Sería buena cosas recuperar los posts de autor 
Post de autor: Gandalf
08/03/2009 - 10:05
#8
Historia de un asesinato:
La lluvia caía de forma intensa, mojando las calles oscuras y vacías. La luna llena se reflejaba en los pequeños charcos que el agua formaba entre la carretera y la acera y en las bocas de las cloacas.
Sara caminaba por la acera mientras sujetaba con la mano derecha un pequeño paraguas rojo, a la vez que se refugiaba bajo las cornisas de los edificios. Detrás de ella, un muchacho de unos 25 años caminaba unos metros más atrás, sujetando únicamente un gran ramo de rosas rojas. Sara detuvo su paso al lado del portal de su casa y cerró el paraguas. Abrió el bolso que llevaba sobre el hombro izquiero y cogió de él las llaves de su casa. Cuando iba a introducir una de las llaves en la cerradura del portal, una voz dulce y llena de ternura le hizo volver la cabeza. Era el mismo muchacho que la había estado siguiendo.
-María -dijo el chico, mientras la miraba con unos ojos ausentes-. Siempre te he querido, lo he dado todo por ti. ¿Por qué me has abandonado?
El muchacho extrajo un cuchillo del gran ramo de rosas que portaba y se lo clavó profundamente en le pecho de Sara, una y otra vez, con un frenesí brutal. La mujer cayó sin vida contra el portal de su casa, y el misterioso chico se alejó bajo la intensa lluvia, sin mirar hacia atrás ni una sola vez, con una calma inusitada.
08/03/2009 - 10:07
#9
La sala de espera
Largas horas en la sala de espera.
El tiempo no pasa, sino vuela.
Todos entran excepto yo.
Soy el único sin solución.
El doctor llama a otros,
y yo me quedo aquí solo.
Veo el rostro de la muerte.
Ya no volveré a verte.
Y yo no quiero morir.
Alguien me tiene que salvar.
Y yo no quiero morir.
Alguien me tendrá que sanar.
El doctor mira y pasa de largo.
Esto yo ya no lo aguanto.
¿Por qué no me dejan vivir?
¿Por qué me dejan morir?
Y yo no quiero morir.
Alguien me tiene que ayudar.
Y yo no quiero morir.
Alguien me tendrá que cuidar.
Todos salen sanos y fuertes.
Nadie llora mi trágica muerte.
Piensa esto cuando vayas a dormir:
¿Por qué un sueño tiene que morir?
Y yo no quiero morir,
mas pronto despertarás.
Y yo no quiero morir.
Tú me matarás.
08/03/2009 - 10:07
#10
Sabeliña y la señora de la Pena da Perra
Había una joven muchacha llamada Sabela que llevaba el ganado por la Pena da Perra. Cuando pasó junto a un peñasco, una bella señora salió de una cueva y la llamó por su nombre. Sabela se acercó a la mujer y ésta le pidió que la peinara, cosa que hizo. La señora le metió algo en compensación, pero le advirtió que no lo mirara hasta que llegase a su casa, pero Sabela no pudo resistir la tentación y miró lo que tenía envuelto en el mandil, descubriendo decepcionada que sólo contenía carbones. Los tiró al suelo y corrió hacia su casa para contarle a su madre lo sucedido, pero descubrió que quedaba otro carbón que se había transformado en oro. Sabela volvió hacia atrás para recoger los carbones que había tirado, pero éstos ya habían desaparecido, y cuando volvió al peñasco, la señora la agarró por la muñeca ya la metió dentro.
Pasado el tiempo, los familiares de Sabela empezaron a preocuparse por la desaparición de la muchacha. Su padre recorrió el prado que frecuentaba la moza cuando llevaba el ganado mientras gritaba el nombre de su hija. Al llegar a la altura del peñasco, el hombre gritó de nuevo el nombre de su hija, y del interior del peñasco surgió una voz que decía:
-Sabeliña, Sabelón, frita está en aceitón.
08/03/2009 - 10:08
#11
Otra leyenda galaica:
Había un campesino que paseando por la fraga se lamentaba de su triste suerte. Apenas tenía para comer y sus tierras tampoco le daban mucho sustento. Entonces, de entre la floresta surgió un hombrecillo de escasa estatura, largas barbas blancas y hacha al hombro. Sin duda se trataba de un enano. El enano vio afligido al desdichado campesino y le pregunto por su porblema, a lo cual el hombre contestó inmediatamente, asombrado de encontrarse con una mágica criatura como aquélla. El enano se apiadó del buen hombre e hizo un conjuro para que la comida y el dinero llegasen al campesino, pero le advirtió que no contase a nadie la forma en que los conseguiría, ni siquiera a su mujer.
