Todavía almaceno en mi alma, como antiguo almanaque, aquella noche en la que aluciné bajo el almendro, la noche en la que me diste aquella alianza. Pero ahora es distinto, tú ya no me quieres, y lloro sobre la almohada, esperando que el corazón se me almidone.
Todavía recuerdo como montaste aquella almoneda para deshacerte de mis cosas..., y te conozco lo suficiente para saber, que serías capaz de pagar 1.000.000€ de almonarifazgo por borrarme de tu vida.
Aún así ,no dejo de quererte.
Duelo a diez palabras
Almaceno, almendro, alma, almidone, almohada, almoneda, aluciné, almanaque, alianza y almojarifazgo
Aluciné al darme cuenta de las cosas que almaceno desde hace años. Podría pagar el almojarifazgo de diez viajes si dispusiera una almoneda con algunos de estos trastos. Lo vendería todo, ese antigüo almanaque o incluso la almohada rellena de flores de almendro. Solo conservaría esta pequeña alianza, lo único que evita que mi alma se almidone.
¡Gracias Coon! Menos mal que te has animado, y encima te ha quedado muy chulo el texto, así que claro ganador
Se ve que no he estado muy acertada con las palabras..., así que lo mejor será cambiar.
¡Tu turno Coon!
Fuego, azabache, discernir, fagocito(ó), parálisis, emparentado, lontananza, bisbiseo, pertrecharse, postcoital
¡Vaya palabrejas que has elegido! He hecho lo que he podido:
TENTACIONES
¿Está usted emparentado? Me preguntó en un bisbiseo la negrita zumbona de ojos de fuego y pelo azabache, mientras intentaba pertrecharse de 2 cubatas de ron en aquella barra del malecón, donde la luna se asomaba por la lontananza.
Sin saber discernir qué era lo correcto, e intentando superar la parálisis que me creaba aquella mulata, contesté que no, con un leve movimiento de cabeza.
Entonces noté una punzada de remordimiento; me sentí enano, pequeño, cual microbio ó fagocito, avergonzándome de mi mente calenturienta y de aquella imagen postcoital que acababa de imaginar.
PARADOJA DE SAL
Te degusto, cual azabache de ilimitada regaliz, fagocito fuego y hastío sobre a tu espalda, como un dragón hambriento pero quebrado por dentro.
Bisbiseo un te quiero postcoital seco y desganado,acorde a la parálisis de tus miembros y la rigidez áspera de tu tacto, convirtiendo mis manos en cuencas vacías, tus labios en promesas ajadas.
Es hora de pertrecharse la polvorienta capa, de discernir el futuro y dejar que mis cansados ojos se pierdan en la lontananza del desierto por última vez.
Emparentado con el sol, herido de muerte y celos, camino sin dar un paso y sin embargo, caemos.
¡Muy chulo Cordelia!
Es curioso, lo he leído unas cuantas veces y aunque no llego a entenderlo muy bien, me ha gustado mucho su ritmo y las metáforas que has utilizado.
¡Voy a leerlo otra vez, a ver qué descubro!
¡Hola!
¿Sólo "Hola"?
Podrías escribir 9 palabras más, y así tenemos con lo que seguir...
Yo sólo intentaba que os acordaráis de esto y que se decidiera el ganador, y se lanzaran otras diez palabras...
up
Echo de menos este juego, así que me uno a la petición de Julián. A quien le toque que tire el dado, mueva ficha o lo que sea... ¡Tenemos sed de relatos!
En este juego es el que pone las palabras a quien le corresponde elegir vencedor, así que es el turno de Sía. Hace bastante que no la veo por la web, así que si no aparece y a todos os parece bien, yo misma pongo las siguientes 10 palabras y retomamos ¿esperamos a mañana por la mañana? si en el transcurso de la tarde no hay noticias, mañana tendremos un nuevo intento de resucitar esto XDDD
Como nadie ha dicho nada en contra, pongo las 10 palabras a ver si conseguimos reanimar esto
Libro Baja Rajatabla Domésticos Sencilla
Entero Negocio Institutriz Guerra Tren
*Recuerdo que las palabras no pueden sufrir cambio alguno
Como nadie ha dicho nada en contra, pongo las 10 palabras a ver si conseguimos reanimar esto
Libro Baja Rajatabla Domésticos Sencilla
Entero Negocio Institutriz Guerra Tren
*Recuerdo que las palabras no pueden sufrir cambio alguno
¡Genial! A ver qué maquino con las palabras de tu propuesta... ¿Podríais matizar cómo ha de ser de largo el texto y los plazos, por favor? Gracias.
Supongo que me puede la impaciencia... Aquí va mi relato para el duelillo.
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Bromas de doble filo
Era una mujer culta y sencilla que vestía enteramente de negro a pesar de su juventud. De aspecto frágil, en parte debido a su baja estatura y extrema delgadez, su sempiterno moño y el exquisito recato en sus formas le hacían parecer una auténtica institutriz del XIX, en pleno siglo XXI.
