Ya he escrito uno, lo tengo que revisar para empezar con el segundo.
Malditos seáis. Me está comiendo el tarro esta convocatoria. No me deja concentrarme en el trabajo, es difícil analizar aplicaciones bancarias mientras la mente está encerrada en la profunda oscuridad de una casa encantada...
Van ocho relatos ya. No está mal la cosa.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.