OZ entrevista a Rubén Serrano
Hoy tenemos con nosotros a este autor polifacético, responsable, entre otras cosas, de la antología DisCuentos que anunciábamos hace poco en nuestra sección
Rubén Serrano, aparte de periodista (lleva más de veinte años dedicado a la comunicación), es escritor y ante todo, como se define a sí mismo, soñador. Autor de fantasía, ciencia-ficción y aventuras, en su última etapa, viene dedicando una especial atención a la literatura infantil y juvenil.
Pertenece al movimiento Poetas del Mundo y es miembro de la Asociación Española de Escritores de Terror (Nocte). Como persona sensibilizada con los problemas sociales y comprometida con las causas solidarias, suele destinar lo recaudado con sus obras a fines benéficos.
Hace poco se presentaba en Madrid, con un gran éxito, la antología DisCuentos, una iniciativa solidaria que busca fomentar la integración social de los niños con discapacidades sensibilizando a los jóvenes lectores. ¿Cómo surge este proyecto? ¿Qué destacarías del mismo?
DisCuentos forma parte de una campaña denominada Literatura+Solidaridad, que vengo desarrollando desde el año 2003 y que tiene como objetivo principal ayudar a ONGs, entidades humanitarias y asociaciones sin ánimo de lucro a desarrollar mejor su labor.
A través de los libros que son editados en exclusiva para esas entidades éstas obtienen unos ingresos considerables, ya que el importe íntegro de lo que cuesta cada libro es para ellas. Pero, además, la campaña sirve para promover la lectura y animar a los más pequeños a leer, ya que los libros son de narrativa infantil. Y además, sus historias siempre tratan de ofrecer mensajes positivos y propiciar una educación en valores.
DisCuentos es un paso más en esta importante iniciativa, que busca en este caso sensibilizar a los niños sobre el tema de la discapacidad y, al mismo tiempo, ser una herramienta y un instrumento que facilite a padres y educadores hablar con los niños sobre esa materia, al objeto de potenciar la comprensión y contribuir a la integración. Asimismo, el libro va a permitir recabar fondos destinados a ayudar a la personas con necesidades especiales.
En DisCuentos han participado, bajo el sello El Gato de 5 Patas, varios escritores de entornos muy distintos e incluso de países diferentes. ¿Cómo ha resultado coordinar esta antología? ¿Alguna anécdota?
Ha sido muy fácil coordinar la antología, pues todos los escritores con los que contacté para que participaran acogieron con ilusión el proyecto y se implicaron al máximo, creando unos cuentos que recogían perfectamente el sentir de la dimensión de la discapacidad. Unos textos maravillosos, a los que el dibujante Rubén Francia se encargó de poner imágenes, dando como resultado un libro precioso, a todo color, que sin duda va a llamar la atención de los niños desde el primer momento.
La anécdota es que todas las personas han colaborado desinteresadamente en este proyecto, sin esperar recibir nada a cambio, con el único fin de hacer un bien social. Y eso, por desgracia, todavía resulta anecdótico en un mundo demasiado egoísta, cómodo y, muchas veces, insensible ante los problemas o las dificultades de los demás. Pero soy optimista y creo que, poco a poco, a través de pequeñas iniciativas como ésta, las cosas acabarán por cambiar.
No es la primera vez que te vuelcas en un proyecto con vocación social. ¿De dónde viene este compromiso con el prójimo?
Supongo que de soñar cada día con un mundo mejor. Del deseo permanente de que las cosas cambien y de no conformarme con lo que hay.
Tal vez mi esfuerzo sea insuficiente y nada cambie en el mundo, pero me veo en la obligación de seguir intentándolo, pues es posible que mi granito de arena anime a otros a aportar también su granito y así, algún día, acabe siendo una montaña.
Además, cada contribución que hagamos, por pequeña que sea a nivel general, puede ser decisiva en lo particular. Siempre recuerdo aquella historia del hombre que un día, caminando por la playa, ve a un niño recogiendo las estrellas de mar que han quedado sobre la arena al bajar la marea para ponerlas de nuevo en el agua. Las estrellas de mar estaban por todas partes a lo largo de toda la playa. Lo que hacía el niño le parecía inútil al hombre, por lo que se dirigió al pequeño y le preguntó: “¿Qué diferencia hay entre devolver las estrellas al mar y dejarlas morir en la arena? Son demasiadas. ¿No ves que no vas a terminar nunca?” El niño, mirando a la estrella que tenía en ese momento entre las manos, respondió: “Para ésta sí hay diferencia”. El hombre comprendió entonces la diferencia y comenzó a ayudar al niño a poner las estrellas otra vez en el mar.
