Reestructuración de las colecciones de Saco de huesos
Aprovechando los cambios administrativos de Saco de huesos y en respuesta a mi nueva situación, he decidido realizar una serie de cambios en la línea editorial.
Sobre todo, se trata de cambios de estructura, de organización si se quiere. Dado que a causa de los ISSN de la Biblioteca Nacional Francesa se imponen algunas modificaciones (como comenté en otra entrada de Edit-ando) y que la situación ha evolucionado desde que abrimos la editorial hace ya un buen puñado de años, creo que es el momento de abordar algunas cuestiones.
En primer lugar, no creo que tenga sentido tener tantas colecciones de narrativa. Al comienzo, pensamos en A sangre para novelas (o más bien obras de un solo autor, que al final han sido en su gran mayoría colecciones de relatos) y Aquelarre para las antologías de varios autores, ambas dos para talentos contemporáneos. Al final, nos hemos encontrado con proyectos en la primera escritos a cuatro manos (Sueños negros, Maldita mi ciudad, Usurpador de almas, Las 7 vidas de un gato) o incluso a seis manos (13 Dioptrías), así como obras en las que el peso de la ilustración es tan importante que no podemos considerarlas solo de un autor (como Cuentos inhumanos o Alma y el poeta). A esto se suma que llega poco material a Aquelarre, quizás porque Calabazas en el Trastero, el Bestiario de lo Sobrenatural derivado del Polidori y otra serie de iniciativas ya cubren este espectro. Tampoco está muy claro, además, que merezca la pena hacer una separación estricta por este motivo (número de autores).
Al mismo tiempo, la colección Nosferatu apenas ha tenido movimiento (un proyecto que ha cuajado, Un extraño descubrimiento, y unos cuantos que están o quedaron en el limbo) y tampoco tengo la energía ni el tiempo para, como soñé en algún momento, tomar personalmente las riendas de la misma buscando de un modo activo títulos a publicar. Para rematar, cuando abrí la veda con Gorgona Pulp Ediciones se multiplicaron las posibles colecciones sin solucionar, en realidad, nada, dejando de paso un buen puñado de títulos como islotes.
Es por ello que, finalmente, he optado por condensar toda la narrativa en dos líneas: la colección Medianoche para fosquerías (terror y aledaños) y la colección Gorgoneion para aventuras (espada y brujería, espada y planetas, retrofuturismo y otros subgéneros relacionados). De este modo, creo que para el lector será mucho más fácil ubicarse y descubrir nuevos títulos por afinidad temática y/o argumental. Las reediciones de los títulos ya publicados iré integrándolas en estas colecciones.
La primera he decidido bautizarla como Medianoche para reflejar que está abierta a todo tipo de terror. Yo soy una cabra que tira mucho al monte de lo mitológico y lo simbólico, pero, al igual que en A sangre o Aquelarre, quiero seguir dando cabida a todo tipo de historias oscuras, a todo tipo de enfoques, siempre y cuando la perspectiva literaria me parezca interesante.
En la segunda, Gorgoneion, he optado por volver la mirada a las raíces clásicas y ponerme bajo los auspicios del amuleto por excelencia del Mediterráneo, construido, además, a partir de mi monstruo preferido, la gorgona Medusa. O más bien de su cabeza. El propio Alejandro Magno, al parecer, lucía un gorgoneion en el peto de su armadura. ¿Qué mejor manera de lanzarse a la aventura de publicar género fantástico, y, de nuevo, aledaños, que bajo este símbolo?
Por otro lado, Calabazas en el Trastero, como ya comenté en alguna entrada de este mismo blog, se mantiene tal y como estaba, con la misma numeración, porque me parecía crucial que hubiera una continuidad completa, dado que la longevidad de la colección la ha convertido en un mito en sí. Todos los trámites están hechos y el primer libro “francés” publicado, Calabazas en el Trastero: Distopías, va con el número 25.
En cuanto a la línea Laberinto, se mantendrá igualmente como tal, solo que integrando todos los proyectos lúdicos que salieron bajo el sello Gorgona Pulp Ediciones. A todos los efectos, los librojuegos y juegos de rol compartirán espacio, sean de fantasía, de terror o de cualquier otra cosa que se nos ocurra.
El mismo destino aguarda a Taradaña, que, despacico pero con buena letra, ha seguido creciendo estos últimos años: cómics y libros ilustrados se mantendrán agrupados en la misma independientemente de la temática.
Por supuesto, esto no sería Saco de huesos si no quedara algún verso libre complicándonos la existencia, y para ello está la colección Strigoi, claro. En plenas vacas gordas parecía una magnífica idea esa línea más arriesgada para dar más empaque al Premio Nosferatu, pero de momento no se ha concretado en nada. Así, creo que lo más realista va a ser reconvertirla de un modo pragmático. ¿Y qué mejor modo que aprovechar que estoy en Francia integrado en el sistema para llevar a nuestros autores al país galo? Esa va a ser mi línea de acción: estoy aprovechando contactos de mi nueva vida laboral para plantearme publicar algunos títulos en francés. La idea es comenzar, precisamente, por los relatos premiados con un Nosferatu, pero ir abriéndolo a otras obras de esos autores, si les interesa, seguramente de extensión modesta (novelas cortas, antologías, cómic). Aún es pronto para echar las campanas al vuelo, pero ya se puede anunciar que estoy moviendo ficha en esta dirección y despejando algunas incógnitas prácticas (como, por ejemplo, la distribución en Francia). Espero en los próximos meses ir perfilando este aspecto. Creo que puede ser un valor añadido para Saco de huesos que no me exigirá tanto esfuerzo como otras cosas que estaba realizando a distancia en España.
Mientras tanto, seguiremos avanzando, pero, como se acerca el primer lanzamiento de lo que en tiempo hubiera sido la línea A sangre, y que ahora entrará en la colección Medianoche, me ha parecido un buen momento para ir hablando de estas cosas. Espero que los cambios sean para mejor, sobre todo de cara a dar una mejor visibilidad a nuestros libros.
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