Último adiós
Apenas diecisiete años. Y no era tampoco muy grande. Era la «peque» a la que despedían hoy.
El matrimonio se abrazaba, echando el alma en los sollozos delante del ataúd.
El veterinario introdujo la caja con solemnidad en el horno crematorio.
Despedida en Las Vegas
Nunca antes se había visto en la ciudad una ceremonia con tanto desmadre, excesos, y bromas; hasta el propio cura que oficiaba, incapaz de contener la risa, reconocía lo extraordinario de aquel funeral.