Después de terminar con los imperativos de los cambios administrativos de Saco de huesos y poner a punto la infraestructura de la editorial, la primera cita ineludible, y urgente, visto cómo las fechas se nos echan encima, era hacer el balance de ventas del año para liquidar los correspondientes derechos de autor (que iré mandando a partir de hoy). Como cabía esperar, ha sido un mal año.