Completamente de acuerdo con este artículo. Para mí, no hay mayor insulto para un lector que un libro con reiteradas faltas de ortografía; es tratarle de tonto, es pretender convencerle (implícitamente) de que por el mero hecho de leer algo publicado tiene que hacer caso omiso del modo en que está escrito.
La falacia ortográfica
Ya que el cabreo que llevo no me lo voy a quitar de encima, al menos voy a intentar sacar algo de provecho de una experiencia cíclica que me irrita mucho.
La llamo “La falacia ortográfica”. Consiste en que, cuando un autor sabe o sospecha que no ha sido seleccionado por sus deficiencias a la hora de escribir, alega, de un modo más o menos elaborado o visceral, que el jurado es una caterva de filólogos obtusos que dan demasiada importancia a chorradas como la ortografía cuando deberían fijarse en lo que de verdad importa (que es algo que nunca especifican).
En alguna ocasión ya lo he comentado: esta misma gente que dice que la forma no tiene importancia suele ser incapaz de leerse El Quijote por... el estilo. Ahí los argumentos de originalidad y colorido ya no cuentan, porque es castellano antiguo y eso sí que es crucificable. Que un texto esté plagado de errores ortográficos, gramaticales o de estructura no es, por lo visto, algo tan grave como ser un clásico.
Más allá de lo obvio (no sirve de nada ampararse en cualquier cosa para no escuchar una crítica -ojo, escucharla, no creérsela como si fuera una verdad revelada-), hay un punto en el que sí que me gustaría incidir: cuando hablamos de literatura, la escritura en sí es vital.
Vaya perogrullada, ¿no? Pues no lo es tanto. Hay muchos autores que creen que escribir va de contar historias, o de contar buenas historias, y es importante dejarlo rotundamente claro: no, escribir va de escribir bien buenas historias. Los cuatro puntos son vitales. Quizás, si me apuráis, podemos prescindir del último (que sean historias), pero no de los tres primeros, por mucho que les joda a los que vienen reciclados de otras ramas: como no hay pasta para producir la película que llevan en mente, ni tiempo para aprender a programar videojuegos, ni talento para dibujar un cómic... pues a escribir, que es barato y todos aprendemos en el cole.
Ahí está la base del problema, en que muchos autores somos, en primer lugar, narradores. Yo, por ejemplo, me curtí en el patio del colegio y en la plaza de mi pueblo, en las noches de verano. Eso sí, intento no perder de vista algo básico: la historia del pez y el anillo no funcionará como relato si no la escribo del modo adecuado. Y el modo adecuado pasa también por lo indispensable: ortografía y gramática. No nos engañemos ni intentemos que el universo se amolde a nuestras limitaciones. Es mejor intentar superarlas.
Hay mucha gente que considera una cabronada algo tan natural como que si una obra no cumple unos mínimos de corrección ortosintáctica, no sea ni siquiera valorada en otros aspectos. Creen que la originalidad, los personajes o los sucesos pueden equilibrar la balanza o, incluso, inclinarla hacia la victoria. Pero se equivocan.
El origen de su error está en que rara vez un lector dice “huy, qué bien escrito está este libro”. Casi siempre los lectores hablan de la historia, de tal o cual escena, de cómo el protagonista les ha hechizado. De hecho, si un lector estándar habla de cómo está escrito un libro es, por regla general, para quejarse de algo: vocabulario, repeticiones, manías...
No hay que dejarse engañar por las apariencias: esto es así no porque los lectores no aprecien la escritura, sino porque, cuando está bien hecha, ni siquiera la ven. Un libro mal escrito es como una obra de teatro en la que los actores se olvidan de sus líneas, la señora de al lado se come un caramelo de menta estrujando bien el papel, el abuelo de la tercera fila ronca y el tío de los focos se hace la picha un lío con los efectos sonoros. Es, en definitiva, un libro al que se le ven los andamios, un libro en el que no te puedes meter a no ser que hagas un gran esfuerzo porque mil detalles te sacan de la narración.
Ya solo por esto, un libro mal escrito es material para la quema. Sin más.
