capaz de atravesar a hombres sin esfuerzo, no podía contra la resistencia del ogro. En una ocasión el ogro casi le rebana el pescuezo, pero consiguió agacharse salvando la cabeza pero no el mechón de su casco.

El público gritaba, jadeaba, y animaba al ogro, su intención no era romper la defensa tan pronto al hombrecillo, le estaba golpeando con la parte plana de su espada para ir retrasándolo y agotar sus fuerzas, mucho menores que la suya, y cuando fuera el momento, se lanzaría encima, un plan como este lo intuían todos los que estaban viendo el combate, pero el caballero no era capaz de verlo a pie de pista.

Callius no podía aguantar mas esta situación, con un puntapié hacia la barbilla del ogro logró deshacerse de él y apartarse unos metros, tenía que recuperar las fuerzas. Pero el ogro no estaba por la labor, sin acusar la patada en la mandíbula, se lanzó a la carga, pero esta vez el caballero estaba preparado y con un mandoble, atravesó la carne del ogro de punta a punta en el costado. Pero algo no iba bien, en vez de salir sangre a borbotones, tan solo salía un hilillo y la espada estaba atrancada, miró al ogro, y comprendió todo cuando su cabeza se situó a 10 centímetros de la suya y pudo olerle el aliento.

Pobre canijo, pensó el ogro, su espada brillante le había causado problemas, a si que tenia que pararla de algún modo, y se acordó de cuando su padre le enseño como se paraban los virotes de una flecha con el costado, pues hay los ogros concentraban muchísima grasa y las heridas no producían tanto daño. La espada llegó mas hondo de lo que esperaba por la gran fuerza del golpe, pero Braugh era mucho ogro para una herida así. COn su mano libre engancho la mano del caballero y le rompió la muñeca como un niño rompe sus juguetes. el sonido de los huesos rompiéndose llego hasta el ultimo rincón del estadio, produciendo aplausos y ánimos hacia el ogro. el caballero intento defenderse del ogro con el escudo, pero ya era tarde, con una brutalidad increíble, golpeo con la parte plana de su espada hasta que el escudo solo fue chatarra, el caballero estaba asustado y el público enloquecido, el ogro no lo quería matar así, quería jugar un poco con su comida.

Callius lanzo una estocada con un puñal que escondía en la armadura, pero este chocó contra el ogro como un palo choca contra la pared, esto aburrió al gigante y con una mano cogió la cabeza del bretoniano, lo levanto de la silla del caballo y con ella aplastó al cabeza del héroe contra el suelo, una y otra vez, la sangre manaba del casco, el caballero murió al tercer golpe, pero el ogro siguió golpeando hasta que se pudo ver la cara destrozada y demacrada por los agujeros que estaba haciendo.
Braugh después de un solo bocado devoró toda la masa sanguinolenta que era la cabeza y dirigió una mirada hacia el caballo, este le había dado una coz en la entrepierna y estaba dispuesto a cobrárselo.

Jadeado por el público llegó hasta el caballo, lo cogió con ambos brazos y empezó a hacer fuerza, el público se preguntaba que estaría haciendo, pero lo comprendió cuando el caballo relincho de dolor y se pudo oír como la piel y los huesos se desgarraban separando a la montura en dos. La sangre mano como una fuerte y el ogro la bebió con ansiedad a la vez que disfrutaba de su merecida comida.

El público, ante tal muestra de sangre, muerte, bestialidad gratuita y vísceras solo pudo hacer una cosa. Aplaudió como nunca, jadeo al ogro y lo convirtió en un dios a los ojos de muchos.

El ogro salió del estadio con una parte del caballo en el hombro. No había duda de que la sangre había corrido en este combate, el público se levanto para despedir a su ganador. Braugh se había ganado al público con su desmedida violencia, y este le convirtió en el primer favorito del torneo.

 

 

 

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Beleg
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La peña de Nogg (jorgesp92) VS korpus el enfermo (viento de nurgle)

Ya había caído la noche en pozo, y los espectadores también habían cambiado, ahora los goblins nocturnos y los seguidores del Caos campaban a sus anchas por las gradas pues sus representantes se dirigían a la arena.

Que en este caso era una playa muy rocosa con esqueletos humanos por todos lados llenos de cangrejos que los roían. Bajo la luz de las antorchas el escenario era increíblemente tétrico, puede que fuera la razón por la que no quedasen casi espectadores.

Finalmente las jaulas se abrieron, de una salio un orco flanqueado por dos goblins armados malamente, uno hacia el chorra con el cacho de madera que le serviría como escudo mientras el orco le daba golpes en la calva y el otro goblin parecía estudiar a su rival... pero lo que estaba haciendo era cagarse de miedo! Su rival era un enorme guerrero embutido en una armadura verde llena de pus y granos por todos sus pliegues, este guerrero rompía las piedras del suelo al pisarlas y se preparo esperando a sus enemigos.

Los pielesverdes cargaron sin dudarlo pero el enorme guerrero resulto ser rapidísimo y de un tajo corto el brazo del orco a la altura del hombro, esta herida empezó a infectarse y hincharse descomunalmente mientras el desgraciado orco ni siquiera sabía lo que ocurría. Uno de los goblin salto encima al seguidor de Nurgle y le clavo una de sus espadasen el pecho, pero tal acto de valor no le sirvió para nada pues su compañero no pudo con el terror que suponía alguien así y se quedo totalmente bloqueado en el sitio.
Korpus el paladín de nurgle cogió rápidamente de la cabeza al valiente trakg y lo clavó en un enorme pincho que tenia en la hombrera, y allí lo dejo como trofeo. Y destrozo al otro goblin de un revés de su arma, si casi poner ganas en ello.
Pero antes de irse se dirigió al orco, este seguía de rodillas en el sitio donde le corto el brazo, tenía los ojos totalmente hinchados y la herida ya era negra, el paladín se acerco, le cogió la cabeza y la destrozo contra su rodilla mientras se iba.
Los seguidores del caos gritaban en las gradas, los pielesverdes ya se habían retirado, había sido un patético intento por su parte...
Victoria para Korpus!

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