De modo que, aunque yo no pueda salvar a todas esas estrellas de mar que hay por el mundo pasándolo mal, no por ello voy a dejar de luchar por ayudar a las que sí pueda. Y si todos hacemos lo mismo, al final habremos ayudado a la gran mayoría.
Tampoco es la primera vez que trabajas con Rubén Francia, el ilustrador que ha participado en DisCuentos. ¿Qué es lo que más valoras de su trabajo?
Rubén Francia es un gran artista, que sabe plasmar perfectamente en imágenes lo que el escritor ha expresado en el texto. Y eso es muy importante, pues con sus dibujos ayuda a la comprensión de la historia.
Sin embargo, lo que más valoro de él es su compromiso social y su implicación en esta clase de proyectos, que no le reportan ningún beneficio económico y que, a pesar de todo, hace con la mejor disposición.
Rubén Francia siempre accede a colaborar altruistamente cada vez que le ofrezco participar en un nuevo libro solidario. Y eso es algo que, como dice el spot publicitario, no tiene precio.
Según comentas en tu blog, escribiste tu primer relato a los diez años. ¿Es el no haber olvidado a ese niño escritor lo que te inclina a la literatura infantil, el deseo de inculcar buenos hábitos, una mezcla de todo...? Háblanos un poco de tu experiencia en este sentido.
Nunca me lo había planteado así, pero lo cierto es que ese “niño escritor”, como dices, sigue dentro de mí. Es ese niño el que me marca qué debo escribir, qué historia tengo que contar a otros niños… o a los adultos. Él es el que manda. A veces me permite escribir algún relato de terror para los mayores, pero no me deja descuidar la literatura infantil, pues sabe que los demás niños necesitan historias que les inviten a soñar y que, al mismo tiempo, les proporcionen una educación en valores.
En nuestro país, hace falta buena literatura infantil. Hay mucha, sí; pero no lo suficientemente cuidada. Y es que no vale que un texto sea sencillo y cuente una historia entretenida para que ya sea catalogado como “infantil”.
Siempre recuerdo una historia publicada en una conocida colección de literatura para niños en la que la protagonista quería ir al bosque a jugar con las hadas y, como sus padres se lo habían prohibido por ser peligroso, ella mentía a sus progenitores y se iba allí sin que lo supieran. Pues bien: esto que puede parecer intrascendente, es terrible, ya que el mensaje que se le está dando al joven lector es que “si tus padres te prohíben hacer algo, la solución es mentirles y hacerlo sin que se enteren”. Y los niños, que son como esponjas y absorben todas esas ideas al momento, están recibiendo a través de libros como ése una educación equivocada.
Por eso, yo siempre trato de que en mis historias (o en las antologías de cuentos de otros autores que me toca recopilar) se ofrezcan los mensajes correctos y las ideas adecuadas a los infantes, con el fin de hacer de ellos personas de bien el día de mañana.
En una línea aparentemente divergente -aunque a los niños les encantan las historias de terror-, eres también miembro de Nocte, la Asociación Española de Escritores de Terror. ¿Cómo se aúna esta doble vertiente creativa? ¿Todo es narrar o hay que abordar los proyectos de un modo muy distinto?
Yo siempre digo que toda mi producción literaria es de evasión, es decir que son historias de fantasía que transportan al lector a realidades distintas a la nuestra (ya sea terror, ciencia-ficción o fantasía pura y dura). Por tanto, todo lo que escribo pertenece al mismo ámbito, aunque luego tenga un enfoque u otro y se narre de una manera u otra distinta dependiendo de si va dirigido a adultos, a jóvenes o a niños pequeños.
Y, en efecto, también a los niños les gusta el terror como lectura de entretenimiento. Por supuesto, ha de ser un terror adecuado a sus edades, con el fin de no causarles un trauma para el resto de su vida. Pero sí es cierto que les llama poderosamente la atención lo horripilante y lo sobrenatural.
Por eso, en Nocte vamos a embarcarnos ahora en el proyecto de hacer una antología de cuentos infantiles de terror… A ver qué tal resulta.
Últimamente se habla de un auge de la literatura juvenil / infantil de género. ¿Vivimos un buen momento a este respecto?
Al parecer, gracias a adecuadas campañas de marketing y al apoyo del cine y las nuevas tecnologías, niños y jóvenes vuelven a interesarse por la lectura… o, al menos, por poseer el ejemplar de turno de Harry Potter o de las Winx (que no quiere decir que luego lo lean, ya que prefieren dedicar la mayor parte de su tiempo libre a la videoconsola y a navegar por Internet).
La realidad es que, a pesar del pequeño repunte en la venta de libros infantiles y juveniles, todos los estudios nacionales e incluso informes internacionales indican que en nuestro país, en general, se lee poco. España se sitúa en un nivel de competencia lectora muy por debajo del que le correspondería a su grado de desarrollo.