Que nadie se agobie: no es una gran pérdida para el mundo que esa historia no la abramos siquiera. Os lo aseguro. La originalidad no existe tal cual. Los temas que se tratan en los relatos son siempre los mismos. Los personajes, permutaciones sobre las mismas ideas. Sus reacciones, sus cuitas, los lugares por los que se mueven... todo eso ha sido ya explorado o lo estará explorando otro autor en el mismo momento. Es más, por lo general los textos peor escritos son los menos originales, lo cual tiene su lógica: sus autores no han leído lo suficiente.
No lo perdamos de vista: lo que hace bueno un texto es que su prosa te coja y te sumerja, que te abstraiga de lo que te rodea como ocurre cuando te sientas a ver una buena película (una bien rodada) o cuando ves un buen concierto (uno en el que los músicos no se equivocan de acordes por desidia porque “lo que importa es la melodía en su conjunto”). Piensa en las películas que se han hecho sobre Dracula. Tienen la misma historia, ¿verdad?, pero no son iguales. Pues eso.
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El problema es que no se dan cuenta. Tienen metida la historia en la cabeza y no se dan cuenta de que si no está bien escrita, el lector no se entera de nada. Y lo digo por experiencia, tengo un amigo (muy buen amigo y muy buena gente) que me pasaba relatos con fallos ortográficos y sintácticos de todo tipo, no ponía ni un acento, no concordaba el número de nombres y adjetivos, las comas parecía que las había dejado caer al azar sobre el texto... Recuerdo que el primer relato que le leí se lo devolví corregido, lleno de marcas por todas partes y me dijo: "¿pero y la historia? ¿te ha gustado?" me costó horrores hacerle entender que no me había enterado de la historia, no podía decirle si la historia era mala o buena, porque no llegué a enterarme de qué me estaba contando.
Naturalmente ese es un caso extremo, muy exagerado, pero más o menos es lo que algunos escritores piensan, que tienen una buena historia y la forma de contarla no importa, cuando lo bonito de la literatura es precisamente que tú eliges cómo contar las historias y que según la forma de contarlas puedes provocar distintas cosas en el lector.
Es algo demasiado habitual. Los que han tenido la suerte o la desgracia de ser jurados en concursos de literatura bien lo saben. La mayoría de los textos necesitarían un buen repaso antes siquiera de presentarse, pero muy pocos lo han tenido. Decir que lo que cuenta es la historia es como pretender montar un grupo de rock sin saber tocar o pintar un cuadro si no se sabe ni cómo coger el pincel.
Es curioso. Cuando yo estudiaba con dos faltas de ortografia dejaban de corregir el examen (sí, ya lo sé, ha pasado mucho tiempo y yo he perdido mucho)
Tal vez se trate de dónde ponemos el límite.
En todo caso, lo que suele pasar es que la parte ortográfica se considera técnica y por tanto de menos valor (vamos, cosa de Word), mientras que la historia es la parte creativa y se considera lo importante. Lo malo es que muchos no se dan cuenta que una cosa es lo que ellos tienen en su cabeza, y otra lo que cuentan o lo que les llega a los demás a través de su escrito. En definitiva, que su voz suena maravillosa por dentro, pero que por fuera ni se entiende.
Lo de siempre, mensaje, canal, agentes... Teoría pura de la comunicación.
¿Cuánta veces hemos hablado ya de este tema?
A mi me encanta cuando a mis correctores se les pasan faltas en mis relatos y aducen que se han metido mucho en la historia
Totalmente de acuerdo. A mi tambien me ha tocado mi ración de leer cuentos con más faltas por metro cuadrado que letras, y es sencillamente imposible.
Pero ¡ay! a todos se nos escapa alguna...
Totalmente de acuerdo con lo expuesto. Incluso voy más allá: me pone de los nervios leer historias en las que aparecen palabras que no existen en castellano o que se utilizan con un significado totalmente distinto al que de verdad tienen.
Creo que nuestro deber es cuidar el lenguaje además de la historia. Todo es necesario para conseguir que el conjunto luzca más.
Además es la parte sencilla: el oficio de escribir puede aprenderse con paciencia y tesón; la capacidad de tejer historias atractivas es un don que no todos poseemos, algo "bizarro", si veis lo que quiero decir...
