Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisci tempor incidunt ut labore et dolore magna aliqua veniam, quis nostrud exercitation ullamcorpor s commodo consequat. Duis autem vel eum irrure esse molestiae consequat, vel illum dolore eu fugi et iusto odio dignissim qui blandit praesent luptat exceptur sint occaecat cupiditat non provident, deserunt mollit anim id est laborum et dolor fuga distinct. Nam liber tempor cum soluta nobis elige quod maxim placeat facer possim omnis volupt Lorem ipsum dolor si amet, consectetur adipiscing incidunt ut labore et dolore magna aliquam erat nostrud exercitation ullamcorper suscipit laboris nis duis autem vel eum irure dolor in reprehenderit i, dolore eu fugiat nulla pariatur. At vero eos et accusa praesant luptatum delenit aigue duos dolor et mole provident, simil tempor sunt in culpa qui officia de fuga. Et harumd dereud facilis est er expedit disti eligend optio congue nihil impedit doming id quod assumenda est, omnis dolor repellend. Temporibud Lorem ipsum dolor si amet, consectetur adipiscing incidunt ut labore et dolore magna aliquam erat nostrud exercitation ullamcorper suscipit laboris nis duis autem vel eum irure dolor in reprehenderit i dolore eu fugiat nulla pariatur. At vero eos et accus praesant luptatum delenit aigue duos dolor et mol provident, simil tempor sunt in culpa qui officia de fuga. Et harumd dereud facilis est er expedit disti eligend oprio congue nihil impedit doming id quod assumenda est, omnis dolor repellend. Temporibud
Lorem ipsum
Una lectura entretenida y muy fluida que me ha dejado sentimientos encontrados. Por un lado, encuentro que has construido muy bien el ambiente en los primeros compases. No es nuevo el tema del acoso entre adolescentes, pero el retrato está hecho con acierto y se imbrica bien con la atmósfera del taller del anciano, con un punto de misterio que me ha recordado a clásicos como La historia interminable, aunque más oscuro. Es, al final, una historia de crecimiento personal, y es ingenioso el desenlace en el sentido de que hace descarrilar las ideas preconcebidas para devolverlas a la realidad.
Al mismo tiempo, quizás faltan pistas para llevarnos a este giro. Se me ha antojado algo brusco. No creo que sea tanto problema del giro en sí, sino de que el lector ha terminado el relato antes de terminar de asumirlo. Resulta (a mi parecer) abrupto.
Por lo demás, funciona muy bien. Sí que es cierto que hay algunas erratas, seguramente por las prisas, pero la historia está muy bien construida y narrada. Gracias por compartirla.
Recordaba al autor de la anterior convocatoria y me esperaba relato de categoría. No he salido defraudado.
Me desconcierta un poco el final, pero entiendo que esa ambigüedad oscura le pega al relato y es un recurso apropiado al género.
Hay algún acento desaparecido en combate, alguna errata fruto de las prisas de última hora, supongo; nada grave.
Hay otro relato con el que comparte ciertas similitudes argumentales, aunque “nada hay nuevo bajo el sol”, suele decirse.
Está bien estructurado, la narración avanza de forma muy correcta y los personajes, arquetípicos, sirven bien a la acción y ahorran tiempo y espacio en un relato corto.
En suma, quizá no sea el relato más original de la convocatoria, pero tiene mucho oficio y está bien construido.
Una estrella por el gólem, 0,75 por la ambientación, 0,75 por la historia, 0,75 por la forma y media estrella extra por ese final ambiguo y abierto. Total, 3,25 puntos. Sin erratas y con un pelín más de originalidad, la puntuación hubiera sido más alta. ¡Suerte!
Hola, hola. ¿Hay alguien en casa? ¿eh? ¡Piensa McFly, piensa!
Pido de antemano disculpas al autor/a del relato por mi torpeza.
Lo +
El gólem, el ambiente, el maltrato, el lenguaje.
