Bueno, el tema ya empezó a ser tratado en el hilo de la discriminación positiva en el cine español, que ya ha derivado en un debate sobre la discriminación positiva en general, y antes de que derive todavía más, decidimos trasladarlo para aquí.
De todas formas, para mi el problema es el mismo: se gobierna con las estadísticas en la mano, pero sin pensar que la estadísitca es la agregación de casos particulares, sin pararse a pensar si esos casos particulares tienen algo en común.
En el caso de la violencia de género, el razonamiento ha sido rápido: como la mayoría de víctimas de violencia dentro de una pareja sentimental son mujeres, y la mayoría de agresores son hombres, se sacó una Ley que protegiera a las mujeres víctimas de violencia.
¿El resultado? Que en asuntos de violencia dentro de la pareja, dependiendo de que la víctima sea una mujer se lleva un tratamiento legal y procesal distinto, protegiendo más a la mujer, lo que ha derivado en una indefensión del hombre tanto en el caso de las proliferantes denuncias falsas como en los casos estadísticamente menos relevantes en los que la víctima es el hombre.
Discutiendo esto con una amiga me replicó que "algo había que hacer, dado el número de víctimas" y es cierto, pero creo que se ha atacado mal, ya que la mayoría de víctimas siguen sin denunciar, o acaban por retirar la denuncia. En este asunto yo creo que, entre otras cosas, hay que abordarlo como una secta: El agresor primero hace romper a la víctima con toda relación afectiva (su familia y amigos) igual que una secta, y luego cuando ya no tiene a dónde ir, es cuando opta por no denunciar. Pues si el mecanismo de subyugación es el mismo que el de una secta, la fórmula para combatirlo debería ser la misma.
¿Y la Ley? Habría que analizarla más a fondo, pero por lo pronto, si en lugar de volver agravante el pegarle a una mujer, lo volviera el pegarle a la pareja sentimental, se estaría empezando con buen pie (y atendiendo la demanda de colectivos homosexuales de llevar el mismo tratamiento que una mujer en estos casos).
No conozco la ley como para analizarla en su literalidad, que sería lo propio.
Lo que sé es que si te denuncia tu padre por amenazas se te aplica igual que si fuera tu mujer: pasas la noche en el calabozo con pruebas o sin ellas. Por sistema.
Eso es injusto, pero es que siguen muriendo decenas al año. Es muy grave.