Por cierto, a mí también me suspendían si cometía más de 4 faltas de ortografía. Era una de las "leyes de Suárez", profesor de Tecnología Mecánica, en 5º curso de carrera. ¿Exagerado? Para nada, creo yo.
me pone de los nervios leer historias en las que aparecen palabras que no existen en castellano
Pues te pido disculpas desde ya si alguna vez lees algo mío, porque después de vivir cinco años en Inglaterra una cosa que me pasa mucho es "traducir" palabras o expresiones inglesas al castellano
o que se utilizan con un significado totalmente distinto al que de verdad tienen.
Mira, esto yo ya no, pero hace muy, muy poco, he leído dos relatos del mismo autor, y las dos veces ha usado mal la misma palabra, y yo pensando: "muy bien, chaval, una palabra muy chula, de esas que hacen que parezca que tienes mucho vocabulario, pero viendo como la estás utilizando, me parece que no sabes lo que significa"
Mira, esto yo ya no, pero hace muy, muy poco, he leído dos relatos del mismo autor, y las dos veces ha usado mal la misma palabra, y yo pensando: "muy bien, chaval, una palabra muy chula, de esas que hacen que parezca que tienes mucho vocabulario, pero viendo como la estás utilizando, me parece que no sabes lo que significa"
¿Y se lo dijiste?
¿O te tengo que... (espera que lo miro, si, si, ya, vale, puede servir) vilipendiar?
¡Coñe, que acabo de caer que me he leído recientemente dos relatos tuyos! Tranquilo, que te aseguro que no eres tú Preferiría no decir de quien se trata aquí en abierto pero, de nuevo, te aseguro que no eres tú. Aunque, ya que estoy contigo, no recuerdo ahora mismo que palabra era, que estaba bien usada, eso sí, pero que si que creo que repetiste en los dos relatos, y no demasiado común. Ahí si que pense, "A Nachob le gusta esta palabra, vaya que sí"
PD: Creo que era "parsimonia". No veas lo que os gusta a mas de uno y de dos escritores hacer las cosas con "parsimonia", mientras "rezongais", y "espetais" de mala manera
No te creo
Considerate parsimoniado, y que la parsimonia te parsimonie por mil parsimonios.
¡Decirme a mí que no sé lo qué es parsimonia! ¡Será parsimonio!
¡Y no me gusta esa palabreja, y no la uso nunca, parsimoniez!
Lo de las palabras inventadas, o con un significado que no corresponde.... es algo habitual. No hace mucho encontré un libro, galardonado con un premio, en el que se confundia espingarda con espigada, refiriendose a una moza.
Pero lo peor que me ha pasado es leer un libro impreso en el que se repetia como veinte veces una palabra mal escrita, y cuando se lo comenté al autor me dijo que a él le gustaba más escrita así. Yo pensé "A mi puede gustarme más escribir socerdote que sacerdote, pero creo que el diccionari, y la RAE y una cosa que se llama idioma están para algo"
Pero el problema es cuando eso te lo encuentras impreso en un libro. Si es un manuscrito o un relato que te envia el autor, o está colgado en la red, siempre puedes corregirlo.
Y para mi el verdadero problema es que cuando te quejas de esas situaciones, se diga que no pasa nada por que hay faltas, o palabras inventadas o fuera de contexto, que no es culpa del autor sino de la editorial por no corregir. Yo pienso que es de ambos. Que el autor comete una falta de respeto hacia el lector y la editorial también.
Y cuando te encuentras en un libro impreso mas de 20 situaciones de ese tipo.... mal asunto.
Uy, no había visto esto, pero mira, estoy de acuerdo contigo. Hace poco escribí una nota en mi facebook en la que también hablaba sobre ello:
Viendo algunas cosillas alucino.
Este año voy a organizar el certamen de relatos "Todos los santos" y lo siento pero aquellos relatos que contengan una cantidad exagerada de faltas ortográficas serán directamente descalificados.
Y esto viene porque sé que en algunos concursos toman esto por alto. En mi caso no va a ser así. La literatura conlleva escribir bien, si no escribes bien difícilmente puedes comunicarte. Saber escribir significa también saber cómo decir aquello que se quiere comunicar.
