Amor de padre

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Dr. Ziyo
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Remedios, la loca del pueblo, está a punto de parir en esa destartalada construcción situada en las afueras a la que ella llama hogar. Junto a ella se encuentra Purificación, la comadrona, atareada en la faena de ayudar a la parturienta a dar a luz.

Todos sus vecinos han creído desde siempre que Remedios estaba loca, y motivos no les han faltado. Sus rarezas y excentricidades la han acompañado toda su vida. Desde que era una niña pequeña ya dio muestras de su desequilibrio. Comía insectos vivos, se arrancaba el pelo a estirones o atravesaba los trigales gritando a pleno pulmón mientras reía de manera incontrolable, con una risa nada natural, que causaba desasosiego entre los que la escuchaban. Ya de adolescente, se arrojaba al río de manera temeraria, sin que al parecer le importase el hecho de no saber nadar, y siempre tenía que ser rescatada por alguien piadoso. Ese alguien descubría, de manera invariable tras cada rescate, que esa muchacha empapada y medio ahogada que escupía agua entre incontenibles toses no parecía estar asustada en absoluto, pues una sonrisa demente adornaba su semblante. Nada ha cambiado en cuanto a ese aspecto en su vida adulta y ahora, casi en la treintena, su comportamiento sigue siendo anormal, excéntrico e impredecible. Sigue siendo la loca del pueblo.

A finales del verano pasado Remedios fue hallada inconsciente en el bosque por un grupo de hombres del pueblo que habían acudido allí a recoger leña para sus hogares, como tantas otras veces. Había sido agredida de forma salvaje. Heridas en cabeza y rostro y sus andrajosas ropas desgarradas, con una enorme mancha de sangre en la zona de la entrepierna. Así fue como la encontraron. Nadie sabía cuántas horas podía llevar allí tirada, pero era obvio que si no la asistían con urgencia era muy probable que muriera.

La desdichada mujer fue llevada al pueblo a toda prisa, y allí fue atendida por Purificación, la comadrona, la sanadora, la anciana sabia, la que se encargaba de velar por la salud de cualquier vecino y vecina del lugar. Por sus experimentadas manos habían pasado toda clase de personas; ancianos, adultos, niños —también animales—, aquejados de todo tipo de males y nunca había fracasado a la hora de administrarles su sabiduría.

Cuando depositaron a la loca sobre el camastro donde la atendió se hizo un hueco entre sus destrozados andrajos que le permitió a Purificación asistir horrorizada a la visión de su sexo, ultrajado de manera brutal. La sanadora hizo lo que pudo para salvar su vida. Las heridas de la cabeza no resultaron complicadas de tratar, sin embargo, el estado catastrófico en que se hallaba su aparato reproductor no tenía solución. No quería ni imaginar el dolor que tenía que haber sufrido aquella pobre infeliz y tenía muy claro que Remedios quedaría estéril de por vida. Mas aunque fuera fértil, con toda probabilidad no tendría descendencia, en su opinión, pues había que estar muy desesperado para plantearse siquiera el hecho de arrimarse a ella con la intención de mantener relaciones sexuales. Su insano estado mental la había llevado a abandonarse por completo en cuanto a su higiene corporal se refería, de manera que acercarse a ella resultaba un suplicio debido a la permanente miasma que la rodeaba y la acompañaba dondequiera que fuese como un pestilente halo. Algunos de los hombres que la habían transportado hasta el pueblo no habían podido evitar vomitar en el trayecto y ella misma tuvo que contener las arcadas en varias ocasiones mientras la atendía. Tras la cura de urgencia aseó a la joven malherida lo mejor que pudo, con agua que calentó en un caldero al fuego y a la que añadió jabón y algunas hierbas aromáticas que trajo desde su casa, sabedora de que las necesitaría. La maraña pringosa y maloliente del pelo fue lo que más trabajo le costó. Mientras aseaba aquel cuerpo maltrecho tuvo que hacer de nuevo grandes esfuerzos para no vomitar. Jamás hubiera imaginado que nadie vivo pudiera emitir semejante pestilencia.

La loca despertó de su inconsciencia una semana más tarde, tras superar una devastadora fiebre que a punto estuvo de acabar con ella y que la hacía retorcerse en la cama y delirar palabras inconexas que la sanadora era incapaz de descifrar, pero que por algún motivo le provocaban escalofríos. La joven parecía revivir durante esos delirios el ataque sufrido y lo único que se entendía con claridad de todo lo que murmuraba era ese desgarrador «¡No!» que emitía en forma de prolongado alarido justo antes de quedar en calma.

Purificación la interrogó sobre su agresión, aunque Remedios no recordaba casi nada de lo sucedido. Ese día se había esfumado de su memoria, salvo una escena que no aportaba gran cosa para conocer los detalles de lo ocurrido o la identidad de su agresor. Entre susurros, pues apenas tenía fuerzas para hablar, la mujer contó que iba caminando entre los árboles cuando escuchó unas pisadas poderosas a su espalda. Al girarse recibió un fuerte golpe en la cabeza y perdió el sentido. Eso era todo.

Mientras le narraba los hechos, la anciana había pensado que era la primera vez que veía algo de lucidez en los ojos de la joven. Su historia le hizo recordar algo que había visto, o creído ver, hacía muchos años en el bosque y que había relegado al olvido. Recogía algunas plantas medicinales cuando se dio cuenta de que reinaba un silencio absoluto. Intranquila, aunque sin saber bien el motivo, se apresuró a regresar a casa. En un momento dado le pareció vislumbrar por el rabillo del ojo una sombra de gran tamaño que se movía furtiva entre los árboles. Fue algo tan fugaz que no pudo asegurar que no fuera producto de su mente asustada. Al final, y puesto que no volvió a repetirse, terminó por olvidar por completo el suceso.

***

Pero lo que importa hoy es que Remedios —la loca, la ida, la tarada, la perturbada—, se ha puesto de parto, casi un año después. Hasta para eso ha demostrado ser excéntrica, pues parece haberse saltado las leyes de la naturaleza.

A pesar de todo, y tras echar por tierra el veredicto emitido por la anciana comadrona, se había quedado embarazada. Ella lo intuyó cuando comenzaron las primeras náuseas y la ausencia de menstruación, algo que en principio podría achacar a secuelas por el trauma sufrido, pero lo confirmó al poco tiempo cuando a esos síntomas se le añadió el ligero abombamiento de su vientre, que aumentaba con el paso de las semanas.