Hablaba varios idiomas, aunque era insegura y tímida. Llevaba a rajatabla los preceptos de la iglesia, quizá por esa patina de no cuestionar nada con que cubría su intelecto. El viaje más largo lo había hecho en tren a buscar un libro que no tenían en la única biblioteca del pueblo, y aquel vagón la había llevado a escasos treinta kilómetros de su hogar. Sentía tal vergüenza de aquel pasajero capricho, que nunca más lo repitió, sino que se dedicó a tergiversar el verdadero motivo que la impulsó a coger aquel ferrocarril y ella misma acabó creyendo que la excursión había sido por negocio.
Absorta en los asuntos domésticos de su terruño, y eternamente reacia a usar la radio o la televisión, “esos inventos del diablo que pervierten a la juventud”, la notica de la guerra le llegó por sorpresa. No le resultó un trago fácil asumir que la paz se vería truncada de manera tan repentina y aquello la conmocionó tanto que estuvo encamada varios días.
Por más que todos se esforzaron en hacerla comprender que a menudo lo que sale en internet no siempre es verdad, y que por supuesto aquello de la guerra era un simple bulo que alguien un tanto corto de mollera se había dedicado a difundir, su estado de nervios se acució tanto que terminó en muerte.
El pueblo por entero acudió al sepelio… Villamieles de Arriba jamás volvió a ser el mismo desde aquella tarde lluviosa en que se anunció una falsa guerra.
Creo recordar que no hay una extensión definida para esto ¿no?. Nunca lo hemos tenido muy en cuenta, exceptuando las veces que nos hemos empeñado en encajarlas en el mínimo posible jajajjajjaja. Eso sí, hay que tener en cuenta que no encierra la misma dificultad encajar 10 palabras en un texto de 50 que en uno de 200 y eso sí puede ser determinante a la hora de elegir ganador.
Y en cuanto a los plazos no los he puesto porque prefiero ver como va la participación para no llevarme chascos. Lo normal serían unos 10 dias o así...
PD: Lo has cogido con ganas ¿ehhh? jajjajajaja
Una singular historia
La institutriz, algo preocupada porque no le baja la regla, espera en el andén al tren de las tres y diez; aún no sabe lo que le dirá cuando le vea. Está apesadumbrada, pues aunque siguió las normas a rajatabla, algo ha fallado en una tarea tan sencilla. Dios, y su marido defendiendo el negocio familiar en el quinto pino, lavando y cortando las reales melenas de los domésticos animales, que no domesticados, de las infantas, mientras ella retoza con el librero. En sus nalgas, por culpa de una tinta en descomposición, se puede leer entero un capítulo del libro Guerra y Paz. Tolstói, ¡te has lucido!
Mi aportación antes de irme, jaja.
Abrazos, espero que os guste!!!
jajjajajajjaja me has arrancado una carcajada.
Por cierto, las palabras que puse las saqué del libro que estoy leyendo: Ana Karenina XDD
Una improvisación. Allá va.
En guerra
Estamos en guerra. Es lo que me repite una y otra vez mi institutriz, como si esa sencilla palabra pudiera justificar todo lo que ha sucedido. Estamos en guerra. Lo repite cada vez que levanto la vista de mi libro, lo que me obliga a bajar la mirada y centrar mi atención en una historia que no quiero leer. Si no fuera porque mi madre me hizo prometer que obecería a rajatabla todo lo que esta mujer me ordenara, ahora mismo me levantaría y me marcharía corriendo de la estación. Esta situación no es un buen negocio para ninguno de los dos.
Sin embargo espero sentado a su lado, simulando que disfruto de una historia absurda, poblada de animales domésticos comportándose como humanos, cuando en realidad no me entero de nada.
Unos minutos más tarde llega el tren. Lo hace envuelto en el estruendo, en el humo. Casi me atrevo a sonreír, pero no lo hago. Espero y callo. Ella, mi querida institutriz, me mira con tristeza y un instante después se levanta. Su larga falda se agita bajo una brisa invisible. Entre sus manos sostiene el bolso; dentro está el revólver, el único recuerdo que guardo de mi madre. Ella camina hacia el tren, hacia las puertas que se abren.
Es mi padre el que desciende en primer lugar. Ni siquiera me ve.
Estamos en guerra. Una guerra de gritos, de cinturones desabrochados, de abusos, de malos tratos.
Mi madre ha sido la primera baja.
Mi institutriz se encargará de equilibrar la balanza.
En busca de la felicidad
Había leído un libro de Diana Gabaldón, Forastera, así que esa noche soñó que huía de la guerra y se trasladaba en el tiempo a la época en que las institutrices educaban a los hijos de los nobles.
Soñó que iba en tren, recorriendo el Danubio azul, hasta Budapest.