Si a mí me suspenden en clase por tener faltas yo puedo a su vez descalificar a alguien que me manda un escrito así. Es más, el Diccionario de Autoridades como acepciones da ésta también: # Clase de escritos que se distinguen por su belleza de estilo o expresión, su preocupación por la forma, a diferencia de los tratados científicos o trabajos en los que es prioritario el contenido sobre la preocupación estética. Y litterae eran el conjunto de saberes para escribir y leer bien. para mí, escribir bien conlleva saber una serie de normas y cumplirlas, y entra ellas está la norma ortográfica. ¿por qué si no existen asignaturas como "Norma y uso del español", para hacer bonito?
Con esto puede que me gane la enemistad de muchos pero es mi opinión. Muchas veces he leído novelas, relatos, en fin, escritos en los que había alguna falta o fallo y lo pasaba por alto si realmente la forma en la que me la contaban junto al contenido eran muy buenos. pero si la historia no es nada del otro mundo y encima me presentan un texto en el que no hay comas, puntos o están colocados donde quieren y como quieren, entonces lo siento pero no.
No me digan que para eso existen los correctores. Ni que hay escritores célebres que escribían con tremendas faltas. Bien, si me presentan una historia que sé que puede revolucionar el campo literario la aceptaré aunque esté repleta de faltas. De otro modo, no; ya que hacemos algo vamos a hacerlo bien, que yo no me pongo a operar a la gente o a crear compuestos químicos como quien no quiere la cosa.
La literatura es un arte. por favor, no nos olvidemos de ello, no la hagamos caer y humillarse.
Básicamente, opino como tú. Y cuando he dicho algo así mucha gene me ha contestado lo que tú dices: que yo, al ser filóloga, me creo superior y no puedo ver lo buena de la historia. No, eso no es así. A mí me parece muy bien que si uno no ha tenido la suficiente educación como para tener una buena sintaxis y ortografía se equivoque, pero entonces si quiere comenzar a dedicarse a esto en serio,que aprenda. Que aprenda como se aprende con todo. Incluso para los juglares, que era una narración oral, existían técnicas y formas de contar lo que debían para que llegase bien al público. Y desde siempre, se ha defendido el arte de escribir bien, y hay un libro del siglo XVIII en el que precisamente se burlan de todo esto, de aquellos que se dedican a escribir sin tener en cuenta elementos que deberían no pasar por alto.
Yo lo siento, pero no puedo. Tal vez sí sea por mi visión de futura filóloga pero si veo una historia llena de faltas, aunque sea una historia muy buena, tendré que decirlo, y aconsejar a esa persona que se esfuerce un poco más en aprender la ortografía, el estilo, etc, porque entonces conseguirá una obra maestra.
Y poco más, porque ya en esa nota que puse en facebook que he pegado lo dejo bien clarito. Sí, señores, tal vez sea una prepotente que se queja de lo mal que escriben otros pero la literatura es belleza, y la belleza implica ciertas características que no deben dejarse pasar por alto.
Y este año el que escriba con tropecientas faltas no va a ser seleccionado en Todos los Santos. Directamente voy a dejar de leer el relato. Si su historia es tan buena, no le importará entonces aprender a manejar la escritura. Incluso tal y como dice Searle, el lenguaje está sujeto a reglas (y ya no hablamos del escrito, así que imaginen) que se han aprendido y se emplean. Lo mismo sucede con la escritura.
A todos se nos puede escapar alguna faltilla. Es algo inevitable, pero un relato con un montón de faltas sólo puedo significar dos cosas:
a) Que el autor ignora las reglas básicas de la ortografía y de la gramática
b) Que el autor no se ha molestado en revisar el texto.
Si al autor no le importa, a sus lectores les importará menos todavía.
Yo conozco profesores que en un carrera como Derecho, han suspendido a alumnos por ejemplo, por no saber escribir desahucio.
Básicamente, opino como tú. Y cuando he dicho algo así mucha gene me ha contestado lo que tú dices: que yo, al ser filóloga, me creo superior y no puedo ver lo buena de la historia. No, eso no es así. A mí me parece muy bien que si uno no ha tenido la suficiente educación como para tener una buena sintaxis y ortografía se equivoque, pero entonces si quiere comenzar a dedicarse a esto en serio,que aprenda. Que aprenda como se aprende con todo. Incluso para los juglares, que era una narración oral, existían técnicas y formas de contar lo que debían para que llegase bien al público. Y desde siempre, se ha defendido el arte de escribir bien, y hay un libro del siglo XVIII en el que precisamente se burlan de todo esto, de aquellos que se dedican a escribir sin tener en cuenta elementos que deberían no pasar por alto.