En un primer instante tuvo el pensamiento de interrumpir el embarazo, pedirle a Purificación algunas hierbas que la ayudaran a librarse de esa vida que crecía en su interior, fruto de la bestialidad. Sin embargo, poco después una idea comenzó a tomar forma en su caótica mente y la llevó a cambiar de parecer. Siempre había estado sola, desde que sus padres murieron calcinados en el incendio de su casa cuando ella tenía apenas siete años, algo que la gente del pueblo nunca descartó que hubiera sido obra suya, y ahora tenía la oportunidad de dejar atrás para siempre esa soledad. Nadie quiso hacerse cargo de ella y de sus ya notables signos de enajenación, y terminó por criarse sola en esa casa abandonada en las afueras del pueblo. Lo único que sus vecinos le procuraron fue algo de alimento, pero ni una pizca de cariño. No se lo merecía, pensaban, convencidos de que ella había matado a sus padres. Por lo tanto, caviló entonces Remedios, si alumbraba un hijo, carne de su carne, podría tener a alguien que la acompañaría toda su vida y velaría por ella.

Estaba decidido, sería madre. La única madre loca del pueblo, pensó, y esa idea la había hecho reír con interminables carcajadas empapadas en demencia.

***

Purificación contempla el rostro desencajado de Remedios, un rostro que troca en segundos de una expresión de felicidad o agradable sorpresa a otra de puro horror o insufrible dolor. Chillidos de pavor que dan lugar a estentóreas carcajadas; risas desquiciadas que conducen a episodios lacrimosos. Un continuo alternar entre estados emocionales que consiguen ponerle la piel de gallina a pesar de su amplia experiencia como sanadora durante la cual ha sido testigo de algunos comportamientos muy inquietantes y perturbadores. Su extraño y prolongado embarazo no ha contribuido a frenar las demostraciones de locura de la joven, al contrario, la loca parece cada vez más perturbada y la comadrona se pregunta qué futuro le espera a un niño con una madre como esa.

Mas Purificación no está allí para juzgar la salud mental de la parturienta, sino para ayudarla a dar a luz a su bebé, algo que ha venido haciendo durante décadas con todas las mujeres del pueblo que se han puesto en sus manos, ayudando a nacer a gran parte de sus convecinos. Por lo tanto, concentra toda su atención en la joven.

La enajenada mujer aprieta las mandíbulas y exhala con rapidez por la nariz mientras empuja con todas sus fuerzas para intentar sacar al exterior a la criatura que porta en su vientre, abultado de manera extraordinaria como nunca antes ha visto la comadrona. Brillantes chorros de sudor resbalan por su piel y empapan todo su cuerpo.

Haber asistido a decenas de partos le hace distinguir enseguida a Purificación cuándo hay problemas. Y es evidente que algo no va bien. Aunque piensa que es una consecuencia lógica, la culminación de una gestación que se ha prolongado de manera antinatural.

Si pudiera entrar en la mente de Remedios podría percibir el sufrimiento atroz que ella experimenta en sus carnes, sentir su agonía física, ese aparente retorcerse de sus entrañas, como si en vez de un niño tuviera alojada en su vientre una fiera de poderosas garras que se agita con furia en busca de la salida.

De repente, algo oscuro asoma entre sus piernas y la loca expulsa un grito liberador. Sin embargo, pronto se advierte que el pequeño está atascado. Para Purificación es más que evidente lo que ocurre: como se temía, el canal de parto es demasiado estrecho para un niño tan voluminoso. No queda otra opción, debe rajar la barriga de la madre para facilitar la salida al feto. Lo más probable es que ella muera, bien lo sabe, pero si no lo hace es seguro que ninguno de ellos sobrevivirá.

Cuando se dispone a alcanzar el cuchillo que ha traído con ella, y con el que corta siempre ese vínculo físico entre madre e hijo en forma de cordón carnoso, ocurre algo. Un sonido repentino de carne desgarrada la pilla por sorpresa. Lo que ve al volverse le resulta sorprendente y aterrador. A pesar de que Remedios se ha tomado un respiro para reponerse, parece como si el bebé hubiera decidido nacer por su cuenta y atravesar a la fuerza el pequeño hueco que le ofrece su madre para venir al mundo. Un hueco que ahora crece de manera alarmante mientras la sangre comienza a manar de forma copiosa por los grandes desgarros que se producen.

Los gritos de Remedios son estremecedores. El dolor que la atraviesa es inmenso. Espantoso. Demencial.

Sudor, lágrimas, mucosidad y babas se mezclan en su rostro mientras se aferra a la cama con tanta fuerza que sus manos desgarran las mugrientas sábanas e incluso el rudimentario colchón. Es un milagro que no se desmaye.

La anciana comadrona no quiere alargar más el padecimiento de la joven, de manera que sus expertas manos se dirigen al enorme bebé y lo extraen con premura. Cuando lo tiene entre sus brazos, no puede evitar mirarlo perpleja.

—Enséñame a mi hijo —le pide Remedios con un hilo de voz, debilitada por el traumático parto y ajena al parecer al hecho de que se está desangrando.

La anciana mira a los ojos de loca y lo que Remedios capta en su mirada es una mezcla de estupor y profundo temor. En los de ella hay un triple empate entre locura, impaciencia y furiosa determinación.

—¡Que me enseñes a mi hijo! —ordena con más energía.

La comadrona obedece y le muestra temblorosa un niño varón, una criatura de formas angulosas, como perfiladas con un cincel, sin rastro de redondeces y recubierto por algo similar a una capa grumosa de barro húmedo mezclado con líquido amniótico y sangre. Es como tener delante una de las figuras que Ramiro, el alfarero del pueblo, acabase de moldear con sus manos. La única diferencia es que esta figura se mueve sola.

En ese momento el cordón umbilical se desprende solo y se rompe al estrellarse contra el suelo. Purificación contempla los extraños pedazos sin dar crédito a lo que ven sus ojos: son como una mezcla de tripa animal ensangrentada y material terroso.

—¡Dios mío! —musita con un hilo de voz.