Claro, en esta época no había electro-domésticos ni otras cosas útiles de nuestros tiempos. La vida era mucho más sencilla pero no por eso mejor ni peor. Símplemente había que disfrutarla e intentar ser lo más feliz posible. Podía pasar un día entero en la monotonía del negocio de su familia nueva en estas tierras húngaras, cumpliendo a rajatabla lo que le encomendaba su estricto tío. Pero cuando llegaba el domingo descansaba, y junto a su vecina, una niña bastante baja para él, pero bellísima según su parecer, se dirigía al parque junto al río y paseaba junto a ella, con la esperanza de que el sueño no finalizara.
Una singular historia
La institutriz, algo preocupada porque no le baja la regla, espera en el andén al tren de las tres y diez; aún no sabe lo que le dirá cuando le vea. Está apesadumbrada, pues aunque siguió las normas a rajatabla, algo ha fallado en una tarea tan sencilla. Dios, y su marido defendiendo el negocio familiar en el quinto pino, lavando y cortando las reales melenas de los domésticos animales, que no domesticados, de las infantas, mientras ella retoza con el librero. En sus nalgas, por culpa de una tinta en descomposición, se puede leer entero un capítulo del libro Guerra y Paz. Tolstói, ¡te has lucido!
¡Madre de Dios!De lo bueno... lo mejor. Lo que me he podido reír con tu texto. Besotes. ¡Disfruta de tu descanso!
Número ocho: ¡qué buen final! Grandioso.
Mikelportu: Diana Gabaldón... anda que no habrá leído gente su saga. Me ha gustado el guiño que le has hecho.
Pues yo estoy ahora leyéndolo en mi libro electrónico en el metro, y me ha venido a la mente cuando he visto las palabras.
Recomendable.
Obsesión.
El mundo entero se ilumina cuando ella aparece. Cada martes, a las cinco en punto, devuelve su libro, siguiendo a rajatabla las normas de la biblioteca. Con zapatos planos, y una sencilla coleta, elige una nueva lectura y se sienta frente a mí. Yo mantengo la mirada baja para que no descubra la guerra abierta que mantengo en mi interior. No imagina que he vuelto a cerrar mi negocio de animales domésticos, dos horas antes, para ocupar justo este lugar. Mientras ella se concentra en las palabras, con su rictus de institutriz alemana, yo me concentro en la línea amable de su escote y sueño. La imagino apretando su cuerpo contra el mío en las estanterías del último pasillo, fundidos en el rítmico traqueteo de un tren llamado deseo.
TierraSur, porfaplis, destaca las 10 palabras obligatorias para que se vea bien que están, que la que ha puesto el reto es muy quisquillosa
PD: ahora mismo me invento algo para el reto general y aprovecho la sangre nueva XDDD
Ainssss chiquilla que no me da tiempo !!! jajajaja
Crisis empresarial
El negocio familiar va de mal en peor y todos lo saben. Es un secreto a voces al que nadie se acostumbra por entero.
He seguido a rajatabla los consejos de ese libro tan de moda, pero solo me sirvió para comprender que las soluciones reales no pasan por bombazos editoriales que hacen famoso y rico al iluminado de turno.
Dicen que en el amor y en la guerra todo vale pero ¿qué vale en los negocios? Yo necesitaría un milagro para salvar años de tradiciones… Ni la institutriz más afamada de la literatura inglesa encontraría una forma sencilla de explicar mi problema.
Mi madre no entiende de problemas que no sean domésticos y mi padre levanta los hombros asegurando que se bajó del tren hace mucho y que el viaje es responsabilidad mía.
Si al menos no fuera el único empleado de esta puñetera empresa, podría pedir una baja médica mientras aclaro mis ideas.
Dejamos hasta el lunes por si se acerca algún rezagado y empezamos con las valoraciones
Ja, ja, Suecede, irreverentemente divertido y lo que es más meritorio muy dosificado. Un micro grandioso. Eres un hacha.
Jane, no desveles nada sobre Ana Karenina, por favor. Lo compré hace unos meses y tengo intención de leerlo próximamente Parece que nos leemos el pensamiento la una a la otra en cuanto a gustos literarios. Podríamos montar un sistema de intercambio de libros ji ,ji.
¡Qué me dices!!¡que nunca has usado 'almorifazgo'??
¿Nunca has ido a la carnicería y has pedido... a ver 100gr de chorizo, 125 de jamón y me pones 150 de almorifazgo en lonchas muy finas??
¡Es broma! Ya lo siento creo que me he emocionado con las palabras y lo he puesto complicadillo...
Por lo menos acabaremos aprendiendo lo que quiere decir almorifazgo... 'almo' para los amigos:
almojarifazgo
1 Impuesto que se pagaba por las mercaderías que se introducían en España, o de ella salían, o por aquellas con que se comerciaba de un puerto a otro del reino.
2 Oficio y jurisdicción del almojarife.
almojarife
1 Antig., oficial que cuidaba de recaudar las rentas o derechos del rey, y también el que cobraba el almojarifazgo.