Coincido plenamente contigo, y te voy a poner un ejemplo: Hace un año más o menos un chaval me pasó un fragmento de un manuscrito que estaba escribiendo, para que le echara un ojo. La verdad es que el chaval, que en su momento no había estudido lo que debía, de gramática y de ortografía tenia muy poca idea. Le devolví el par de capítulos corregido y estuvimos hablando sobre su estilo y sus aspiraciones. Hoy sigue con la idea de ser escritor, pero se ha pasado un curso preparándose a distancia el acceso a la facultad para mayores de 25 años, porque quiere escribir. No quiero decir que todo el mundo que escribe debe ser filólogo, ni mucho menos, pero si que debe saber hacerlo, y para saber hacerlo tiene que conocer la principal herramienta que maneja, que es el lenguaje.
Totalmente acuerdo. Personalmente, nada me hace perder más el respeto que leer a un escritor con faltas de ortografía. Ya que uno se curra (o debe currarse) la historia, el ritmo, etc, lo mismo debería ser para la ortografía y gramática, sobre todo si lo envías a algún sitio, ¿no? Personalmente me ha sorprendido leer este post porque no sabía que estas cosas eran tan habituales... :-/ En fin...
Por cierto, ayer leí un relatillo de este chico que os comentaba, y hay que ver lo que ha mejorado en un año.
Da gusto ver la diferencia entre el que de verdad quiere hacerlo bien y el que solo quiere satisfacer su ego.
Me pasa siempre y siempre me rallo con eso. Por más que revise, no hay vez que no se me cuelen errores de un tipo u otro. Los veo antes de enviar, los corrijo.
Los veo después de enviar, corrijo otra vez.
Los veo si me dicen que va a salir el texto en algún sitio, vuelvo a corregir. Y, una vez salen, siempre quedan errores y termino pensando que es lo peor escrito del mundo. Si por mí fuera, reenviaría una y otra vez cada cosa que hago, porque no dejo de ver formas de mejorarla. Siempre.
Tengo la Wikipedia abierta al lado, cuido que mis dedos como morcillas acierten en la tecla, intento evitar cacofonías, errores de sintaxis y duplicidades, pero, al final, se cuelan. Las diacríticas ya he decidido ponerlas siempre, porque cuando no se hace, a muchos les sigue pareciendo "raro". Dejarlas o no al final, creo que ya es cosa de la edición, porque en algunas editoriales se siguen viendo mientras que en otras no. Las rayas de los diálogos ahora las cuido más; antes las daba por "orto-tipografía", algo complicado en word y con lo que, por tanto, debía cargar el editor. Luego hay palabras a las que no presto atención porque creo que sé cómo se escriben... para descubrir después que estaban mal. Comas que uno termina cambiando por puntos o viceversa y la palabra posterior queda con mayúscula o minúscula, siempre al contrario de lo que debiera...
Me consuela algún escritor famoso que dijo que él sólo seguía publicando a esas alturas para dejar de corregir.
En un concurso que me tenía rallado, en ese caso porque se me había colado una "cohartada" (sic) entre otras cosas, me llamaron para comunicarme que me lo daban, inmediatamente, le dije al presi del jurado que se me había pasado eso y él, un autor consagrado e importante, me respondió: "ya, lo hemos visto, en el capítulo tal, pero esas cosas nos ocurren a todos".
Todo es cuestión de ir aprendiendo. Los errores se van disminuyendo, y se va prestando más atención a los que quedan. No hay otra forma que escribir mucho y, lo bueno, es que los cuentos siguen ahí, para que si el autor se interesa por enmendar, finalmente, terminen quedando lo suficientemente correctos.
La escritura, al contrario que otras disciplinas, sí tiene algunas normas férreas que permiten afirmar al menos qué está mal escrito, veo lógico que se rechace cuando así sea. Pero también, por ese mismo motivo, puede aprenderse, cualquiera puede terminar controlando los rudimentos y, si confía lo bastante en su historia, ponerlos a su servicio. Si ésta es realmente buena, y tiene en cuenta que escribir consiste en corregir una y otra y otra vez, entonces funcionará.
Un saludo.