El pequeño se echa a llorar de pronto a pleno pulmón con el único rasgo presente en su rostro, una tosca boca sin labios ni movilidad alguna que no es más que una simple oquedad imperfecta. Su llanto, chirriante, semeja el sonido continuo de pasos en la gravilla.

Remedios, la loca, lanza un grito que retumba por toda la casa y sorprende a Purificación por su potencia, pues no comprende cómo ha sacado fuerzas. Pero es que la visión de ese lloroso niño de barro le ha devuelto los recuerdos del día en que fue atacada.

Recuerda el bosque, el sol que brillaba entre las ramas de los árboles, la fragancia de las flores, el relajante silencio… Y de pronto, la sensación de ser observada, que se entrelaza casi de inmediato con el sonido de unos pasos pesados a su espalda. Se gira con rapidez. Una figura se precipita hacia ella. Es irreal, inconcebible, una imposibilidad. Remedios no ha visto nunca nada semejante y, aunque es consciente de que su cabeza no funciona de manera correcta, sabe con certeza que eso no es producto de su mente. Es algo físico: un ser de enorme tamaño que parece hecho de barro reseco y endurecido.

La estatua viviente la golpea con una mano que es una maza. La frente le arde con el impacto y siente enseguida la calidez de la sangre. Luego cae al suelo, medio inconsciente. Su agresor se le echa encima, le levanta la falda y accede a sus partes íntimas. Ella le suplica que no le haga daño, que la deje ir. Sin embargo, pronto comprende que aquello no sirve para nada ante esa mole de rostro plano e inexpresivo, pues es inútil pedirle clemencia a una piedra.

Ella intenta defenderse, pero a duras penas consigue mantener los ojos abiertos. El dolor extremo cuando él arremete con su miembro pétreo y frío termina por sumirla en la inconsciencia.

Purificación siente miedo. No del recién nacido —inofensivo aunque monstruoso—, sino de lo que contempla en los ojos de Remedios y porque tiene la incómoda sensación de que alguien las observa desde que ha llegado a la casa. Sin embargo, en las ocasiones en que se ha girado hacia las ventanas no ha descubierto ningún rostro vigilante.

Nerviosa y ansiosa por irse, entrega al pequeño engendro a su madre casi con violencia y se da la vuelta dispuesta a huir a toda prisa de allí. Pero un golpe atronador que casi arranca de cuajo la puerta de la humilde vivienda la detiene en seco y le hace soltar un chillido histérico. Alguien, tan corpulento y alto que debe agachar la cabeza para no golpearse con el marco, penetra en la casa. La anciana se postra de rodillas ante lo que ve, se santigua y cierra los ojos mientras murmura una plegaria al Todopoderoso.

Remedios no puede apartar la mirada del intruso y el corazón le da un vuelco al reconocerlo: es él, es eso, la cosa que la violó. Ni en sus más alocadas ensoñaciones habría podido su mente imaginar algo tan abominable como lo que tiene delante de ella. El terror pega su lengua al paladar y se ve incapaz de articular palabra.

***

Un grupo de vecinos se ha reunido delante de la iglesia del pueblo, bajo el tórrido sol de agosto. Hace tres días que no saben nada de Purificación y eso es muy extraño. Han mirado en su casa, por si estuviera enferma en cama, pero allí no la encuentran. Lo último que supieron de ella era que se dirigía donde la loca, porque estaba a punto de parir. Por lo tanto, deciden poner rumbo hacia allá.

Cuando se plantan ante la precaria morada comprueban que hay algo irregular. La puerta está reventada, como si la hubieran echado abajo con un ariete. Hay una fetidez en el aire que proviene del interior, algo normal tratándose de Remedios, y el calor ayuda bastante a que se expanda la pestilencia. Por lo tanto, aunque algo extrañados por el lamentable estado de la puerta, pero sin poder descartar que sea fruto de otra de las locura de la mujer, el grupo traspasa el umbral sin tener idea de lo que se van a encontrar.

Lo primero que descubren es el cuerpo inerte de Purificación, rodeado de una nube de moscas que revolotea en la sofocante atmósfera. Su cadáver es un juguete roto y desmadejado, como arrojado contra las rocas desde lo alto de un acantilado. Su rostro aparece desfigurado e irreconocible, aunque su habitual vestimenta negra y su larga melena grisácea, empapada en grumos sangrientos, no dejan duda de que es ella. Remedios yace en la cama, abierta de piernas de manera impúdica. Su vagina es un boquete imposible, una carnosa caverna recubierta de la misma sangre reseca que empapa gran parte de la cama. La acompaña su propia legión de moscas zumbadoras. Su cabeza, reventada contra la almohada, ya no albergará locura alguna nunca jamás.

No hay ni rastro del niño, esa criatura que a partir de ahora paliará la soledad de su padre.

 

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Relato admitido a concurso.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Una historia espeluznante. Me ha puesto mal cuerpo. Hay elementos que me han parecido muy interesantes y sin duda hay pasajes muy efectivos, pero al mismo tiempo creo que ha quedado demasiado caótica. Es posible que sea deliberado, por aquello de presentarnos la psique de la protagonista, pero los saltos temporales y el modo de transmitirnos la información me ha resultado algo lioso y, en ocasiones, repetitivo, lo que me ha impedido formarme una idea clara de Remedios hasta mitad del relato.

Creo que esa estructura no termina de hacer funcionar la narrativa, aunque quizás sí contribuya con eficacia a la atmósfera de horror, porque sí que he podido sentir el aislamiento de Remedios. Al final hay muchos interrogantes en la mesa, que no tienen por qué ser contestados, claro, y echo en falta algo más de conexión con las emociones de los personajes. Creo que me falta marco.

En definitiva, que la propuesta no ha terminado de llegarme del todo a pesar de que le veo evidentes puntos fuertes. Quizás le ha faltado algo de reposo, en particular en la construcción de algunas frases, lo que puede que quede de manifiesto en algunas repeticiones.

Gracias en cualquier caso por compartirlo.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Patapalo dijo:

Una historia espeluznante. Me ha puesto mal cuerpo. Hay elementos que me han parecido muy interesantes y sin duda hay pasajes muy efectivos, pero al mismo tiempo creo que ha quedado demasiado caótica. Es posible que sea deliberado, por aquello de presentarnos la psique de la protagonista, pero los saltos temporales y el modo de transmitirnos la información me ha resultado algo lioso y, en ocasiones, repetitivo, lo que me ha impedido formarme una idea clara de Remedios hasta mitad del relato.