Lo -
Algún DDT díscolo, pero texto bastante limpio.
Este humilde y torpe lector no ha sido capaz de entender bien el final —cuando voy a quedar mal por inútil prefiero hablar de mí en tercera persona—. Si la estatua está lejos, la Mole puede haber muerto por accidente; hasta aquí sin problema. Pero, ¿de qué se está asustando Rubén?
En fin, un relato muy bien escrito, que, salvo por lo considerado —y siento que sea responsabilidad mía no haber logrado sacar más estrellas de la historia—, es de:
★★★
Estadísticas
Palabras : 2990
Matrices : 16.770
Caracteres : 13.900
Letras : 13.300
Párrafos : 125
Sílabas : 5834
Frases : 237
Szigriszt1993: 73
Perspicuidad : Bastante fácil
PS.—Prefiero «ciento cuatro» a «104», pero, vamos, esto es totalmente irrelevante
En primer lugar, debo decir que me apena encontrar diversos errores ortotipográficos que siempre afean el resultado final. Señalo igualmente el abuso del verbo parecer.
En cuanto a la historia me gustan los elementos que contiene y cómo se va tirando del hilo con el anciano accidentado, la paloma y los muchachos.
Por ponerle pegas:
Al principio me desubiqué entre la planta de arriba y el sótano.
El nombre del muchacho sale de golpe como un champiñón, bien podía haber empezado el relato nombrándolo.
La división del capítulo IV es innecesaria.
Para concluir, el final no lo he comprendido. Se da a entender que la figura se halla a mucha distancia, pero por otro lado Rubén viene aterrorizado suplicando que lo detenga, lo único que puedo dar por válido es que el anciano desconoce que en realidad el gólem cobró vida y está ajusticiando a los muchachos, aunque tampoco se entiende en base a qué.
Voy a darle 3 estrellas. Gracias por compartirlo.
El autor sitúa a los chicos tres años después de comenzar el bachillerato, sin embargo, por la manera en la que hablan los personajes no parecen tener más de 12-13 años y eso me ha tenido fuera del relato permanentemente. Por otro lado creo que es demasiado largo para lo que se cuenta porque el avance de la trama es previsible en unos tramos y demasiado abracadabrante en otros.
Mi puntuación es: 1 estrella.
Historia y estructura clásicas. Me ha recordado a las historias de «niños detectives».
Tiene algunas faltas y errores, como «demás» por «de más», que contrasta con el buen nivel general del texto. Quizás le ha faltado tiempo, porque el final también me ha resultado algo confuso y abrupto, y veo que no es solo cosa mía.
En cuanto al lenguaje de los niños también me choca, porque cuesta imaginarse a niños de hoy en día hablando así, pero cualquier referencia temporal que situase la historia unas décadas atrás (es como me lo iba imaginando yo) lo solventaría, y encajaría bien con el estilo.
Por lo demás, creo que el enfoque resulta muy original, al ser tan clásico y a la vez poco canónico respecto al gólem. Yo lo he disfrutado mucho, por lo que le doy 4 estrellas.
Gracias a todos por sus comentarios, que considero en genral muy justos y de los que tomó nota para mejorar el ralto, pues estoy consciente d eque es mu mejorable.
Un gran saludo.
Como han comentado por ahí, quizás no sea el relato más original del concurso, pero se lee con facilidad al estar bien construido.
TIene algunos pequeños errores ortográficos que se han señalado ya y que no voy a repetir
Muy bien llevados los diálogos, sobre todo en esa parte final, donde transmiten perfectamente la sensación de urgencia de Francisco, al cual yo también creo que se le podría haber nombrado con anterioridad, pues aparece su nombre de repente de una manera algo extraña.
Me gusta el hecho de que el creador del gólem no sepa que su criatura tiene vida, ¿o sí lo sabe pero se hace el tonto para no confesárselo al chaval y de ahí su explicación final?