Una ortografía impecable siempre es una buena carta de presentación. Igual cuando se trata de escritores consagrados resulta que pueden permitirse el lujo de descuidar ese aspecto (lo cual no deja de ser triste), pero cuando se está empezando cualquier metedura de pata juega en contra. Si yo fuera jurado, reconozco que mucho me tendría que gustar un relato para perdonar un montón de faltas de ortografía. Ya he comentado en alguna ocasión que tratar de escribir sin saber hacerlo es tan pretencioso y estúpido como querer montar un grupo de rock sin saber tocar.
Un tema diferente es el de las revisiones. Despistes ortográficos y gramaticales a un lado, es verdad que siempre que se revisa un texto se acaba encontrando al go que se cambiaría, una palabra, una coma, el texto entero... Qué curioso.
[quote=Lady Ovejita]
Una ortografía impecable siempre es una buena carta de presentación. Igual cuando se trata de escritores consagrados resulta que pueden permitirse el lujo de descuidar ese aspecto (lo cual no deja de ser triste), pero cuando se está empezando cualquier metedura de pata juega en contra. Si yo fuera jurado, reconozco que mucho me tendría que gustar un relato para perdonar un montón de faltas de ortografía. Ya he comentado en alguna ocasión que tratar de escribir sin saber hacerlo es tan pretencioso y estúpido como querer montar un grupo de rock sin saber tocar.
Un tema diferente es el de las revisiones. Despistes ortográficos y gramaticales a un lado, es verdad que siempre que se revisa un texto se acaba encontrando al go que se cambiaría, una palabra, una coma, el texto entero... Qué curioso.
Hola, el motivo de entrar aquí ha sido motivado por la conversación que he mantenido esta mañana con un amigo, el cual a su vez es autor de momento de 3 libros, pero los cuales estan LLENOS de faltas de ortografía, y cuando digo LLENOS es que son abundantes, pero claro todo tiene un explicación, estos libros están escritos por un ARADOR DE MULAS, esta mañana hablando con él, le indicaba la necesidad de CORREGIR, pero el y esto es lo que deseo comentar y que me comenteís si lo creís oportuno se negaba a ello, porque me explicaba que entonces ya no serían sus libros, que como un analfabeto como el no tenía ni una sola falta de ortografía.
Antes de seguir os diré mi amigo tiene actualmente 82 años y hace 3 que empezó su andadura en el mundo literario, que se paso la mayor parte de su vida trabajando en el campo y poco más.
La verdad es que yo no soy parte justa en ello y al leerlo y ver tantas faltas incluso a mi que no soy un lector ni siquiera puedo presumir de tener la ortografía que debiera, al leerlo me llevo a la critica, pero el argumento, las historias, los personajes son tan FUERTES y tan VIVOS que en absoluto me limitaron para leer los libros.
Solo quiero que me deís vuestra opinión, ya que el se niega a que se le corrija, lo cual yo acepto, pero.....
Me interesa lo que señalas en tu artículo, y más siendo tan torpe como yo lo soy, en el uso de los signos ortográficos. Como bien comentas, el éxito de un relato o un libro no sólo radica en la idea, sino sobre todo en la forma. En una película ésta destaca a menudo sobre la trama y en un libro suele prevalecer la otra. Sea como sea, está claro que para que una historia cale hondo ha de ser lo más redonda posible y a ello contribuyen, sin duda, los personajes, paisajes, situaciones y por supuesto el dominio que el autor tenga del lenguaje (no sólo de vocabulario).
En fin, me encanta escribir. Supongo que como a todos los que nos paseamos por esta parte del foro; pero en mi caso, es un auténtico hándicap el manejo acertado de los signos de puntuación. ¿Conocéis algún libro que pueda ayudarme a mejorar en este campo? Cualquier aprendiz de escritor que se precie, ha de contar entiendo yo, con unos libros de referencia y ya que yo fallo en esto (entre otras muchas cosas), os pido ayuda para saber si me podríais proponer algún título que añadir a ese listado bibliográfico y sacarle partido para pulir mis relatos. Aunque pueda parecer lo contrario, acostumbro a revisar y a corregir hasta el hartazgo mis textos. Lo que más retoques lleva por increíble que os resulte, suelen ser los puntos, comas, etc... Si hago tres lecturas del texto en todas ellas haré modificiaciones, con lo cual al final el texto deja de ser el mismo. No sé si a vosotros también os sucede. A mí en particular, es algo que cada vez me preocupa más. Por mucho que la idea sea buena, si no sé imprimirla el ritmo adecuado todo lo demás se irá al garete. He llegado a obsesionarme de tal manera sobre este asunto que hace no mucho estuve mirando para matricularme en Filología a través de la UNED, al final la falta de tiempo y de dinero lo han impedido, pero mi inquietud sigue latente, por eso valoro sinceramente cuando alguien se molesta en leer mis textos y hacer apreciaciones de ese tipo. Para mí el lector no es ningún tonto y menos si suele participar en Ocio Zero: se os nota que dais importancia a estos temas y que mimais el contenido y la forma. No creo que os venga por inspiración divina, ¿o sí? Bueno, espero que me lo aclaréis.