Creo que esa estructura no termina de hacer funcionar la narrativa, aunque quizás sí contribuya con eficacia a la atmósfera de horror, porque sí que he podido sentir el aislamiento de Remedios. Al final hay muchos interrogantes en la mesa, que no tienen por qué ser contestados, claro, y echo en falta algo más de conexión con las emociones de los personajes. Creo que me falta marco.

En definitiva, que la propuesta no ha terminado de llegarme del todo a pesar de que le veo evidentes puntos fuertes. Quizás le ha faltado algo de reposo, en particular en la construcción de algunas frases, lo que puede que quede de manifiesto en algunas repeticiones.

Gracias en cualquier caso por compartirlo.

Me quedo con tus dos primeras frases. no

La verdad es que yo no veo problemas en los saltos temporales, creo que quedan claros, en mi opinión. Esperaré a ver qué dicen los demás.

Aunque no lo parezca, en cuanto a lo del reposo, está repasado hasta la saciedad, para cambiarle cosas y tal. La última vez, esta mañana antes de enviarlo, que he cambiado un par de cosas.

Lo de las repeticiones es mi cruz. No las veo. No las veo.

Gracias por el comentario, Patapalo.

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Se me ha repetido el mensaje. Mi primera vez.no

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Dr. Ziyo dijo:

Se me ha repetido el mensaje. Mi primera vez.no

Ves, ves lo que te decía de las repeticiones no

A ver qué dice el resto sobre la estructura, sí. Siempre hay un elemento subjetivo en estas cosas. Ahora, por ejemplo, me estoy leyendo "It" de Stephen King y es la primera novela suya que se me hace lenta.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Patapalo dijo:

Dr. Ziyo dijo:

Se me ha repetido el mensaje. Mi primera vez.no

Ves, ves lo que te decía de las repeticiones no

A ver qué dice el resto sobre la estructura, sí. Siempre hay un elemento subjetivo en estas cosas. Ahora, por ejemplo, me estoy leyendo "It" de Stephen King y es la primera novela suya que se me hace lenta.

Pues para mí es una novela brutal, de mis favoritas de él. De esas que tienen elementos perturbadores que después de haberla leído aún resuenan en tu mente. No sé si esto tiene que ver con el hecho de que la leí siendo un adolescente.

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Patapalo
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Sobre las escenas, golpes de efecto y el retrato terrible que hace de los años '80 no tengo nada que decir: me están gustando mucho. Es el ritmo lo que no me seduce, por el momento. Por eso lo ponía como ejemplo, porque a veces no conectamos vete tú a saber por qué.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Patapalo dijo:

Sobre las escenas, golpes de efecto y el retrato terrible que hace de los años '80 no tengo nada que decir: me están gustando mucho. Es el ritmo lo que no me seduce, por el momento. Por eso lo ponía como ejemplo, porque a veces no conectamos vete tú a saber por qué.

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Danduay
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Un relato original, sí señor. Se ha pasado alguna pequeña errata, pero está bien escrito. Buena descripción de ambientes y narración clara y vívida, de suspense creciente (me preguntaba para qué querría un gólem meterse en semejante fregado, la última frase del cuento lo aclara). Bien elegidos los nombres de los personajes principales (por el tono rural que destila su forma y por el contenido explicativo implícito que tienen).

Se me hace un pelín extraño el cambio de perspectiva a la mente de Remedios, aunque está separado estructuralmente. No sé si se adivina en este fragmento la locura de la protagonista, quizá hubiera esperado otra forma de pensar en una persona aparentemente tan desquiciada. Una opinión, ya digo.

Un buen relato, adecuado en temática y en forma. Al ver el autor había pensado que me reiría un rato, pero ha merecido la pena el cambio de tono, enhorabuena.

Puntuación: 1 por el gólem, 1 por el tono, 1 por la historia, 0,75 por la forma y 0,5 extra por la originalidad del planteamiento y la ambientación; 4,25 en total. ¡Suerte!

P.S. No tiene que ver con el tema, sólo te lo comento por si tienes curiosidad profesional. Hace unos meses vi en prensa el testimonio de un médico que había decidido no ducharse y llevaba así varios años. Creo recordar que era inglés y andaría por los treinta y tantos años (de vida, no de "guarrez"). Decía que sólo se lavaba “zonas concretas”, que no usaba champú… y que no olía mal, que su olor era el de un ser humano sano. No puedo darte referencias concretas, pero supongo que será fácil localizarle en internet, si te interesa. Ya digo, lo pongo como anécdota. Igual la loca del pueblo no olía tan mal como parece no .

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torpeyvago
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Tres gólems y un biberón. O viceversa.

Cheryl en «Posesión diabólica»

Lo +

El ambiente melanorústico —lo siento, se me ha escapado :) —; el gore, que no siempre me gusta pero aquí está bien traído. lo original del planteamiento.

Lo -

[Tras leer a Pata, borro lo escrito y me remito a su comentario: él lo ha explicado mejor.]

El final lo veo lejos del desenlace, es decir, la última escena, o sobra, o estaría mejor imbricada con la aparición del gólem, según mi más modesta opinión. Éste ha sido el que menos me ha gustado de los tres del autor en esta convocatoria y, sin embargo, es un gran relato —pero es que los otros dos, tela—. Vayan pues:

★★★½

Estadísticas

Palabras : 2978
Matrices : 17.087
Caracteres : 14.149
Letras : 13.813
Párrafos : 43
Sílabas : 5992
Frases : 142
Szigriszt1993: 61
Perspicuidad : Normal

___________________________________________________________

En un lugar de La Mancha de cuyo nombre me acuerdo perfectamente...

https://historiasmalditas.wordpress.com/

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Bio Jesus
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Una historia intensa, bien escrita y cuidada en los detalles, me ha recordado la peli "Está vivo" de los años 70.

La verdad es que me ha costado conectar con el relato, pero eso es defectomio, el gore se me suele atragantar, pero en el texto es pertinente y hasta necesario.

Me gusta mucho la atmósfera creada, los misterios que se van desvelando, las vidas que vamos descubriendo... en ese sentido el relato destila fosquedad por los cuatro costados.