Le doy 3,5 estrellas
Me alegró mucho encontrar a Stendek de nuevo en este certamen, tenía ganas de leer más cosas suyas (a ver contilleo la página de su firma...).
Como escritor y lector, cada vez tengo más problemas con historias de aventuras protagonizadas por niños. Debo ser de los pocos a los que no le gustan mucho Los Goonies… Esta historia, sin embargo, no trata a los niños como entes superdotados o afortunados de forma poco creíble, sino como lo que son, críos, con sus defectos y virtudes. Me parece muy bien retratado el personaje principal, con sus miedos e inquietudes, la curiosidad que le despierta el taller del señor Eichelbaum y la ingenuidad de pensar que la chica de sus sueños se verá contagiada por la fascinación que siente por la estatua. Me dio mucha pena el chasco que se lleva, la dureza del maltrato físico y sobre todo psicológico que recibe.
A partir de ahí, el horror toma una forma distinta, la de una especie de venganza que parece llevar a cabo la criatura, quizás porque de algún modo siente empatía hacia el pobre chaval. El horror que siente el protagonista es palpable, diría que incluso angustioso.
El desenlace yo sí lo veo satisfactorio; sería cómico de no ser porque, anulada la posibilidad de que un ser mágico haya asesinado a la Mole, se abre una nueva puerta por la que asoma un horror mucho más real o mundano. ¿Quién mató entonces a la Mole? Seguramente un monstruo, pero no de piedra, sino de carne y hueso. Y hasta ahí llega el relato; dejar el crimen sin resolver me parece espeluznante.
Leo comentarios sobre el aparentemente ilógico comportamiento de Rubén, el amigo de la mole. Yo lo veo normal; de hecho, Rubén es el primero en emitir un juicio erróneo cuando cree que los asesinos son Francisco y su gólem ―no olvidemos, son críos, tienen mucha imaginación― y es quien sugestiona a Francisco, segunda víctima del engaño casual. Creo que queda bien atado.
Retrasar la aparición del señor Eichelbaum y no mostrarlo hasta el final del relato me parece acertado, ya que incrementa el aura de misterio entorno al personaje. Descubrir que no es más que un viejo artista sin aparentes cualidades sobrenaturales ayuda a redondear el final del relato.
Por cierto, el ruido del camión mientras Francisco estaba dentro de la casa de Eichelbaum me dio una pista sobre el final. No sé si esa información quizás se podría omitir. Aunque vamos, tampoco es problemático.
Encuentro algunos problemas menores en la escritura, por ejemplo:
Hazlo que funcione
Lo correcto sería hazlo funcionar o haz que funcione, salvo que esa construcción esté aceptada en algún país hispanoamericano (entiendo que al menos Rubén es hispanoamericano, por su diálogo Por tu madrecita, Francisco). Estoy teniendo un déjà vu mientras escribo esto, igual ya lo comentamos en el anterior Polidori.
Otra cosa que me llama la atención:
—Oíste perfectamente. ¿No dijiste que era como un robot?
No, él no había querido decir eso.
—Claro que si lo dijiste…
¿Por qué el narrador habla por Francisco? Cuando se utiliza ese recurso es porque Francisco lo ha pensado en lugar de decirlo, pero Rubén responde. No le veo sentido a abandonar en ese punto el estilo directo.
Por lo demás, faltan algunas tildes (para empezar, en el sí de la frase del último ejemplo; tenía algunas anotadas en el libro electrónico, pero estoy fuera de mi casa y no lo tengo aquí) y había alguna errata menor; todo lo achaco a que quizás el bueno de Stendek veía que no llegaba a tiempo para participar, así que se le perdona.
Vamos, lo veo un buen relato. Quizás de primeras parezca que no tiene muchos elementos diferenciadores, pero el hecho de que no existan en realidad acontecimientos sobrenaturales en un relato de temática gólem, ya me parece suficientemente original como para que destaque. ¿Es posible que sea el único relato sin elementos fantásticos? Eso y que disfruto mucho las historias que llevan algún tipo de engaño dentro (algo que ya habréis supuesto algunos :D). Le asigno 4 estrellas.
