Cartas desde el asilo, de Reincidentes

Un tema desgarrador, crudo e inusual dentro del panorama del rock nacional que aborda problemas sociales. Desde que me fijé en su letra, no he podido borrarlo de mi memoria.

Por aquella época mi abuelo vivía con nosotros en casa creando un extraño crisol en el que se combinaban crestas y tazas de caldo, camisetas térmicas con litros de kalimocho. Supongo que por eso, en parte, me tocó tanto esta canción. ¿Quién se iba a esperar entre tanta reivindicación escrita con k una canción sobre ancianos y asilos? Bueno, en realidad más de uno. Entre otros, pondría la mano en el fuego, cierto compañero del instituto que, literalmente, no escuchaba otro grupo.

Ésta es una parte que me encanta de Reincidentes: su franqueza. Es un grupo que aborda todos los problemas sociales que considera oportuno, sin pararse a medir si será o no del interés del público, quizás porque los músicos de casta "crean" a sus seguidores, no se amoldan a ellos (ni a ninguna etiqueta). A mí, desde luego, me marcaron con éste y con tantos otros temas. Y a los recuerdos de esas inolvidables noches de concierto (como aquel primer concierto mítico en el Devizio) se unen los ecos de esta letra estremecedora y desgarrada. Rompamos una lanza por la música que dice cosas, cosas importantes.