En fin... de corazón, gracias y perdón por la chapa.
Sólo matizar una cosa: estoy bastante seguro de que el señor que me dijo esto lo hizo simplemente por amabilidad, por lo que he leído de él, tengo la impresión de que se le escapan entre pocas haches y ninguna.
De todas formas, es cierto que hay que demostrar más al empezar, supongo que, si el editor espera la siguiente novela de un autor consagrado, éste ya no tiene por qué revisar una y otra vez las comas, porque se le presupone que sabe ponerlas y compensa que entregue cuanto antes, aunque haya algún error que pueda corregirse en la redacción. Pienso ahora en la siguiente de "Canción de hielo y fuego". Si la entrega de una puñetera vez, que no pasen otros seis meses en que revise, espero. A todo el mundo puede escapársele. Sin ir más lejos, aún estando bien escrito, este mismo artículo empieza con un "la" que debería ser "le" y nadie lo hemos dejado de leer en la primera línea.
Entiendo el sentido de esta entrada, creo que es acertado el mensaje, porque sí, está muy bien empezar, cometer errores, irlos localizando y corrigiendo... Pero siempre con humildad.
Sin ir más lejos, aún estando bien escrito, este mismo artículo empieza con un "la" que debería ser "le" y nadie lo hemos dejado de leer en la primera línea.
Si te refieres al "La llamo [...]", creo que te equivocas. http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=llamar
De todas formas, el artículo va, sobre todo, de lo nocivo que es pensar que la ortografía o la gramática son secundarios. Nadie es infalible y yo, en concreto, soy algo leísta, pero esto es un artículo escrito a vuelapluma, no un relato presentado a concurso ni una novela presentada a un editor. Y, aun así, sí que perdería lectores si no tuviera unos mínimos de corrección. No es lo mismo que se te cuelen más o menos dedazos (yo, en concreto, escribo con un bebé en el regazo que está descubriendo cuán divertivo es aporrear el teclado cuando me despisto) que el pasar de la ortografía porque crees que lo que tienes que contar es tan interesante que el modo da igual.
Sechat, yo te recomendaría que empezaras por la web de la RAE. Los signos de puntuación no tienen tanto misterio. Si sabes qué unidades semánticas tiene la frase, ponerlos es muy intuitivo. Si quieres, podemos mirar algunas cosas en el foro de Literatura, que nunca viene mal.
Sechat, yo te recomendaría que empezaras por la web de la RAE. Los signos de puntuación no tienen tanto misterio. Si sabes qué unidades semánticas tiene la frase, ponerlos es muy intuitivo. Si quieres, podemos mirar algunas cosas en el foro de Literatura, que nunca viene mal.
Gracias, Patapalo, tomo nota de tu sugerencia, y hombre, por mí sería estupendo si en el foro se hablase o se practicara de alguna manera sobre ello. GRACIAS. ¡Olé, olé y olé!
Grrrr. Odio, odio decir esta frase, pero no queda otra. Estaba equivocado. Hala, ya lo he dicho. Es verdad. Aquí explican el uso más detenidamente:
http://www.fundeu.es/consultas-L-la-llaman-le-llaman-1219.html
Un saludo
Hola, el motivo de entrar aquí ha sido motivado por la conversación que he mantenido esta mañana con un amigo, el cual a su vez es autor de momento de 3 libros, pero los cuales estan LLENOS de faltas de ortografía, y cuando digo LLENOS es que son abundantes, pero claro todo tiene un explicación, estos libros están escritos por un ARADOR DE MULAS, esta mañana hablando con él, le indicaba la necesidad de CORREGIR, pero el y esto es lo que deseo comentar y que me comenteís si lo creís oportuno se negaba a ello, porque me explicaba que entonces ya no serían sus libros, que como un analfabeto como el no tenía ni una sola falta de ortografía.