Es un relato ameno y ésa es su mayor virtud, que se lee de un tirón. También es destacable el final. Alguien podría decir que es un final anticlimático y poco ambicioso pero hay que tener en cuenta el contexto. Cuando todos los relatos tienen finales fantasiosos salirse de la línea general y marcarse un final distinto (y que además sorprende) tiene el merecido premio por la originalidad.
Los diálogos son buenos, siendo un aspecto que se ha desarrollado poco en la mayoría de los relatos (algunos hasta hemos prescindido totalmente de ellos). La pega es que la edad no concuerda porque los jóvenes hablan como preadolescentes.
La división en capítulos no tiene mucho sentido pero es que además un capítulo parte un diálogo (?).
Mi nota es 3'5
Algunos leves fallos ortotipográficos, discordancias en los diálogos ya comentados... y ese final, no lo entiendo muy bien... entonces... ¿quién mató al grandullón, quién asustó a Rubén?
Tres estrellas: ***
Tanto la prosa como la estructura de este relato te llevan de la mano de forma muy agradable. Necesitado de un buen repaso pero escrito con oficio, de manera que tanto la trama como los personajes no importa nada que resulten familiares.
Me niego a pensar que el final sea en falso, considerando todas las decisiones en cuanto a la trama tan bien tomadas hasta el momento. Quizá sea demasiado directo, abrupto; si el autor decide no responder a la pregunta de quién, es que pone el foco en otro lugar. La brusquedad del final creo que sucede porque ese otro lugar apenas se sugiere o, sugerido, no se apunta. O yo no lo veo.
Un relato que viaja al mundo de los niños. Niños bien reflejado en el modo de hablar, enla interacción con los adultos, en sus decisiones y reacciones... en su código de silencio, en la "ley del más fuerte", en el desprecio al vencido y el miedo a las consecuencias de los actos.
Todo ello lo veo reflejado muy bien en el texto, aunque los personajes concretos adolecen de algo de indefinición. El texto engncha y te lleva de la mano hasta el final... un final de telefilme setentero en que aparecia "The End..." y a continuaciónun interrogante.
Creo que podrías haberlo cerrado mejor, completando el circulo de la narración, pero la formula elegida no es mala, sencillamente es menos satisfactoria.
Decirte que esperaba con expectación tu participación. Y no me ha defradado, aunque se que tienes en tus letras mejores textos que este.
Mi nota es 3,75
Los puntazos: planteamiento inicial bastante fosco con toques de romance "bachilleril"; narrado de forma amena y fluida; la separación en capítulos (salvo uno) funciona bastante bien.
Las puntadas: algunos errores y erratas; el deseo de venganza de Francisco me ha dejado frío, no sé, su rabia no me parece genuina (y menos como para despertar a un gólem, aunque luego ya no se sabe...); el final demasiado ambiguo y abierto.
Relato entretenido y bien narrado: 3,75 estrellas.
No he conseguido meterme en el relato. Me ha parecido propio de un narrador mucho más niño que lo que se descubre al final, lo que me ha ido desconcertando a medida que leía. Tampoco me cuadra mucho el final, como si no se hubiese encontrado otra fórmula mejor.
Creo que necesita un repaso en la puntuación y ortografía y también he detectado algunas expresiones que me han chocado, como "lo ignoraba con imparcialidad".
Puntuación: 1,5
Falta un último pulido. Más allá de eso, relato solvente, con un giro final apropiado y que funciona. No entiendo del todo la necesidad de la separación en minicapítulos, y la intervención final de Rubén me parece que roza en lo tramposo (solo roza), con intención de hacer caer al lector en el mencionado giro.
3 estrellas.
Relato admitido a concurso.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.