Los escombros de la memoria de Sebastián D. Lozano García
Escalofriante, perturbador, estremecedor... es el viaje que nos propone Sebastián D. Lozano García, adentrándonos en una dimensión onírica donde la duda repta, avanzando inaprensible, entre los olvidos evocados.
Una puerta entreabierta, un resquicio de oscuridad introduciéndose, artero, en la inconsciente vigilia, el conjunto de nuestros más arraigados temores... UNA VISIÓN QUE NO TODOS SE ATREVEN A SABOREAR.
Estas son las palabras que rezan en la sinopsis del libro y que hablan, en parte, de lo que se puede encontrar en el interior.
Hola a todos, mi nombre es Sebastián Lozano, aunque algunos de los pobladores más veteranos tal vez me recuerden por el sobrenombre de Tokrand. Por fin, y después de mucho tiempo de recorrer los sinuosos senderos de las letras, me he decidido a llevar a cabo un sueño que siempre había estado latente en mi pensamiento, el de publicar mi primer libro. De la mano de AM Estudios, y bajo mi humilde nombre sale por fin a la luz este hijo de mis anhelos, este vómito de mi pensamiento hecho poesía.
El libro en sí es un compendio de poesía y relato corto que desdibuja y rebusca en los entramados del subconsciente sin dejar de lado los eternos estigmas del espíritu humano. El amor, el sufrimiento, el deseo y la muerte, siempre bajo el yugo de lo inalcanzable, lo irreal y lo siniestro toman forma en esta selección de los escritos que he ido sacando de mí en los últimos años.
El volumen tiene un total de 182 páginas compuestas por 50 poemas, 5 relatos cortos y ciertos vínculos retóricos que hilan unos con otros y les dan sentido. Para que podáis saborear algo de lo que tiene cabida en su interior os dejo una pequeña introducción que espero os haga sentir el deseo que sumergiros en sus páginas de forma más profunda.
Con mis mejores deseos y todo mi cariño, espero que os guste:
Prólogo:
Los sueños... volátiles e intangibles aliados del afán del hombre por concebir el sentido de la vida que le lleva... Medio del corazón y del alma para rozar la esencia de aquello que, engendrado en nuestro espíritu, nos llama a dar forma en el plano físico a todo cuanto evocamos y sentimos en el mundo de las ideas. Forma arcaica de todos nuestros deseos, de todos nuestros anhelos, de todos nuestros miedos; luz primordial y rutilante del camino que nos ha sido asignado, inherente a nuestra naturaleza., y que tímida se nos muestra.
La sombra... lóbregos resquicios del alma aún por desvelar; formas vivas y cambiantes que con su hálito vaporoso y exiguo extienden sobre el momento presente la confusa e inescrutable gravedad de la incertidumbre del mañana. Denso entramado de negrura que es el limbo entre la nada y el sueño; y en el que hemos de hundir nuestras ilusiones y esperanzas armadas con la voluntad desafiante de nuestro espíritu, que habrá de abrirles paso en la espesura, con el fin de dar matices corpóreos al ansia infatigable de nuestros corazones, cuyos únicos lazos con la realidad son los líquidos pinceles del pensamiento.
Los escombros de la memoria... afluencia líquida y misteriosa que se vierte de los sueños que largo tiempo atrás soñamos para retornar sobre nosotros; y que con el empuje ciego y embravecido de una fuerza que durante largos años aletargada, pero latente e inagotable, ha acatado dócil su confinamiento aguardando el momento de renacer, se abre paso sobre las cosas mundanas que la relegaron al olvido, con el estallido voraz de la incontenible esencia del ser humano, para recordarnos lo que en verdad somos, y a lo que en verdad estamos destinados.
Pinta muy bien el libro, compañero, y siempre es un momento especial cuando se decide que se tiene ya el suficiente material de valía para compartirlo con los demás. Espero poder leérmelo pronto. Enhorabuena.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.