Por suerte, los desalentadores datos que recogen los estudios sobre lectura en España han puesto sobre aviso a las instituciones responsables de las políticas educativas y de lectura pública, quienes, a través de planes y campañas de fomento de la lectura, parece que están comprometiéndose un poco más con la formación de hábitos lectores entre la población española y, especialmente, entre los más jóvenes.
Esperemos que dé resultado y que esto cambie a mejor.
También se comenta mucho acerca de las nuevas tecnologías; en tu caso, de hecho, vemos que te apoyas bien en Internet a la hora de lanzar y promocionar tus proyectos. ¿Qué papel crees que pueden jugar -o juegan- estos nuevos recursos para autores y lectores?
Es evidente que en estos tiempos no podemos vivir ajenos a las nuevas tecnologías. Son un medio de comunicación fundamental, con un carácter universal, que llega a todas partes. De ahí que los escritores lo aprovechemos también como medio para llegar a los lectores.
Internet nos ofrece la posibilidad de mostrar nuestras obras a todos los internautas de cualquier lugar del planeta o informarles de la aparición de nuestro nuevo libro o de cualquier otro evento. Es una forma de acercarnos a otras personas, un puente hacia los demás.
Entiendo que las nuevas tecnologías ponen a nuestro alcance unas herramientas de comunicación importantes (a pesar de la excesiva cantidad de información, no exenta de imprecisiones y, en ocasiones, repleta de falsedades), que pueden encerrar ciertos peligros, especialmente para los niños, que son más vulnerables, pero que son muy útiles cuando se emplean bien. Por eso, defiendo y apoyo su uso, siempre que se haga con buen criterio.
Un poco cambiando de tercio, ¿consideras que tu formación periodística ha influido en tu vertiente literaria o ha sido un desarrollo en paralelo?
Sin duda, el periodismo ha transformado mi estilo literario (inicialmente, muy recargado, casi barroco, con largas descripciones repletas de adjetivos), haciéndolo más claro y conciso.
No sé si eso es malo o bueno. Tal vez los adultos se sientan decepcionados al leer mis textos, pues es posible que esperen un lenguaje más “literario”. Pero me consta que niños y jóvenes, en cambio, agradecen la sencillez con la que están escritas mis historias, sin descripciones superfluas que entorpezcan la acción; sin que le sobre nada al texto.
Otra pregunta relacionada sería sobre los autores con los que te has formado. ¿Qué obras fueron las que más te marcaron como lector? ¿Cuáles nos recomendarías a día de hoy?
Entre los autores que me han influenciado a lo largo de mi vida yo destacaría a Homero, Julio Verne, Antoine de Saint Exupéry, J.R.R. Tolkien, Michael Ende, Joan Manuel Gisbert, Isaac Asimov, Arthur C. Clarke, Edgar Allan Poe o H. P. Lovecraft. Todos ellos me hicieron soñar con mundos fantásticos (unos maravillosos; otros terribles) y despertaron mi pasión por la literatura de evasión. En buena parte, ellos han marcado la trayectoria de lo que yo escribo hoy.
Me han marcado obras tan emblemáticas como La Odisea, El Principito, De la Tierra a la Luna, La Historia Interminable, El Señor de los Anillos, El Museo de los Sueños, 2001: Odisea en el Espacio o Los Mitos de Cthulhu.
Finalmente, nos gustaría saber cuáles serán tus próximos proyectos. ¿Qué nos podrías adelantar al respecto?
Bueno, aparte de esa antología que comentaba antes de cuentos infantiles de terror que estoy coordinando para Nocte, estoy preparando actualmente un libro de microcuentos de terror titulado Horrores Breves Ilustrados.
Por otra parte, el sello editorial internacional PortalEditions prepara actualmente la reedición de mi obra de narrativa infantil Los Peque-cíclopes (2004), que va a ser incorporada a su proyecto educativo para la promoción de la lectura en el ámbito escolar. Además, será utilizado también para el aprendizaje de español con alumnos extranjeros y, próximamente, saldrá la edición en inglés.
Y después de eso, vendrán otros proyectos, otros sueños que ofrecer a los demás… pues siempre hay algo por ahí que merece ser soñado y escrito.
Pues muchas gracias por la entrevista y mucha suerte con esos proyectos, Rubén, los cuales seguiremos con interés. Y para los que queráis estar al tanto de las novedades sobre los mismos, aquí tenéis los enlaces a la web personal del autor, http://www.librodearena.com/blog/ruben-serrano/, y a la web de la Asociación Española de Escritores de Terror, http://www.nocte.es/
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Pues yo estoy deseando leer esos relatos de terror infantiles que pensáis hacer en Nocte, porque los de adultos son demasiado para mi frágil sensibilidad :) Interesante entrevista.
http://lapieldeldiablo.wordpress.com/