Un relato que se toma su tiempo para ir desarrollando la acción y los personajes, bien por ahí. Pero aunque se agradece de vez en cuando un poco de calma, pienso que en 3.000 palabras a veces hay que ir más al grano para dejar más espacio a lo que es la trama (lo digo yo, cuyo sino es podar y podar ). Por ejemplo, aunque entiendo que los interludios de prepararse la infusión y tal sirven para ir desarrollando la acción, creo que se la comen un poco, es decir, casi ocupan lo mismo que esta, que es básicamente el miedo de los protagonistas ante ruidos y hechos raros que asocian, lógicamente, con una momia. O el detalle del Henry-Enrique, incluso parte del diálogo, tendrían cabida en un formato más largo (aportándole hondura y definición), pero aquí restan espacio y dejan la acción reducida casi al final.
2,75 estrellas
Voy tomando nota de todo. Gracias por comentar y puntuar, Carlos Jesús.
Un relato que se toma su tiempo para ir desarrollando la acción y los personajes, bien por ahí. Pero aunque se agradece de vez en cuando un poco de calma, pienso que en 3.000 palabras a veces hay que ir más al grano para dejar más espacio a lo que es la trama (lo digo yo, cuyo sino es podar y podar ). Por ejemplo, aunque entiendo que los interludios de prepararse la infusión y tal sirven para ir desarrollando la acción, creo que se la comen un poco, es decir, casi ocupan lo mismo que esta, que es básicamente el miedo de los protagonistas ante ruidos y hechos raros que asocian, lógicamente, con una momia. O el detalle del Henry-Enrique, incluso parte del diálogo, tendrían cabida en un formato más largo (aportándole hondura y definición), pero aquí restan espacio y dejan la acción reducida casi al final.
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