La Asamblea General de las Naciones Unidas ha reconocido a Palestina como nuevo estado observador no-miembro.
La resolución fue impulsada por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abbas, con un resultado de 138 votos a favor, 9 votos en contra y 41 abstenciones.
Mahmud Abbas comenta "Palestina acude a la Asamble porque cree en la paz y porque su pueblo, como se ha demostrado en estos últimos días, necesita a la comunidad internacional desesperadamente."
Hubo una fuerte ovación en el auditorio, contrastando con algunas caras largas, pocas mas bien, las de Israel y EEUU incluídas claro.
Con la aceptación de Palestina se inicia un nuevo capítulo en la era del cambio de los países árabes, poniendo Palestina al mismo nivel que el Vaticano, por ejemplo.
Este acto hace que cualquier palestino pueda acceder a todas las agencias de la ONU, incluído el Tribunal Penal Internacional, donde podría ser llevado Israel por sus actos militares.
Los palestinos celebran el suceso con gran alegría, pese a saber que es el principio de un proceso largo hasta la independencia.
Israel queda aislada diplomáticamente, obligada a moderar su discurso, pese a que su primer ministro Benianmin Netayahu califica el discurso de Abbas de "hostil y peligroso".
El miedo de Israel y EEUU es que el Estado Palestino lleve a Israel ante el Tribunal Penal Internacional denunciando la ocupación de sus territorios.
La respuesta de Israel no se ha hecho esperar y como contraataque anuncia la creación de 3000 nuevas viviendas en Jerusalén Este y Cisjordánia. Recordemos que Jerusalén Este es la capital del Estado Palestino (proclamada, la de facto es Ramallah) y que Cisjordania es un conjunto de territorios en disputa entre Israel y Palestina de hace décadas. Así que la situación no puede estar más caliente.
La resolución de la ONU reconoce Jerusalén Este como capital oficial de Palestina y sus territorios delimitados por las fronteras de 1967, es decir, toda Cisjordania y Franja de Gaza.