Largo tiempo guardó el secreto de su éxito a su mujer, pero ésta insistía cada día en que se lo contase, hasta que, finalmente, el hombre no aguantó por más tiempo la insistencia de su mujer y acabó por decirle todo.
Aquella noche, un viento fortísimo azotó la casa de ambos, y ésta salió volando con el campesino y su mujer en el interior.
Fin.
08/03/2009 - 10:09
#12
Me atrae la soledad
Me río en la oscuridad
Mi cama es de piedra
Tan fría y tan tierna
Cuando los lobos cantan
Con sus aullidos me levantan
Las criaturas de la noche
Con su hermoso evoque
Emocionan mi alma muerta
Y mi cuerpo deja la tierra yerma.
15/03/2009 - 03:18
#13
Los dos primeros párrafos de mi siguiente proyecto, una historia de zombies desde el punto de vista de un zombie:
El zombie
La criatura de aspecto humano salió del edificio del Ayuntamiento, atravesando el doble portón abierto. Siempre estaba abierto. Caminó unos metros, arrastrando los pies y sin un rumbo determinado. De repente, dio media vuelta y empezó a andar en otra dirección, como si hubiera algo que le llamara la atención. Vestía una raída chaqueta de lana sobre una camiseta bastante sucia. Unos pantalones en tan mal estado como la chaqueta cubrían sus piernas temblorosas. Su cabello, que alguna vez había sido rubio, caía en jirones grisáceos sobre sus hombros. Sus ojos seguían siendo azules, pero tenía la vista como perdida. Sus rostro estaba lleno de cicatrices y sangre seca, y a través de una gran brecha en el cráneo, se distinguía un cerebro gris y libre de líquido cefalorraquídeo.
En la plaza que estaba frente el Ayuntamiento, otros como él paseaban de un lado al otro, sin un destino determinado. La criatura de aspecto humano se acercó a ellos y se unió al lento e interminable deambular, entre gruñidos y quejidos. Tenía hambre. Siempre la tenía. Por mucho que comiera, nunca lograba saciarse. Era algo que siempre le había intrigado. A menudo pensaba en ello, aunque pensar no era algo normal para un zombie. Hacía ya un año que había entrado a formar parte de la numerosa y creciente familia de los muertos vivientes, y nunca lo había pasado tan mal. Sabía que lo normal era que cuando un humano se convertía en zombie, todos los recuerdos de su vida pasada se esfumaban como la llama de una cerilla al ser soplaba, pero eso no había sucedido con él.
30/03/2009 - 06:51
#14
¿Para cuándo más de zombies e historias galaicas? Bien comienza ese proyecto...
30/03/2009 - 15:55
#15
Pues cuando se me ocurra más que escribir, y cuando tenga tiempo xD
Estos días anduve algo liado.
18/05/2009 - 12:27
#16
Venganza
Su cuerpo maltrecho reposaba en la dura cama de un motel de mala muerte. Era irónico, él mismo podía estar muerto. Simplemente había tenido suerte. Esto le llevó a pensar en sus compañeros. El atraco había sido un éxito, pero por lo visto, aquellos que consideraba sus amigos pensaban que 5 personas eran demasiadas para el botín, así que decidieron quitarlo de enmedio. Con engaños, lo llevaron a una alejada zona del puerto y allí le propinaron un terrible paliza. Dándole por muerto, tiraron su cuerpo al mar. La corriente arrastró el cuerpo a una cercana playa, donde recobró el conocimiento.
Mientras recordaba los últimos acontecimientos, una furia incontrolable se apoderó de él. En esos momentos era incapaz de mover un solo brazo sin que un terrible dolor recorriera su cuerpo, pero en cuanto se recuperara tenía intención de vengarse. No tenía armas, se encontraba muy débil, ni siquiera sabía a dónde iban sus compañeros. Pero los encontraría. Costase lo que costase, daría con su paradero, y entonces iniciaria una brutal venganza. No quería matarlos simplemente. Quería que acabasen implorando que los matase, y entonces, él diría: no.
