La presencia religiosa en los centros educativos es la que facilita que se produzcan hechos como el de Najwa. De haberse erradicado no habría lugar a que nadie portara un simbolo religioso explícito. Eso y el reglamento del colegio que impide llevar la cabeza cubierta. Durante décadas el catolicismo ha campado a sus anchas por los colegios públicos sin oposición ni competencia, y ahora le sale un rival que pretende acogerse a los mismos privilegios en los mismos espacios. Si quitamos el crucifijo de las aulas no podemos, en coherencia, permitir el pañuelo musulmán, y ambos actos proceden (o deberían proceder) del mismo precepto, que es el principio de neutralidad ideológica que debe presidir los espacios públicos.
Un crucifijo es un símbolo religioso objetivo, sea cual sea el motivo para lucirlo de quien lo porte, no es cuestión de juzgar subjetividades.
Estás confundiendo churras con merinas. El que haya o deje de haber enseñanza religiosa es independiente de si hay o no que aplicar o cambiar los reglamentos en atención a quien fuese, máxime cuando el cambio es para admitir un símbolo cuyo significado choca con los valores que se deben inculcar en la enseñanza.
Sin contar con que los símbolos exhibidos personalmente no tienen por qué ser necesariamente religiosos. Aquí se ha hablado del velo como símbolo de identidad cultural. Del mismo modo, un crucifijo no será necesariamente religioso llevado por un gótico.