El siglo XIX

Reseña de la obra de René Rémond publicada por Éditions du Seuil

El siglo XIX (Le XIXe siècle en el original francés) es una recopilación del curso de historia impartido por René Rémond titulado Introducción a la historia de nuestro tiempo. En concreto, es el segundo volumen de una trilogía. Esta particularidad marca por completo el texto y, sobre todo, hay dos aspectos que conviene que el lector tenga en cuenta.

En primer lugar, no es una obra erudita, sino una esquematización de una época que permite orientarse, como una suerte de brújula histórica. En sus páginas se explican los principales fenómenos que marcaron el siglo XIX: liberalismo, democracia, Antiguo Régimen, decristianización de la sociedad, colonialismo, nacionalismo, socialismo, etc. La visión es muy global y transversal, se detiene poco en las particularidades territoriales, y da un trasfondo muy interesante a la Revolución Industrial. Por otro lado, no ahonda en hechos concretos ni en una cronología. Hay múltiples referencias a aplicaciones concretas de estos procesos en distintos países pero el autor no se extiende en ellas.

En segundo lugar, la perspectiva es francesa. Aunque esto no distorsiona realmente el discurso, puesto que Francia se contó entre las potencias de la época, sí que puede desubicar a algunos lectores por apoyarse en unos hechos históricos muy concretos (el siglo XIX francés fue tan convulso como el español: tuvieron imperio, repúblicas, monarquías, la comuna...). El propio marco, desde la caída del imperio napoleónico a la I Guerra Mundial, viene marcado por este enfoque. Al mismo tiempo, resulta refrescante salir de la órbita británica, que es bastante hegemónica en este tipo de textos por motivos obvios.

En cuanto a los contenidos, El siglo XIX es más una obra de referencias que de desarrollo. Su gran virtud es poner en relación distintas fuerzas y corrientes para que el lector pueda ubicarse. También sembrar numerosas pistas para, a partir de esa visión global, ir ahondando en aspectos que resulten más interesantes, desde la Rusia zarista a la colonización del África Negra o la unificación italiana. Es decir, si ya se conoce a fondo la realidad global decimonónica no aportará gran cosa, pero, en caso contrario, será de inestimable ayuda para crearse un marco general, sobre todo en cuanto a política y macrosociedad se refiere.

Por otro lado, el estilo es muy ameno y accesible, didáctico. Cualquier lector puede disfrutar con su lectura sin perderse. En definitiva, un texto muy adecuado para iniciarse en el tema.