Entre el ruido y la vida
Reseña de la obra de Alejandro Palomas publicada por Baile del Sol
Buena parte de la belleza de este poemario que nos presenta Baile del Sol en su Colección Poesía reside en que parece un ejercicio de funambulismo lingüístico: Alejandro Palomas avanza por él con pulso firme, poniendo buen cuidado en cada paso, haciendo que cada palabra cuente, que nada parezca dejado al azar pero sin perder, al mismo tiempo, la elegancia natural de su escritura, su fluidez y su cadencia. Es el modo idóneo para captar la atención del lector, para tenerlo pendiente de cada gesto y cada indicación. Solo así puede transmitir todo lo que pretende transmitir, que es mucho.
Al mismo tiempo, Entre el ruido y la vida no es un libro sentencioso. Si bien es una obra que muestra algunas verdades de la vida, lo hace con la humildad asombrada del que realmente ha vislumbrado el vértigo de la existencia. No busca resolver grandes interrogantes; ni siquiera pretende plantearlos: se limita a compartir la congoja, en ciertos momentos melancólica, que parece acompañar al descubrimiento.
Entre el ruido y la vida habla de ese discurrir de la existencia que en muchas ocasiones, azacanados en lo cotidiano, nos pasa totalmente desapercibido. Lo hace sin aspavientos pero con precisión, sacando jugo a los términos de tal manera que nos hace redescubrir el lenguaje. Los significados fluyen y se concatenan para crear algo mayor, una melodía narrativa tras cuyos pasos asistimos a la evolución del poeta / protagonista.
En efecto, la obra de Alejandro Palomas se puede entender casi como una narración, con su planteamiento, su nudo y su emotivo desenlace. No es una recopilación de versos relacionados, sino una reflexión completa que ha tomado la forma de un poemario porque, tal vez, ese sea el modo expresivo más adecuado para hablar de algo que, por su naturaleza, trascendente y banal al mismo tiempo, parece querer escaparse del ámbito de las palabras.
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