En ese ambiente, los dos personajes podían haber dado mucho más de si en lo  psicológico, sobre todo Remedios (incides mucho en su demencia pero otros aspectos quedan a la sombra). 

La figura del golem está bien introducida (aunque podría haber sido ot ro monstruo y no hubiera pasado nada).

Mi impresión final es buena, pero algo falla, no logro una satisfación personal tan intensa como, por ejemplo, con tu segundo relato. Supongo que el fallo está en mi.

Mi nota es 4,2

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Invierno
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Hay partes en la narración que se podrían recortar, creo. Creo que se nos da información que no es del todo necesaria o que se puede deducir con lo leído anteriormente, y esto le resta bastante agilidad al texto. En cualquier caso, el relato funciona en el sentido de que es muy desasosegante y he sentido pena por el destino de las pobres mujeres. También me ha gustado esa última frase que enlaza muy bien con la reflexión anterior de Remedios sobre la soledad.

Mi principal pega viene porque el gólem podría haber sido cualquier cosa, en realidad. Además, la posible tensión creada por no imaginar qué clase de monstruosidad iba a nacer se disipa por el contexto polidórico.

2 estrellas.

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Invierno dijo:

Hay partes en la narración que se podrían recortar, creo. Creo que se nos da información que no es del todo necesaria o que se puede deducir con lo leído anteriormente, y esto le resta bastante agilidad al texto. En cualquier caso, el relato funciona en el sentido de que es muy desasosegante y he sentido pena por el destino de las pobres mujeres. También me ha gustado esa última frase que enlaza muy bien con la reflexión anterior de Remedios sobre la soledad.

Mi principal pega viene porque el gólem podría haber sido cualquier cosa, en realidad. Además, la posible tensión creada por no imaginar qué clase de monstruosidad iba a nacer se disipa por el contexto polidórico.

2 estrellas.

Invierno, me has dejado helado. no

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Dr. Ziyo dijo:

Invierno, me has dejado helado. no

 

Lo siento  

Suelo explicarme como un libro cerrado. Si necesitas cualquier aclaración por privado, no dudes en mandarme un mensaje.

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Invierno dijo:

Dr. Ziyo dijo:

Invierno, me has dejado helado. no

 

Lo siento  

Suelo explicarme como un libro cerrado. Si necesitas cualquier aclaración por privado, no dudes en mandarme un mensaje.

Qué va, no hay ningún problema, por eso te he puesto la cara sonriente, jejeje... por supuesto que me habrían gustado más puntos, pero si no te ha gustado o no te ha llegado más, no hay nada que hacer. blush

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Curro
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Relato aterrador, crudo, no apto para lectores delicados o de estómago sensible.

Como vengo haciendo últimamente, empiezo por los puntos flojos.

El tema de las repeticiones. No iba a concretar mucho, pero voy a ahondar por intentar aclarar al autor.

Remedios, la loca del pueblo, está a punto de parir en esa destartalada construcción situada en las afueras a la que ella llama hogar. Junto a ella se encuentra Purificación, la comadrona, atareada en la faena de ayudar a la parturienta a dar a luz.

Todos sus vecinos han creído desde siempre que Remedios estaba loca, y motivos no les han faltado. (…) Sigue siendo la loca del pueblo.

Esto me genero sensación de repetición, sobre todo porque la idea de que un personaje está loco no es algo que vaya a pasar por alto el lector. Quizás la primera vez que se usa la loca del pueblo se podría omitir.

De forma similar:

Siempre había estado sola, desde que sus padres murieron calcinados en el incendio de su casa cuando ella tenía apenas siete años, algo que la gente del pueblo nunca descartó que hubiera sido obra suya, y ahora tenía la oportunidad de dejar atrás para siempre esa soledad. Nadie quiso hacerse cargo de ella y de sus ya notables signos de enajenación, y terminó por criarse sola en esa casa abandonada en las afueras del pueblo. Lo único que sus vecinos le procuraron fue algo de alimento, pero ni una pizca de cariño. No se lo merecía, pensaban, convencidos de que ella había matado a sus padres.

Después está la manera en que se desarrolla la historia y la temática. Se describe por encima la violación pero en detalle las sangrientas secuelas. La temática es el gólem. Blanco y en botella, vamos. Por eso, contar después en detalle el encuentro de Remedios con el gólem ―cuando esta recuerda los acontecimientos― aporta poco. El lector ya se lo habrá imaginado, ya conoce las consecuencias del ataque y la apariencia del neonato.

El terror se diluye con estas repeticiones, en mi opinión. El horror de este relato nace ya con la expectativa, con los cabos fáciles de atar (lo dicho, blanco y en botella) y es un horror muy efectivo. Darle forma de nuevo relatando una escena que quedaba implícita puede desinflarlo.

 

Las partes buenas: texto muy limpio, sin errores que haya cazado. Me gusta mucho la manera de narrar, muy efectiva. Las partes más gores tienen nivel justo de detalle; el autor no aplica censura, pero tampoco se recrea más de lo preciso.

La idea es lo mejor, y vuelvo a lo que ya dije antes: tema gólem, mujer violada que va a dar a luz… Buf… Es terrorífico. El lector ya siente que lo han agarrado por los… cabellos y solo reza porque no tiren demasiado de ellos. De esas ideas que, como escritor de terror, te hacen preguntarte por qué diablos no se te ocurrieron a ti.

Sí, ya he leído: el monstruo podría haber sido cualquier otra cosa en lugar de un gólem. En mi humilde opinión, sí y no. El gólem es muy efectivo aquí por su naturaleza pétrea. La descripción del neonato envuelto en placenta y barro, el cordón umbilical terroso… Uf. Es muy efectivo. Un… Yo qué sé, un yeti habría sido también horrible, pero no tan antinatural.

Como conclusión: cuesta nivelar lo bueno y lo malo, de verdad. Creo que la idea es brillante y el estilo narrativo magnífico, cuadra muy bien con el enfoque horrible; pero la sensación de redundancia y de que todo quede demasiado explícito pesa mucho, quizás por ser un relato corto. Le asigno tres estrellas.

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Dr. Ziyo
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Curro dijo:

Relato aterrador, crudo, no apto para lectores delicados o de estómago sensible.

Como vengo haciendo últimamente, empiezo por los puntos flojos.

El tema de las repeticiones. No iba a concretar mucho, pero voy a ahondar por intentar aclarar al autor.

