Madre mía. Y soy yo el que retuerce el lenguaje.
Las empresas no compiten solo contra las demás, compiten contra sí mismas por reducir el coste (de recursos, de tiempo, de empleados, etc.) de la producción de forma que puedan rebajar los precios y vender más u obtener un mayor margen de beneficio. Pero el precio es solo otra variable. Las características o diferencias del producto son clave para aumentar las ventas. Que no haya incentivos para ser más eficientes u ofrecer algo que se adapte mejor a la demanda va en detrimento del consumidor.
Si fueras Toyota, ¿dejarías de incorporar tecnología en tus coches? ¿Mantendrías el mismo modelo 10 años? ¿Dejarías de crear más coches aunque haya más demanda? ¿De qué forma te "contentarías"? ¿O crearías otra compañía desde cero para que haya más diversidad de marcas?
Bueno es que un oligopolio es una conjunto de unos pocos monopolios. Si en un sector de miles de millones de personas cabrían cientos o miles de empresas competentes y en realidad parten el bacalao cuatro megacorporaciones pues es igualmente un monopolio. Y además es bien sabido que en éstos casos se ponen de acuerdo para evitar que otras empresas suban hasta donde están ellas y así ellas se mantengan en el poder como los reyes del territorio que son.
Para evitar los monopolios las empresas tendrían que tener simpatía por la competencia y no querer destruírla y dominar todo el mercado como si fuera una guerra de ambición eterna, simplemente deberían querer ser rentables y ofrecer un buen producto, y no querer ir a más, contentarse con su trocito del pastel, pero no, quieren más y más y eso inevitablemente conduce a mil empresas que caer o mantenerse estancadas por cada una que triunfa por pisar a las demás y eso es una actitud monopolista porque evidentemente solo puede haber un ganador o una reducido grupo de éstos.
"Tu estás incluso por encima de La Jefa. Y por ello te concedo el título de El Gran Jefe. Eres un verdadero patriota."
-Lyndon B. Johnson a John Snake. (1964)