29/09/2009 - 12:24
#17
Otro proyecto:
La voz
Venga, hazlo ya. La voz dentro de su cabeza no para de hablarle, susurrarle cosas terribles que jamás hubieran pasado por su imaginación. No tiene sentido que lo demores por más tiempo, mátalos a todos, coge ese maldito trasto y acaba con ellos.
-No –gimió el niño, acurrucado en un rincón de su habitación.
No me seas cobardica, Pedrito. Te necesito para este trabajo, no me puedes fallar ahora, después de todo lo que planeamos.
El angustiado niño de diez años, miró hacia el techo y se llevó el pulgar a la boca. No recordaba cuándo había empezado a oír la voz serpentina dentro de su cabeza, tan sólo lo que le había dicho. Estando él con sus padres de regreso de una larga y agradable tarde en el campo, después de pasar con el coche familiar junto a un ruinoso bloque de edificios sintió un intenso dolor de cabeza que se le pasó después de unos segundos. Al llegar a su casa, después de la cena en familia y un rato de televisión, fue a su habitación para acostarse. No había pasado mucho rato desde que se acostara, cuando oyó por primera vez aquella desagradable voz sibilante. Hola, Pedrito, le había dicho en esa ocasión, tú no me conoces, pero yo a ti sí. Necesito que hagas algo por mí. Quiero que mates. Pedro, mata por mí.
A partir de entonces, todos los días recibía la inoportuna visita de la siniestra voz, que le instaba a matar, acabar con las vidas de todos a los que apreciaba, y a los que no. Sus padres, preocupados, lo acabaron por llevar al psicólogo, quien le diagnosticó esquizofrenia, no sin cierta extrañeza por la juventud del paciente. Le recetó un tratamiento a base de antipsicóticos. Durante un tiempo, las pastillas que tenía que tomar a diario parecían funcionar. Pese a los efectos secundarios del fármaco, el niño se sentía feliz de no volver a escuchar aquella horrible voz.
Aproximadamente un año después de empezar el tratamiento, la voz volvió.
29/09/2009 - 15:10
#18
Perdóname Gandalf, vuelve a copiar el texto que colgaste que yo te quitaré el código.
19/04/2011 - 11:36
#20
Escrito como ejercicio para Escritura Automática, en el multiverso:
Campo a través
Estaba empezando a pensar que finalmente tenían la muerte encima y que era preciso buscar un sitio para esconderse donde no pudiera encontrarlos. La hierba era tan alta como una casa, y el hombre guió a sus hijos entre los anchos tallos. El olor fresco de la maleza lo llenaba todo, y entraba con tanta intensidad en sus fosas nasales que le producía una sensación de mareo. En otra ocasión incluso le hubiera parecido un aroma placentero, pero en aquellos momentos lo aborrecía hasta la náusea. A lo lejos, oyó unos pasos retumbantes que se acercaban con sorprendente rapidez. Sus hijos gritaron de terror, y él hizo todo lo posible por calmarlos.
Mientras corría desesperado, empujando a los hijos mayores y llevando al pequeño en brazos, reparó en un agujero que algo había practicado en el suelo. Guió a sus retoños hasta la entrada del boquete y se internó en su interior. Cuando comprobó la seguridad del lugar, permitió que sus pequeños entraran. Luego esperó a que los atronadores pasos se acercasen más y más, produciendo un estruendo creciente. Cuando notó que el suelo temblaba, hizo acopio de valor y asomó la cabeza para mirar. Lo que vio le llenó de asombro y de terror.
Lo que vio fue un hombre. Vestía unas botas negras que llegaban poco más abajo de las rodillas, y una especie de buzo verde. Con dos robustos brazos sujetaba lo que parecía que era una desbrozadora que estaba intentando encender. El hombre volvió con sus hijos, pálido como un muerto, y los abrazó con fuerza, diciéndoles que todo saldría bien, aunque para sus adentros no tenía ni idea de cómo iban a salir de aquélla. El hombre de fuera consiguió encender la motoguadaña. Él era tan enorme y ellos tan diminutos...
sería..
pero, a qué esperas apra llenarlo con algo interesante? ;)
Sopla buen viento en la atalaya donde descansa la Torre de Hielo y, si miro hacia el horizonte, el futuro cercano está menos borroso ¡por fin zarparé de este gélido puerto en el que tantos años he anclado mi vida