Remedios, la loca del pueblo, está a punto de parir en esa destartalada construcción situada en las afueras a la que ella llama hogar. Junto a ella se encuentra Purificación, la comadrona, atareada en la faena de ayudar a la parturienta a dar a luz.

Todos sus vecinos han creído desde siempre que Remedios estaba loca, y motivos no les han faltado. (…) Sigue siendo la loca del pueblo.

Esto me genero sensación de repetición, sobre todo porque la idea de que un personaje está loco no es algo que vaya a pasar por alto el lector. Quizás la primera vez que se usa la loca del pueblo se podría omitir.

En este primer párrafo que me comentas, se me escapó el segundo "loca", que podría haber sustituido por "estar mal de la cabeza" o algo parecido, pero el primero y el tercero están puestos adrede. Lo sé, soy así, soy así.

Curro dijo:

De forma similar:

Siempre había estado sola, desde que sus padres murieron calcinados en el incendio de su casa cuando ella tenía apenas siete años, algo que la gente del pueblo nunca descartó que hubiera sido obra suya, y ahora tenía la oportunidad de dejar atrás para siempre esa soledad. Nadie quiso hacerse cargo de ella y de sus ya notables signos de enajenación, y terminó por criarse sola en esa casa abandonada en las afueras del pueblo. Lo único que sus vecinos le procuraron fue algo de alimento, pero ni una pizca de cariño. No se lo merecía, pensaban, convencidos de que ella había matado a sus padres.

Hummmm, pues perdona, Curro, pero aquí no termino de verlo. Lo primero es una duda, y lo segundo una certeza. Que ambas giran sobre el mismo asunto, de acuerdo, pero no veo reiteración, y quizás esa sea la clave del asunto. Debe ser que mi cabeza funciona de manera diferente, porque si no, no hay explicación.

Curro dijo:

Después está la manera en que se desarrolla la historia y la temática. Se describe por encima la violación pero en detalle las sangrientas secuelas. La temática es el gólem. Blanco y en botella, vamos. Por eso, contar después en detalle el encuentro de Remedios con el gólem ―cuando esta recuerda los acontecimientos― aporta poco. El lector ya se lo habrá imaginado, ya conoce las consecuencias del ataque y la apariencia del neonato.

El terror se diluye con estas repeticiones, en mi opinión. El horror de este relato nace ya con la expectativa, con los cabos fáciles de atar (lo dicho, blanco y en botella) y es un horror muy efectivo. Darle forma de nuevo relatando una escena que quedaba implícita puede desinflarlo.

Pues a mí me pareció que contar el encuentro de ella desde su punto de vista, tras esa recuperación de la memoria perdida, era un puntazo, que aportaría más fosquedad al relato y lo haría más trágico. devil

Curro dijo:

Las partes buenas: texto muy limpio, sin errores que haya cazado. Me gusta mucho la manera de narrar, muy efectiva. Las partes más gores tienen nivel justo de detalle; el autor no aplica censura, pero tampoco se recrea más de lo preciso.

La idea es lo mejor, y vuelvo a lo que ya dije antes: tema gólem, mujer violada que va a dar a luz… Buf… Es terrorífico. El lector ya siente que lo han agarrado por los… cabellos y solo reza porque no tiren demasiado de ellos. De esas ideas que, como escritor de terror, te hacen preguntarte por qué diablos no se te ocurrieron a ti.

Sí, ya he leído: el monstruo podría haber sido cualquier otra cosa en lugar de un gólem. En mi humilde opinión, sí y no. El gólem es muy efectivo aquí por su naturaleza pétrea. La descripción del neonato envuelto en placenta y barro, el cordón umbilical terroso… Uf. Es muy efectivo. Un… Yo qué sé, un yeti habría sido también horrible, pero no tan antinatural.

Como conclusión: cuesta nivelar lo bueno y lo malo, de verdad. Creo que la idea es brillante y el estilo narrativo magnífico, cuadra muy bien con el enfoque horrible; pero la sensación de redundancia y de que todo quede demasiado explícito pesa mucho, quizás por ser un relato corto. Le asigno tres estrellas.

Me quedo con eso que he resaltado en negrita. Es, como diría el rey emérito, algo que me llena de orgullo y satisfacción,  no  pero no es ninguna coña, pues eso precisamente era lo que perseguía, lo que quería que la gente sintiera, que se espeluznara ante algo no visto hasta ahora. Si lo he conseguido contigo, me alegro enormemente.

Agradezco tus comentarios, siempre tan extensos y detallados, y también esas estrellas, que hubiera deseado que fueran más, pero ahí tengo yo la culpa. blush

Cuando todo el mundo termine de valorar los relatos, haré un comentario al respecto de este relato en El rincón del alfarero cabalista sobre su nacimiento y creación.

 

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Hedrigall
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Una historia que deja mal cuerpo debido a los múltiples detalles escabrosos. La figura del gólem es central pero nada esencial; se puede intercambiar por cualquier criatura y la historia permanecería intacta en su esencia.

Es cierto que ayudan a la atmósfera y ambientación, pero la insistencia en algunos elementos (el nivel y detalle de la locura de Remedios, principalmente, también su estado de higiene) parecía apuntar a información relevante para la historia, y no lo es. He encontrado una disonancia entre como se nos describe a Remedios al principio y cómo resulta razonar Remedios más tarde, en el sentido de que finalmente no parece estar tan extremadamente loca.

Se apuesta por las imágenes y la estética sangrienta para causar efecto en el lector, y apenas casi nada en la trama, que se adivina desde el inicio.
 

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Danduay dijo:

Un relato original, sí señor. Se ha pasado alguna pequeña errata, pero está bien escrito. Buena descripción de ambientes y narración clara y vívida, de suspense creciente (me preguntaba para qué querría un gólem meterse en semejante fregado, la última frase del cuento lo aclara). Bien elegidos los nombres de los personajes principales (por el tono rural que destila su forma y por el contenido explicativo implícito que tienen).

Se me hace un pelín extraño el cambio de perspectiva a la mente de Remedios, aunque está separado estructuralmente. No sé si se adivina en este fragmento la locura de la protagonista, quizá hubiera esperado otra forma de pensar en una persona aparentemente tan desquiciada. Una opinión, ya digo.

