Destripador
Salía por la noche a matar prostitutas. Nunca se supo de él después de aquel funesto día que, tras matar una de ellas, descubrió que era su hija.
Destripador
Salía por la noche a matar prostitutas. Nunca se supo de él después de aquel funesto día que, tras matar una de ellas, descubrió que era su hija.
La Sombra lo sabe.... ¡HAhaHAhaHAhaHAha!
Ninguno de los dos micros me parece redondo.
En "Destripador" creo que se usa una idea demasido manida que, al no estar acompañada de nada "novedoso", se queda sin fuerza.
La idea de "La tercera carta" me gusta pero el tema está pillado por los pelos y la profusión de comas hace demasiado farragosa su lectura. Comprendo que evitan meter más palabras, pero hubiera sido mejor darle otra vuelta a la manera de expresar la idea.
Mi voto para "Destripador".
Por cierto ¿qué os ha dado con Jack? es el tercer micro que lo pone de protagonista
La tercera carta: recrea una escena interesante. Te puedes imaginar una historia detrás de esos turbantes clavados a las cabezas, pero me sobran unas cuantas comas y me faltan algunas conjunciones. Además de los dos puntos tras el título, totalmente innecesarios.
Destripador cuenta una historia sin medias tintas. Lo que explica es lo que ocurre. Lo cierto es que la historia no me ha llegado demasiado, pero considero que tiene una narración y un uso del lenguaje y del “tempo” superior al relato de su oponente.
Mi voto para Destripador.
Ambos micros me han dejado un sabor agridulce.
Destripador está bien planteado, pero no me sorprende. El giro se diluye por la forma plana de ejecutar el micro. Una vuelta de tuerca le hubiera venido bien.
La tercera carta: es un micro extraño, cogido por pinzas al tema propuesto (supongo que el rey ve en los emisarios del sultán a unos criminales por el mero hecho de ser musulmanes). Además, se me escapa el porqué del título (y los dos puntos). Sin embargo, la historia que plantea y la imagen de los turbantes clavados con estacas me parece mucho más atractiva que la de su rival.
O sea, que tenemos: atenerse mejor al tema pero sin brillo. O una buena historia cogida por pelos al tema propuesto.
Muy difícil...
En este caso particular, (suelo tener muy en cuenta la fidelidad al tema) me voy a quedar con esos turbantes clavados con estacas, creo que es una idea lo bastante impactante como para superar la formalidad de su oponente y merecer, al menos, un punto. Mi voto para La tercera carta.
Resultado justo (Creedme, La Sombra lo sabe), dado que efectivamente no es de lo mejor que he escrito (me di cuenta tras colgarlo de dos o tres formas mejores de enfocarlo) y mi rival ha presentado una imagen poderosa con esos turbantes clavados. Agradezco a los amables jueces sus apreciaciones sobre mi disparo
Tendré que afinar en mi respuesta al desafío del otro, pero esto de cazar criminales por las noches debe asustar a las musas, que, atemorizadas por mis pistolas y mi aspecto, no parecen querer iluminar las sórdidas tinieblas en que me muevo.
HAHAHAHAHAHAHAHA
La Sombra lo sabe.... ¡HAhaHAhaHAhaHAha!
A Destripador le falta algo. Tiene buena premisa pero no termina de dejar poso cuando lo lees. A La tercera carta le falta fluidez. Con menos pausas en las frases el micro ganaría bastante.
Siete veces mas fuerte que tú, muy veloz y siempre estoy de buen humor
Adjunto una pequeña corrección ya fuera de concurso. He intentado por una parte corregir el problema de las comas, explicar un poco más porque los criminales no son los emisarios del sultán y ayudar a identificar con el título al supuesto verdadero criminal, ya que antes hacía referencia el antiguo título a su acción, de dudosa justicia, de enviar como mensaje de respuesta a los propios embajadores. Agradezco el reconocimiento y el punto y sobretodo, y por encima, la crítica, que me es de gran ayuda.
Cínico
Recibió con honores a los dos embajadores del sultán. Estos no se descubrieron la cabeza, pues el turbante era símbolo de su fe. Los ayudaría a que se afirmasen en su costumbre, mandó se los clavaran al cráneo. Envió de vuelta a los emisarios con las cabezas perforadas.
Adjunto una pequeña corrección ya fuera de concurso. He intentado por una parte corregir el problema de las comas, explicar un poco más porque los criminales no son los emisarios del sultán y ayudar a identificar con el título al supuesto verdadero criminal, ya que antes hacía referencia el antiguo título a su acción, de dudosa justicia, de enviar como mensaje de respuesta a los propios embajadores. Agradezco el reconocimiento y el punto y sobretodo, y por encima, la crítica, que me es de gran ayuda.
Cínico
Recibió con honores a los dos embajadores del sultán. Estos no se descubrieron la cabeza, pues el turbante era símbolo de su fe. Los ayudaría a que se afirmasen en su costumbre, mandó se los clavaran al cráneo. Envió de vuelta a los emisarios con las cabezas perforadas.
