Al modo del foro de videojuegos e iluminado por el anterior post de Patapalo, abro este post para comentar nuestras últimas partidas, anécdotas, desenlaces y trifulcas aprovechando que ayer tuve una tarde casera de juegos de mesa:
Era domingo y hacía frío. Dos elementos bastante coercitivos para quedarte en casa (de unos amigos) y no mover el culo. La tele estaba controlada: Baloncesto en Teledeporte, Fútbol de Segunda y la Final de la Copa de España de Fútbol Sala.
Después de comer unas Telepizzas, la mesa se despejó para acoger el enorme tablero del Fórmula D con el circuito de Mónaco. Era la primera vez que jugábamos 3 jugadores. El juego es adictivo desde antes de empezar. En la parrilla de salida un McLaren Honda (el de la casa), un Ferrari (mi vástago) y un Force India (yo mismo). Carrera pactada a 2 vueltas con las reglas de principiantes, es decir, los monoplazas con 18 Puntos de Estructura y poco más.
El semáforo está a punto de apagarse, ¡si parpadean se lo van perder! Y... ¡¡¡salida!!!
El McLaren sale embalado y desde la subida al Casino se distancia. Pasando por el túnel ya hay una 1 tirada de diferencia entre el McLaren y mi Force India y una más sobre el Ferrari. Debido a algún que otro roce mi coche es el más dañado de los tres. Al término de la primera vuelta ninguno se mete en boxes y se acortan las distancias. El Force India se despega como un cohete y el Ferrari achucha al McLaren. Con una estrategia bastante arriesgada me salto una curva y dejo el monoplaza a punto del colapso, pero eso sí, en primera posición destacada . Por detrás se produce un polémico adelantamiento en Loews, todos rememoramos el adelantamiento de Massa allí (bueno, mi hijo no) que sirvió para defenestrar su Ferrari.
Al llegar a la S de la piscina con una ejecución impecable mi coche se va a la mierda por culpa del dado. Y el resto no sé que pasó.
Bueno, sí, estuvo reñido entre los otros dos aunque al final ganó el McLaren.
La segunda carrera fue en el circuito urbano y nocturno de Street Racing. Tuvo menos historia que el anterior porque fui el último todo el rato y volvió a ganar el McLaren. Las reglas completas están muy bien pero cambian mucho las estrategias de unas reglas a otras. Necesitan una pequeña revisión "de la casa" y estarán listas.
El juego es adictivo 100% y ya estamos pensando en descargar circuitos por la red y hacer un campeonato del mundo y esas cositas.
Y hablando del mundo, después de un descanso aprovechado para cervezas y sillón bowl nos pusimos a jugar al Risk versión niños, 4 jugadores.
Era ya tarde y había que aligerar así que desplegamos según las estrellitas de los territorios en vez del consabido número de soldaditos a repartir cada uno cómo le diera la gana. También dispuse la carta de Alto el Fuego en mitad del mazo de cartas de territorio para que aquello no se alargara. No hizo falta. La partida duró unos 55 minutos. Para ser el Risk y 4 jugadores es una velocidad de vértigo. A pesar de su "escasa" duración hubo tiempo para conchabeos malsanos, acusaciones señalando con el dedo, alguna que otra voz, puñetazos en la mesa (que derribaron la mayor parte de las minis [ya dije que su estabilidad era lo peor {las monedas de un céntimo son demasiado grandes para pegarlas de base}]), e imprecaciones a los dados que harían enrojecer a curtidos marineros...
Más o menos lo que pasa en todas las partidas de Risk. Es fantástico, saca lo peor que hay dentro de cada uno. El ansia de conquistar el mundo es taaaan grande. Al final ganó mi pequeño, se afianzó en Asia desde el principio con su Ejército Rojo (un Stalin en potencia), consiguió Sudamérica con un puñado de tropas, sufrió un durísimo revés cuando tropas germanas llegaron muy dentro de su imperio pero con el clásico movimiento de pinza consiguió expulsarlos y finalmente adentrarse en Europa manteniendo más de la mitad de los territorios durante toda una ronda de turnos.
Es curioso porque la ausencia de objetivos de conquista suplidos por la obtención de un número de territorios determinado (en este caso eran 20) hace que los continentes se conquisten rápidamente. Puede ser que el azar en el despliegue inicial contribuyera a ello pero cada uno se buscó su sitio sin oponer mucha resistencia en otras zonas. Al poco de empezar ya estaban casi conquistados todos los continentes (por un solo ejército, claro) excepto en Norteamérica donde hubo cruentas batallas por parte de tres ejércitos desde el principio hasta el final.
Todavía no he pintado las minis y el juego no está adaptado para daltónicos ni para gente normal en habitaciones buenamente iluminadas. Hace falta grupos electrógenos de los gordos de los que dejan sin potencia a media ciudad porque el verde, azul y gris son prácticamente indistinguibles. Mi novia e hijo hablan de pinturas con purpurina, así que alargaré todo lo que pueda su pintado a pesar de la pérdida de visión.
Al llegar a la S de la piscina con una ejecución impecable mi coche se va a la mierda por culpa del dado. Y el resto no sé que pasó.
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No hizo falta. La partida duró unos 55 minutos. Para ser el Risk y 4 jugadores es una velocidad de vértigo. A pesar de su "escasa" duración hubo tiempo para conchabeos malsanos, acusaciones señalando con el dedo, alguna que otra voz, puñetazos en la mesa (que derribaron la mayor parte de las minis [ya dije que su estabilidad era lo peor {las monedas de un céntimo son demasiado grandes para pegarlas de base}]), e imprecaciones a los dados que harían enrojecer a curtidos marineros...
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Todavía no he pintado las minis y el juego no está adaptado para daltónicos ni para gente normal en habitaciones buenamente iluminadas. Hace falta grupos electrógenos de los gordos de los que dejan sin potencia a media ciudad porque el verde, azul y gris son prácticamente indistinguibles. Mi novia e hijo hablan de pinturas con purpurina, así que alargaré todo lo que pueda su pintado a pesar de la pérdida de visión.
Magnífica crónica.
El domingo, como los canijos están ya de vacaciones y se puso a nevar de mala manera, tuvimos partida de Feroces vikingos con los dos mayores. Un guirigay considerable porque los dos pequeños querían participar, el tercero lanzando el dado y la canija menor rompiendo alguna carta o comiéndose al vikingo. Al final, la primera partida la ganó mi chica segunda -por suerte, pobrecica, porque pensaba que tenía que librarse de las cartas de la mano, no conseguir barcos- y la segunda partida la ganó el mayor, que sí empieza a hacer algunas estrategias. El juego es simpático y ágil, así que viene bien para momentos así intermedios.
Y ayer, mientras maquetaba y corregía -momento publicitario on- el próximo Calabazas en el Trastero -momento publicitario off- estuve echándole una mano al mayor con un ajedrez solitario que le regalaron para su cumpleaños. El concepto es muy sencillo: te dicen dónde van las piezas (es un minitablero de 4x4 casillas) y el objetivo es que al final quede solo una pieza (da igual cual). Solo se pueden realizar movimientos en los que te comes alguna pieza, en el orden que quieras. En cuatro días nos estará apalizando en el foro
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.