Un buen relato, adecuado en temática y en forma. Al ver el autor había pensado que me reiría un rato, pero ha merecido la pena el cambio de tono, enhorabuena.

Puntuación: 1 por el gólem, 1 por el tono, 1 por la historia, 0,75 por la forma y 0,5 extra por la originalidad del planteamiento y la ambientación; 4,25 en total. ¡Suerte!

P.S. No tiene que ver con el tema, sólo te lo comento por si tienes curiosidad profesional. Hace unos meses vi en prensa el testimonio de un médico que había decidido no ducharse y llevaba así varios años. Creo recordar que era inglés y andaría por los treinta y tantos años (de vida, no de "guarrez"). Decía que sólo se lavaba “zonas concretas”, que no usaba champú… y que no olía mal, que su olor era el de un ser humano sano. No puedo darte referencias concretas, pero supongo que será fácil localizarle en internet, si te interesa. Ya digo, lo pongo como anécdota. Igual la loca del pueblo no olía tan mal como parece no .

Se me había pasado responder a este comentario y otros.

Pues no era un relato de humor, como ya has visto, jeje, pero me alegra mucho que te haya gustado.

La noticia que comentas la leí yo también. La verdad, no sé cómo olería este chico, pero te aseguro que la loca del pueblo era una mofeta humana. no

Muchas gracias por tu comentario y tu valoración.

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torpeyvago dijo:

Tres gólems y un biberón. O viceversa.

Cheryl en «Posesión diabólica»

Lo +

El ambiente melanorústico —lo siento, se me ha escapado :) —; el gore, que no siempre me gusta pero aquí está bien traído. lo original del planteamiento.

Lo -

[Tras leer a Pata, borro lo escrito y me remito a su comentario: él lo ha explicado mejor.]

El final lo veo lejos del desenlace, es decir, la última escena, o sobra, o estaría mejor imbricada con la aparición del gólem, según mi más modesta opinión. Éste ha sido el que menos me ha gustado de los tres del autor en esta convocatoria y, sin embargo, es un gran relato —pero es que los otros dos, tela—. Vayan pues:

★★★½

Estadísticas

Palabras : 2978
Matrices : 17.087
Caracteres : 14.149
Letras : 13.813
Párrafos : 43
Sílabas : 5992
Frases : 142
Szigriszt1993: 61
Perspicuidad : Normal

Bueno, alguno tenía que ser el que menos te gustara de los tres.no

Muchas gracias por el comentario y la valoración.

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Bio Jesus dijo:

Una historia intensa, bien escrita y cuidada en los detalles, me ha recordado la peli "Está vivo" de los años 70.

La verdad es que me ha costado conectar con el relato, pero eso es defectomio, el gore se me suele atragantar, pero en el texto es pertinente y hasta necesario.

Me gusta mucho la atmósfera creada, los misterios que se van desvelando, las vidas que vamos descubriendo... en ese sentido el relato destila fosquedad por los cuatro costados.

En ese ambiente, los dos personajes podían haber dado mucho más de si en lo  psicológico, sobre todo Remedios (incides mucho en su demencia pero otros aspectos quedan a la sombra). 

La figura del golem está bien introducida (aunque podría haber sido ot ro monstruo y no hubiera pasado nada).

Mi impresión final es buena, pero algo falla, no logro una satisfación personal tan intensa como, por ejemplo, con tu segundo relato. Supongo que el fallo está en mi.

Mi nota es 4,2

Solamente comentarte sobre lo destacado en negrita que fui consciente cuando escribí el relato de que me arriesgaba a que la gente lo viera así, pero a mí me gustó mucho la idea cuando se me ocurrió y no me quise echar atrás.

Tu impresión final es la que es, Bio, supongo que no he sabido darle ese algo que falla para que fuera como el segundo relato y eso que a mí me parecía que lo tenía.

Muchas gracias por tu comentario y por tu valoración.

 

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Puntos: 2776

Hedrigall dijo:

Una historia que deja mal cuerpo debido a los múltiples detalles escabrosos. La figura del gólem es central pero nada esencial; se puede intercambiar por cualquier criatura y la historia permanecería intacta en su esencia.

Es cierto que ayudan a la atmósfera y ambientación, pero la insistencia en algunos elementos (el nivel y detalle de la locura de Remedios, principalmente, también su estado de higiene) parecía apuntar a información relevante para la historia, y no lo es. He encontrado una disonancia entre como se nos describe a Remedios al principio y cómo resulta razonar Remedios más tarde, en el sentido de que finalmente no parece estar tan extremadamente loca.

Se apuesta por las imágenes y la estética sangrienta para causar efecto en el lector, y apenas casi nada en la trama, que se adivina desde el inicio.
 

Me parece a mí que no es de los que te han gustado. no

Gracias por tu comentario.

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Germinal
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Me había dejado este relato por comentar, vaya despiste.

A estas alturas creo que podría reconocer el estilo del autor en una lectura a ciegas. Tengo que decir que de todos los relatos del certamen este es quizás el que ha conseguido generarme un mayor malestar, entendiéndolo como algo positivo, ya que lo que se pretende es no dejar indiferente al lector. Conmigo lo ha logrado, desde luego.

Otra cosa es la valoración que pueda hacer de un relato tan visceral en cuanto a gusto personal. Pienso que la figura del gólem en la trama se aleja un tanto de lo ortodoxo y bien podría sustituirse de forma más coherente por un íncubo, por ejemplo, aunque obviamente el texto juega a favor de que la criatura neonata sea de una naturaleza pétrea asimilable a la del gólem. A pesar del ejercicio de desasosiego, el texto no ha terminado de sorprenderme más allá de esa estética de casquería infrecuente. Me falta ese giro, ese punch que haga encajar las piezas, ese “algo” tan volátil y difícil de capturar.

Voy a darle 3 estrellas. Gracias por compartirlo.

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

Germinal dijo:

Me había dejado este relato por comentar, vaya despiste.

A estas alturas creo que podría reconocer el estilo del autor en una lectura a ciegas. Tengo que decir que de todos los relatos del certamen este es quizás el que ha conseguido generarme un mayor malestar, entendiéndolo como algo positivo, ya que lo que se pretende es no dejar indiferente al lector. Conmigo lo ha logrado, desde luego.

