Os vengo a contar mi historia, chic@s.
Yo era emo.
Nadie me quería, mis padres, mis compañeros de clase, mi familia, mis conocidos. Me marginaban e incluso me llegaron a tirar del tercer piso de mi instituto.
*Pero un día, conocí a un chico. Se hacía llamar Martillo. Su coche todoterreno, su cabeza rapada y sus tatuajes nazis no me llamaron mucho la atención... pero supo entender cómo era yo.
*Una noche, en una discoteca en Madrid, nos vimos y empezamos a hablar, por aburrimiento y curiosidad más que nada. Me cayó bien, y, a la próxima semana me llevó a su casa. Doy gracias por haber ido.A partir de ese día, me pegaba patadas en la boca, orinaba sobre mía y me clavaba sus botas de metal encima. Su neonazismo y sus ideas de extrema derecha me demostraron que el mundo no esta hecho para
*débiles, y que esconderse detrás de un mechón de pelo es para granosos y/o/ cobardes
por dios
Mira Tenía el puto día amargado de la hostia, pero entre Orion, dimitri y esta mierda sigue siendo igual de amargado pero me al menos vomito de la risa
Make my body burn.