Antes de seguir os diré mi amigo tiene actualmente 82 años y hace 3 que empezó su andadura en el mundo literario, que se paso la mayor parte de su vida trabajando en el campo y poco más.
La verdad es que yo no soy parte justa en ello y al leerlo y ver tantas faltas incluso a mi que no soy un lector ni siquiera puedo presumir de tener la ortografía que debiera, al leerlo me llevo a la critica, pero el argumento, las historias, los personajes son tan FUERTES y tan VIVOS que en absoluto me limitaron para leer los libros.
Solo quiero que me deís vuestra opinión, ya que el se niega a que se le corrija, lo cual yo acepto, pero.....
Hola, el motivo de entrar aquí ha sido motivado por la conversación que he mantenido esta mañana con un amigo, el cual a su vez es autor de momento de 3 libros, pero los cuales estan LLENOS de faltas de ortografía, y cuando digo LLENOS es que son abundantes, pero claro todo tiene un explicación, estos libros están escritos por un ARADOR DE MULAS, esta mañana hablando con él, le indicaba la necesidad de CORREGIR, pero el y esto es lo que deseo comentar y que me comenteís si lo creís oportuno se negaba a ello, porque me explicaba que entonces ya no serían sus libros, que como un analfabeto como el no tenía ni una sola falta de ortografía.
Antes de seguir os diré mi amigo tiene actualmente 82 años y hace 3 que empezó su andadura en el mundo literario, que se paso la mayor parte de su vida trabajando en el campo y poco más.
La verdad es que yo no soy parte justa en ello y al leerlo y ver tantas faltas incluso a mi que no soy un lector ni siquiera puedo presumir de tener la ortografía que debiera, al leerlo me llevo a la critica, pero el argumento, las historias, los personajes son tan FUERTES y tan VIVOS que en absoluto me limitaron para leer los libros.
Solo quiero que me deís vuestra opinión, ya que el se niega a que se le corrija, lo cual yo acepto, pero.....
Si el libro está escrito en primera persona y las faltas de ortografía se convierten en un elemento estilístico dentro del libro, se pueden aceptar, qué duda cabe. Si no, no tienen mucho sentido.
A mí me gusta picar en el huerto. Cuando mi abuela me dice que no lo haga así porque no es la manera, tengo dos opciones: hacerle caso y conseguir unos tomates en condiciones para cualquiera que quiera comer tomates o echarlos a perder porque "no soy hortelano".
La escritura nos la podemos tomar como solo para nosotros, en cuyo caso estas consideraciones sobran, o como una forma de comunicación con terceros, en cuyo caso la ortografía es imprescindible. El saber incluir personajes fuertes y vivos en una historia no es sinónimo de saber transmitir esa fuerza y esa viveza a quien los pille de nuevas. Es como contar chistes a los amigos en un bar o contar chistes en televisión: dos mundos relacionados, a veces comunicados, pero muy distintos.
Seguro que esos jurados serán tachados de talibanes literarios. Y un lector se queja por encontrarse un libro impreso, publicado y vendido en esas condiciones, tambien se le tacha de eso.
Si una persona no conoce las herramientas con las que trabaja, mal va a hacer este. Vosotros, los escritores teneis solo dos herramientas: el lenguaje y la imaginación. Si la principal, que es el lenguaje, falla, vais muy cojos. Sin imaginacion se pueden contar muchas cosas. Como tu dices, la historia de Drácula es siempre la misma, pero va a depender de quien nos la cuente que nos fascine o no. Mientras que la historia mas maravillosa del mundo hará aguas por todas partes si el lenguaje no es como mínimo correcto. Y correcto significa una ortografía correcta.
Yo como lectora si que digo: este libro está bien escrito, cuando lo veo así. Y tambien quiero poder decir libremente: Este libro está mal escrito cuando me lo encuentre.
Aunque, por supuesto, preferiria no encontrármelo
Somos el tejido del que estan hechos nuestros sueños