Otra cosa es la valoración que pueda hacer de un relato tan visceral en cuanto a gusto personal. Pienso que la figura del gólem en la trama se aleja un tanto de lo ortodoxo y bien podría sustituirse de forma más coherente por un íncubo, por ejemplo, aunque obviamente el texto juega a favor de que la criatura neonata sea de una naturaleza pétrea asimilable a la del gólem. A pesar del ejercicio de desasosiego, el texto no ha terminado de sorprenderme más allá de esa estética de casquería infrecuente. Me falta ese giro, ese punch que haga encajar las piezas, ese “algo” tan volátil y difícil de capturar.

Voy a darle 3 estrellas. Gracias por compartirlo.

Gracias a ti por comentar y valorar, Germinal.

Me alegro de haberte causado desasosiego, por lo menos eso lo he hecho bien. yes

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Hekizade
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Los puntazos: el efecto desasosegante, que me ha cautivado de principio a fin; la idea de hibridación entre humana y gólem, original y se podría haber explorado más. La escena de parto, maravillosa. Final crudo y coherente. 

Las puntadas: hay algo en la presentación de Remedios que no me acaba de convencer, aparte de los epítetos un poco abusivos ("la loca, la ida, la tarada, la perturbada"), no sé, no me he "creído" su locura y tampoco el hecho de que una niña de siete años se crie sola en una casa incendiada (?). Por otro lado, en cuanto al gólem, estamos ante una criatura que, para escapar a su soledad, viola a una aldeana para luego quedarse con el hijo. Es decir, se trata de un ser racional y calculador, lo cual no acaba de concordar con su conducta final (¿era necesario asesinar a Remedios y a Purificación?). Si en vez de gólem, ponemos vampiro, lobisome u otro monstruo, funcionaría también, pero bueno, sólo por la tremenda escena del parto del engendro "golemioide" queda justificado. 

Un relato de lograda ambientación fosca, estilo pulido, pero algunas fisurillas: 3,5 estrellas. 

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Stendek
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Poblador desde: 27/05/2020
Puntos: 198

Felicitaciones, Dr. Ziyo. Gran relato, espeluznante, en verdad.

La pega que le pongo es que me suena mas a un capítulo de una obra de mas largo aliento, que a un cuento autoconclusivo. Al final el lector se queda con las ganas de enterarse de donde vino ese gólem-sátiro, y sobre todo, a donde va. Esperaremos con impaciencia.

Bueno, 4,5.

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Ozymandias
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Puntos: 79

Haría la misma queja que hice con el otro relato tuyo pero veo que Curro se ha explayado. Pienso que tienes poca confianza en el lector. Temes que vaya a perderse cosas e insistes demasiado.

Pero es el relato más visceral que he leído y eso tiene su interés, además de que no deja indiferente. Para nada, crea mal cuerpo y entiendo que haya a quien no le guste, pero el terror va de eso. Suena feo pero los momentos más escatológicos son los que más me gustaron. También el trasfondo del personaje. Las violaciones y abusos sexuales contra mujeres particularmente indefensas por su situación mental son un problema bastante triste.

Mi nota es 3'75.

And on the pedestal these words appear:

My name is Ozymandias, king of kings:

Look on my works, ye Mighty, and despair!

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Puntos: 2776

Hekizade dijo:

Los puntazos: el efecto desasosegante, que me ha cautivado de principio a fin; la idea de hibridación entre humana y gólem, original y se podría haber explorado más. La escena de parto, maravillosa. Final crudo y coherente. 

Las puntadas: hay algo en la presentación de Remedios que no me acaba de convencer, aparte de los epítetos un poco abusivos ("la loca, la ida, la tarada, la perturbada"), no sé, no me he "creído" su locura y tampoco el hecho de que una niña de siete años se crie sola en una casa incendiada (?). Por otro lado, en cuanto al gólem, estamos ante una criatura que, para escapar a su soledad, viola a una aldeana para luego quedarse con el hijo. Es decir, se trata de un ser racional y calculador, lo cual no acaba de concordar con su conducta final (¿era necesario asesinar a Remedios y a Purificación?). Si en vez de gólem, ponemos vampiro, lobisome u otro monstruo, funcionaría también, pero bueno, sólo por la tremenda escena del parto del engendro "golemioide" queda justificado. 

Un relato de lograda ambientación fosca, estilo pulido, pero algunas fisurillas: 3,5 estrellas. 

Interesantes las cosas que comentas, Hekizade. Tras leer vuestros comentarios se me ocurrió una idea que explicaría el origen del gólem y descartaría cualquier otro ser, además de que daría cierto sentido a su conducta, pero ya es tarde.
 

¿Era necesario asesinar a las dos mujeres? Yo lo vi así desde el principio, no es que fuera necesario, pero me gustaba para añadir horror a la historia. no

Muchas gracias por tu comentario y valoración.

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Dr. Ziyo
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Puntos: 2776

Stendek dijo:

Felicitaciones, Dr. Ziyo. Gran relato, espeluznante, en verdad.

La pega que le pongo es que me suena mas a un capítulo de una obra de mas largo aliento, que a un cuento autoconclusivo. Al final el lector se queda con las ganas de enterarse de donde vino ese gólem-sátiro, y sobre todo, a donde va. Esperaremos con impaciencia.

Bueno, 4,5.

Me alegro de que te haya gustado, Stendek.

Eso de quedarse con las ganas en lo literario a veces no está mal, jeje.

Muchas gracias por tu comentario y puntuación.

 

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Dr. Ziyo
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Ozymandias dijo:

Haría la misma queja que hice con el otro relato tuyo pero veo que Curro se ha explayado. Pienso que tienes poca confianza en el lector. Temes que vaya a perderse cosas e insistes demasiado.

Pero es el relato más visceral que he leído y eso tiene su interés, además de que no deja indiferente. Para nada, crea mal cuerpo y entiendo que haya a quien no le guste, pero el terror va de eso. Suena feo pero los momentos más escatológicos son los que más me gustaron. También el trasfondo del personaje. Las violaciones y abusos sexuales contra mujeres particularmente indefensas por su situación mental son un problema bastante triste.

Mi nota es 3'75.

Pues te juro que no me doy cuenta cuando lo escribo, es que ni me lo planteo, sale así y ya.

Me alegro de que hayas disfrutado con la parte "dura" del relato.

Muchas gracias por comentar y la valoración.

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