La cortesana de Taifas
Reseña de la última novela de Magdalena Lasala, publicada por La esfera de los libros en su colección de novela histórica
La riqueza del tapiz que se crea en “La cortesana de Taifas” es difícil de diseccionar, pues está compuesto de muchas hebras y, sobre todo, forma un conjunto tan armonioso como tupido.
En primer lugar está el trasfondo histórico, tan bien retratado como elegido, pues es un periodo rico y, aunque a todos nos suena de la escuela, resulta poco conocido en profundidad por el lector medio. Para plasmarlo, Magdalena Lasala se vale del recurso que debería utilizar todo autor de novela histórica: dejar que los personajes nos lo retraten y, sobre todo, nos lo transmitan.
Para conseguirlo, obviamente, es necesario que los personajes tengan tanto carisma como profundidad, y a las creaciones de la autora les sobran estas características. Aunque hay personajes más importantes que otros a lo largo de la narración, en esta novela las diferenciaciones entre principales y secundarios son totalmente accesorias, pues todos son tan sugerentes como coherentes. Bribones, reyes, soldados, artistas, embaucadores... todos aparecen vívidos ante los ojos del fascinado lector, consistentes.
Seguramente es gracias a ello que la autora puede abordar magistralmente el genero por excelencia de nuestra literatura clásica: la picaresca. Efectivamente, “La cortesana de Taifas” nos presenta una historia donde el ingenio es el hilo conductor, y donde las peripecias de los protagonistas nos llevarán de lo más alto a lo más bajo dentro y fuera de las cortes de los reyezuelos de la época. El propio ingenio de la autora para crear los conflictos y resolverlos dejará al lector con la boca abierta, de sorpresa o en franca carcajada dependiendo de la ocasión.
Entrelazándose con esta malla general de humor y aguda disección del espíritu humano aparece también su parte de aventuras, pues en el convulso mundo del siglo XI el peligro acechaba a la vuelta de la esquina. Con gran acierto, las aventuras se resuelven siendo fieles al espíritu de la compañía, compuesta principalmente por mujeres y dirigida por la protagonista, sin recurrir a imitaciones de los clásicos del género: en la novela no se adoptan los patrones masculinos a los que estamos acostumbrados (pues no en vano la novela de aventuras se escribió por y para varones durante mucho tiempo), ni se cae en las soluciones trasnochadas de estos mismos autores, sino que se nos presenta a unas aventureras con carácter propio, enriqueciendo el propio género de aventuras aun tocándolo tangencialmente.
Finalmente, la trama global de la narración sorprende al cerrarse, pues revela que más que realizando el viaje lineal que creíamos, hemos estado vagabundeando por toda un superficie, pues, como en la vida misma, no hay principios ni finales nítidos, sino momentos en los que posamos la mirada.
Autor
Magdalena Lasala es una escritora y poeta nacida en Zaragoza, cuya trayectoria literaria se une al propio proceso personal, construyendo así la particular filosofía existencial de la autora. De temprana vocación literaria y vinculada al Teatro desde su juventud, abandonó sus estudios de Derecho para cursar Ciencias de la Información, Psicología humanística y Filosofía, al tiempo que culminaba su formación en Arte Dramático, Canto y Declamación, estudios y experiencias que volcará como finalidad primordial en la escritura.
Desde su primera publicación, datada en 1987, con más de treinta títulos publicados hasta la fecha y una producción que abarca géneros como la Novela, el Relato, el Ensayo, la Dramaturgia, la Poesía y la Fábula, siempre gozando del reconocimiento del público y el elogio de la crítica, ha consolidado una firme carrera literaria de indiscutible calidad que goza de eco en Europa y América latina.
Especializada en la Edad Dorada de al-Andalus, es autora de una exitosa y celebrada producción literaria en Novela Histórica que le ha procurado un lugar preferente en la Narrativa Histórica de nuestro país, con títulos como “La Estirpe de la Mariposa” (1999), “Moras y Cristianas” (1998, en coautoría), “Abderramán III, El gran califa de al-Andalus” (2001), “El Círculo de los muchachos de blanco” (2001), “Almanzor” (2002), “Walläda La Omeya, La última princesa del esplendor andalusí” (2003), y “Boabdil. Tragedia del último rey de Granada” (2004), todas ellas con varias reediciones, obras que se han convertido en referencia obligada para estudiosos y amantes de la historia de nuestro pasado andalusí, y que cuentan con difusión y traducciones en Alemania, Suiza e Italia. Fue finalista del premio nacional Alfonso X El Sabio de Novela Histórica en su edición de 2002.
Su voz lírica como poeta enlaza con las raíces clásicas del misticismo español y la poética amorosa cortés. Ha publicado entre otros los poemarios: “Frágil Sangrante Frambuesa” (1990), “Seré leve y parecerá que no te amo” (1992), “Sinfonía de una Transmutación” (1995), “La Estación de la Sombra” (1996), “Cantos de un Dios Seducido” (1998) “Todas las copas me conducen a tu boca” (2000) y “Los nombres de los cipreses que custodiaron mi ruta” (2004). Sus textos poéticos han sido traducidos al francés, inglés, italiano, checo, búlgaro y alemán, incluidos en diversas Antologías de Poesía Española publicadas en Europa y utilizados como soporte para creación de obras musicales, escénicas y de danza, colaborando con artistas como los compositores Antón García Abril, Gabriel Sopeña y Luis M. Giacoman entre otros.
Un impresionante currículum que no refleja toda la experiencia de esta artista, como podréis comprobar visitando su página web: http://www.magdalenalasala.com/.
Sinopsis
A través de los ojos de su hija y de los recuerdos que ésta rescata gracias a quienes la conocieron, la vida de una aventurera en el convulso territorio del desmembrado Al-Ándalus se nos presenta con una viveza no exenta de fascinación, humor y horror.
Edición
La cortesana de Taifas
Magdalena Lasala
La esfera de los libros, 2007
Cartoné con sobrecubierta
La edición, de gran calidad, incluye un interesante mapa que permite al lector situar las taifas y los reinos cristianos, lo que sirve de gran ayuda para hacerse una idea del estado sociopolítico de la época, constituyendo un buen complemento a la narración.
Conclusiones
Una prosa rica y efectiva que retoma el sabor de la época sin lastrar la narración, un trasfondo sólido y presentado con sencillez en toda su riqueza y unos personajes carismáticos y consistentes son varios de los puntos fuertes que hacen recomendable este libro para el que busque novela histórica, o de aventuras, o de picaresca, o, sencillamente, una buena lectura.
Con carácter propio y tanto arte como profesionalidad, Magdalena Lasala nos brinda una magnífica novela en la que, con motivo, no duda en abordar todos los registros que la propia vida tiene, desde los más terribles a los más alegres.
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Bueno, pues apetece leerla, muy buena reseña,