Bastante mejor, el título, además, es más acertado. Aun así noto que faltan una "y" y un "que". Espero que no te moleste si te propongo una pequeña sugerencia, sobre todo porque la tercera frase parece un poco confusa.
Cínico
Recibió con honores a los dos embajadores del sultán. Estos no se descubrieron la cabeza, pues el turbante era símbolo de su fe. Decidió ayudarlos a que se afirmasen en su costumbre: mandó que se los clavaran al cráneo y los envió de vuelta con las cabezas perforadas.
A Destripador le faltan algunas palabas: ...en que, tras matar a una...También creo que podría haber aprovechado mejor el giro, ¡si le sobran palabras!
Respecto a La tercera carta, pues me gusta bastante más Cínico, la segunda versión, mucho mejor construida.
Invadir es un hobby para relajarse.
A mí también me parece mucho más pulida la última versión. Solo añadir una cosilla: evitar la cacofonía embajadores/honores, que afea un poco esa primera frase.
En este duelo tengo que decir que no me ha convencido ninguno de los dos relatos. Más allá de que a ambos les falte un repaso, las historias tampoco me han parecido muy bien enlazadas.
Quizás me decantaría por La tercera carta, cuya historia me ha gustado un poco más.
Gracias, Rapso. Me interesó el desafio propuesto.
Escribí en este tema, a vuelapluma para que no me lo quitasen, precisamente porque me atrapó lo que planteaba el microrrelato de La Sombra, aunque siempre me ha gustado preguntarme si debió existir alguna posibilidad de que el destripador pudiese haber sido mujer.
Sois la caña y no en argot marinero. Os estoy agradecido por toda vuestra ayuda (a La Sombra por el tema y a los jueces por sus críticas) y me voy con premio del concurso. Aunque en el micro aún estoy entre “de vuelta” o “de regreso” entré al tema sin nada y, por un lado, he leído un micro interesante en tanto que pretende dar con la respuesta de porqué pararon los asesinatos del destripador si jamás se le descubrió, por el otro, salgo con un microrrelato del que, si bien no es de concurso, para nada reniego de su autoría.
No tengo en gran estima mis habilidades narrativas, pero la historia de dos culturas (en la una, bajo cubierto, es una falta de respeto no descubrirse y en la otra es sumamente mal visto ir con la cabellera descubierta) y un gobernador sádico y salvaje, capaz de preparar un justo recibimiento para así legitimar sus acciones criminales y su tortura, me parece interesante. La idea de la tortura no como fin, sino como parte de un procedimiento, como en las ordalías medievales, en este caso como mensaje al sultán, también me inspira curiosidad. ¿Queda suficiente claro, o da a entender, que los envió vivos o es mejor que el lector se lo pregunte?
Cínico
Recibió con honores a los dos emisarios del sultán. Estos no se descubrieron la cabeza, pues el turbante era símbolo de su fe. Decidió ayudarlos a que se afirmasen en su costumbre: mandó que se los clavaran al cráneo y los envió de vuelta con las cabezas perforadas.
Muchísimo mejor
Creo que la idea aún puede quedar más fijada. Sugerencia:
El rey cristiano recibió con honores a los dos emisarios del sultán.Estos no se descubrieron la cabeza, pues el turbante era símbolo de su fe. Decidió ayudarlos a que se afirmasen en su costumbre: mandó que se los clavaran al cráneo y envió de vuelta sus cabezas perforadas.
Así dejarías clara la oposición de costumbres y la muerte de los emisarios.
Gracias, Jane Eyre (por la novela, supongo). Soy un profano en el tema, así que no se cual es la mejor opción para fijar de esa manera, mediante tortura, un turbante, supongo que con varios clavos o decenas de clavitos pequeños. Cuando comencé a leer lo de estacas traspasando cabezas, pensé “hostia, a ver si resulta que transmite una imagen más brutal aún y es que yo no supe expresarme” (mis disculpas si la expresión pudiera ofender, pero lo pensé así). Vuelven vivos, por eso creí oportuno añadir esa última proposición. No sé si en caballo o como exactamente, pero no en bandejas ni en forma de cabeza ensartada. También cambié “creencias” por “costumbres” y suprimí todo lo referente al supuesto criminal, primero porque daba impresión de que los criminales fuesen los musulmanes por el simple hecho de serlo (cuando a él ni siquiera fue eso lo que le molestó o de lo que se sirvió como excusa) y segundo porque no pretende ser un microrrelato sobre religión ni sobre guerras de religión, sino sobre lo implacable y cruel que puede ser un caudillo, a veces “héroe” o “criminal” lo separa una línea muy fina, que tiene en ocasiones más que ver con la época, el contexto o las inclinaciones.
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La tercera carta:
Hombre devoto, buen monarca. Recibió, con honores, a los dos embajadores del sultán. Ni siquiera se descubrieron la cabeza, alegaron, el turbante era símbolo de su fe. Los ayudó a afirmarse en sus creencias, se los clavaron al cráneo, envió a los emisarios con las cabezas taladradas.
Revista L'absinthe