El traductor debe ser como un cristal de ventana, que deja pasar toda la luz pero que él mismo no se ve.
(Edith Stein)
¿Qué os parece esta afirmación? ¿Creéis que el traductor debe limitarse a ser transparente? Entonces ¿dónde está la gracia en que Baudelaire tradujera a Poe?
Yo voto a favor de la transparencia del traductor. Debe cambiar de idioma la obra, no de estilo porque se confundirían sus artes con las del autor, si le imprime su propia visión, el lector acabaría sin saber cómo escribe de verdad el autor ¿no? y el mérito o el desmérito no sabría a quién adjudicarse si alq ue escribió las palabras o alq ue las modificó.
En los casos en los que un escritor famoso traduce a otro y se toma la licencia de que se adivine su pluma detrás, yo no hablaría de traducción, sino más bien de versión.